Responsabilidad
Recomendación: Genius – LSD ft Sia, Diplo, Labrinth.
Pov: Myoui Mina.
Habían transcurrido exactamente cuatro días desde el primer entrenamiento a puertas cerradas en compañía del anciano Jeonsa y tres días desde la ultima vez que mi núcleo fue llevado hasta su límite, al parecer, el hecho de que yo hubiese sincronizado con Chaeyoung era lo suficientemente asombroso que permitió que tuviese un pequeño descanso. Francamente, a pesar de que el anciano estaba haciendo todo lo posible por disipar la incomodidad que danzaba a nuestro alrededor cada vez que nos quedábamos a solas era más que evidente que esta seguiría estando en nuestro alrededor por una buena temporada, es que yo ni siquiera estaba haciendo el intento de tratar de olvidar lo que había ocurrido, simplemente no podía borrar lo que mis ojos habían sido testigo; aquella imagen de Chaeyoung en el suelo con sus tendones desgarrados y la espada encajada en una de sus extremidades regresaba a mi mente cada vez que la soledad me golpeaba. Sentía rencor, por primera vez en mucho tiempo estaba sintiendo genuino rencor por lo que le había sucedido a Chaeyoung, y a pesar de que era consciente de que estaba padeciendo un sentimiento infantil, no tenía ningún interés de disipar aquella emoción.
Debo confesar que aquel rencor no tardó en mezclarse con la molestia, me sentía molesta, molesta de que él hubiese decidido por cuenta propia lastimarla y molesta conmigo misma de haber permitido que eso suceso se llevase a cabo.
Me sorprendió el comprender que seguía siendo débil, patéticamente débil para ser más precisa, y quizás el simple hecho de haber pensado que estaba mejorando me hizo sentir aun peor, porque era evidente que cualquier mejora en mi no había sido reflejada en aquella ocasión. Francamente, no tengo ningún interés de nuevamente experimentar lo vivido, no quiero volver a sentir ese incomodo sentimiento de agonía e impotencia. Es más, no lo permitiré, nunca más dejaré que pisoteen a Chaeyoung, aun si debo sacrificar todo lo que tengo, no volveré a verla lastimada.
Claramente debo asumir que me había equivocado, aceptaré gustosamente el hecho de que tontamente decidí relajarme, pero fue un error que no volverá a ocurrir.
Lo juro.
—¿Qué piensas Sharon? —cuestionó el Rey.
De forma brusca alcé mi mirada notando rápidamente como todos los presentes mantenían sus ojos fijos en mi aturdida expresión. Oh... es verdad, pensé recordando el hecho de que temprano en la mañana había sido llamada para ir al gran salón en compañía de Bom; al parecer se iba a hablar con respecto a los constantes ataques por parte de los orcos. En silencio le di un vistazo al restos de los invitados notando a la Reina, el Rey, la gran Santa, el anciano Jeonsa, el príncipe Jinyoung, y los elfos nobles que parecían ser de facciones importantes en compañía de los caballeros encargados de luchar desde los árboles. Sinceramente no sabía mucho de ello, pero al parecer cada noble apoyaba a cada príncipe, siendo Joohyun quién mayor apoyo poseía.
—...Estaba distraída, una disculpa—confesé sin más sintiendo las orejas calientes mientras que podía ver como el mayor en vez de ofenderse simplemente soltaba un suave suspiro.
—Bueno, como eres la primera persona en salir con vida en una batalla con orco de nivel alto, queríamos saber la manera efectiva de luchar contra ellos—el hombre repitió lo que anteriormente me había comentado consiguiendo que yo tan solo presionara mis brazos sobre la mesa.
Me lo estaba tomando en serio aun cuando no tenía ningún deber de hacerlo.
—Insisto... ¿Por qué estamos pidiendo la opinión a un simple humano? —uno de los elfos que apoyaba al príncipe Jinyoung no dudó en alzar la voz provocando que yo tan solo lo mirara notando la indiferencia con la que me veía.
Sinceramente... pienso lo mismo, pensé aun cuando sabía que él ni siquiera me estaba aceptando como un ser viviente, probablemente para sus pensamientos yo ni debería estar teniendo el lujo de compartir su mismo oxígeno; él me veía como un mero insecto. Decidí no darle mayor importancia, sinceramente no me iba a desgastar en responderle porque consideraba que era una pérdida de tiempo que me haría estar por mayor tiempo en el interior de esta sofocante habitación, pero al parecer mi acompañante no creía lo mismo. Rápidamente pude sentir una tensión emanando de mi lado derecho, confundida giré mi rostro observando rápidamente la seriedad y mal humor con la que Bom le estaba viendo: debo confesar que no me gustaría ser él.
—Cierra la boca.
Para mi sorpresa fue el propio Jinyoung quién alzó la voz consiguiendo que toda la atención se enfocara en su persona, notando como él estaba recostado sobre su asiento con una actitud jovial, no parecía estar interesado en la conversación o simplemente no tenía nada bueno que aportar, quizás por ese mismo motivo el elfo contrario se atrevió a alzar al voz, teniendo toda la intención de tratar de una u otra manera de ayudar al joven príncipe.
—¿J~Joven príncipe? —cuestionó el elfo genuinamente desconcertado.
—No voy a permitir estas faltas de respeto—aclaró el chico con cierta tosquedad—a pesar de que la humana no me gusta, ni tú ni nadie tiene el derecho de menospreciar el esfuerzo que hizo para luchar por nuestra gente aun cuando realmente no tenía el por qué hacerlo—admitió mientras que sus ojos se enfocaban en mi rostro—no te confundas, sigues sin agradarme, pero eso no significa que voy a estar de acuerdo con lo que este idiota ha soltado.
Él no tenía precisamente pelos en la lengua a la hora de soltar lo que pensaba, mucho menos parecía importarle el como podría llegar a afectar sus palabras en los demás, simplemente estaba desbordando sus propias creencias sin darle mayor importancia a las posibles repercusiones que podría llegar a tener por culpa de sus propios actos.
Es... estúpidamente temerario, pensé sin poder evitar el sentir que había cierto parecido de su actitud con mi propia adolescencia.
—...Me disculpo.
Tras escucharlo no pude evitar el removerme en mi sitio, sintiéndome sinceramente incómoda por la repentina tensión que se había creado en el ambiente: era evidente de que se había formado por mi culpa.
—... Disculpen—decidí romper el silencio en la habitación consiguiendo que todos los presentes volvieran a enfocarse en mi cuerpo—¿Qué tanto saben sobre los orcos?
Yo era completamente consciente de que mi pregunta podría ser fácilmente tachada como una pregunta tonta, quizás hasta inocente, pero realmente no tenía ni idea de este mundo, mucho menos sabría las cualidades o defectos por parte de los orcos, aún así, estaba preparada para recibir alguna reacción negativa por parte de los presentes, lo que no esperaba era la seriedad con la que cada uno había comenzado a comportarse como si de cierta manera se estuviesen cuestionando que tipo de respuesta darme.
—Bueno... son criaturas que siempre han codiciado nuestra especie, a pesar de que ambos vivimos en las mismas tierras, el simple hecho de ser especies distintas nos impide el poder coexistir—el Rey comenzó a responder manteniendo una actitud relajada—se caracterizan por ser criaturas masculinas... hay una leyenda que afirma que los elfos y los orcos fueron maldecidos... ellos sin poder tener mujeres en su especie y nosotros siendo lo suficientemente débiles como para poder proteger a nuestras mujeres.
Me quedé en un completo silencio mientras que mis ojos impulsivamente se deslizaban en dirección del cuerpo de Bom, si ella no hubiese sido atrapada por los humanos probablemente hubiese tenido el mismo destino que las demás elfas, pensé teniendo un vago recuerdo de lo que había sucedido, sintiendo como rápidamente el dolor de cabeza comenzaba a instalarse en mi sien. Sinceramente no sabría dar una explicación, pero se sentía como si mi cuerpo impulsivamente estuviese rechazando la idea de recordar.
—Por lo general atacan en grupos, y no se detienen a menos que consigan a lo que quieren—admitió otro de los elfos del lugar—normalmente atacan cada tres o cuatro meses, tal parece que tiene alrededor de tres a cuatro temporadas de apareamiento—agregó mientras que yo tan solo regresaba mi atención hacia su rostro siendo consciente que sería vergonzoso si Bom se percataba de que le estaba observando—... las elfas secuestradas solo duran el tiempo en que los orcos están calmados hasta que dan a luz a sus descendiente.
—El shock suele matarlas—respondió otro de los chicos con cierta seriedad—... es frustrante, pero en el momento en que ellas caen a manos de los orcos siempre asumimos que es su fin.
Espera... ¿Ni siquiera intentan salvarlas?, me pregunté sintiendo como la rabia lentamente comenzaba a burbujear en el interior de mi cuerpo, ¿Simplemente las dan por muertas?, ¿Acaso no son las hijas, hermanas, nietas, madres, esposas de alguno de ustedes?, y no podía entenderlo, simplemente mi cabeza no era capaz de comprender la facilidad con la que estaban soltando esta clase de barbaridades.
Esto tiene que cambiar.
—¿Reconocen más o menos la manera en que atacan? —pregunté siendo ya consciente del hecho de que atacaban en grupo y que son especialmente violentos, sobre todo con los elfos masculinos.
—Normalmente los orcos destruyen las entradas de las villas... francamente, se siente como si nos estuviesen acorralando—esta vez respondió uno de los caballeros, si no estoy equivocada creo que es parte del escuadrón de los Nocte Maniplus quienes se encargaban de luchar contra los orcos.
En palabras simples, ellos pertenecían a la primera línea, o sea son quienes están al frente para poder salvaguardar al resto de los elfos, aunque es evidente que algo están haciendo mal si su especie sigue muriendo a manos de aquellas bestias.
—Y el hecho de que los orcos se enfoquen en primero destruir nuestros espíritus nos obligan a tener que luchar desde las alturas—otro de los elfos dio una explicación bastante vaga del por que no podían luchar cuerpo a cuerpo.
Comprendo.
—Creo que son seres muy inteligentes—confesé recordando como está conversación en algún momento la llegué a tener con Bom.
Como era de esperarse rápidamente el Rey reaccionó al igual que su hijo; ambos parecían estar genuinamente sorprendido de mis palabras.
—¿Disculpa? —cuestionó uno de los guardias.
—¿No te percataste de eso? —pregunté girando mi rostro para observarlo notando como sus ojos verde oscuro brillaban ante la incertidumbre—intencionalmente atacaron las casas para luego quemarlas impidiendo de esa forma que los elfos que quedaban fuera de la barrera pudieran esconderse—aclaré recordando frescamente cada suceso—causaron caos de manera lineal asegurándose de que ningún elfo fuese capaz de escapar de su perímetro de visión.
—... Eso explica como es que ellos fueron capaces de hacerte un ataque combinado—Jinyoung por fin se animó a dar su opinión consiguiendo que mi atención esta vez se enfocase en él—¿Qué?, estabas dando un espéctalo—aclaró aun cuando era evidente que simplemente se estaba comportando como un idiota para mantener su fachada de chico rebelde—... en fin, creí que era extraño cuando uno de ellos bajó la guardia.
—Lo hizo para que yo no notara como su compañero me iba a atacar—respondí recordando el dolor que sintió mi cuerpo luego de ser lanzado contra una de las paredes—... sinceramente o sé si todos son inteligentes, pero por lo menos con el que luché era lo suficientemente inteligente para poder crear un plan y hasta hablar.
—¿Pudiste comunicarte con él? —esta vez fue el Rey quién alzó la voz queriendo que yo respondiera lo más rápido posible.
¿Por qué parece tan sorprendido?, me pregunté desconcertada de su actitud.
—Sí... aunque realmente él era incapaz de poder crear una frase coherente, yo aún así fui capaz de entender lo que me estaba diciendo—confesé omitiendo el hecho de que tan solo me insultaba—... francamente, no me extrañaría si hubiese sido el líder, porque el resto de los orcos dejaron de atacar tras una simple palabra por su parte.
—... Las cosas cambian si los orcos son realmente inteligentes—confesó esta vez Jeonsa quién durante todo el intercambio de palabras se había mantenido en un completo silencio escuchando las opiniones ajenas sin querer interferir en ellas—... solo será cuestión de tiempo para que ellos descubran como destruir la barrera protectora.
El viejo Jeonsa dijo algo que probablemente ya todos los presentes en el interior de esta habitación habían pensado con anterioridad. Como era de esperarse la tensión rápidamente se formó en el ambiente, al parecer, el simple hecho de pensar en la posibilidad de que ese suceso se llevase a cabo les generaba un pánico más que comprensible.
—¿Y por qué no levantan una pared del mismo material del palacio? —cuestioné sin entender por qué estaban dependiendo tanto de la barrera.
—El palacio fue construido del mismo material que las casas de la villa... si no fuese por que esta es protegida por la barrera, lo más seguro es que hubiese sido tumbada al igual que el resto de los hogares afectados por la violencia de los orcos—respondió Jeonsa mientras que se llevaba sus manos contra su estómago en señal de estar agotado.
Ese es el problema real... ustedes confían demasiado en la magia, pensé genuinamente preocupada de que no estuviesen buscando mayores alternativas para proteger a su propia gente. Si las cosas continúan de esta forma será cuestión de tiempo para que su especie termine siendo extinguida a manos de los orcos. Francamente, no sé el por qué me importaba lo que les podría llegar a ocurrir, realmente lo que les llegara a suceder no era lago que debiera tener mi interés, pero por algún extraño motivo lo estaba teniendo.
No lo podía comprender.
—Tratamos de hacer una pared con el mismo barro que construimos las casas, pero a los pocos días terminó siendo derribada—confesó uno de los guardias logrando que yo frunciese el ceño—al final, desistimos en continuar al entender que era demasiado trabajo para tan poco beneficio.
—¿Y por qué no con cemento? —cuestioné consiguiendo nuevamente la atención de los demás integrantes de la reunión.
A simple vista ellos parecían genuinamente confundidos, como si estuviese diciendo algo fuera de lo común, ¿Acaso... cometí un error?, me pregunté tratando de entender lo que estaba ocurriendo.
—Mmh... Sharon—Bom me llamó provocando que yo tranquilamente girara mi rostro para enfocarme en sus ojos verde agua notando la confusión emanando de estos—¿Qué es el cemento?
Me quedé completamente quieta. Mierda... yo y mi maldita bocota.
Por mero impulso me acomodé en mi asiento presionando mi espalda contra el respaldo de mi asiento sintiendo a cada instante como todas las miradas estaban enfocadas en cada uno de los movimientos que mi cuerpo por puro instinto estaba realizando, ¿Cómo les explico lo que es sin que sospechen de mí?, me pregunté sintiéndome inquieta ante la atención que estaba recibiendo por parte de los demás presenten. Sinceramente, no tenía necesidad de ver sus ojos, podía sentir a la perfección la incertidumbre brillando a través de sus orbes. En un completo silencio y tratando de buscar algo de comodidad volví a deslizar mi mirada hacia la dirección de Bom notando rápidamente como ella a diferencia del resto, en vez de sentir curiosidad parecía estar admirándome, ¿Sucede algo malo?, me cuestioné elevando ligeramente una de mis cejas logrando que ella reaccionara girando bruscamente su rostro para mirar hacia otra dirección.
Eso... fue extraño.
Luego de unos segundos de completo silencio decidí soltar un suave suspiro relajando mis tensos hombros; era evidente que nos lo podía dejar simplemente con la duda. Básicamente porque no permitirían que yo hiciese algo como eso.
—En mi reino hay un material llamado cemento que consiste en una mezcla de caliza y arcilla... el resultado de este se junta con agua, arena y piedras pequeñas, dando una consistencia pegajosa—respondí sintiendo sus ojos sobre mi—... tarda un par de horas en secar, pero cuando el material queda solidificado se vuelve igual o más fuerte que una roca, siendo uno de los mejores materiales para poder construir grandes estructuras—agregué tratando de no revelar nada que fuese capaz de hacerles sospechar de yo provenía de otro mundo.
O por lo menos a nadie que no fuese Jeonsa.
Si debo ser sincera, la incomodidad que había estado sintiendo en los últimos segundos, no había disminuido después de dar mi vaga explicación, en realidad, todo lo contrario, sentía que en cualquier momento se abalanzarían contra mi cuerpo para poder arrancar toda la información que poseía.
—¿Dónde podemos encontrar esta tal caliza y arcilla? —cuestionó el Rey sin siquiera tomarse la molestia de ocultar su evidente deseo de poder comenzar a construir.
—La caliza es una roca sedimentaria compuesta principalmente por el mineral calcita—no pude evitar explicar de la misma manera en que yo había aprendido en el ejercito—generalmente tiene un aspecto cristalino y es dura, pero con usar un material afilado como una espada se puede sacar una buena muestra—aclaré tratando de no verme emocionada por el tema—y la arcilla se encuentra en cualquier parte de la naturaleza, debe tener un aspecto arenoso y compacto... solo basta mezclarla con agua y esperar que se evapore para tenerla.
—¿Y de que forma se logra unir?
—Cuando se tiene ambos procesos listos, se deben mezclar y luego quemar hasta que solo quede un material residual—esperaba de todo corazón que fuesen capaces de entender lo que estaba diciendo, pero por la simple manera en la que me estaba viendo, realmente no estaba segura de que me estuviese explicando bien—... teniendo el material residual en nuestra posesión se podrá dar comienzo a la mezcla final.
Finalicé mi explicación observando como todos se veían entre sí.
—... Acabas de decir que posee un aspecto cristalino y duro ¿Verdad? —la Rena cuestionó consiguiendo que yo rápidamente asintiera con mi cabeza sintiéndome ligeramente sorprendida de que ella hubiese alzado su voz. Por un segundo creí que tan solo se quedaría como una testigo más de la reunión—¿Si te traigo este material serás capaz de identificarlo?
Sinceramente, no sé si su pregunta lo hizo por mera curiosidad o porque estaba evaluando mi nivel de sinceridad, francamente, independiente del motivo por el cual había realizado aquel comentario, no estaba interesada en crear un mal entendido sobre todo con ella, así que simplemente asentí con mi cabeza observando como ella sonreía con suavidad dándole un aspecto juvenil, ¿Bom se verá así cuando llegue a su edad?, me cuestioné sintiendo las orejas calientes ante esa repentina duda que se formuló en el interior de mi cabeza, ¿Qué me sucede? Ni siquiera voy a estar acá para cuando ella llegue a esa edad, pensé mientras que tragaba saliva tratando de centrarme en la reunión.
—... Bien, vas a ser la encargada de la realización de la muralla—la Reina tomó la autoridad de su esposo para obligarme a tener que trabajar—debes ganarte la comida que te llevas a la boca—aclaró mientras que podía sentir como Bom se tensaba.
Al parecer no le había gustado la manera en que la Reina me estaba hablando, pero realmente no podía entender que tenía de malo, en el ejercito el trato es peor, pensé sintiendo hasta cierta nostalgia.
—Mamá, Sharon es mi...
—Me parece bien—respondí antes de que Bom creara un conflicto innecesario con su progenitora.
Francamente, no lo que menos quería es que comenzasen a llevarse mal por mi existencia.
—¡Sharon! —Bom no dudó en exclamar mientras que nuestros ojos nuevamente se volvían a encontrar; era evidente que no estaba de acuerdo con mi decisión—tu no tienes que hacer esto—aclaró como si el hecho de que estuviese a cargo de la creación de la muralla fuese algo malo—ya has hecho suficiente por nuestra especie... alguien más puede encargarse—respondió enfocando su atención en dirección de su madre, notando como ella tan solo mantenía la calma—hay un sinfín de elfos que estarían satisfecho con hacerlo, no tienes que obligar a Sharon a que lo haga.
—Nadie más que ella sabe realmente crear la mezcla—respondió la Reina sin cambiar su relajada actitud—¿Vas hacerte responsable si alguien que no sea Sharon lo echa a perder? —cuestionó presionando su codo contra la mesa logrando que Bom simplemente apretara sus labios—... ¿Y bien? —preguntó elevando suavemente sus labios al notar como su hija agachaba la mirada—... Eres la heredera Joohyun, tienes que pensar antes que hablar.
Aun sabiendo que la Reina tan solo estaba diciendo la verdad que Bom se negaba a aceptar, no pude evitar el sentirme incómoda, francamente no me gustaba lo que estaba escuchando, mucho menos la manera en que Bom reaccionaba. No lo hagas... simplemente déjalo pasar, me ordené al sentir unas ganas incontrolables por abandonar la habitación. Rápidamente tomé una buena bocanada de aire, hice mi mejor esfuerzo por relajarme mientras que, sin siquiera dudarlo, decidía deslizar mi mirada en dirección de la peliverde notando como ella cada vez se estaba haciendo más pequeña con sus hombros encogidos y sus manos presionando sus muslos en señal de estar avergonzada.
—Bueno... ¡Cough! —el Rey tosió logrando que la atención quedase enfocada en su dirección—en otras noticias, el pueblo quiere realizar un banquete para celebrar tu heroísmo—confesó mientras que yo fruncía el ceño—¿Tienes pensado que día te gustaría realizarlo?
¿Esto es una broma?, me pregunté sin poder entender cómo es que la gente quería celebrar, ¿Celebrar qué?, ¿Por qué están ignorando el hecho de que su gente murió?. Sinceramente no podía comprender su forma de pensar.
—No estoy interesada.
Rápidamente rechacé lo que él estaba tratando de hacer, como era de esperarse él simplemente me observó genuinamente sorprendido por mi decisión, como si no fuese capaz de comprender el por qué había rechazado. Ha... mierda, ¿Realmente lo voy a hacer?, me pregunté al sentir la forma en que la incomodidad en mi simplemente empeoraba con el pasar de los segundos.
—¿No quieres? —cuestionó Jinyoung aturdido—... los humanos siempre quieren ese tipo de atención.
—Ha... no sé cuantas veces deberé repetirlo—confesé llevándome una de mis manos contra mi rostro—yo no soy la clase de humano que ustedes conocen—admití alejando mis dedos de mis facciones permitiendo que mi atención se enfocase en el joven príncipe—... si la reunión solo se enfocará en este tipo de cosas, entonces no estoy interesada en participar.
—Puede que estemos agradecidos por tus acciones, pero no significa que tienes el poder de faltar el respeto de esta manera—aclaró uno de los nobles élficos visiblemente ofendido por la forma en la que me estaba comportando—deberías estar agradecida del hecho de que te estemos tomando en cuenta.
—Nunca lo pedí—respondí sintiéndome molesta de tener que seguir aceptando todo porque sí—no he pedido nada de esto, así que déjenme en paz—pedí consiguiendo que la habitación quedase envuelta en un incómodo y sepulcral silencio—... me voy—aclaré colocándome de pie siendo más que consciente que, con solo un movimiento por parte del Rey mi cabeza fácilmente podría salir volando de mi cuerpo.
Arrastré mi silla hacia atrás dispuesta en abandonar la habitación, pero antes de siquiera poder moverme la mano de Bom rápidamente agarró de mi muñeca obligándome a tener que quedarme quieta.
—Abandonaremos la habitación—Bom alzó la voz mientras que yo tan solo la veía desconcertada—¿Qué? —preguntó en el momento que nuestros ojos nuevamente se encontraron.
¿A ella realmente no le importa las consecuencia?, me pregunté queriendo saber por qué razón estaba arriesgando tanto, ¿Por qué harías eso por mí?, realmente no podía entenderla.
—La princesa hereda no debería darle la espalda a su gente... menos por una simple humana.
Estaba casi segura de que la persona que alzó la voz debería ser el nombre de mayor rango en el interior de esta habitación, quizás debía estar por debajo de la realeza ya que estaba actuando con demasiada arrogancia, como si simplemente no sintiese ningún tipo de temor por una mala reacción por parte de la familia Bae.
—¿Mi gente? —Bom cuestionó al mismo tiempo en que yo sentía como su brazo rápidamente se envolvía alrededor del mío consiguiendo que su torso tocase casi por completo el mío—le recuerdo Duque Hwang que fue nuestra propia gente quién me dejó fuera de la barrera—respondió consiguiendo que el hombre se tensara, aunque estaba segura de que no fue el único que reaccionó—...y también les recuerdo que gracias a esta simple humana es que yo he sido capaz de regresar—agregó presionando su mejilla contra mi hombro sin importarle el invadir mi espacio personal—no me importa lo que digan de mí, aceptaré cualquier crítica, cualquier insulto por su parte, pero las cosas son distintas si hablan de Sharon.
—Discúlpate—fue la Reina quién dio la orden hacia el elfo Hwang, consiguiendo que él la viera con sorpresa—escuchaste la princesa heredera, no le faltes el respeto a su humana.
—¿R~Reina?
—Discúlpate anciano—se quejó Jinyoung fastidiado.
Rápidamente la familia Bae se fue contra el elfo obligando a que el hombre tuviese que hacer una reverencia visiblemente furioso.
—M~Me disculpo—ni siquiera podía ocultar su molestia.
Bom lo observó durante unos segundos en un completo silencio, para luego simplemente tirar de mi brazo.
—Vamos Sharon—y ahora no era yo quién quería dejar la habitación, sino que era ella quién me estaba arrastrando hacia la salida.
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Maraton: 4/??
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