No puedes morir
Recomendación: Legends Never Die / Against the current.
Pov: Myoui Mina.
Todo ocurrió con demasiada rapidez para mi gusto, cuando me vine a dar cuenta de lo que estaba sucediendo, mi brazo derecho ya había sido parcialmente destruido permitiendo que la sangre caliente empapara por completo mi cuerpo. Debo confesar que estaba sorprendida, a pesar de que había perdido mi cuerpo original, seguía manteniendo los frescos recuerdos de mi vida anterior, así que pensé y me confié como una completa tonta de que mis sentidos serían lo suficientemente rápidos para hacer algo en este tipo de situaciones, pero por lo que veo, había estado equivocada, a menos que, lo que me había atacado hubiese sido lo suficientemente veloz para que ni mis ojos ni otro de mis sentidos hubiesen tenido siquiera la oportunidad de poder detectarlo a tiempo. Me quedé en un completo silencio al darme cuenta que aún no perdía el conocimiento a pesar de toda la sangre que estaba constantemente perdiendo, curiosa le eché un vistazo mi alrededor notando como las cosas se habían paralizado, mis ojos no tardaron en enfocarse momentáneamente en Bom, ella seguía estando en el suelo con sus hombros encorvados y sus piernas flexionadas con sus rodillas en dirección de su pecho, sus manos se aferraban con intensidad contra su esternón, como si estuviese haciendo todo lo posible por detener el dolor que debía estar sintiendo ante la agresividad con la que ingresaba el maná en su núcleo aún durmiendo. Al recordar que había sido Sooyoung quién me advirtió del ataque decidí dejar de ver a Bom para alzar mi mirada notando desde lejos como ella corría lentamente hacia mi dirección con una expresión, que jamás había visto en su rostro felino. Fruncí el ceño por impulso al ver que Chaeyoung ya no estaba sobre su boca, en realidad, su pequeño cuerpo estaba rodando por el suelo como si la mayor la hubiese soltado ante la sorpresa que le causó el ver de primera mano el ataque que impactó violentamente contra mi cuerpo.
Bruscamente posee mis ojos en dirección de mi brazo al sentir un extraño dolor punzante alrededor de mi extremidad. Aún sin pronunciar quejas ni palabras decidí tomarme mi tiempo para observar el desastre que era lo poco de hombro que me quedaba, queriendo saber de inmediato si es que siquiera tenía el chance de poder recuperarme, jaja... pensé por inercia al notar que el hombro prácticamente ya no existía dejando un hueco donde debería estar mi clavícula, las cosas se veían mal, pero aún así deslicé mi mirada viendo que, la única razón por la que aún no se me caía el brazo era gracias a los pocos tendones y uno que otro pedazo de carne y piel se estaban aferrando a mi extremidad impidiendo de esa forma de que este se desprendiera finalmente de mi cuerpo, francamente no tengo ni la menor idea de por qué aún no me desmayaba ante el dolor o de la misma pérdida de sangre. Suspiré suavemente al ser consciente de que no necesitaba escucharlo de alguien más, yo ya sabía que perdería la extremidad si es que no perdía mi vida primero. Esto realmente se ve mal, pensé con genuina sinceridad al darme cuenta de la forma insana en que la sangre continuaba chorreando sin tener intenciones aparentes de querer detenerse. Por impulso me llevé mi mano izquierda hacía lo poco de hombro que me quedaba intentando detener la sangre, debía si o si parar el sangrado, pero la sangre se filtraba a través de mis dedos empapando aún más mi ya mojada camiseta llegando a parar en gran medida en el comienzo de mis pantalones, no me queda tiempo, yo ya lo sabía, era consciente de que si esto continuaba de esta manera prontamente moriría.
Sinceramente seguía estando sorprendida por el hecho de que aún no perdía el conocimiento, de alguna manera mi cuerpo seguía estando despierto, mi cabeza estaba completamente alerta, como si algo o alguien más se estuviese encargando de impedir que yo colapsara.
Antes de poder detener correctamente la sangre que continuaba filtrándose a través de mis dedos pude sentir como la piel alrededor de mi nuca se erizaba como si alguien intencionalmente me hubiese soplado. Sinceramente, no sé que sucedió, pero al parecer mi propio cuerpo se puso en alerta así que instintivamente giré mi rostro notando como otro ataque se aproximaba hacia mi dirección, por inercia di un tembloroso paso hacia el lado tratando de cubrir con mi tambaleante anatomía a la indefensa elfo que aún no parecía estar en condiciones de poder defenderse. A diferencia de la primera vez, en esta ocasión fui capaz de verlo a través de la alta maleza, se trataba de una extraña rafa de aire que venía a alta velocidad hacia mi cuerpo con la intención neta de asesinarme; a pesar de que tenía segundos para poder hacer algo al respecto, mi mano no se movía, sentía el cuerpo entumecido mientras que mis propios pensamientos me gritaban que iba a morir, ¿Realmente se acabó? me cuestioné sintiendo como mis piernas temblaban, ¿De esta patética forma moriré? y estaba molesta por no ser capaz de defenderme, de no tener la fuerza suficiente para por lo menos impedir que las demás salieran lastimadas. De repente, para mi sorpresa, fui capaz de notar como un cuerpo femenino se posaba velozmente delante de mí impidiendo de esa manera que recibiera directamente aquel malicioso ataque, ¿Eh? pensé viendo atentamente ese cabello rojizo flameante que danzaba en el aire acompañada por esa conocida figura esbelta que no dudaba en cubrirme, espera... Sooyoung, traté de llamarla, pero mi boca no era capaz de moverse, estás en peligro, y me sorprendió el hecho de que me estuviera preocupando de que ella estuviese por salir lastimada aún cuando sabía que, como espíritu tenía ciertos beneficios que yo, siendo un mortal normal y corriente no poseía.
Me quedé en mi sitio con los pies completamente anclados en el suelo manteniendo toda mi atención en la forma en que ella se agachaba presionando sus manos sobre la tierra para luego decir algo que, francamente, yo no fui capaz de escuchar: podía sentir cada latido de mi corazón siendo más fuerte que el anterior así que no podía oír lo que estaba sucediendo a mi alrededor, mucho menos lo que Sooyoung estaba recitando con tanta vehemencia. Para mi sorpresa, rápidamente una pared de fuego emanó de sus manos cubriendo por completo mi visión, mis párpados se abrieron con brusquedad al no poder creer lo que estaba viendo notando como el fuego no tardaba en aumentar en dirección del cielo al recibir de frente el ataque que el desconocido nos había brindado con intenciones claras de que querer tomar mi vida. Sooyoung lentamente se puso de pie mientras que yo sentía mi mano empapada por la sangre que seguía escurriendo sin parar. Rápidamente algo en especifico me alertó, de forma brusca giré mi rostro escuchando un suave silbido que se deslizaba maliciosamente por mi oído izquierdo como si me estuviese indicando suavemente que tuviese cuidado. No tuve el tiempo suficiente para poder defenderme cuando ya estaba sintiendo algo caliente alrededor de mi oreja llevándose consigo una pequeña parte de mi máscara, pero sin poder desprenderla por completo. El golpe repentino me aturdió, así que a duras penas logré enfocarme en lo que tenía frente a mí notando como Sooyoung ya estaba frente a mi con la pared de fuego aún cubriendo de nuestros cuerpos, sus ojos me veían con una clara ansiedad tan impropia de ella; yo estaba casi segura de que esta era la primera vez que la veía estando a punto de llorar.
Francamente, eso me desconcertó, no estaba acostumbrada a ver a una Sooyoung comportándose de esa manera así que traté de alguna manera calmarla. Estoy bien, aclaré haciendo todo lo posible por aligerar las cosas mientras que sentía como ella quitaba bruscamente mi palma empapada para posar su amplia manos sobre la hemorragia que estaba sufriendo en la zona donde debería estar mi hombro derecho. Mis piernas colapsaron ante el peso de mi propia anatomía, así que Sooyoung bruscamente comenzó actuar. Me mantuve con los labios sellados sintiendo la abrumadora sensación que el fuego abrasador me estaba brindando alrededor de mi extremidad; yo sabía que ella estaba haciendo todo lo posible para tratar con el mismo fuego que desprendía su ser el cauterizar de alguna manera la amplia herida que estaba a punto de llevarse de mi vida, pero sé que ella sabe que ya había perdido demasiada sangre como para tener algún tipo de salvación. Sooyoung estaba luchando una batalla que claramente ya estaba perdida. La miré con calma sintiendo como esta vez, con su otra mano agarraba toscamente de mi oreja o lo que sea que quedaba de ella, ¿Tan mal está? cuestioné siendo consciente que ella me estaba escuchando, pero sin mostrar intenciones de siquiera querer responderme. Sooyoung se mantuvo en silencio, ni siquiera me estaba mirando o prestando atención, ¿Ya no quieres besarme? sinceramente, ahora mismo estoy bastante indefensa, comenté sabiendo que probablemente solo me quedaban minutos antes de morir, así que quería que por lo menos ella me recordara como una bromista más y no como alguien que estaba asustada de perder nuevamente la vida.
—Deja de jugar—ordenó provocando que yo simplemente me inclinara sintiendo un extraño escalofrío que envolvía por completo mi cuerpo. Por instinto presioné mi frente contra su hombro tratando de sentir algo de calor, pero ella bruscamente hundió sus dedos sobre mi herida, como si me estuviese intentando dejar en claro que no tenía deseos de permitir que muriese en paz. ¡Agh! Eso me dolió, confesé al mismo tiempo que alzaba mi cabeza. Me quedé completamente quieta, viendo con sorpresa como las lágrimas caían silenciosamente por su bonito rostro, ¿Eh? pensé sin poder creer lo que estaba presenciando—te golpearé si me dejas—aclaró a la vez que alejaba su mano de mi hombro para agarrar de mi brazo sano y tirar de él haciendo que estuviese otra vez de pie mientras que miraba hacia nuestro alrededor tratando de asegurarse de que no fuésemos nuevamente atacadas.
Yo ya sabía en que estado se encontraba mi hombro, pero aún así no pude evitar el darle otro vistazo notando el desastre que era con la carne quemada alrededor; por lo menos la sangre por fin se había detenido, pero eso no solucionaba el problema principal. Escapa, ordené al darme cuenta que las probabilidades de que ella pudiese sacarme de este lugar con vida eran prácticamente nula ante el estado en que me encontraba, Sooyoung al escucharme bruscamente giró su rostro enfocando toda su atención en la forma en que yo le estaba viendo, en sí, aún no era capaz de hablar, sinceramente, me hubiese gustado el decir en alto todo lo que quería expresar, pero a duras penas podía mantenerme en pie, así que no iba a malgastar las pocas energías que me quedaban en decir un par de palabras que, ni siquiera estaba segura de poder expresarlas bien. Con tranquilidad llevé mi mano sana contra el mango de mi espada sacándola con bastante dificultad de su funda, no sé dónde vienen, pero creo ser capaz de poder retenerlos por unos minutos, confesé a la vez que miraba durante unos segundos mi arma percatándome de la forma en que mi mano no dejaba de temblar, solo necesito que envueltas una tela sobre mi mano para no soltarla, luego de eso puedes escapar con Chaeyoung y la elfo, aclaré viendo la expresión que ella realizó al escucharme, ¿Sooyoung?.
—... ¿Eres idiota?—preguntó en un suave susurro a la vez que, con brusquedad agarraba de mi nuca haciendo que no me quedase de otra más que inclinar el cuerpo quedando lo suficientemente cerca de ella para ver sus largas pestañas anaranjadas igual de flameante que su largo cabello siendo acompañadas por esa furiosa mirada—si tu mueres Chaeyoung y yo automáticamente moriremos—aclaró haciendo que la viera con sorpresa, espera... dijiste que, como espíritu de alto rango no morirías con tanta facilidad, repliqué notando como las lágrimas seguían deslizándose por su intranquila expresión—¡Te mentí! ¡Idiota! ¡¿Realmente crees que podré vivir luego de hacer un contrato contigo?!—bramó mientras que yo podía sentir como Chaeyoung presionaba su cabeza contra mi pierna. Rápidamente el calor envolvió mi núcleo, al parece ella regresó donde pertenecía tratando de darme algo de maná.
Los dedos de Sooyoung se presionaron con fuerza sobre mi piel, mientras que yo podía sentir las piernas un poco más fuerte de las que las tenía antes de que Chaeyoung hubiese regresado a mi núcleo. Al parecer, el hecho de que el pequeño espíritu me hubiese dado parte de su maná logró que mi propio núcleo inestable por naturaleza estuviese lentamente curando mis heridas, obviamente, yo no poseía magia curativa, mucho menos tenía un elemento de agua que pudiese estabilizar mi falta de sangre, así que por mi parte, no sería capaz de regenerar la carne faltante de mi hombro, mucho menos el de mi oreja, pero por lo menos logró mantenerme con vida durante unos minutos más.
"Debes vivir, aún no es tu hora".
Esta vez lo dijo en el interior de mi cabeza haciendo que yo la mirase en un completo silencio, ¿A que te refieres? pregunté sin poder entender de lo que estaba hablando, pero ella ya no me dio más respuestas, en silencio Sooyoung alejó sus manos de mi cuerpo para estirarlas en dirección de mi capa, con cuidado rompió una parte de la tela siendo lo suficiente para poder utilizarla como venda. Tranquilamente y sin despegar su atención de mi cuerpo llevó el material hacia mi mano y rápidamente la envolvió dejando la espada fija sobre mi palma. Gracias a lo que había hecho pude dejar de presionar mis dedos sobre la empuñadura consiguiendo que éste continuase en el mismo sitio, sin moverse ni un centímetro. Decidí regresar mi atención enfocando mis ojos en el rostro de Sooyoung, no tuve tiempo de reaccionar cuando ya estaba sintiendo la forma brusca con la que había presionando sus labios sobre los míos, esta vez me besó de una forma distinta, no sé si fue por que estaba al borde de la muerte o qué, pero se sentía diferente, como si ella estuviese tratando de alguna manera disfrutar de lo que estaba ocurriendo. Ni siquiera cerré los ojos, simplemente me quedé ahí, viendo atentamente como ella entreabría sus labios presionando sus cerezos sobre mi labio superior mientras que sus dedos se posaban sobre mi estómago tratando de alguna manera aferrarse a mi. Por cada bocanada de aire que yo era capaz de tomar cuando ella me lo permitía, podía sentir como el maná ingresaba violentamente en el interior de mi boca, este era tan fresco a pesar de que estuviese siendo brindado por un espíritu de fuego que me desconcertaba aún más de lo que ya estaba. Sooyoung me brindó todo el maná que había logrado recolectar en su cuerpo, gracias a esto, lentamente comenzó a evaporarse frente a mi, por un segundo realmente me asustó, las alarmas se activaron en mi cabeza ante la posibilidad de perderla, pero Sooyoung antes de desaparecer me sonrió como si me estuviese diciendo que no moriría con tanta facilidad. Al final, ella regresó nuevamente al núcleo que le correspondía, el hecho de haberme dado todo lo que tenía me hizo recolectar la suficiente fuerza para no perder el conocimiento.
La cabeza dejó de dolerme y mis ojos por fin pudieron enfocarse en lo que estaba sucediendo. Como Sooyoung ya no estaba presente, el hechizo que había dejado rápidamente se rompió así que la barrera de fuego se evaporó. Estaba expuesta, pero a diferencia de las primeras veces, en esta ocasión ya no sentía la vista nublada así que simplemente me posicioné dispuesta en defenderme si la situación me lo permitía.
Rápidamente pude escuchar ese ya conocido silbido alrededor de mi oido derecho lo que indicaba que próximamente se acercaba una rafaga de viento con toda la intención de acabar de una vez con mi existencia, a diferencia de las dos últimas ocasiones, esta vez fui capaz de conseguir el mover mi brazo izquierdo justo a tiempo para atrapar con mi afilada espada aquel violento ataque que tenía todas las intenciones de llevarse consigo mi vida. La flecha no tardó en caer partida a la mitad frente a mis pies lo que me hizo comprender que los ataques que había estado recibiendo, y de los cuales creí firmemente que se trataba de una magia de aire, ahora sabía con certeza que provenían de un objeto en particular, pero... ¿Quién poseía ese tipo de fuerza? me cuestioné genuinamente interesada por saber que tan poderoso era mi adversario mientras que comenzaba a balancear mi espada de un lado hacia el otro deteniendo cada uno de los ataques que venían hacia mi cuerpo, espera... pensé al darme cuenta que, de un momento a otro no era solo una persona que estaba atacando; hubo un ataque que provenía de dos direcciones distinta, lo que significaba que estaba siendo rodeada por más de un bastardo, mierda, estoy jodida, admití sintiendo como mi brazo comenzaba a cansarse, maldición, no es el momento ideal para que comiences a fallarme, pensé a la vez que me mordía el interior de mi mejilla para distraer mis pensamientos. El hecho de estar escuchando el fuerte latido de mi corazón siendo cada vez más violento comenzaba a perjudicar aún más las cosas ya que no podía oír tan bien el exterior, de todas formas seguí moviéndome tomando grandes bocanadas de aire para no llegar a marearme; sinceramente, estaba siendo difícil el simple hecho de respirar ya que mi pecho quemaba al igual que todo el trazo de garganta. Lo peor de todo esto es que ya comenzaba agotarme, y eso que ni siquiera llevaba demasiado tiempo luchando. Como era de esperarse, mis piernas no tardaron en comenzar a flaquear, lo que me hizo comprender que a pesar de todo el maná que había logrado recolectar gracias a los esfuerzos de Chaeyoung y Sooyoung seguía sin ser suficiente para yo tener una pelea decente con quien sea que estaba tratando de llevarse la poca vida que aun mi cuerpo estaba aferrando en mantener.
—Maldición—gruñí con los dientes apretados a la vez que continuaba movimiento mi espada consiguiendo detener de golpe la flecha que iba directamente a mi ojo derecho. De alguna manera inexplicable estaba consiguiendo con éxito parar los ataques, pero sabía que tarde o temprano el cansancio terminaría por ganarme, así que debía pensar que iba hacer para salir con vida o por lo menos para no dejar que la elfo falleciera ante mi falta de fuerza—¡No sé quienes son! ¡Pero les juro que los mataré!—confesé con fuerza mientras que seguía moviendo mi arma siendo incapaz de poder alejarme de la elfo ante ese inesperado temor que me causaba el simple hecho de pensar que ella podría terminar recibiendo el impacto—¡Agh!—jadeé ante la flecha que rozó sobre mi máscara partiendo la zona de la frente, pero sin llegar a sacarla. Rápidamente la sangre comenzó a deslizarse dificultando mi visión—¡BOM!—le llamé tratando de que se recuperara—¡Maldita sea! ¡Bom!—continué diciendo su nombre en voz alta, a la vez que, a cada pocos segundos trataba de darle un vistazo notando como ella seguía con los párpados cerrados quejándose por lo bajo ante el daño que le estaba causando su propio núcleo—¡AGH!—grité de dolor al sentir como la flecha había perforado mi pierna sin darme el suficiente tiempo para poder cubrirme del ataque—mierda...—murmuré al caer de rodillas contra el suelo—v~vamos... tienes que levantarte—supliqué tratando de colocarme de pie, pero sin poder lograrlo—por favor... no te rindas—y le pedía a mi propio cuerpo que pusiese de su parte—d~déjame salvarla.... no permitas que nadie más muera por tu culpa—era lo único que pedía a la vez que sentía como mi vista se nublaba.
Rápidamente una flecha impactó contra mi espalda haciéndome caer de golpe contra el suelo. Agitada comencé a respirar el mismo polvo de la tierra haciendo que fácilmente comenzara a toser, a pesar de ser consciente de lo que estaba por ocurrir, por pura fuerza de voluntad o la misma arrogancia propia de mi persona traté de levantarme enterrando mi espalda contra el suelo para poder incorporarme sintiendo el sabor metálico de la sangre envolviendo mi boca mientra que las venas de mi cuello resbalaba ante el esfuerzo que estaba haciendo por no desmayarme. Realmente me esforcé, de verdad que hice todo lo posible por tratar de seguir luchando, de no darme por vencida, sin embargo, otra flecha perforó mi espalda así que terminé por quedar tumbada con mi brazo izquierdo estirado en dirección de la espada que seguía estando perforada en el suelo. Lo supe de inmediato, la segunda flecha perforó limpiamente uno de mis pulmones así que fue cuestión de segundos para sentir como la sangre violentamente comenzaba filtrarse hacía mi órgano impidiendo que pudiese respirar como correspondía. Desesperada conseguí sacar la espada del suelo, pero el hacer eso implicó perder el equilibrio cayendo de espalda contra la tierra. Me quedé sin aliento a la vez que sentía como ambas flechas terminaban de perforar mi cuerpo atravesando sin esfuerzo mi pecho y abdomen, me retorcí en mi sitio, idéntico a como lo haría un pez que estuviese fuera del agua. Rápidamente pude sentir como mis ojos se llenaban de lágrimas ante la desesperación que estaba viviendo, por favor... por favor, y no podía el dejar de suplicar en el interior de mi mente mientras que el sabor de la sangre continuaba envuelto en el interior de mi boca, por favor... de esta forma no, no así, era lo único que pedía a la vez que las lágrimas se deslizaba por debajo y sobre la máscara empeorando por completo mi evidente desesperación, no quiero morir, estoy asustada, y esa fue la primera vez que acepté lo que me estaba por ocurrir.
Lentamente la oscuridad comenzó a envolverme mientras que la sensación de estar ahogándome por fin disminuían, los sonidos a mi alrededor no tardaron en opacarse entre sí como si estuvieran celosos por tener mi atención, a la vez que mi corazón quién se estuvo manteniendo latiendo de forma agresiva durante toda la batalla por fin tomaba la decisión de disminuir su actividad como si me estuviera avisando que ya no tenía razones para estar llamando de mi atención. Traté de suspirar escupiendo la sangre contra mi máscara comenzando a oler el frescor de lo que había expulsado; la situación en la que me encontraba era francamente patética, ni siquiera tenía la fuerza suficiente para poder sacarmela y oler aunque sea aire puro, ¿Realmente voy a morir de esta forma? me volví a preguntar aún cuando sabía que todo indicaba que estaba perdido para mi.
—¡NO LO TOQUEN!—una extraña voz femenina resonó en la lejanía haciendo que yo tratase de girar mi rostro, pero sin lograrlo con éxito. Al entender que ni siquiera tenía la fuerza para hacer ese movimiento decidí centrar todas mis energías para ver el cielo azulado notando como este había sido bruscamente opacado por un bonito verde brillante—¡Hey! ¡No puedes morir!—esta voz extraña no dejaba de hablarme, pero yo no era capaz de ver su rostro al estar a contraluz, aún así, podía sentir como estaba tirando de mi máscara quizás para poder ayudarme a respirar, pero Sooyoung la había dejado completamente sellada con su magia y solo con mis manos o las de ella podría llegar a quitármela, vaya... que putada, pensé observando cómo el desconocido dejaba de forcejear, como si se hubiese dado cuenta que no había forma de que lo lograra—oye, ¿Me escuchas?—sabía que estaba cerca de mi, lo podía notar perfectamente, pero aún así la sentía tan lejana que decidí simplemente el ignorarla—¡No cierres tus ojos!—ordenó picando mi brazo izquierdo, pero yo solo podía ver como mi campo de visión seguía estando cubierto por ese bonito color verdosos—¡NADIE TOQUE A MI HUMANO!—su voz seguía haciendo ecos en mi cabeza, comenzaba a causarme jaqueca.
Me mantuve en mi sitio observando como el verde brillante se había oscurecido como si alguien más hubiese llegado. Rápidamente pude sentir una agradable sensación de frescura alrededor de mis heridas, no tengo ni la menor idea de lo que ocurría, pero no me molestaba, así que decidí que el desconocido hiciese lo que quisiese conmigo, en total, no había mucho que pudiese hacer para salvarme. Francamente, estaba haciendo un gran esfuerzo por no colapsar, no sé realmente el por qué continuaba aferrandome, no sé que era lo que tanto estaba esperando, ¿A quién quería ver? ¿De quién debía de despedirme? no tengo ni la menor idea, pero mi cuerpo simplemente se negaba a dejar de luchar aún cuando yo ya me había dado por vencida. Aun cuando mi cuerpo seguía dando la pelea, había llegado a mi limite, mis párpados comenzaron a pesarme, la oscuridad nuevamente me envolvía, fue hasta de alguna manera nostálgico lo que me estaba sucediendo; se había acabado, yo ya no podía más, pero antes de cerrar por completo los ojos y dejar que la muerte sucumbiera por fin en mi, fui capaz de ver unos ojos verdosos mirándome de una forma extraña, ¿Eh? pensé al conseguir enfocar lo que tenía frente a mí notando un rostro que conocía muy bien. La miré en silencio percatándome de como ella movía con cierta desesperación su boca en un vano intento por tener mi atención, ¿Qué estás tratando de decir? pensé manteniendo mis ojos fijos en la manera en que sus orbes rebosaban en desesperación, espera... ¿Bom? y ese fue el último pensamiento que tuve antes de que la oscuridad me consumiera.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro