Sinceridad
Pov: Myoui Mina.
Tras aceptar a Joohyun como mi compañera de vida la ceremonia continuó sin ningún tipo de inconveniente. Durante el transcurso de ese tiempo hice mi mejor esfuerzo por mantener mi mente enfocada en lo que estaba sucediendo a mi alrededor; era consciente de que un desliz por mi parte podría ser el fin para mi vida, pero a pesar de que lo intenté, mis pensamientos de todas formas no tardaron en perderse en las profundidades de mi oscura mente consiguiendo que me cuestionara cosas que realmente no valía la pena el siquiera formular, porque jamás obtendría una respuesta para ellas. Por un segundo pensé que los pensamientos autodestructivos devorarían mi cordura, estuve hasta tentada en permitir que lo hicieran, pero gracias a que Joohyun sostuvo suavemente de mi palma abierta mi atención pudo regresar a donde correspondía. Ligeramente avergonzada por haber permitido el perderme en mis pensamientos decidí deslizar mi mirada en dirección de mi ahora esposa notando como ella sostenía de mi palma observando detalladamente cada poro de mi piel, esto es incómodo, pensé al mismo tiempo que observaba como ella deslizaba suavemente el anillo de madera sobre mi dedo anular permitiendo que yo notase las delicadas marcas de oro y diamante envuelta a su alrededor, no parece ser de mi tamaño... pensé al mismo tiempo que veía como Joohyun alejaba sus dedos del anillo, ¿Huh? Pensé sorprendida de notar como este velozmente se adhirió contra mi piel como si tuviese algún tipo de hechizo que impidiera el quitármelo.
—¡Cough!.
Alguien tosió desde las filas principales provocando que yo, con las orejas calientes me inclinara tomando su mano para poder inspeccionar aquellos finos y delicados dedos que prontamente llevarían la unión de esta ceremonia, no tengo que decir nada, ¿Verdad?, pensé a la vez que estiraba mi mano agarrando el anillo que estaba recostado en el interior de la cajita de madera. A pesar de que esta acción la habíamos practicado un par de veces para evitar que los nervios nos jugaran en contra, no podía negar que el hecho de estar haciéndolo frente a tantas personas me avergonzaba más de lo que hubiese imaginado; básicamente jamás pasó por mi mente que llegaría el momento en que estaría en esta posición y no como un mero espectador. Por alguna razón mis mejillas no tardaron en calentarse en el instante que comencé a deslizar el anillo sobre su dedo, mi corazón con violencia se agitaba en el interior de mi pecho, parecía querer escapar y el hecho de ser consciente que Joohyun no me quitaba los ojos de encima me hacía sentir cada vez más ansiosa, terminemos con esto de una buena vez... supliqué al mismo tiempo que soltaba el anillo para ver la facilidad con la que se encajaba en su dedo.
Me quedé en silencio notando como mi acompañante tan solo sonreía.
—La flor...
Alguien nuevamente había susurrado, pero esta vez detrás de mí, provocando que yo girara mi rostro para ver la pequeña flor de tonalidades verde agua recostada sobre la mesa. En teoría, solo debía entregarla en sus manos y el vinculo estaría terminado, para mi no tenía ningún tipo de sentido el entregar algo como esto, pero asumo que la flor era especial para los elfos, así que no cuestioné. Con calma me volví a inclinar sosteniendo entre mis dedos el tallo de esta, es una flor muy hermosa, pensé al mismo tiempo que sostenía las manos de Joohyun para dejarla recostada sobre su palma. Si algún día llegas a ver una flor aún más hermosa que esta... ¿A quién se la darás? Y la voz de Nayeon resonó en mi cabeza justo en el momento que veía como mi acompañante llevaba los pétalos contra sus labios dándole un cálido beso, mis ojos se ampliaron ante la sorpresa que me había causado oír tan nítidamente su voz, por impulso estiré mi mano queriendo arrebatarle la flor, pero mis dedos simplemente sostuvieron su muñeca sabiendo perfectamente que no podía hacer algo como eso. Yo... ¿Qué acabo de hacer? Pensé sin poder evitar que las lágrimas lentamente comenzaran a deslizarse por mis mejillas. Joohyun tras notar mi reaccionó simplemente se sorprendió, aunque rápidamente esta sorpresa visiblemente expuesta en su mirada se perdió ante la cálida sonrisa que esbozó logrando que más de alguno suspirara por culpa de su belleza.
Al parecer, había malinterpretado mis lágrimas, daba la impresión de que creía ingenuamente que había llorado por ella, pero no tuve tiempo de poder expresar lo que estaba sucediendo ya que ella rápidamente estiró sus manos dejando la flor posada sobre el borde de mi oreja mientras que sus delgados y cálidos dedo sostenían mi húmedo rostro. La forma en que me observó, la manera en que me sostenía... ella realmente estaba enamorada de mí, lo siento, pensé sintiendo la culpa golpeando mi espalda, lo siento mucho, repetí deseando tener el suficiente valor para terminar con toda esta farsa.
—No llores más... no tienes de que preocuparte—susurró al mismo tiempo que se colocaba de puntillas logrando quedar cerca de mi estatura—te amo—confesó mis mayores temores, así que simplemente mantuve el contacto visual.
En un completo silencio permití que ella se inclinara presionando suavemente sus labios sobre los míos. El impulso de querer empujarla invadió mi mente, pero mis manos simplemente sostuvieron sus muñecas mientras que el calor proporcionado por su boca se mezclaba con el salado sabor de mis lágrimas. Este esta siendo mi primer beso, pero... ¿Por qué no se sentía así? Me cuestioné sintiendo como ella entreabría mi boca deslizando su lengua, ¿Por qué siento que algo falta? No lo podía entender, así que simplemente permití que ella continuara domando de mi boca siendo consciente que frente a tantos elfos no había manera de que la rechazara.
Tras el beso sentí que cada acción que realicé fue hecha de manera automática: como si fuese alguna especie de robot sin ningún tipo de emoción. En silencio salí de esa extraña capilla notando el atardecer danzando sobre nuestras cabezas, sin antes haber recibido la bendición dada por el Santo elfo y los aplausos por parte de los invitados haciendo ecos a mi alrededor. Con las manos entrelazadas y mi boca ligeramente entumecida caminamos directamente al palacio donde el Rey y la Reina no dudaron en hacer la gran entrada habilitándonos la pista de baile. Por lo que me había comentado Jeonsa el Rey actual junto a su esposa se encargaba de habilitar la entrada de la nueva pareja para así dejar en claro quienes serían los nuevos Reyes; es una acción que hicieron de generación en generación, pero no había manera de que yo me quedara para ser la próxima Reina, cuando pudiese controlar mi núcleo me largaría de este lugar.
Ni siquiera tuve tiempo de dar mi opinión cuando mi cuerpo ya se estaba dirigiendo hacia el medio de la habitación con mis dedos sosteniendo firmemente la suave palma de mi acompañante. En un completo silencio me detuvo en medio del lugar manteniendo mi atención fija en como Joohyun simplemente me veía con sorpresa.
—Sabes que hacer.
Fue todo lo que susurré mientras que envolvía mi palma sobre su pequeña cintura. Rápidamente pude sentir como sus temblorosos dedos se aferraban a mi hombro izquierdo con su mirada huyendo de un lugar otro, como si simplemente fuese incapaz de poder hacerme frente, ¿Qué le sucede? Me cuestioné sin poder entender lo que pasaba por su mente. Decidí no darle más importancia y tan solo mantuve el agarre de mi mano derecha sobre su palma tratando de asegurarme de que estuviese haciendo las cosas como ya habíamos practicado: no tenía ningún interés de fallar. La música rápidamente comenzó a resonar en el interior de la habitación provocando que mis piernas de forma automática comenzaran a moverse asegurándose de no cometer ningún error. Danzamos con cierta suavidad y elegancia, el vestido de Joohyun se movía al compas de nuestros pasos permitiendo que ella se llevara toda la atención. Mis ojos rojizos se mantuvieron enfocados en la forma en que ella trataba de ocultar el sonrojo en sus mejillas, francamente no era capaz de comprender el por qué se estaba comportando de esa manera, pero tampoco tenía demasiado interés como para preguntar lo que sucedía. El baile continuó sin mayores inconvenientes, nuestros cuerpos se movían al copas de la música como si hubiésemos sido hechas la una para la otra, era un sentimiento que no tardaba en incomodarme, pero decidí dejarlo pasar.
