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Hablando a solas

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Pov: Myoui Mina

Oh no... al parecer, me voy a casar... nuevamente había quedado comprometida con otra princesa, ¿Qué clase de broma de mal gusto es esta?.

Bufé en alto soltando todo el aire que había retenido mis pulmones mientras que mantenía toda mi atención en la ventana viendo sin mucho interés como los elfos comenzaban a decorar sus hogares con adornos que personalmente no entendía su significado, pero que asumí que se debían estar relacionados con el matrimonio que prontamente sería llevado a cabo. Había transcurrido precisamente una semana desde la pelea que Mina había tenido con Jeonsa, y la cual, para sorpresa de todos había conseguir salir victoriosa, pero no ilesa. Al recuperar mi cuerpo, rápidamente perdí el conocimiento así que no dudaron en trasladarme a la enfermería del palacio donde recibí los primeros auxilios por parte de la gran Santa. A diferencia de la vez anterior, en esta ocasión me las arreglé para estar consciente durante todo ese tiempo, la anciana proclamada como la Santa élfica me visitaba una vez al día, los primeros días había creído que estaba tratando de ver la evolución de mi cuerpo, pero rápidamente comprendí que la mujer tan solo estaba analizando mi núcleo, mientras que sus ojos grises sin emoción parecían querer abrir mi cabeza en cualquier momento. Francamente, era incómodo, así que agradecí en silencio que Bom me estuviese haciendo compañía cuando la mujer hacía acto de presencia.

Ahora bien, hablemos de lo que esta sucediendo con Bom, ¿Por qué ella cambió?, en verdad, no entendía en que momento ella comenzó a prestarme atención, según yo, nunca le di motivos para que creyera que estaba interesada, y me preocupaba que, de alguna manera ella estuviese enamorada de la idea de ser salvada por mí. Instintivamente me llevé una de mis manos contra mi nuca sintiéndome ansiosa por lo que estaba por suceder. No lo estaba asimilando como correspondía, pero... ¿Qué podía hacer? De un momento a otro, sin siquiera ser consciente de ello me había vuelto a comprometer, por segunda vez estaba amarrada a una mujer que precisamente no amaba, pero de la cual, no parecía haber forma de poder romper el compromiso sin que mi cuello no estuviese corriendo peligro. Tragué saliva con fuerza llevando mi mano esta vez contra mis labios tratando de no lastimarme con los dientes. Esto realmente estaba siendo un serio problema, mi corazón aún no estaba preparado para ser nuevamente entregado, a tan solo un par de meses atrás había recién entendido lo que pasaba conmigo, les había dado una explicación a mis emociones desconocidas. Había amado, esa es la verdad, había entregado todo de mi para hacerla feliz, pero las cosas no salieron como yo lo tenía planeado y terminé perdiéndola.

Yo aún no era capaz de olvidar a Nayeon.

Esa era la maldita verdad. Seguía estando plenamente enamorada de mi ex prometida... en realidad, ni siquiera eso, yo estaba perdidamente enamorada de tan solo un miserable recuerdo... y lo que es peor, un recuerdo que lentamente estaba perdiendo, transformándose en una vaga imagen donde solo sobresalía sus bonitos ojos dorados y ese sedoso cabello color carbón. Aunque la idea no me gustase tenía que aceptarlo, ya había transcurrido casi un año desde la última vez que la vi, así que era obvio que tarde o temprano pasaría uno de mis mayores temores; llegar a olvidarla. Lamentablemente, eso ya había comenzado ya que ya no estaba siendo capaz de poder recordar por completo sus facciones o siquiera el sonido de su voz. 

—Ha...—suspiré.

Hace tiempo que no me sentía tan miserable.

Sin mucho interés deslicé mi mirada por el lugar notando como los elfos comenzaban a conversar entre sí, posiblemente platicando que adorno era mejor para la puerta de sus hogares. No me importaba en verdad la decoración en el lugar, así que continué observando el panorama hasta que una cabellera verdosa llamó mi atención. Aún cuando realmente no había sido mi intención, no pude evitar el centrarme en Bom notando como ella caminaba al lado de su padre; ambos parecían estar teniendo una conversación agradable ya que ella sonreía ampliamente mientras que él mantenía un rostro apacible tan distinto a lo que yo había estado viviendo desde que puse un pie en este lugar. Bien... no lo iba a negar, Bom era un ser hermoso, algo que entendería perfectamente si lo leía de algún libro de fantasía, era tan bonita que cualquier ser humano caería rendido a sus pies con tan solo una orden de su parte, pero aún teniendo en cuenta eso, yo no sentía nada por ella. Me mantuve en mi sitio observando con atención como ellos rápidamente se hicieron de notar ya que los elfos de su alrededor no dudaban en detener sus actividades para hacer una perfecta reverencia en señal de devoción. Mierda... ¿Realmente no hay manera?, me cuestioné al comprender que, lamentablemente para Bom, no había forma de que yo decidiera casarme con ella por voluntad propia.

Bruscamente el aliento quedó atrapado en mi garganta en el instante que noté como ella alzaba su mentón buscando algo entre los árboles para luego simplemente girarse consiguiendo con bastante facilidad encontrarse a través de la ventana con mis ojos color vino. Impulsivamente di un paso hacia atrás sintiéndome realmente sorprendida por aquel repentino movimiento por su parte, pero... ¿Qué carajos fue eso? Pensé a la vez que me llevaba una de mis manos contra mi pecho sintiendo la fuerza con la que estaba latiendo mi asustado corazón. Francamente, no esperaba que ella lograra atraparme en el acto, que tan perspicaz era para sentir mi mirada, pensé mientras que me inclinaba viendo nuevamente por la ventana como ella me seguía observando como si hubiese esperado que volviera darle un vistazo. Esta vez, cuando nuestros ojos se encontraron no dudó en bríndame una sonrisa que a cualquier otra persona flecharía de inmediato, pero que en mi tan solo causó un extraño sentimiento de remordimiento. Sin querer admitir que lo estaba haciendo por obligación le devolví la sonrisa provocando que ella simplemente me viera con sorpresa mientras que sus mejillas lentamente comenzaban a sonrojarse, ¿Qué le sucede? Me cuestioné viendo atentamente la forma en que ella agachaba su cabeza mirando esta vez la punta de su zapatos, ¿Qué fue eso? Realmente no era capaz de entenderla.

Sooyoung, decidí llamar a mi espíritu mientras que daba un paso hacía atrás, ¿Sooyoung? Volví a llamarla notando como ella no parecía querer responder. Impulsivamente me llevé mi mano contra mi cabello revolviendo mi corta melena ante la ansiedad que recorría mi espina dorsal por culpa de su silencio. No quise pensar en ello la primera vez que la llamé, pero desde que Mina luchó con los elfos que no tenía noticia de mis espíritus. Me estaba volviendo ansiosa. ¿Chaeyoung? Decidí llamar al más pequeño, pero al igual que el espíritu de alto rango, este tampoco parecía querer darme señales de vida. Están bien, ¿verdad? y eso era lo único que me importaba, tan solo quería que me dijeran que todo estaba realmente bien, aún si eso era una mentira.

Tuve que dejar de buscar a mis espíritus ya que la puerta crujió consiguiendo llamar mi atención. Con cierta brusquedad giré mi rostro en dirección de donde había provenido el sonido notando como el pestillo de la puerta se movía en señal de que alguien intentaba ingresar. De forma instintiva deslicé mi mano por mi torso agarrando con fuerza la empuñadura de mi espada dispuesta en sacarla en caso de que fuese estrictamente necesario el tener que defenderme. Mantuve mi atención completamente fija en la puerta consiguiendo ver cómo, con cierta rapidez una cabellera verdosa idéntica a la de Bom comenzaba a asomarse desde la entrada consiguiendo que yo lentamente me tranquilizara al reconocer al anciano Jeonsa quién entraba. El hombre me miró como si estuviese pidiendo disculpa mientras que yo simplemente posaba ambas manos detrás de la espalda como si mi cuerpo estuviese recordando los años en el ejército, lo hice sin siquiera darme cuenta de ello, quizás era debido por la sensación que él me transmitía como si estuviese en presencia de un comandante en jefe, un hombre tan poderoso que merecía mi absoluto respeto aún cuando él no lo había pedido. Al parecer, se percató de mi actitud ya que no dudó en soltar una suave carcajada que desconcertaba por completo la imagen que tenía de él. 

—Humano... relájate—ordenó a la vez que, con cierta tranquilidad decidía dar un paso hacia el interior del lugar para poder cerrar con calma la puerta detrás de él, en señal de querer estar a solas conmigo—simplemente vengo a ver en que estado se encuentra tu núcleo—admitió mientras que se remangaba las mangas dejando sus brazos expuestos a la vista. Yo no dije nada, tan solo me mantuve en mi sitio con mis ojos fijos en cada paso que daba hacia mi dirección—¿Cómo te has sentido? —preguntó acortando cada vez la distancia entre ambos, demostrando un genuino interés que fácilmente me desconcertaba. 

Sí debía ser sincera al respecto, no confiaba en él, pero sabía que, de momento, era el único ser capaz de poder darme las respuestas que durante tanto tiempo estuve buscando, así que simplemente continué en mi sitio observando lo relajado que él se veía. 

—No sé si esto esta relacionado, pero no he podido comunicarme con mis espíritus—confesé mientras que veía como él se colocaba frente de mí. Se mantuvo en un completo silencio escuchando mis palabras. Yo continué estando quieta observando cómo, sin siquiera preguntar tomaba la decisión de estirar su mano para presionar su caliente palma contra la boca de mi estómago consiguiendo que yo tensara los hombros ante ese repentino movimiento—¿Ellas están bien... verdad? —pregunté notando como él no decía nada al respecto, tan solo fruncía su ceño manteniendo sus ojos fijos en lo que estaba sucediendo por sobre mi hombro derecho como si fuese incapaz de poder hacerme frente—¿No las he lastimado, cierto? —seguía haciendo preguntas esperanzada en recibir una respuesta clara por su parte. 

—Bueno... el espíritu de bajo rango esta dormitando en tu núcleo—aclaró consiguiendo que yo frunciera el ceño al no ser capaz de comprender a lo que se estaba refiriendo con "Dormitando"—...—en silencio alejó su mano de mi vientre para luego simplemente arreglar sus mangas dejándolas como anteriormente habían estado mientras que sus ojos en ningún momento fueron capaces de poder centrarse en los míos lo que me daba entender que realmente estaba haciendo todo lo posible por no hacerme frente—bueno...—a simple vista parecía estar incómodo, lo que hacía que yo me incomodara aún más—¿Quieres la verd...

—Solo ve al grano—le interrumpí de manera tosca consiguiendo que él simplemente soltase un pesado suspiro como si hubiese estado conteniéndolo durante largas horas—...—me quedé en silencio mientras que me cruzaba de brazos observando atentamente la forma en que él se rascaba la barbilla como si estuviese frustrado de no haber conseguido con existo el poder distraerme. 

—Bueno... en simples palabras, en estos momentos la energía de tu núcleo es mucho más poderosa que tu espíritu así que este lentamente lo está devorando—confesó provocando que yo simplemente frunciera el ceño mientras que parpadeaba realmente confundida, ¿Qué? Fue todo lo que pude pensar al tratar de entender sus palabras—por lo que pude sentir el espíritu ha sido inducido al coma para poder gastar la menor cantidad de energía—el hecho de que estuviese siendo sincero con respecto al estado en que estaba Chaeyoung me colocaba más nerviosa que su simple silencio. 

—¿Disculpa? —cuestioné tras unos segundos de estar completamente en silencio. Por impulso di un paso hacia su dirección notando como él daba uno hacia atrás acompañado por la forma en que sus ojos seguían evitándome—¿Qué has dicho? —pregunté creyendo el haber escuchado mal, pero ante la forma en que él simplemente parecía estar esquivándome supe que no había oído mal—espera... ¿Estas diciendo que yo la estoy matando? —no pude evitar el sonar aturdida mientras que la ansiedad golpeaba violentamente mi cabeza, ¿Estaba lastimando a Chaeyoung? No podía creerlo, pero ante la forma en que él seguía en silencio supe que esa parecía ser mi nueva realidad—no... no puede ser posible—murmuré llevándome mi mano contra mi frente. 

—No lo veas de esa forma—pidió mientras que yo podía sentir la fuerza con la que estaba latiendo mi corazón. Me sentía culpable, y no podía quitarme de la cabeza por más que lo intentaba la sensación de que estaba nuevamente causando la muerte a otro de mis seres más preciados—como espíritu solo esta cumpliendo su cometido—aclaró consiguiendo que la sangre en mi interior burbujeara ante la ira que me había causado el oír sus palabras. 

—¿Tan solo está cumpliendo su cometido? —no pude evitar el sonar molesta al escuchar la indiferencia en sus palabras mientras que podía sentir como las venas sobresalían de mi garganta en señal de estar realmente enfurecida—¿Estas tratando de decirme que es normal que sacrifiqué su vida? ¿Esa mierda me estas diciendo? —realmente estaba molesta mientras que apretaba con fuerza mis puños haciendo todo lo posible por no abalanzarme contra su rostro. Francamente, la única razón por la que no estaba tratando de golpearlo se debía netamente por el hecho de que era consciente de que podría fácilmente matarme.

—No quise que sonase de esa manera—aclaró tratando de arreglar la situación, ¿Pero que esperaba que sucediera luego de decirlo tan fríamente? Me pregunté viendo lo incómodo que se veía, acabas de hablar como si los espíritus no fueran la gran cosa, y quizás eso era lo que realmente me sorprendió más—solo trato de decir que la gran mayoría de espíritus de bajo rango no suelen sobrevivir ya que se sacrifican por el bien de sus dueños—comentó tratando de explicarme la situación, pero no había forma de que yo pudiese aceptarlo, ¿Cómo se supone que podría vivir sabiendo que consumí a mi propio bebé?, francamente, prefería matarme antes de estar en esa posición. 

—¿Hay alguna forma de que ella no deba sacrificarse por mí? —pregunté tras unos minutos de estar en un completo silencio. Francamente, hice todo lo posible para poder mantener la calma. Yo era completamente consciente de que el volverme loca no arreglaría la situación en la que me encontraba así que decidí simplemente tomar una buena bocanada de aire inflando mi pecho para luego expulsarlo por mi boca mientras que llevaba una de mis manos hacia mi estómago presionando mi palma sobre el núcleo para sentir el insano poder que fluía por debajo de mi piel—haré lo que sea necesario para mantenerla con vida, así que no importa que tan descabellada sea tu idea, la aceptaré sin siquiera dudarlo—confesé viendo como él continuaba rascándose el mentón para luego simplemente soltar un pesado suspiro.

—Bueno...—murmuró colocando sus dos manos a cada costado de su cintura—existe una manera—confesó consiguiendo que yo lo mirara fijamente mientras que él simplemente miraba el suelo tratando de simplemente no encontrarse con mis fríos ojos—...—se quedó en silencio observando el contorno de sus zapatos hasta que no le quedó de otra más que alzar la mirada encontrándose por fin con mis ojos—es una técnica que solo una vez he visto que tuviera éxito... generalmente mueren antes de terminar el tratamiento—aclaró quizás esperando que yo cambiara de opinión, pero en vez de eso, simplemente me mantuve firme con mis ojos aún fijos en su incómoda expresión—la técnica se llama Propellentibus core ad terminum... en simples palabras quiere decir que voy a llevar tu núcleo a límites inhumanos—confesó viéndose realmente preocupado por que las cosas llegasen a salir mal—en sí... se trata de un técnica para arreglar los núcleos desviados, generalmente las personas con estas condiciones deben ser amarradas para ser sometidas a grandes cantidades de flujos de maná.

—¿Qué es lo que me podría llegar a suceder si no soy capaz de soportarlo? —pregunté más por curiosidad que por estar preocupada—¿Moriría de inmediato? —seguí haciendo preguntas viendo como él parecía estar tomándose realmente en serio lo que podría llegar a pasarme si es que esta mágica técnica llegase a salir mal. 

No dijo nada durante los primeros segundos, como si estuviese pensando bien que palabras utilizar para tratar de explicarme las consecuencias que traería el realizar incorrectamente esta técnica.

—En palabras simples... tu núcleo explotaría—confesó haciendo que yo simplemente apretara mis labios para luego asentir lentamente con mi cabeza—será un muerte horrible... generalmente llevan bien las primera cinco sesiones, pero a la sexta comienzan a evidenciarse los primeros sangrados, a la séptima el cuerpo simplemente rechaza el maná ajeno con espasmos y convulsiones... el que más duró fue un niño de no más de once años, él tuvo veinte sesiones... pero en verdad, a la dieciocho ya estaba casi muerto—parecía hablar bajo una estela de arrepentimiento mientras que yo simplemente lo escuchaba en silencio, ¿Por qué llevarían tan lejos ese experimento? Me cuestioné viendo como él hacia todo lo posible por mantenerse tranquilo—no estoy orgulloso de lo que mi padre y abuelo hicieron en su momento, pero entiendo el por qué llegarían tan lejos—aclaró provocando que yo mantuviera aún mi mano sobre mi abdomen—si realmente estás de acuerdo con esto, entonces comenzaré llevando al limite tu cuerpo para que así tu núcleo pueda manejar de mejor manera mi maná—al parecer ya había creado un plan en su mente de como iba a realizar las cosas, así que yo solo asentí con mi cabeza—...—volvió a quedarse en silencio, con sus ojos simplemente fijos en mi tranquila expresión—¿Realmente quieres hacerlo?.

—Estar o no de acuerdo... ¿Eso realmente importa en estos momentos? —repliqué manteniendo en todo momento mis ojos fijos en su intranquila expresión—si rechazo esta oportunidad Chaeyoung morirá... ¿Y luego qué? Ella es la que mantiene mi núcleo estable—aclaré manteniendo aun mi mano sobre mi vientre sintiendo la fuerza con que las energías se movía sobre mi inestable núcleo—francamente... de todas formas voy a morir, así que la pregunta real es... ¿Quiero morir así sin más? ¿O voy a luchar para por lo menos morir con la satisfacción de haber mantenido con vida a Chaeyoung? —cuestioné consiguiendo que él me viera con sorpresa—haga lo que tenga que hacer... estoy preparada para llevar mi cuerpo al máximo.

—Eres una niña... ni siquiera pareces haber cumplido tu mayoría de edad, pero actúas como si ya fueras un adulto hecho y derecho—comentó visiblemente desconcertado por mi forma de actuar provocando que yo simplemente frunciera el ceño sorprendida por notarlo confundido. ¿De verdad está hablando en serio? No puede evitar el cuestionarme si él realmente estaba confundido o simplemente fingía el hacerlo, pero al notar que el desconcierto era real no dudé en soltar un pesado suspiro.

—¿Realmente no lo sabes? —pregunté observando como él en verdad parecía estar confundido por mi extraño comportamiento—¿Acaso olvidó el hecho de que me llamó humano de retorno? —cuestioné manteniendo aún toda mi atención en sus aturdidas facciones, ¿Realmente lo olvidó o solo se esta haciendo el idiota? Era una pregunta sincera, pero creí que no sería correcto el decirla a viva voz, así que solo me la guardé—ha... creí que daría por sentado el hecho de que no tengo la edad que aparento—admití a la vez que me encogía de hombros tratando de restarle importancia al asunto—soy mayor de edad, no se fije en mi aspecto—pedí manteniendo mi atención en la forma que asentía con su cabeza—en fin... ¿Tiene otra duda?.

—¿Cómo entraste en ese cuerpo? —.

—No lo sé—rápidamente respondí notando como él entrecerraba sus párpados como si no estuviese creyendo del todo mis palabras—realmente no tengo ni la menor idea—admití esperanzada de que realmente creyera en mi—así que no podría darle una explicación clara de como lo hice... si es que lo hice por mi propia cuenta, claro está—aclaré mientras que me llevaba mi mano libre contra mi nuca rascándome suavemente en esa zona—en fin... ¿Cuándo comenzaremos con el entrenamiento? —pregunté regresando al tema principal notando como él parecía también enfocarse en lo que realmente nos importaba.

—Diría de inmediato, pero no creo que Joohyun esté de acuerdo con esto así que podríamos comenzar después del matrimonio, ¿Qué te parece? —cuestionó causando que yo sintiera mi estómago realmente pesado ante las palabras que él había utilizado por el pronto vinculo entre yo y su nieta—estamos frente a un caso especial, así que estaría bien comenzar dentro de unas... ¿Dos semanas o tal vez en menos? —preguntó esperando mi opinión con respecto al tema que estábamos tratando, pero yo simplemente no podía dejar de pensar como él podía estar aparentando tanta tranquilidad con respecto al destino de su nieta; a simple vista parecía estar a favor con la idea de que yo tomase la mano de su nieta como futura esposa aun cuando debía ser más que consciente del poco interés de mi parte por este nuevo vinculo—... ¿Sucede algo? —preguntó al notar la manera en que yo esquivaba su mirada.

—...—solo por un segundo estuve tentada en mantenerme en silencio porque sabía que realmente no era de mi incumbencia el preguntar si él estaba o no a favor a la pronta unión que habría en el pueblo élfico, pero mi curiosidad era grande, así que no pude evitar el abrir nuevamente de mi boca—... ¿Por qué... ¿Por qué no pareces estar en contra de mi matrimonio con su nieta? —cuestioné notando como él simplemente se rascaba la nuca en señal de evidente incomodidad—como su abuelo... ¿No debería querer lo mejor para su nieta? —seguí preguntando manteniendo la ferviente esperanza de que él cambiara de idea aún cuando sabía que las posibilidades de poder romper el matrimonio eran cada vez más escasas por no decir literalmente nulas.

—Ha...—el hombre suspiró mientras que se sentaba en el borde de la cama que anteriormente yo había estado recostada indicando con esa simple acción que no tenía ninguna intención de querer marcharse. Él al darse cuenta de que yo no parecía querer acercarme, simplemente presionó su palma contra el colchón dándole una que otra palmada en señal de que me animara a tomar asiento a su lado—ven—pidió al notar que yo realmente no parecía querer moverme de mi sitio—ha...—volvió a suspirar presionando esta vez sus dos manos sobre el borde del colchón, como si hubiese comprendido que yo no me acercaría—no me gusta la idea de que mi nieta se case con un humano—confesó consiguiendo que yo elevara una de mis cejas visiblemente sorprendida por aquella audaz respuesta—pero los elfos nos guiamos por la fuerza y de momento tu eres el ser más fuerte entre todos los demás candidatos—¿Acaso me está jodiendo? Pensé sin poder creer que la única razón por la cual él no estaba deteniendo este matrimonio se debía netamente por mi fuerza—aunque... debo aclarar que, si Joohyun realmente no hubiese querido el matrimonio, entonces ella hubiese acabado con el compromiso de la misma forma que lo hizo con Yixing—parecía estar hablando en serio, así que yo simplemente me quedé en silencio—así que realmente no debería ser yo a quién le estuvieses haciendo este tipo de preguntas.

—¿A qué se refiere? —cuestioné sin poder entender muy bien su insinuación.

—No quieres casarte con ella, ¿Verdad? —me preguntó consiguiendo que yo lo mirase directamente a los ojos, ¿Tan notoria soy? Me cuestioné sintiéndome ansiosa de que Bom se hubiese percatado de mi evidente rechazo—¿No quieres casarte porque no la amas o porque alguien más está ocupando tu corazón? —cuestionó consiguiendo que sus palabras me golpearan con fuerza en el pecho dejándome durante unos escasos segundo sin ningún tipo de aliento—¿Y bien?.

—...—me quedé en silencio durante unos momentos tratando de pensar que debía responder. Sabía que perfectamente podía hablar de Nayeon y lo mucho que dolía recordarla, pero era consciente de que su muerte solo sería una excusa para lo que estaba viviendo ahora, y en verdad, no quería que él fuese consciente de mi única debilidad, así que traté de pensar en otra cosa que pudiese utilizar a mi favor—no estoy preparada para amar a nadie más—admití provocando que él simplemente se me quedara viendo hasta soltar una suave carcajada lo que realmente me llegó a desconcertar—no pienso amar a su nieta... pero si debo casarme con ella, entonces me haré responsable de eso—aclaré manteniendo mis ojos fijos en la forma en que asentía con su cabeza, como si estuviese a favor de eso.

—¿Sabes? —preguntó mientras que miraba hacia el techo—yo también me casé por obligación—aclaró consiguiendo que yo continuara mirándolo sin estar realmente sorprendida por sus palabras—y a diferencia de Joohyun yo no podía simplemente romper el matrimonio—eso si que me sorprendió, esperaba que, como hombre tuviese más beneficios por el simple hecho de nacer con ese género de lo que tendría Bom—así que tuve que estar a su lado por casi cuarenta años. No lo voy a negar, los primeros años fueron realmente difícil el estar a su lado porque ella... bueno, esa mujer era prácticamente indomable, yo no podía entenderla, parecía querer vivir su vida sin mi y eso me desconcertaba porque fui criado con la idea de que la mujer sirve para ser mi base, no mi compañera con iguales beneficios—hablaba como si estuviese describiendo una mujer digna de mi época, lo que me sorprendió una más, así que decidí simplemente mirarlo en silencio—ahora que lo pienso... Joohyun salió a su abuela... quizás por eso la dejo hacer lo que quiera—confesó sonriendo como si estuviese recordando algo que lo hacía plenamente feliz—me tomó cuarenta años el darme cuenta de que la amaba, y solo pasó porque la vi morir a manos de los humanos—la sangre bruscamente bajó a mis pies al oírlo, así que por impulso di un paso hacia atrás sintiéndome estúpidamente culpable por algo que claramente no había cometido—¿Irónico, no? Dejaré que mi preciosa nieta, la única niña idéntica a mi esposa se quede al lado de un humano... la misma raza que acabó a quién más amé.

—Yo...

—Ni se te ocurra disculparte... fue hace veinte años—aclaró moviendo su mano en el aire como si estuviese tratando de restarle importancia a lo que había sucedido—no tiene sentido que te disculpes cuando ni siquiera habías nacido—comentó con tranquilidad, pero aun cuando él parecía estar calmado con respecto a lo que sucedió con su esposa, yo no podía dejar de sentirme incómoda ante la repentina culpa que sacudía mi sistema—lo que quiero decir... es que solo debí perderla para entender que realmente la amaba, así que mocosa no seas tonta, y no te encierres en un... jamás la amaré—pidió mientras que sus ojos por fin se encontraban con los míos—claro esta... esta solo es la opinión de un anciano tonto, aun no has oído la amenaza del padre de la novia... espero que tengas los pantalones bien puesto cuando ese momento llegue—finalizó sin antes soltar otra pequeña carcajada como si estuviese imaginando lo que ocurriría.

—Puede que no la ame, pero eso no significa que no haré todo lo posible para serla feliz—aclaré aceptando el hecho de que ya no podía simplemente huir como lo hubiese hecho en el pasado—...—en silencio tragué saliva recordando vagamente mi tonto comportamiento al tratar de romper mi compromiso con Nayeon. Había sido un error, del cual en gran parte me arrepentía, pero como era obvio, ya no se podía cambiar las cosas, así que por lo menos trataría de no repetir mis mismos errores—me haré responsable de ella y velare por su seguridad como si fuese lo más preciado que tengo—confesé inclinando suavemente mi cabeza en señal de aceptación mientras que podía sentir sus ojos fijos en mi coronilla—haré todo lo que esté a mi alcance para que ella no se arrepienta de la decisión que tomó, y me voy a asegurar de que jamás salga lastimada.

—Esas son palabras con mucho peso... ¿Eres consciente de eso Sharon? —cuestionó una voz femenina desde atrás consiguiendo que yo rápidamente me enderezara para poder girar mi rostro. La voz quedó atrapada en mi garganta al notar a Bom en el marco de la puerta con su padre y madre detrás de ella; los tres mirándome fijamente—¿Realmente te harás cargo de mí? —cuestionó consiguiendo que yo simplemente tragara saliva.

Podía negarme. Ahora que lo tenía frente a mi podía simplemente ser sincera y acabar de una buena vez con esto, pero mi cuerpo se sentía pesado, como si Mina estuviese de alguna manera tratando nuevamente de dominar mis acciones.

—Sí.

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