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En un bucle.

Recomendación: Silverberg / Gettin Wild.  

Narrador omnisciente.

Mina se quedó completamente quieta sintiendo la fuerza con la que estaba galopando su asustado corazón mientras que, sus ansiosos ojos idénticos a las gemas de rubí veían la forma en que Sooyoung sin siquiera pronunciar palabras tomaba la decisión de colocarse de pie, como si de alguna manera, con tan solo realizar ese movimiento estuviera avisando que ya no había vuelta atrás. Las preguntas del por qué ella parecía querer marcharse de su lado bombeaban sin cesar en el interior de su cabeza, al punto de que comenzaban a generarle una genuina jaqueca, pero a pesar de que lo intentó, las preguntas no parecían querer abandonar su garganta; ella no lo sabía a ciencia cierta, pero al parecer le causaba pavor la idea de escucharla admitir que la dejaría. Mina estaba ansiosa, la simple idea de volver a perder a alguien importante para ella la abrumaba al punto de que sus manos se sacudían sin parar, Sooyoung pudo percatarse de ese impulsivo movimiento en sus extremidades superiores, pero aún cuando era evidente su ataque de ansiedad, no parecía querer cambiar de opinión. No puedo dejarla ir, sus pensamientos egoístas y autodestructivos salieron a relucir mientras que ella instintivamente se colocaba de pie demostrando con esa simple acción que, por lo menos iba a dar pelea antes de dejarla marcharse. 

—¿Qué hice mal?—preguntó la pelinegra con una evidente ansiedad corriendo violentamente a través de sus bonitos ojos. Se mantuvo en su sitio observando como el espíritu tan solo suspiraba—...—se quedó en silencio dando un paso hacia su dirección sintiendo como las manos no dejaban de temblar—¿En qué me equivoqué?—continuó preguntando mientras que tomaba la decisión de rodear la cama sin importarle el sentir el malestar en la planta de sus pies—¿Acaso se debe porque sigo siendo débil?—la ansiedad en sus palabras la abrumaban, Sooyoung logró sentir genuina lastima por ella—¡SOOYOUNG!. 

La mencionada se quedó en un completo silencio durante los primeros segundos, tan solo observando como Mina parecía estar perdiendo el control de sus propias emociones.

—Soy un espíritu de alto rango—comentó como si estuviese tratando de justificar su extraño comportamiento provocando que Mina simplemente se detuviera al quedar frente suyo, siendo completamente incapaz de siquiera poder tocarla—...—en silencio observó sus ojos, aquel humano parecía realmente asustado, pero a pesar de que ella podía sentir su ansiedad y pavor mediante la conexión del contrato entre ambas, no era suficiente como para poder arreglar lo que ella ya había roto por mero egoísmo—tengo más espíritus a mi cuidado y los he dejado abandonados solo para poder mantenerte con vida, pero ahora que estas en las tierras élficas ya no hay más razones para continuar a tu lado—parecía estar hablando con sinceridad aún cuando desviaba la mirada hacia otra dirección. Mina se quedó en silencio, no sabía que decir como para poder debatir, pero aún cuando la estaba escuchando no podía controlar el evidente malestar alojado en su pecho; ella se había encariñado con Sooyoung—he dejado a Chaeyoung estable, y Jeonsa se encargará de que tu núcleo no pierda nuevamente el control, así que no tienes nada de qué preocuparte—confesó mientras que daba un paso hacia el lado queriendo marcharse.

—¿Realmente romperás el contrato?—cuestionó la pelinegra a la vez que apretaba sus puños sintiéndose realmente miserable por lo que estaba sucediendo—¿De verdad lo harás?—preguntó esta vez alzando su mentón permitiendo que sus ojos rojizos se encontraran directamente con los ajenos. 

Nuevamente Sooyoung se quedó en silencio, parecía no ser capaz de poder responder a sus dudas, o tal vez, simplemente no quería hacerlo: francamente, Mina no era capaz de entenderla aún cuando estaban vinculadas por un contrato. Al final, la pelirroja con calma decidió estirar sus manos, la contraria no tuvo tiempo de reaccionar cuando su rostro ya había sido firmemente sostenido por sus delgados dedos. Mina, al darse cuenta del calor que desprendía sus palmas contra su piel, instintivamente trató de retroceder porque sabía lo que ella estaba a punto de realizar y no le iba a dar oportunidad de seguir aprovechándose, mucho menos ahora que se iba de su lado. El corazón violentamente comenzó a latir en el interior de su pecho, Mina hizo todo lo posible por huir aún cuando sabía que las posibilidades de lograrlo eran prácticamente nulas: no se equivocó, a pesar de que lo intentó, no pudo ir en contra de su fuerza, así que simplemente cambió de opinión quedándose completamente quieta en su sitio con sus ojos fijos en la forma en que la pelirroja simplemente se le había quedado viendo, como si estuviese esperando que ella mantuviera la calma para realizar su siguiente acción. Mina jadeó sintiendo el corazón bombeando alrededor de su garganta, la ansiedad la acariciaba maliciosamente la espalda mientras que podía sentir como el rostro de Sooyoung lograba estar lo suficientemente cerca para mezclar su caliente aliento con el suyo, ¿Por qué sigues haciendo lo que quieres? pensó la muchacha observando como su acompañante en vez de verse ofendida tan solo sonreía, ¿Huh? no tuvo tiempo de poder decir algo cuando la boca del espíritu ya se había presionado contra sus labios. 

Al principio fue un mero contacto de cerezos, Sooyoung en silencio se alejó un par de centímetros permitiendo que Mina fuese capaz de tomar una buena bocanada de aire, queriendo de esa forma poder retener el aliento, su acompañante al darse cuenta de lo que había hecho no dudó en volver a inclinarse presionando sus labios sobre los suyos, pero esta vez sin ánimos de querer dejarla ir. A diferencia de las anteriores veces en que su boca logró tener un contacto directo con la del espíritu, en esta ocasión, la pelirroja parecía querer asegurarse por todos los medios que Mina jamás lograra olvidarla, moviendo lentamente sus labios, consiguiendo sin mucho esfuerzo erizar los vellos de la nuca de su acompañante mientras que sus dedos se deslizaban hasta agarrar toscamente de su nuca, como si le estuviese tratando de decir con tan solo su tacto que no tratara de huir. Mina instintivamente amplió sus párpados al sentir esa lengua deslizándose como si de una serpiente se tratase en el interior de su boca, por mero impulso trató de dar un paso hacia atrás, pero el espíritu era posesivo, así que no dudó en agarra fuertemente de su cintura expuesta, impidiendo de esa forma que tuviese siquiera el pensamiento de querer huir. 

Sooyoung la besó durante unos prolongados minutos que hasta casi le llegan a quitar el aliento, durante ese tiempo Mina fue capaz de sentir como su acompañante lentamente estaba absorbiendo gran parte de su maná, al parecer, quería dejarla inconsciente, tal vez, solo para no tener que seguir escuchando las preguntas de la humana. Impulsivamente la pelinegra trató de retroceder presionando sus palmas sobre los hombros de su acompañante, pero Sooyoung era un espíritu fuerte, más fuerte que cualquiera del imperio élfico, así que fácilmente la chica se las arregló para agarrarla desde los muslos al punto de ser capaz de levantarla. Mina amplió sus párpados al sentir como su espalda se adhería contra el colchón que anteriormente estuvo recostada, ¿Qué estás haciendo? pensó por instinto mientras que sentía como Sooyoung sin siquiera explicar el por qué de sus acciones decidía presionar sus palma contra la boca de su estómago mandando ondas de calor que enrojecieron por completo el rostro de la mortal. 

Mina, utilizando toda su fuerza volvió a presionar sus manos sobre los delgados hombros de su acompañante queriendo poder alejarla aunque fuese un poco: se sentía sofocada. 

—S~Sooyoung...—le llamó por sobre su boca mientras que sentía como el maná restante comenzaba a hacer estragos en el interior de su boca—b~basta...—suplicó llevando esta vez las manos contra los labios de la chica—...—se quedó en un completo silencio observando como la pelirroja se le había quedado viendo con sus labios completamente sellados ante la presión de sus falanges—S~Sooyoung...

"Lo siento Mina... pero no es contigo con quién debo hablar, así que por favor, descansa".

¿Eh? pensó la chica sin ser capaz de entender a que se estaba refiriendo mientras que veía como el espíritu, el cual había confiado plenamente ahora parecía estar traicionándola ejerciendo más presión contra su núcleo consiguiendo de esa manera el poder drenar casi por completo el maná de su cuerpo, m~me vas a matar... pensó la joven con los dientes completamente apretados. Lentamente la vista comenzó a nublarse, ya no era capaz de ver a su alrededor, así que decidió enfocarse netamente en la pelirroja notando sus ojos rojizos llenos de ansiedad y arrepentimiento, ¿Por qué pareces tan dolida? se cuestionó más para si misma que para ella, instintivamente trató de estirar su mano, pero Sooyoung tan solo agarró el dorso de su extremidad llevando sus dedos contra su propia boca como si estuviese tratando de esa forma disculparse. 

S~Sooyoung... ese fue su ultimo pensamiento antes de perder por completo el conocimiento.

El espíritu se quedó en silencio mientras que soltaba la mano de su acompañante notando como esta caía en seco contra el colchón. Se sentía culpable, así que instintivamente comenzó a morderse el labio inferior queriendo por lo menos lastimarse de esa forma.

—Lo siento... prometo que voy a explicarlo—murmuró a la vez que se inclinaba presionando sus labios sobre la frente de la inconsciente mujer. 

La pelirroja al darse cuenta como el cabello negro carbón de Mina lentamente comenzaba a desaparecer dejando tan solo ese rubio brillante que observó el primer día que la conoció supo que había conseguido drenar por completo el poder que en su momento le había brindado, por ende, el contrato había finalizado, no dejaré que te duela, pensó mientras que se volvía a inclinar presionando sus dedos sobre su núcleo siendo completamente consciente de lo mentalmente doloroso que sería para ella ante la perdida de unión, Chaeyoung te cuidará bien... te lo prometo, y estaba hablando en serio, aún cuando sabía que Mina en esta ocasión no podría escucharla. Decidió alejar su mano en el instante que notó como la expresión de su humana se relajaba. Ahora, solo era cuestión de segundos para que apareciera, así que echó un poco más atrás tratando de mantener su distancia de ese monstruo. Rápidamente su cuerpo se tensó en el momento que notó como Mina tras unos segundos de estar completamente inconsciente decidía lentamente abrir sus párpados observando con cierta confusión a su alrededor, pero Sooyoung no era un ser fácil de engañar: ella sabía a la perfección que esa no era su humano. 

La rubia la observó durante unos segundos en un completo silencio, parecía querer decir algo, pero al notar la expresión que realizó el espíritu demostrando una evidente irritación por su presencia, decidió simplemente soltar una pesada carcajada que erizó los vellos de la nuca de su acompañante. 

—¿Decepcionada?—cuestionó Sharon con tranquilidad mientras que se acomodaba en el colchón hasta conseguir presionar su espalda contra el respaldo de la cama—mmmh—fue todo lo que dijo a la vez que se llevaba ambas manos detrás de su nuca. No parecía tener un interés real por Sooyoung ya que se dedicó a mirar a su alrededor—¿Al final este cuerpo se casará con ese ser inferior?—preguntó regresando su atención a la pelirroja quién la seguía viendo sin emoción—¿Qué?—cuestionó sonriendo con burla—¿Acaso te molesta?.

—¿A que estas jugando?—cuestionó Sooyoung mientras que se inclinaba presionando sus palmas sobre el colchón provocando que la rubia tan solo la mirara de arriba hacia abajo como si estuviese disfrutando de esa manera la vista seductora que el espíritu poseía por simple naturaleza—¿Por qué estas desequilibrando el núcleo de Mina?—siguió preguntando provocando que su contrincante dejase de sonreír para mirarla con seriedad: ella no parecía estar feliz ante el hecho de ser reprochada por su manera de actuar—¿Qué pretendes maldito demonio?—estaba realmente molesta, y Sharon pudo darse cuenta de ese pequeño detalle. Impulsivamente la chica elevó su comisura, era consciente de la facilidad que tenía para sacar de quicio a las personas así que instintivamente se inclinó presionando su dedo maliciosamente sobre su mentón—no me toques—ordenó girando su rostro para poder perder rapidamente el contacto de su piel con la ajena.

—Aigo~... pero si te mueres porque estas manos te toquen—comento la rubia mientras que movía sus manos en el aire—o quizás.... ¿Solo quieres ser tocada por la plebeya?—cuestionó elevando una de sus cejas consiguiendo de que fuese turno de Sooyoung de quedarse abruptamente en silencio, como si no hubiese esperado ese ataque por su parte—....—se quedó en silencio durante unos segundos, simplemente observando como la pelirroja huía de su mirada, te tengo, pensó mientras que volvía a presionar su espalda contra el respaldo de su cama—dime una cosa Sooyoung... ¿Tu Rey estuvo de acuerdo con que tu hicieras esto?—preguntó a la vez que se llevaba la rodilla contra el pecho para poder dejar descansando uno de sus antebrazos. La pelirroja al escucharla simplemente atinó a fruncir el ceño, como si no fuese capaz de entender sus palabras aún cuando ella había sido bastante clara—Por dios... no pongas esa cara—pidió como si realmente estuviese preocupada—te aclaro que, a diferencia de la plebeya yo si conozco perfectamente a los espíritus o por lo menos sé más que ella, por ende, soy consciente que hay una ley escrita realizada después de la traición de los humanos hacia ustedes que les prohíbe enamorarse de sus contratistas, bueno... específicamente de los humanos—confesó consiguiendo observar como Sooyoung ampliaba sus párpados, eso quería ver... vamos pierde el control, pensó sonriendo con maldad—¿Qué sucede? ¿Acaso rompiste la única ley que no debías romper?—cuestionó sabiendo perfectamente que tenía la razón—ay no me digas que... ¿Te enamoraste de mí?.

—¿De ti? jamás—respondió abruptamente Sooyoung mientras que seguía repeliendo su mirada.

—Uy... eso dolió—confesó manteniendo una sonrisa burlona, lo que demostraba que realmente no estaba para nada dolida por el evidente rechazo hacia su persona—pero rompiste una ley...—comentó queriendo dejar en evidencia que ella estaba equivocada—para peor rompiste la única que no debías quebrar—insistió como si realmente fuese consciente de la gravedad de sus actos—... fufuf... es cuestion de tiempo para que recibas el castigo—aclaro mientras que jugueteaba con las sábanas como si no estuviese realmente preocupada por eso—dime... ¿Qué te harán?—preguntó por el simple morbo de hacerlo mientras que alzaba su mirada, fácilmente pudo observar la manera en que la pelirroja no parecía estar interesada en su persona, a simple vista daba la sensación de estar preocupada por algo más importante—¿te quitarán tus poderes o acaso te van a desterrar? dicen que es terrible—estaba diciendo cosas al alzar solamente para ver la manera en que ella parecía estar perdiendo la batalla con su ansiedad—o... tal vez... ¿Rompiste el contrato porque el castigo lo iba a recibir este cuerpo?—al parecer le había dado en el blanco ya que Sooyoung violentamente giró su rostro como si se estuviera cuestionando cómo era posible que ella hubiese acertado—oh... ¿Así que es eso?.

—¿Por qué no te mueres de una buena vez?—cuestionó la pelirroja sin tomarse la molestia de ocultar su molestia—...—fue todo lo que dijo durante uno que otro minuto al notar como su acompañante en vez de verse ofendida por la agresividad en sus palabras tan solo sonreía, demostrando de esa forma que su deseo real era simplemente sacarla de sus casillas—Tú...—murmuró al percatarse de la manera en que Sharon había elevado una de sus cejas como si le estuviera incentivando a que preguntara lo que había estado rondando por su cabeza—pude sentir tu poder cuando estuve en el núcleo de Mina... se que era un ser poderoso, quizás más poderoso que cualquier otro humano—no era un halago como tal, pero no pudo evitar causar que la sonrisa en Sharon aumentará tras oír sus palabras—y por ser consciente de tu fuerza hay algo que no puedo entender—confesó manteniendo toda su atención en la forma en que la contraria movía sus cejas como si estuviese verdaderamente interesada—¿Por qué la sigues dejando tener tu cuerpo?—cuestionó yendo directo al grano provocando que la rubia tan solo suspirara—sé que eres más fuerte que ella, así que no tiene sentido el que estés escondidas en la sombra. 

—Bueno... realmente no hay ninguna buena razón por lo cual yo deba responder tu pregunta, pero si te arrodillas y me suplicas quizás me lo piense—confesó por el simple  hecho de ser consciente que eso lastimara el ego del gran espíritu. Estaba preparada para oírla insultandola, hasta se había imaginado la posibilidad de ser golpeada por ella, por ende, no esperaba que la pelirroja dócilmente se levantara de la cama para arrodillarse, indicando con esa simple acción que la plebeya le importaba más de lo que habìa pensado en primer lugar—tu...—tuvo que morderse la lengua para no insultarla al darse cuenta que terminó siendo ella la irritada.

—P~Por f~f~favor...—suplicó con la voz completamente temblorosas. Sharon tuvo que apretar con fuerza de su propia quijada, estaba irritada, verla en ese estado no la había complacido para nada, así que instintivamente miró hacia otra dirección.

Se quedó observando la pared durante uno que otro segundo notando como su acompañante no parecía estar dispuesta en llenar el incómodo silencio que había caído en el interior de la habitación. Por inercia, la humana suspiró mientras que giraba su cuello posando nuevamente su atención en el cuerpo ajeno. 

—...—Sharon continuó estando en un completo silencio observando con cierta irritación e indiferencia como Sooyoung seguía manteniendo su cabeza agachada en señal de haberse rendido por completo. Patética, pensó sin ningún tipo de esfuerzo mientras que se llevaba sus largos y delgados dedos contra su corta, pero sedosa cabellera—el humano atrae a las personas...—confesó mientras que jugueteaba distraídamente con la punta de su cabello—¿No te parece algo curioso?—cuestionó mientras que seguía jugando—toda persona que la conoce termina de una u otra manera enamorada de ella... como si algo o alguien estuviera intencionalmente interfiriendo en sus relaciones—insinuó algo que Sooyoung no fue capaz de comprender. Sharon al notar como había alzado su mirada permitiendo observar sus ojos confundido no dudó en llevarse los dedos a la boca tratando inútilmente de ocultar su sonrisa claramente burlona—fufuf... de todas formas, sea o no a conciencia, me es de utilidad que todo el mundo ame a la plebeya así que no hay motivos reales, por lo cual, yo deba regresar a mi cuerpo—aclaró a la vez que se encogía de hombros, demostrando de esa simple manera que tan solo estaba jugando con las emociones de Mina. Es peligrosa, pensó Sooyoung manteniendo toda su atención en la forma en que Sharon seguía sonriendo—... En fin ¿A qué vino esa pregunta? ¿Acaso te preocupas por mi mascota?.

—¿Para que quieres mas poder?—cuestiono notando como Sharon simplemente mantenía sus ojos fijos en su expresión—¿Cuál es tu finalidad?—siguió preguntando queriendo respuestas reales, pero su acompañante al parecer, no estaba interesada en aclarar específicamente aquellas dudas—... no toques a Mina... ese humano me pertenece—por fin confesó uno de sus pensamientos más oscuros provocando que Sharon tan solo elevará una de sus cejas para luego simplemente suspirar como si estuviese pensando seriamente que las palabras de Sooyoung eran tan solo una mera tontería. 

—¿Por qué haría esa estupidez?—cuestionó la rubia con sus ojos fijos en su expresión, vamos... pierde el control de una buena vez, suplico en sus pensamientos mientras que veía como Sooyoung seguía estando tranquilamente en su posición—es divertido ver su desesperación—confesó disfrutando como sus ojos ardían en rabia—sobre todo cuando desequilibrio su núcleo... verla retorcerse de dolor y como súplica en su mente el querer mori...—guardó abruptamente silencio al notar como Sooyoung incapaz de poder controlar su rabia se colocaba de pie permitiendo que tanto  sus manos como cabello se incendiaran de ese intenso color anaranjado rojizo: ella estaba desbordando su maná—... puff... ¿Qué sucedió? ¿Acaso quieres golpearme?—insinuó al observar como Sooyoung estaba haciendo un gran esfuerzo por no perder el control—no puedes tocarme... amas demasiado este rostro como para hacerle daño—estaba hablando con confianza lo que irritaba más al gran espíritu—en fin... ahora que rompiste el contrato, ¿Por qué no te largas?—atacó consiguiendo que Sooyoung se inclinara—la plebeya cree que la traicionaste... ¿Podrás vivir con ese sentimiento?.

—No me importa, si tengo que usar todo mi poder para sellarte en tu propio núcleo, entonces lo haré—confesó consiguiendo que Sharon bruscamente saltara de la cama al darse cuenta de sus evidentes intenciones—Puede que seas muy poderosa, pero no hay forma que puedas con cuatro personas a la vez—aclaró mientras que las puertas se abrían permitiendo que Sharon bruscamente girara su rostro notando como el Anciano Jeonsa, junto con la Gran Anciana y el espíritu de agua llamado Yujin ingresaban en el lugar impidiendo de esa forma cualquier posibilidad de huida—¿Realmente creíste que era tan fácil hacer arrodillar a un espíritu de alto rango?—cuestiono observando la manera en que la rubia miraba hacia distintas direcciones tratando de poder encontrar la salida, dándose por fin cuenta del hecho de que la habitación no poseía ventanas, maldición, pensó mientras que, por inercia daba un paso hacia atrás.

—Idiotas... si me tocan, me suicidare—confesó provocando que solo Sooyoung se tensara ante la posibilidad de que ella realmente hiciera eso—no pueden encerrarme, no tienen el poder suficiente—aclaro con arrogancia mientras que se llevaba sus dedos contra su propio cuello sorprendiendo a todo el mundo ante la fuerza que comenzó a ejercer dispuesta en acabar con su propia vida. 

—¡Dimittis!—el anciano Jeonsa bramo en alto mientras que estiraba su palma consiguiendo que el cuerpo de Sharon saliera disparado contra la pared. La chica no tuvo tiempo de generar un conjuro para protegerse ante la velocidad de su ataque por ende, no le quedó de otra más que recibir el golpe directo—...—se quedó en silencio al oír el seco sonido de sus huesos reventándose contra el duro concreto—auctus gravitas—realizó otro hechizo observando como el cuerpo de Sharon se hundía contra el suelo impidiendo el poder siquiera moverse. Instintivamente la chica trato de tomar una buena bocanada de aire, pero sus costillas estaban siendo aplastadas así que tan solo pudo toser sintiendo como la sangre empapaba tanto el suelo como su mentón—signatus manus—murmuró al acercarse donde la muchacha consiguiendo que las manos de la rubia violentamente se posaran detrás de su espalda impidiendo de esa forma poder utilizar sus extremidad—...—volvió a quedarse en silencio. Sus ojos fijos en esa cabellera rubia, no tardó en hacer la conexión, era alguien importante, lo sabía porque los humanos con su característica no solían ser plebeyos, pero eso su nieta no debía saberlo de momento, así que instintivamente se inclinó presionando su palma sobre su cabeza—color mutatio in nigrum—recitó en bajo consiguiendo que la cabellera rubia velozmente se oscureciera volviendo al color con el que la conoció—ha...—suspiró a la vez que se colocaba de pie—mi encantamiento no dudará mucho, así que lo que sea que tengan pensado hacer, por favor, sean rápidas—pidió siendo consciente de que tan grande era el potencial de esa extraña humana. 

Fue el turno de la anciana en acercarse mientras que el anciano tan solo retrocedía, sintiéndose por alguna razón incómodo ante la presencia de Sharon. La pelinegra en cambio, no podía moverse aún cuando estaba siendo consciente de lo que ocurría a su alrededor, instintivamente gruñó sintiéndose impotente mientras que la rabia propia de su humillación le causaba un horrible dolor de cabeza. En silencio la gran elfo se arrodillo, a simple vista parecía genuinamente interesada por el evidente instinto asesino que había brotado del cuerpo del humano como si realmente este quisiera acabar con la vida de cada uno de los presentes, no trates de luchar más, pensó a la vez que estiraba su mano presionando sus frías yemas sobre la frente de la contraria. Su cuerpo se tensó violentamente al lograr que su consciencia ingresara en el núcleo ajeno, rápidamente un mundo nuevo se abrió ante sus ojos que la dejó practicamente sin aliento: a unos escasos centímetros de donde se encontraba su cuerpo pudo observar una joven de cabello castaño, atlética y con ropa extraña girando su rostro de un lado hacia el otro mientras que las lágrimas empapaban su polvorientas facciones, se mantuvo en su sitio sin ser capaz de entender lo que estaba gritando con tanto horror, pero se pudo hacer una idea al notar el cuerpo sin vida de un joven alto entre sus brazos. No tardó en comprender que la humana había quedado atrapada en un bucle de un terrible recuerdo y este solo podría llegar a ser quebrado si es que ella comprendía que nada de eso era real, pero para un mero humano con conciencia débil, practicamente era imposible de que lo consiguiera sin que su cordura se perdiera por completo. Rápidamente la situación volvió al principio, la anciana pudo observar como la humana aparecía en medio de un mundo sin vegetación, desde lejos se lograba escuchar sonidos extraños que lograron alertar a la humana, esta velozmente comenzó a correr acompañado de aquellos jadeantes "por favor, no" retumbaban a su alrededor. La anciana logró transportarse hacia donde la castaña se había detenido. La ansiedad era evidente en ella mientras que veía cómo la gente a su alrededor moría sin tener siquiera oportunidad de poder defenderse. 

Aún para ella, quién con su longeva vida proporcionada por su sangre élfica había logrado presenciar distintos horrores, esta era la primera vez que veía tanto dolor en una sola persona: como era de esperarse, no fue capaz de soportarlo, así que instintivamente alejó su conciencia del núcleo ajeno para poder contraer su extremidad rompiendo por completo la conexión que ella misma había creado con la humana. Jadeante trató de retroceder sintiendo su espalda sudada y las manos temblorosas. Estaba lo suficientemente aturdida como para provocar que Jeonsa se le acercara presionando su mano sobre su hombro. 

—¿Estás bien?—cuestionó el hombre consiguiendo que la mujer girara su rostro para verlo—¿Qué fue lo que viste?—.

—¿Te gusto?—preguntó Sharon en un deje de voz. Lo hizo con maldad mientras que Jeonsa instintivamente realizaba otro hechizo que la hundía aún más sobre el frío suelo del lugar—¡Ugh!.  

—Debemos sellar a ese monstruo—confesó la mujer apuntando en dirección de Sharon quien estaba haciendo un gran esfuerzo por recuperar el aliento—hay que salvar el núcleo blanco...—suplicó sintiéndose realmente ansiosa por como parecían estar terminando las cosas—antes de que se termine de mezclar con el negro. 

Nos vemos muy pronto...

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