A mitad del baile, justo en la parte donde debía hacer que Joohyun girase, ella perdió el equilibrio, al parecer estaba perdida en sus pensamientos así que rápidamente tomé las riendas del baile cambiando uno que otro movimiento para que no fuese obvio el hecho de que ella se había equivocado. El sonido proveniente de los aplausos retumbaba en mis oídos, esto no había sido parte de lo que habíamos practicado, pero al parecer, fue más que suficiente para que mi acompañante regresara su atención a lo que estaba sucediendo.
—Lo siento.
Se disculpó asegurándose de que tan solo yo fuese capaz de oírla.
—No pasa nada—fue todo lo que dije regresando mi atención al baile, queriendo terminar lo más rápido posible para poder sentarme.
Tras finalizar ambas hicimos una pequeña reverencia frente a la otra en señal de respeto consiguiendo que los aplausos que anteriormente ya habían estado resonando en mi cabeza se volvieran aún más vigorosos. Confundida por esa repentina devoción tomé la decisión de alzar mi mirada notando la cantidad de personas que había en el interior del lugar, ¿Cómo es posible? Pensé deslizando mi mirada por la habitación. Traté de no darle mucha importancia a los elfos emocionados y tan solo terminé por enfocarme en la familia de Joohyun notando la sorpresa en sus facciones, ¿Cometí un error?, me cuestioné sintiéndome incomoda por la manera en que Jeonsa mantenía sus párpados ampliados, ¿Van a matarme? No pude evitar el formular la pregunta al mismo tiempo que podía sentir como una emocionada Joohyun decidía tomar de mi mano para arrastrarme en dirección de sus padres, sin importarle si yo estaba o no de acuerdo con eso. Al llegar simplemente nos detuvimos frente a su familia, el hermano menor de Joohyun, mejor conocido como Jinyoung no dudó en brindarme una fría mirada con aquellos bonitos ojos azules eléctricos que poseía, me había observado con tanta seriedad que sabía que él no dudaría en asesinarme si es que la oportunidad se le daba, es bastante sincero, pensé al mismo tiempo que deslizaba mi mirada en dirección de las gemelas Suji y Yubin, quienes sin siquiera dudarlo decidieron dar un paso hacia mi dirección tratando que mi atención se enfocara por completo sus bonitos y emocionados rostros.
Antes de escuchar lo que sea que ambas chicas tenían por decirme, decidí dar un paso en dirección del Rey quién simplemente se mantenía en silencio viendo la interacción que había frente a sus ojos.
—Su majestad— saludé haciendo una pequeña reverencia siendo consciente de que aquí sí o si debía realizar una excelente etiqueta.
—Princesa—respondió con cierta monotonía haciendo también una suave reverencia en señal de que me veía en la misma posición.
El notar el hecho de que el propio Rey había decidido utilizar un titulo para referirse a mi persona me sorprendió: básicamente no esperaba que él me aceptara con tanta facilidad. Por impulso entreabrí mis labios dispuesta en cuestionar el por qué de su decisión, pero antes de siquiera poder formular la pregunta mis manos ya habían sido sostenidas por las adolescentes obligándome a tener que prestarles atención.
—¿Podemos bailar contigo? —ambas expresaron abiertamente su deseo por bailar, provocando que yo impulsivamente diera un paso hacia atrás enfocando mi atención en Joohyun notando como ella simplemente arrugaba el puente de su nariz.
—Deberás preguntarle a tu hermana—me desligué por completo de la situación siendo consciente que si aceptaba o rechazaba la petición podría causar estragos en mi cuerpo.
Rápidamente las menores enfocaron sus ojos en Joohyun.
—No—fue tajante en sus decisión provocando que ambas adolescentes hiciesen un suave mohín.
—¿Por qué~?—se quejaron al mismo tiempo en que yo sentía como Joohyun agarraba de mi brazo, como si se estuviese asegurando de que nadie tuviese siquiera el deseo de tratar de bailar conmigo—solo queremos bailar—era sorprendente la facilidad que tenían para hablar a la vez—y el humano es un buen bailarín—aclararon apuntando en dirección de mi cuerpo logrando que yo mirase hacía otra dirección.
Esto es incómodo.
—No es humano, se llama Bae Sharon, ¿He sido clara? —cuestionó consiguiendo que las adolescentes se cruzaran de brazos frustradas ante la repentina negatividad por parte de su hermana mayor—y no pueden bailar con mi esposa porque ya es hora de que abandonemos la fiesta.
—¿Eh? —pregunté al mismo tiempo que sentía que la atención recaía en mis hombros.
—Es verdad... lo había olvidado—respondió Jeonsa quién se había mantenido en un completo silencio, disfrutando de la interacción que se había creado entre las adolescentes y mi existencia—oye...—mi cuerpo se tensó en el momento que sentí su mano posándose sobre mi hombro, de forma impulsiva giré mi rostro viendo su sonrisa—se considerada con mi nieta...
—¿Huh?.
—¡Abuelo! — Joohyun exclamó visiblemente avergonzada mientras que la fuerza con la que sostenía mi brazo simplemente empeoraba con el pasar de los segundos—no digas esas cosas—se quejó sin tomarse la molestia de ocultar el sonrojo en sus orejas—nos vamos—aclaró sin darme oportunidad de despedirme como correspondía.
En un completo y sepulcral silencio le seguí el paso notando como los elfos que nos veían no dudaban en felicitarnos y hasta animarnos por algo que yo no era capaz de entender, ¿A que se debía esas miradas?, me cuestioné mientras que regresaba mi atención al cuerpo de Joohyun notando como su cabello verde se mecía con el pasar de su andar permitiendo que yo notase el sonrojo envuelto detrás de su nuca, ¿Qué es lo que le avergüenza tanto?, me pregunté genuinamente intrigada, pero sin tener el suficiente valor como para poder preguntarlo en alto. Me llevó por un pequeño pasadizo que al parecer nadie más era consciente de su existencia, es un mundo muy peculiar, pensé al mismo tiempo que deslizaba mi mirada por el lugar tratando de memorizar cada cosa que estaba siendo testigo, quién sabe, quizás hasta me podría ser de utilidad. Durante todo nuestro andar mi acompañante se mantuvo en silencio, a simple vista parecía estar molesta, como si las palabras dichas por los elfos le hubiesen causado su mal humor, ¿O quizás es por mi culpa?, no pude evitar el cuestionarme si el hecho de haber desviado la pregunta de las gemelas la hizo irritarse. Impulsivamente solté un suave suspiro que llenó el silencio en el lugar: sinceramente, Joohyun era un ser demasiado complicado de entender. Al parecer mi suspiro llamó su atención ya que bruscamente giró su rostro consiguiendo que su verdosa mirada se encontrara con mis fríos ojos rojizos.
—¿Estás cansada, cariño? Ya estamos por llegar—aclaró regresando su atención hacia el frente, tratando de ser lo más rápida posible.
No estoy realmente cansada, pensé mientras que continuaba caminando, negándome a rotundamente a expresar mi opinión por temor de que ella decidiera regresar al salón: no estaba cansada, pero definitivamente no tenía interés en bailar con alguien más. Francamente no duramos más de diez minutos en nuestro recorrido antes de conseguir salir hacia el exterior, estaba segura de que no nos tomó tanto tiempo, pero aún así la noche ya estaba sobre nuestra cabeza permitiendo que el brillo de la intensa luna iluminara específicamente la pequeña cabaña puesta sobre la colina como si de una linterna se tratase, que extraño, pensé al mismo tiempo en que mi acompañante tiraba de mi mano obligándome a tener que caminar en el interior de este desolado sitio. Era bastante evidente que no existía presencia viva cerca del lugar, como si hubiese sido creado con magia o tal vez con otro tipo de poder sobrenatural, ¿Qué demonios es este lugar?, me cuestioné manteniendo mi atención en las estrellas que brillaban sobre nuestra cabeza, parece sacado de un cuento de hadas. Mi sorpresa y curiosidad era evidente, ni siquiera estaba tratando de ocultar el hecho de que quería explorar el sitio, al parecer Joohyun se dio cuenta de mi actitud ya que pude escuchar el suave sonido de su risa.
—Así que... Sharon también es capaz de hacer ese tipo de expresión, ¿Eh? —comentó manteniendo una actitud tranquila consiguiendo sin siquiera esforzarse que fuese mi turno el sonrojarme, me atrapó con la guardia baja—es... atractivo—confesó al mismo tiempo en que deslizaba su mirada hacia mis facciones provocando que mi cuerpo por mero instinto se tensara: parecía querer algo más de mí.
Joohyun ni siquiera estaba ocultando su deseo. Es peligrosa, debo tener cuidado, pensé sintiendo mi piel erizándose ante los pensamientos que corrían a través de mi mente.
—No sé de que me estas hablando—aclaré mientras que permitía que ella continuara tirando de mí.
—Si tú lo dices.
Por un segundo, tras escuchar el tono despreocupado de su voz, no pude evitar el sentir que realmente los papeles entre las dos se habían intercambiado, ¿Quién demonio eres?, pensé al mismo tiempo en que sentía como ella volvía a tirar de mi mano para así poder abrirse paso en el interior de la cabaña. Me quedé en un completo silencio, abrumada de notar lo hermoso que era en el interior; a simple vista parecía tener el espacio suficiente para que pudiesen vivir veinte personas sin siquiera toparse, era absurdamente grande, así que supuse que debió ser un espacio creado por magia ya que por fuera la cabaña era lo suficientemente pequeña para hacerte creer que solo poseía una habitación.
—Es un regalo por parte del abuelo—confesó mientras que soltaba mi mano permitiendo que yo pudiese observar con mayor comodidad el interior del lugar—todo individuo que porte sangre real tiene el derecho de obtener un sector privado para la primera noche de matrimonio—aclaró como si fuese una especie de obviedad. Oh como una luna de miel, pensé sintiendo como mis piernas se paralizaban en mi sitio—¿Estas bien? —preguntó al notar que yo simplemente me había quedado quieta—¿Sharon?
—Bueno... por mera curiosidad...—comenté girando mi rostro para ver su expresión confusa—¿Hay una razón en específico del por qué se dan sectores privados a los hijos de sangre real? —pregunté notando como ella se llevaba los dedos a los labios tratando de ocultar su diversión—¿Lo hay? —insistí queriendo dar un paso hacia atrás al notar como ella se acercaba.
—Mmmh...—comentó acortando cada vez la distancia entre las dos—de que existe un motivo... ps lo hay—admitió presionando sus manos contra mi cintura consiguiendo que yo impulsivamente tratase de dar un paso hacia atrás, pero de un momento a otro la habitación simplemente se estrechó como si por arte de magia se tratase—¿eso te sorprendió? —cuestionó sin ocultar su diversión—solo es magia, deberías estar acostumbrada—confesó restándole importancia al asunto.
—¿Podrías quitarme las manos de encima? —pedí consiguiendo que ella elevar sus manos.
—Mi culpa—lo aceptó sin más mientras que se llevaba los dedos a su mejilla izquierda, ¿Esta siempre fue su personalidad? Me pregunté sintiéndome ansiosa ante la soledad en la habitación—bueno... retomando tu pregunta, la razón por las que se nos da un sector desolado se debe a que los elfos somos muy vigorosos.
—¿Vigorosos? —pregunté sin poder entender la conversación.
—Aja... ya sabes, nosotros no nos conformamos con solo una ronda—parecía que el tema le avergonzaba ya que su mirada rápidamente huyó de la mía—¿Entiendes?
—La verdad es que no—confesé manteniendo mi atención fija en la forma en que sus palmas las deslizaba sobre sus facciones, como si estuviese pensando que hacer conmigo—lo lamento.
—Hablo del sexo—aclaró consiguiendo que yo la viese con sorpresa—lo tradicional es tener una semana aislada con tu pareja—confesó mientras que yo, sin siquiera dudarlo me deslizaba por la pared haciendo todo lo posible por estar lejos de ella, debo tener cuidado, pensé al sentir que mi virginidad estaba en peligro—¿Ha donde vas? —preguntó al mismo tiempo que se llevaba sus dedos contra su largo cabello quitándose todo tipo de accesorio que pudiese estorbarla—esta es mi primera vez... así que imagino que comenzar con la habitación estaría bien, ¿Verdad? —cuestionó al mismo tiempo que chasqueaba sus dedos consiguiendo transformar el lugar.
—¿Q~Qué? —no pude evitar el sorprenderme—¿Tienes completo control de este lugar? —pregunté sintiendo como la ansiedad subía al ver que ella volvía acercarse.
—Se podría decir que sí—confesó acortando cada vez la distancia entre las dos—es la primera vez que te veo con esa expresión—admitió al mismo tiempo que presionaba su palma contra mi hombro empujando suavemente de mi extremidad para hacerme perder el equilibrio—es fascinante—respondió mientras que yo sentía como mi espalda se azotaba contra el colchón—parece que tu ropa te incomoda... ¿Debería ayudarte? —cuestionó al mismo tiempo que se subía sobre mi cuerpo agarrando con cierta tosquedad mi chaqueta para abrirse paso por mi torso—siempre me has causado curiosidad—no dejaba de hablar mientras que sus dedos se deslizaban por debajo de mi camiseta, arrasando con uno que otro botón hasta lograr que mis clavículas y pecho quedase ligeramente expuesto—¿Qué tanto escondes? Eso siempre me pregunto.
—¿Y~Yo? —cuestioné sintiendo como su boca se presionaba sobre mi cuello—¡Ugh! —me quejé mientras que el calor no tardaba en envolver mis mejillas—¿Q~Qué estás haciendo? —pregunté notando como ella alejaba su rostro de mi cuello para poder verme desde la oscuridad.
Sus ojos verde esmeralda brillaban como un animal salvaje bajo la oscuridad que envolvía el cuarto, a pesar de que yo no podía notar cada detalle en sus facciones, si que podía ver aquellas orbes que parecían estar haciendo su mejor esfuerzo por controlar el impulso de querer devorarme, ¿Estuvo fingiendo todo este tiempo? Pensé sintiendo como sus palmas se presionaba sobre mi abdomen, para luego deslizar sus dedos por debajo de los botones tocando mi piel caliente sin ningún tipo de pudor.
—Permíteme probarte—suplicó mientras que se volvía a inclinar agarrando con brusquedad de mi boca para besarme de la forma más salvaje y posesiva que imaginó.
Jadee sintiendo cada fibra de mi cuerpo ardiendo como si estuviese siendo expuesto al fuego vivo: ella tenía algo que estaba provocando que lentamente perdiera la cordura así que tenía que hacer todo lo posible para huir de esa situación. Por impulso traté de alejarla presionando mi mano contra su hombro, pero sus dedos rápidamente se aferraron contra mis muñecas obligándome a tener que dejar mis manos por sobre mi cabeza, adheridas al colchón, ugh... es más fuerte que yo, pensé al mismo tiempo que su lengua se hundía en el interior de mi boca tratando de reconocer cada parte de mi interior, me va a matar, y estaba segura de que ese sería mi final ante la manera que estaba perdiendo el aliento. Hice lo mejor que pude para retomar el aliento, pero Joohyun no parecía querer brindarme, aunque sea un minuto para poder recomponerme.
Al final simplemente acepté el hecho de que esto era lo que me correspondía, así que no ejercí mayor resistencia. Me quedé en un completo silencio sintiendo como sus dedos tocaban cada parte de mi cuerpo, sus yemas calientes se presionaban sobre mi piel como si estuviese tratando de asegurarse de jamás olvidar lo que estaba sucediendo mientras que yo podía sentir mi cabeza caliente ante los pensamientos impuros que rondaban en mi interior. Era la primera vez que experimentaba este tipo de deseo, y no es que me desagradara la idea de estar siendo tocada por ella, pero por alguna razón tenía la sensación de que estaba traicionando a alguien. Con las mejillas calientas y el cuerpo tembloroso pude observar como Joohyun se volvía a erguir llevando sus dedos esta vez contra su vestido comenzando lentamente a deslizar el traje bajo mi atenta mirada.
—¿P~Princesa? —cuestioné casi sin aliente consiguiendo que ella me viera con la misma sorpresa que yo había sentido al soltar ese apodo—...—ambas nos quedamos en silencio, yo por impulso me llevé mi antebrazo contra mi rostro tratando de ocultar la vergüenza mientras que ella solo me veía como si quisiese arrancarme la ropa—no puedo hacerlo—terminé por confesar lo que había estado rondando por mi cabeza logrando que sus dedos rápidamente se detuvieran.
—¿Por qué? —preguntó dejando su vestido a medio estar, sin siquiera importarle que yo estuviese viendo sus senos.
Me quedé en un completo silencio mientras que miraba hacia otra dirección siendo completamente incapaz de poder hacerle frente consiguiendo que ella soltase un suave suspiro al mismo tiempo en que se estiraba agarrando de mis manos para poder llevarlas contra su esternón.
—¿Huh?
Fue todo lo que dije mientras que mis ojos violentamente se deslizaban en dirección de lo que mis manos estaban tocando.
—He conseguido llamar nuevamente tu atención—confesó brindándome una cálida sonrisa que me hizo sentir culpable—¿Por qué no puedes hacerlo? ¿Acaso no te gusto? —cuestionó tratando de entender mi repentino rechazo—¿Hice algo malo? —siguió preguntando, parecía preocupada, así que yo no sabía que realmente decirle.
Me quedé durante unos segundos más en un completo silencio. Yo sabía que tenía que ser sincera, a pesar de que estaba siendo muy tarde para confesar lo que realmente estaba pasando conmigo, ya no era capaz de seguir conviviendo con la sensación de estar constantemente mintiendo, así que aun sabiendo que las consecuencias podrían ser catastróficas, decidí no ocultarlo más.
—Yo... no puedo entregarme a ti—confesé logrando que ella me viera con confusión—... no puedo darte mi primera vez.
—Si te preocupa que tenga algo de experencia, no te preocupes ya que yo también soy virgen—admitió tratando de hacerme cambiar de opinión—¿Te hice daño? ¿Fui muy brusca? Lo siento... es que... bueno... acá todo el mundo habla del tema, así que me dijeron que así es como les debía gustar a los humanos—confesó al mismo tiempo que trataba de ocultar sus mejillas sonrojadas—lo siento, me he emocionad...
—No te amo—lo solté sin más consiguiendo notar la forma en que sus ojos me estaba observando—y no estoy segura de poder amarte en algún momento.
—Vaya... eso ha sido un golpe duro—confesó al mismo tiempo que se bajaba de mis muslos—¿Amas a alguien más? —cuestionó consiguiendo que yo simplemente asintiera con mi cabeza—¿Humano?
—Humana—respondí.
Me quedé quieta notando como Joohyun se llevaba los dedos contra su mentón.
—Tuve que suponer que no estarías soltera—aceptó—un humano tan hermoso como tu debe ser igual de codiciado que un elfo—comentó mientras que se subía su vestido para cubrirse los pechos—¿Por eso no querías quedarte? —preguntó a la vez que giraba su rostro volviendo a enfocarse en mi rostro—¿Quieres reencontrarte con ella? —insistió—¡Ugh! Me siento como si me hubiese metido donde nadie me llamo.
—Ella esta muerta—confesé tratando de que no se sintiera culpable consiguiendo que se quedara quita en su sitio—así que en teoría no te has entrometido, porque te conocí estando soltera—aclaré—pero a pesar de que no hay nadie más... mi corazón simplemente es tonto y se sigue aferrando a su recuerdo—admití llevando mis manos contra mi pecho.
—Oh... eso debió ser doloroso—comentó visiblemente empática por mi situación—sinceramente, yo creo que no podría vivir sin tu existencia, así que entiendo como debiste sentirte—y no parecía tener vergüenza a la hora de confesar sus sentimientos hacia mi persona—pero... si ella ya no esta en este mundo... entonces, ¿No podría tener, aunque sea una pequeña posibilidad de conquistarte? —cuestionó.
—Amarla es el único recuerdo que me queda—repliqué tratando de hacerle entender que esa opción no era posible.
—¿Pero no mereces ser feliz? —preguntó con cierta curiosidad—¿No mereces tener a alguien que te ame incondicionalmente? —insistió—nosotros los elfos somos pasionales y fieles, así que no debes preocuparte porque deje de amarte.
—Ese no es el problema.
—Tienes razón, el problema real es que no me amas—aclaró manteniéndose tranquila—pero nadie sabe si en algún momento me amarás—concluyó consiguiendo que yo simplemente suspirara.
—Te asegur...
—No puedes asegurarlo—replicó al mismo tiempo que se inclinaba presionando sus dedos sobre mi labio—voy a aceptar que las cosas sucedieron con rapidez, que tal vez no he dado el tiempo suficiente como para que nos conozcamos mejor—aclaró demostrando estar realmente interesada en querer conquistar mi corazón—seré paciente y te conquistaré a mi modo—prosiguió sin disminuir su confianza—así que cariño... prepara tu corazón, porque voy a entrar en él y jamás me marcharé—finalizó alejando sus dedos de mis labios.
—Pareces segura.
—Lo estoy—confesó mientras que me sonreía—en fin... como hoy no pasará nada divertido, me iré a bañar—aclaró al mismo tiempo que se colocaba de pie—en tanto tú, puedes hacer lo que quieras, al fin y al cabo, lo que es tuyo es mío y lo que es mío es tuyo.
Fue todo lo que dijo mientras que yo la veía caminando en dirección de una de las habitación. Joohyun... pensé sintiéndome mal por ella, porque a pesar de que se veía tranquila estaba segura de que simplemente estaba huyendo.
—Lo siento—me disculpé escuchando como la puerta se cerraba—lo siento mucho.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro