C a p í t u l o 6
—> En el capítulo anterior : Papulince frunció el ceño, confundido. — ¿Qué hice yo >:'v? —
. . . .
Papulince frunció el ceño, desconcertado por las palabras de Pana fresco . El aire en el aula se volvió denso, cargado con la tensión de una pelea pasada. Los murmullos de los compañeros se desvanecieron mientras los dos se enfrentaban.
Pana fresco golpeó el pupitre con ambas manos. — ¡La estúpida pelea que tuvimos, maldito grasoso! —gritó—. ¡Me hiciste quedar como un completo idiota! ¡Por tu culpa perdí mi posición en el top y mi reputación se fue al infierno!
Papulince, testarudo, se defendió. — No mames, pero si quedamos empatados, papu. Tú me tiraste un piñazo, prrro >:"v . —Señaló su nariz que tenia una vendita—. Ese izquierdazo casi me lleva a conocer al abuelito de Goku.
Pana fresco sin ceder, refutó — Y tú me rajaste la puta nariz a la primera, maldito cuck. ¡Eso no es empatar!. — Miguel se señalaba la nariz insistente, solo que la de este, no se notaba nadita por el maquillaje de su madre, ya tiene experiencia tapándose imperfecciones y heridas desde muy temprana edad.
— But ni se te nota papu el mío zy >:,,v — dijo Papulince cruzando de brazos y apartando la mirada - Te lo merecías prro ni modo te la iba a sobar >:'/
El momento era tenso, como si el tiempo se hubiera detenido solo para ellos. Luis, se rascó la cabeza. No le gustaba estar en medio de conflictos por algo pasado y con una expresión de tristeza, interrumpió el tenso momento.
— ¿Amigos? — ofreció Luis, extendiendo la mano hacia Miguel con una sonrisa débil—. Ese día pensé que quedamos bien... que éramos papuamigos.
Su voz temblaba ligeramente, cargada de un anhelo por la reconciliación. Pero al ver que Miguel no aceptaba el gesto, retiró la mano y lo disimuló sobandose el cabello.
— ¿Amigos?.. ¡Qué puta mierda dices! Ni yo lo sabía, maldito incel. — Pana fresco soltó de forma cortante, con tono de desprecio.
Papulince solo pudo bajar la mirada triste y voltear hacia su cuaderno, sintiendo cómo su mundo se desmoronaba ante sus ojos.
Miguel parpadeó dos veces. Al ver a Luis, sintió un fuerte remordimiento por sus palabras. Quería disculparse.
Lamentablemente, su orgullo le impedía encontrar las palabras adecuadas. Incapaz de admitir su error, apartó la mirada de Papulince y se pasó las manos alrededor de la cara.
Miguel siempre fue conocido por sus comentarios hirientes y lenguaje mordaz, era peor que una persona franca. Por eso, solo se limitaba a andar con su grupito. Sabía que este defecto, o bendición, había surgido por sus problemas familiares. ¿Por qué creen que fue funado al toque por el resto al más mínimo error como esa pelea?
Exacto, él se destacaba como uno de los individuos más "temidos y, sobre todo, odiados" debido a su personalidad y la inmensa fortuna heredada de sus padres.
Eso era algo de lo que Miguel era consciente, y en gran medida era cierto. Sin embargo, no estaba plenamente consciente de que el título de "más temido" no solo se debía a su propia conducta, ya que en realidad había muchos con comportamientos cuestionables.
Lo que lo distinguía del resto era su asociación con Javier, apodado "Globo de texto". Javier era verdaderamente temido y respetado por todos. Sin él, Miguel solo era visto como el chico rico más adinerado en esa exclusiva academia, y quedaba vulnerable a cualquier tipo de funa, como la que esta pasando desde el día de ayer.
. . . .
Miguel se encontraba perdido en sus pensamientos, mirando el ventanal, cuando una nota aterrizó en su pupitre, rompiendo el tenso silencio.
El mensaje decía:
"Entonces... ¿quieres ser mi papuamigo oficial? :') "
Rezaba el mensaje, y el corazón de Miguel se estrujó levemente. ¿Por qué alguien mostraría tanta amabilidad hacia él, después de haber sido tratado con desprecio?
"Que alguien me diga si este tipo es humilde o simplemente un pendejo, o quizás ambas cosas", reflexionó para sí mismo suspirando.
Miró a Luis, quien esperaba ansioso su respuesta.
— Está bien... ahora somos amigos oficialmente, cuck —dijo Miguel, intentando sonar indiferente. Se ajustó los lentes y enfatizó- pero eso sí, no me hables en público, grasoso.
Papulince asintió con una sonrisa radiante. — Entonces, empezamos desde cero, papu ;v. Un gusto en conocerte. Yo soy Luis, pero me puedes llamar Papulince. Me encanta hornear momazos y, de vez en cuando, leer un poco.
Miguel levantó una ceja confundido. Le recordaba a un NPC que se le reseteo el dialogo.— Sí, está bien... incel. Pero no necesitas contarme tu vida entera, crack.— Intentó mantener su fachada de chico basado—. Bueno, ya lo sabes, grasoso. Soy Miguel... pero prefiero que me llames Pana fresco. A veces dibujo... y eso es todo lo que necesitas saber. Me siento estúpido diciéndote todo esto.
— No te preocupes, papu. Lo dejaré en ward :v — respondió Luis con una sonrisa tranquilizadora.
La campana sonó, interrumpiendo su conversación.— Oye, papu, ¿vamos a la cafetería? Nunca la he visto, ¿me llevas? :'v - propuso Luis, con ojitos suplicantes. Había oído que la cafetería de la escuela era de otro nivel y sentía curiosidad.
— Ta bien, pero ¿trajiste algo aparte del oxígeno? — bromeó Pana fresco, haciendo referencia al estado de precariedad de Papulince.
— Ya párele, no sea kbron :'v. El hecho de que viva en el cerro no significa que me falte de todo >:"v — Papulince se ofendió —. Y para contestar tu papupregunta, cy, tengo comida. Está en mi lonchera Rayo McQueen — dijo mientras mostraba su lonchera, que tenía desde la primaria y la trataba como si fuera Gucci esa basura.
Pana fresco solo rodó los ojos. Le parecía algo tierno, pero también cringe. Tenían 17 años, y además, el grasoso era un poco más alto que él. Este castroso le recordaba a esos malditos psicópatas que, a pesar de tener 20 o más, afirmaban ser niños de 6 años por dentro. - ¿Y tú, Papu? ¿Qué trajiste :v? - preguntó.
— Comida — fue la respuesta breve de Miguel—. No tengo hambre ahora, la comeré en clase.
— ¿No te llama la atención, papu ,':v ? — preguntó Luis, preocupado.
— Sí, cuck, pero eso es lo mejor. Me botan del salón y puedo comer tranquilo mientras los demás se queman en clase — explicó Miguel despreocupado—. Como tranquilo afuera hasta que termine su hora del longaniza, después viene otro profesor y le digo que estuve en el baño, y me deja pasar. Es un bug que he aplicado cinco veces y funciona como un encanto — dijo con el pulgar arriba, como si diera like.
— No mames, ¿ y cómo le haces pa' la temporada de exámenes, papu <:v ? Escuché que aquí son bien exigentes con eso — preguntó Luis.
— Fácil, amenazo al nerd con una semana de anterioridad y me pasa el plagio, pero eso si, no le puedo hacer predit a los exámenes sorpresa, así que gracias por lo de esa vez, supongo...
— But no es bueno hacer repoio en el examen papu, te pueden banear. -señaló Luis, con una mirada compasiva.
— ¿Y qué quieres que haga grasoso? No entiendo nada en clase, cuando intento preguntar algo todos se ríen de mi, cómo sí esos retrasados lo supiesen todo, es una mierda, y los tutoriales de youtube no los entiendo ni verga. — respondió Miguel, frunciendo el ceño con frustración.
— Raios y centellas, a mí también me pasaba lo mismo en primaria, sé lo que se siente, papu — dijo Luis asintiendo con la cabeza. Luego, una idea brilló en sus ojos—. Ya sé, yo puedo enseñarte, papu. Te prometo que te ayudaré. — ofreció Luis, con una sonrisa cálida.
—¿Cómo? —cuestión Pana fresco — ¿Cómo clases particulares? — Papulince asintió — Suena gayzzz — dijo Pana fresco con tono de burla, pero luego cambio a un tono neutral— Y cuanto cobras cuál es tu tarifa cuck ?
—¿Tarifa :v ? — Luis miró a Miguel confundido pero luego negó con la cabeza — No wey, no te preocupes por el dinero. Lo hago de corazón, me gusta ayudar a mis amikos :3. Te pasaré mi dirección por WhatsApp, papu. ¿Puedes un fin de semana?
Pana fresco lo miró incrédulo, pero asintió. Solo los fines de semana sus padres no estaban en casa, a menos que ocurriera algún percance.
Hasta que llegaron al lugar destinado. — Oye, cuck, ya llegamos a la cafetería — dijo Miguel, señalando el amplio salón.
Luis se quedó boquiabierto al entrar al comedor. Nunca antes había puesto un pie en un lugar tan vasto y acogedor. Las mesas grandes y cuadradas se alineaban a lo largo y ancho del salón, invitando a los estudiantes a reunirse y compartir. Cada rincón parecía impregnado de vida y actividad, con grupos de estudiantes charlando animadamente mientras disfrutaban de sus comidas.
En un extremo del comedor, un puesto extenso de comida ocupaba un lugar destacado. Los aromas tentadores emanaban de allí, atrayendo a los hambrientos estudiantes. Luis observó a dos personas con delantales y guantes atendiendo a los demás que pagaban por la comida. La luz solar se filtraba a través de las amplias ventanas, bañando el espacio en una cálida luminosidad y resaltando los colores vivos de la decoración. Para Luis, aquel ambiente era como sacado de una de esas películas de Disney que solían ver sus primos cuando iban a su casa.
La diferencia con su antiguo instituto era abismal. Allí, la cafetería se reducía a un pequeño quiosco donde los estudiantes se apretujaban en una masa caótica para conseguir algo de comida durante el receso. Recordaba cómo todos se pisoteaban unos a otros en su afán por llegar a la ventanilla en cuanto la señora a cargo la abría.
Aquí, en cambio, todo era diferente. Los estudiantes formaban una fila ordenada, cada uno esperando pacientemente su turno mientras el aroma tentador de la comida llenaba el aire. Y una vez que pagaban, recibían una bandeja cuidadosamente colocada entre sus manos.
— Qué elegancia la de Francia — exclamó Luis, impresionado por el lugar —. Nunca había visto una cafetería tan grande, me siento gringo papu :'v.
— Grande? Todavía no has visto nada cuck —respondió Miguel —. El verdadero está en el teatro y en el área de deportes. Esos lugares sí que son grandes. Lo mejor cuando competimos entre sedes en la cancha de fútbol, cuck.
— ¿Hay cancha de fútbol papu? :0 —exclamó Luis emocionado.
— Sí, grasoso, siempre vamos allí cuando tocan las clases de deporte. Después tenemos que ir a los vestidores luego de cada clase de Educación Física, pero te recomiendo que traigas tres toallas y tres cambios de ropa —advirtió Miguel con seriedad.
— Porque hay graciositos como 'Cristian', un chico de gorra negra que está en nuestro salón
Papulince miró curioso a Miguel y este aclaró — Ese con cabello marrón con las puntas pintadas de amarillo como un marica. El que se sienta adelante del Edgy— Y Papulince asintió, aunque no supiera quién verga era ese men.
— Es un baiter sin figura paterna que esconde la ropa y las toallas. Su humor es bizarro y más roto que el tuyo, cuck, y es un puto dolor de cabeza— explicó Miguel, con gesto serio mientras Luis escuchaba atentamente.
¡Boommm! El sonido de un choque inesperado se hace presente en la cafetería.
Al parece, una chica chocó contra Miguel, haciendo que cayera al suelo junto con la bandeja de comida de la chica que voló por los aires, provocando un verdadero desmadre....
.
.
.
(puntitos)
Hola, gente preciosísima, wapa, y sepsi ! ¿Cómo se encuentran hoy?
Pregunta random: ¿Quién creen que fue la chica que choco contra Pana fresa?
A) La Kimberly
B) La Army
D) La Chalie Edits
Quería agradecerles a todos ustedes por el apoyo que ha tenido esta historia😭. En serio, agradezco muchísimo todos sus comentarios y estrellitas, me alegran el día! 😢💘
Si tienen recomendaciones e ideas para la historia, no duden en hacérmelo saber. Aquí estoy para escucharlos 💖. Si notan algún error ortográfico más allá del bait, también agradezco que me lo hagan saber <3.
Cuídense musho tilines, besotes! ✨
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro