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La decisión de Jeonsa

Recomendación: control/Halsey

Narrador omnisciente.

Una espesa incomodidad envolvió extrañamente el ambiente cubriendo con casi totalidad el cuerpo de los elfos al notar la forma en que Sharon había tomado la decisión de dar un paso hacia el frente indicando con aquel escalofriante y silencioso movimiento que ella estaba dispuesta en luchar con todo aquel que tuviese la intención de querer acabar con su vida. El antiguo Rey al notar que ella ya tenía una respuesta decidió cruzarse de brazos observando en un completo silencio la situación que tenía frente a sus ojos y de la cual él mismo había provocado ante la curiosidad que carcomía tanto sus pensamientos como los de su fiel acompañante, muéstrame de lo que eres capaz, pensó llevándose el pulgar contra los labios esperando con cierta emoción de que alguien tratara de atacar a la chica. Su nieta, la más grande de todos los que tenía rápidamente trató de llamar la atención de la pelinegra enfatizando en el hecho de que ella ya no estaba capacitada para luchar con alguno de los elfos, pero en vez de ser escuchada, simplemente la hicieron retroceder con ayuda de los guardias mientras que Sharon tan solo la ignoraba balanceando tranquilamente de su espada teniendo toda la intención de dejar en claro que estaba dispuesta en asesinar si es que la oportunidad se le presentaba.

A diferencia de su padre, el actual Rey estaba ansioso y su esposa se había percatado de ello ya que rápidamente había presionado su delgada mano contra su palma tratando de reconfortarlo. El hombre le dio un corto vistazo sintiéndose un poco menos nervioso, pero al escuchar los pasos crujiendo bajo las secas hojas le hizo volver a posar su atención en el frente notando como la humana se detenía presionando su espada aún envainada sobre su hombro anteriormente destruido. 

Tanto el Rey como su esposa e hijos guardaron abruptamente silencio en el momento que se lograron percatar de la presencia de Yixing quién se había terminado por convertir en el ex prometido de la princesa hereda ante los duros esfuerzos de los hermanos de la chica para acabar con aquel compromiso. A pesar de que era verdad que los hermanos de Bom realmente interfirieron en la decisión de la chica, fue ella quien terminó rompiendo el compromiso dejando al chico completamente varado con la etiqueta de ex prometido impidiendo de esa forma que él tuviese posibilidades de poder contraer nuevamente otro compromiso con alguien de alto estatus, por esa razón, él no podía darse por vencido, tenía que hacer todo lo posible por recuperar la mano de la chica, esta era la única forma de hacerlo para poder tener el poder que creía merecer. Yixing impulsivamente sonrió; él iba aprovecharse de las palabras del antiguo Rey para terminar nuevamente emparejado con la única mujer que podía cumplir con sus tan altos estándares. Sus ojos rápidamente fueron a parar al rostro indiferente de Sharon, voy a matar de una buena vez a ese estúpido humano, pensó el muchacho con cierta arrogancia a la vez que se detenía a un par de metros de distancia de donde se encontraba la silenciosa pelinegra. 

No hubo ningún tipo de cambio en la expresión indiferente de la muchacha aún cuando ella podía sentir la sed de sangre emanando de las acciones de su contrincante. De cierta manera esto le trajo nostalgia, había olvidado la sensación de torturar a sus víctimas ante la facilidad que tenía la estúpida plebeya para poder controlar su cuerpo; estaba cansada de estar escondida, necesitaba liberarse. En silencio movió su espada en dirección de su otro hombro dejando la funda descansando sobre su extremidad mientras que veía con cierta atención como el más alto alejaba el arco de su espalda para flexionar aquella dura cuerda indicando con esa simple acción que ni siquiera se iba a tomar la molestia de darle una oportunidad de defenderse. Eres lento, pensó la muchacha en el instante que inyectó maná en sus talones impulsándose violentamente en dirección de su contrincante logrando ver como él ampliaba los párpados ante la sorpresa que le había causado notar la forma en que ella recortó la distancia entre ambos sin demostrar gran esfuerzo por aquel audaz movimiento. Sharon aprovechó su confusión para danzar suavemente por el aire mientras que su arma continuaba meciéndose de un lado hacia el otro logrando impactar su espada aún enfundada en distintos partes del cuerpo del joven elfo consiguiendo que el gruñera ante la ira. El jadeo de sorpresa por parte de los elfos testigos no tardaron en hacerse de notar en el silencioso lugar, Yixing bruscamente apretó sus dientes, estaba avergonzado, un humano lo había hecho retroceder. 

Enfurecido el alto muchacho no dudó en tensar una de sus flechas entre la cuerda y sus dedos, sus fríos ojos se enfocaron en el rostro apacible de su contrincante, quería asesinarla así que sin pensar en las consecuencias de sus actos lanzó su agresivo ataque contra su cuerpo deseando que este llegase a perforarlo. Yixing tontamente creyó que podría llegar a lastimarla de la misma forma en que lo había conseguido la vez anterior, pero lo que no contaba era el hecho de que Sharon estaba en mejor condición de lo que había estado en aquella ocasión y que ahora, no tenía la necesidad de proteger a nadie más, no había nada que le importara lo suficiente como para arriesgar su vida así que no había impedimentos para conseguir el defenderse. En silencio dio un paso hacia el lado consiguiendo fácilmente esquivar el ataque. Yixing al notar que ella estaba libre de lesiones trató de tensar otra de sus largas flechas dispuesto en continuar con la pelea, pero Sharon lo sorprendió aprovechando su aturdimiento para acortar nuevamente la distancia entre ambos. En esta ocasión, tomó la decisión de no utilizar su espada, con cierta tranquilidad balanceó su puño encajando sus nudillos por debajo de su perfilado mentón. Fue un sonido en seco, sus dientes chocaron entre sí mientras que sus pies se arrastraban hacia atrás ante la agresividad del impacto. Yixing aturdido agitó su cabeza sintiendo como el cerebro se agitaba en el interior de su cráneo, ¿Que? fue todo lo que alcanzó a pensar en el momento que alzó la mirada notando como Sharon nuevamente estaba frente a él pateando en esta ocasión en dirección de su muslo consiguiendo sin mayor problema que perdiera gran parte del equilibrio. 

Sharon lo tenía completamente dominado y él no sabía que hacer ante esa cruda realidad. 

Francamente, ella quería continuar jugando con aquel patético elfo, realmente deseaba torturarlo por largas horas solo para poder satisfacer sus deseos más oscuros, pero por alguna razón, su cuerpo parecía rechazar ese pensamiento como si le estuviese indicando que él ya no le pertenecía. Pensar siquiera en la posibilidad de que la plebeya tuviese el control total de su cuerpo la hacía sentirse asqueada, tanto así que no dudó en morderse el labio inferior teniendo simplemente la intención de causarle algún tipo de daño, tendré lo que me corresponde, aclaró en sus pensamientos para que Mina fuese consciente de ello. 

Sharon se iba a encargar de que Mina jamás llegase a olvidar que ese cuerpo ya tenía dueño y que por ende, cuando fuese lo suficientemente fuerte ella iba apoderarse de lo que le correspondía aún cuando para poder conseguir su tan anhelado deseo tuviese que matar todo lo que ella tanto había estado amando. 

—Estás muerto—aclaró en alto al presionar su arma aún enfundada sobre el cuello del sorprendido muchacho—...—se quedó en silencio notando como él terminaba por caer de rodillas al suelo siendo incapaz de poder sostener su propia anatomía. A simple vista parecía aturdido mientras que, a su alrededor los elfos testigos estaban igual o peor que él—ni se te ocurra—comentó en el instante que se percató como él quería usar de su arco. No le dio tiempo de poder siquiera tocarlo cuando ya había plantado su rodilla contra su frente haciéndolo desplomarse contra el suelo—agradece que aún no la he desenvainado—confesó a la vez que presionaba su zapato contra el esternón ajeno—conoce tu lugar—y lo dijo sin más solo para hacerlo enfurecer. 

Ella no era tonta, Jeonsa el antiguo Rey se percató de ello al comprender que ella estaba tratándolo de esa forma con el solo pensamiento de querer que perdiese el control para tener una excusa razonable a la hora de asesinarlo, pero para su desgracia, el chico simplemente agarró de su arma y se puso de pie. El ex Rey se mantuvo en silencio viendo cómo el muchacho comenzaba a caminar en dirección contraria de donde se encontraba la humana, indicando con esa simple acción que él había aceptado que había tenido una completa derrota. 

—Aburrido~...—murmuró Sharon mientras que le daba un frío vistazo a su alrededor esperando con calma que alguien decidiera atacarla. 

—¿A eso le llamas un espectaculo?—cuestionó el ex Rey provocando que la muchacha ampliara sus párpados ante la sorpresa que le había causado el oír sus inesperadas palabras. Bruscamente la chica se giró notando como él estaba de brazos cruzados observando su rostro mientras que su hijo y nietos parecían realmente desconcertados con sus ojos fijos en la humana—derrotaste al más fuerte del escuadrón de caza... por ende, ahora nadie querrá luchar contra ti—comentó haciendo que ella se encogiera de hombros haciendo un gran esfuerzo por no sonreír con arrogancia—...—guardó silencio manteniendo toda su atención en sus fríos ojos rojizos—cinco contra uno—cambió las reglas sin más, pero aún cuando la idea se veía tentadora ningún elfo parecía estar dispuesto en luchar—quince contra uno—aumentó la cifra, pero los chicos simplemente se veían entre sí—... ¿Es en serio? ¿Ninguno del escuadrón desea salir y defender su honor élfico?—preguntó mirando esta vez en dirección de los árboles haciendo que ella también lo hiciera notado con cierta sorpresa como los elfos parecían mirar desde la copa—¿Le temen a un simple humano?.

Para la sorpresa de Sharon una flecha salió proyectada violentamente desde uno de los árboles en dirección de su cuerpo con claras intenciones de querer perforar su cráneo. Lo que sucedió después de percatarse de eso fue netamente un acto de impulsividad causada por su propia anatomía. De forma automática la chica desenvainó su afilada espada para luego simplemente girarse con una suavidad que más de alguno de los presentes no fue capaz de ocultar su aturdimiento mientras que la hoja de su arma logró con una sorprendente destreza partir la flecha a la mitad antes de que esta consiguiera impactar contra su cabeza. La pelinegra se quedó en un completo silencio viendo lo que había quedado de flecha a los pies de donde se encontraba. Francamente, el ataque sorpresa la había irritado demasiado para poder ocultar sus emociones, así que tan solo se giró tomando grandes bocanadas de aire, permitiendo que todos los presentes fuesen capaces de ver la irritabilidad en sus facciones: habían despertado al demonio. Sus fríos ojos rojizos carentes de emociones se enfocaron directamente en Jeonsa notando como él estaba igual de sorprendido lo que indicaba que esto no había sido parte de su plan. 

—Ha...—suspiró con pesadez a la vez que se llevaba impulsivamente una de sus palmas contra su nuca. Bruscamente se paralizó al comprender que había actuado de la misma forma en lo que hacía la plebeya, ¿Qué me sucede? se cuestionó mientras que bajaba su mano tratando de fingir que nada había pasado—...—en silencio mantuvo toda la atención en la realeza élfica—¿Atacando por la espalda? ja... ustedes son jodidamente aburridos—confesó sin siquiera tomarse la molestia de medir en sus palabras. Como era de esperarse, rápidamente los guardias no dudaron en dar un paso hacia el frente apuntando con sus flechas en dirección de su cuerpo, indicando con esa simple acción que no dudarían en atacar si ella continuaba actuando con aquella falta de respeto—¿Huh?—cuestionó mientras que daba un paso hacia adelante notando como el guardia más cerca a su cuerpo tensaba la cuerda de su arco—si tienes tanto deseo de querer acabar con mi vida... entonces ven y hazlo por ti mismo—como no, la joven Sharon no parecía pensar en las consecuencias que le traería a Sharon aquel arrebatado comportamiento. 

En verdad, a ella no le importaba lo que le podría llegar a pasar; eso era el mayor de los problemas. 

Jeonsa, el antiguo Gran Rey tan solo sonrió al oír sus ácidas palabras para luego, en un completo silencio flexionar una de sus manos apuntando su palma hacia el aire. En un principio la pelinegra no había sido capaz de entender el por qué de su movimiento, pero las respuestas llegaron más rápido de lo esperado al notar la pesada arma siendo posada sobre su amplia mano. Francamente, eso realmente la desconcertó, pero aún así no se movió de su sitio indicando que no tenía intenciones de querer huir. Su hijo, el actual Rey no dudó en tratar de detenerlo al comprender que él iba a luchar con el tonto humano, pero el anciano simplemente se quitó su amplia capa lanzandola contra su cabeza para luego comenzar a descender cada uno de los escalones, escuchando de fondo la forma en que la joven princesa heredera le suplicaba que no lo hiciera. 

Tu no me agradas—.

Sharon se quedó completo quieta en el momento que fue capaz de oír las palabras de aquel peligroso hombre resonando en el interior de su cabeza, él no es un elfo normal, pensó acomodando su espada entre sus palmas con claras intenciones de querer defenderse si es que la oportunidad se le daba. 

Acá nadie podrá escucharte, así que dime... ¿Cómo entraste en ese cuerpo?—preguntó mientras que acortaba la distancia entre ambos consiguiendo que la pelinegra rápidamente diera uno que otro paso hacia atrás tratando de mantener la distancia entre ambos—...—no hubo sonido en su cabeza, tan solo podía sentir sus fríos ojos fijos en su pequeño cuerpo—he liberado maná, pero tus espíritus no reaccionan a él lo que significa que no están bajo tu mando—comentó a la vez que balanceaba su afilada espada cerca de su cuerpo—eres la alma sobrante, ¿Verdad?—Sharon apretó los dientes ante la irritación que le había causado el hecho de oír sus absurdas palabras—... lo pregunto porque hueles a muerto

—Eres muy hablador—comentó lo suficientemente bajo para que tan solo él fuese capaz de oír sus palabras. El hombre al escucharla tan solo sonrió mientras que elevaba su arma para luego dejarla caer sobre su cuerpo aparentando ser un movimiento ligero, pero Sharon sabía que el ataque iba a ser poderoso, así que rápidamente movió su cuerpo presionando su palma contra la hoja de su propia espada tratando de esa forma poder detener el agresivo ataque—¡Ugh!—jadeó casi sin aliento mientras que sentía como sus piernas lentamente comenzaban a hundirse en la tierra ante la fuerza de su impacto—¿E~Es todo lo que tienes?—cuestionó de forma soberbia sintiendo la manera en que su cuerpo se agitaba ante la violencia de su ataque. 

Sharon lo supo de inmediato; aquel hombre era demasiado fuerte como para poder tener siquiera la posibilidad de llegar a tocarlo, pero lo que realmente la enfureció fue comprender que le tenía miedo. Ella, el monstruo legítimo del Ducado estaba asustada de un ser tan bajo como era aquel elfo.

Esto dolerá así que por favor aguantalo bien—pidió causando que la chica frunciera el ceño mientras que era sorprendida por la agresiva patada que recibió en su esternón impulsándola violentamente hacia atrás.

Sus pies lograron aterrizar contra el suelo tras uno que otro giro que realizó en el aire tan solo utilizando el impulso que la patada había dejado en su cuerpo, adolorida presionó sus manos contra el suelo sintiendo como el estómago se le revolvía. De forma impulsiva abrió la boca dispuesta en tomar una buena bocanada de aire, pero para su sorpresa la sangre comenzó a brotar de su garganta empapando tanto sus manos como la tierra bajo su cuerpo. Mierda, pensó llevándose una de sus manos a la boca mientras que a duras penas trataba de colocarse de pie, maldito hijo de puta, y ni siquiera le importaba si él era capaz de oír sus pensamientos. Al enderezarse tan solo lo miró a los ojos notando como él le sostenía la mirada como si estuviese esperando algo. 

—Vaya... fuiste capaz de resistirlo—comentó en alto mientras que Sharon se limpiaba las comisuras de la boca sintiendo las extremidades pesadas ante el fuerte ataque que había recibido sin posibilidades de poder defenderse—generalmente no pueden levantarse tras una patada de mi parte—confesó llevándose su mano libre contra su mentón tratando de entender mi comportamiento—mmh... que ser humano más extraño.

Ignis sagittas, rapidamente las flechas de fuego fueron creadas detrás de su espalda como si la estuviesen de alguna manera protegiendo. El calor no tardó en sentirse abrasador, ella podía sentir la piel sensible ante el fuego que envolvía su ataque. El gran Elfo tan solo la miró con sorpresa al percatarse de que ella se las había arreglado para conjurar un hechizo sin tener la necesidad de decirla a viva voz. Esto no es lo único que puedo hacer, pensó la muchacha mientras que aumentaba el número de flechas logrando iluminar gran parte del lugar. Como era de esperarse, el Rey elfo colocó una barrera entre su padre y la humana impidiendo que sus ataques llegasen a salir de control. 

—No mueras tan rápido—pidió Sharon mientras que estiraba su mano izquierda hacia el frente consiguiendo de esa manera que las flameantes flechas de maná puro se dirigieran violentamente en dirección del Gran Elfo quién simplemente se mantuvo en su sitio como si estuviese esperando que el ataque llegase de una buena vez. Para la sorpresa de la adolorida pelinegra, el hombre tan solo necesitó mover uno de sus brazos para conseguir que las flechas se evaporaran frente a sus ojos—¿Huh?—cuestionó en alto sin poder entender lo que había hecho.

—¿Creíste que eso me tocaría?—cuestionó sin siquiera tomarse la molestia de ocultar su evidente diversión. Sharon por impulso apretó los dientes mientras que buscaba su espada notando que estaba había salido disparada tras la patada que anteriormente había recibido—tonto humano—la insultó en el momento que acortó la distancia entre ambos consiguiendo quedar frente a la muchacha para mirar directamente a sus ojos—destruiré aquella voluntad arrogante que posees—confesó a la vez que estiraba su mano dispuesto en tocar su rostro. 

Firewall, una amplia pared de fuego se interpuso entre ambos consiguiendo por fin que el anciano no le quedara de otra más que que retroceder. Sharon como pudo se las arregló para tomar una buena bocanada de aire sintiendo sus manos temblorosas ante el uso excesivo de su maná, no puedo escapar, pensó mientras que apretaba los puños notando por el rabillo de sus ojos como el anciano nuevamente había aparecido, por impulso movió su torso mandando con fuerza un fuerte puñetazo, para su sorpresa sus nudillos lograron contactar con la mejilla del más alto, pero el ataque ni siquiera parecía afectarle, confundida la chica frunció el ceño mientras que sentía como él le devolvía el golpe enterrando su puño contra sus costillas. 

Su cuerpo nuevamente salió proyectado azotándose contra el suelo sin tener oportunidades de poder inyectar maná en las zonas donde violentamente fueron golpeadas. La sangre brotó sin ningún tipo de piedad tanto por sus fosas nasales como de su boca, por impulso se llevó los dedos contra el cuello sintiendo el líquido en esa zona; se estaba ahogando, pero a pesar de que en su cabeza las alarmas de muerte no dejasen de sonar, ella de todas formas se giró escupiendo la sangre caliente que había quedado en su garganta para poder colocarse nuevamente de pie sintiendo como sus costillas ya fracturadas se movían ante el chompas de sus pulmones, maldición, pensó tratando de mantenerse en equilibrio, queriendo de esa manera hacerle entender que no sería tan fácil el acabar con su existencia. Como pudo se limpió el rostro sintiendo como la sangre salía como la bilis; sin oportunidad de poder contenerse. 

Vomitó otro poco más de sangre antes de nuevamente enderezarse. 

¿Quién te creó?—cuestionó esta vez en el interior de la cabeza de la humana demostrando de esa forma que él no quería revelar el hecho de saber que en ese cuerpo habían dos almas compartiendo. Sharon como pudo trató de crear otra barrera de fuego, pero el maná en su núcleo no era lo suficientemente alto como para poder realizarlo así que se evaporó antes de que pudiese cubrir siquiera su cuerpo—habla.

—Vete a la mierda... anciano—respondió mientras que sentía su mano agarrando con fuerza de sus mejillas.

¿Quieres fusionarte, verdad?—preguntó consiguiendo que Sharon lo mirara con sus párpados completamente ampliado—¿Sorprendida?—cuestionó mientras que elevaba sus comisuras—puedo olerlo... es una mezcla entre dulce y podrido... adivinaré que tu eres la que está causando el mal olor—se burlaba sin preocupaciones notando como la chica a pesar de tener un par de huesos rotos, aún así se las arreglaba para tratar de patearlo—¿Quieres vivir?.

—Mataré a tu preciosa nieta—confesó en un suave susurró provocando que él endureciera su expresión para luego simplemente enterrar su cráneo contra el suelo dejándola sin aliento.

—No puedes tocar a nadie porque eres jodidamente débil—comentó a viva voz mientras que volvía enterrar su cuerpo en el suelo consiguiendo sin mucho esfuerzo dejar la marca de su anatomía en la tierra—no me gusta tu maldita arrogancia así que voy a quebrarte para construirte a mi manera—aclaró volviendo a aplastarla teniendo toda la intención de asesinarla—ríndete—ordenó sintiendo como Sharon agarraba de su muñeca permitiendo que sus fríos ojos se encontraran—...—se quedó en silencio, esta era la primera vez que veía unos ojos tan llenos de vida y determinación.

—Es suficiente—para la sorpresa de Jeonsa rapidamente una huesuda mano se posó en su hombro obligándolo alzar la mirada viendo en silencio como la anciana tan solo veía con interés el cuerpo lastimado de la humana. Ella rara vez interfería en los asuntos imperiales, pero la humana le causaba genuina curiosidad así que no podía permitir que el tonto de Jeonsa la terminara por matar—ella ya no está—aclaró consiguiendo que él posara su atención en Mina notando como la forma en que ella fruncía sus cejas tratando de contener su propio dolor.

En silencio la soltó viendo como la chica se giraba tosiendo ante el dolor abrasador que se propagaba violentamente por todo su organismo. A pesar de que Sharon había huido en lo más profundo de su alma permitiendo que Mina regresara a tomar control de su cuerpo, eso no significaba que todo se había arreglado. Como pudo la chica se puso de pie sintiendo los huesos rotos crujiendo ante el peso de su cuerpo mientras que la sangre sin parar continuaba deslizándose por sus fosas nasales obligandola a tener que respirar tan solo con su boca. Mina se mantuvo en silencio, su cabeza daba vueltas mientras que veía como el ex Rey seguía con sus ojos fijos en ella sintiendo ese agradable aroma que anteriormente había acariciado sus fosas nasales indicando que realmente la humana que había conocido nuevamente estaba de vuelta.

—No fui capaz de matarte, así que has ganado—aclaró haciendo que Mina frunciera el ceño al no ser capaz de comprender lo que estaba diciendo—¿Están de acuerdo con la decisión que he tomado?—bramó en alto consiguiendo que todos los elfos agacharan la cabeza en señal de sumisión. Francamente, Mina no era capaz de entender la situación, Sharon se había encargado de impedir que sintiera gran parte de la conversación así que fue toda una sorpresa el oír sus siguientes palabras—bienvenida a la familia.

—¿Eh?—fue todo lo que Mina pudo soltar antes de notar como alguien se le acercaba—¿Bom?—cuestionó en aquel suave susurro sintiendo realmente confundida ante la forma en que ella sostenía su rostro.

Esto es incómodo, pensó al ver la preocupación en sus ojos. 

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