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El verdadero villano

Recomendación: Lust For Live – Lana del rey.

Pov: Myoui Mina.

De un momento a otro dejé de estar en el interior de la tienda de campaña para pasar a una nueva habitación, cabe aclarar que mis rodillas continuaron estando adheridas contra el suelo mientras que mis manos en vez de estar tratando de sostener el cuerpo inerte de Chaeyoung, mismo que lentamente comenzaba a desaparecer, fueron reemplazados por una extraña viscosidad que aparentaba querer devorarme. Francamente era una sensación extraña, sentía que estaba tocando una húmeda cavidad, algo que claramente no solía tocar, así que no podía esconder lo incomoda que me estaba sintiendo sobre todo teniendo en cuenta que una espesa oscuridad impedía el poder ver más allá de mi nariz. Tengo que salir de aquí, pensé tras recordar lo que estaba ocurriendo en el campamento, ellos me necesitan, y sabia que sin mi apoyo las cosas no harían más que empeorar para el resto de los caballeros, mismos que no habían hecho más que luchar desde que la guerra se llevó a cabo. Debo salvarlos... pensé aun cuando era consciente de que no podía hacer eso.

"Crueles los humanos que se atrevieron a esconder la verdad de la humanidad".

Mi cuerpo se tensó tras oír una voz femenina resonando en el interior de la habitación, ¿De dónde proviene?, me cuestioné al mismo tiempo en que giraba mi rostro tratando de buscar a través de la mirada su cuerpo, pero tras notar la oscuridad que envolvía mi mirada rápidamente comprendí el hecho de que estaba perdiendo mi tiempo así que simplemente agaché mi mirada en un desesperado intento por agudizar mis oídos. Para mi grata sorpresa no me tomó demasiado tiempo el oír como la desconocida había comenzado a caminar, el sonido de sus pasos chapoteando contra el agua llenaba por completo de mi cabeza, ella esta cerca..., pensé haciendo un gran esfuerzo por tratar de agudizar aun más el resto de mis sentidos.

"Bueno... que puedo esperar de aquellas bestias que no ven a los humanos como humanos, pero tienen la osadía de pensar en si mismo como uno".

No tengo ni la menor idea de que estaba hablando, pero por alguna extraña razón no era capaz de alzar la voz así que simplemente continué en mi sitio siendo más que consciente de que estaba en evidente desventaja.

"Culpa al destino por el final de tu vida... puedes odiarnos por este final mal escrito".

Necesitaba ver su cara, necesita poder darle personalidad a la dueña de esas palabras.

"Me dirijo a ti, Mina sin apellido registrado, quién nació el veinticuatro de marzo del año mil nueve ochenta y siete, actualmente treinta y seis años, soltera sin hijos. Proveniente de un linaje Japonés, ambos padres fallecidos un año después de su nacimiento".

¿Qué?, pensé sintiendo ese ensordecedor zumbido que agitaba el interior de mi cabeza, como si mi propio cuerpo estuviese tratando de rechazar aquella nueva información, para... detente, no quiero oír más, supliqué mientras que alejaba mis manos de aquella viscosidad llevando ambas contra mi rostro en un intento por poder sentirme reconfortada, pero antes de que estas lograsen tocar mi piel, pude sentir ese conocido hedor propio de la sangre que por tantos años había estado acompañándome, ¿Ah?, no es posible, pensé alejando mis manos en un desesperado intento por poder ver lo que estaba de bajo de mí, ¿Qué era lo que realmente me estaba sosteniendo?, me pregunté sin obtener una clara respuesta.

"Hija única, criada en la zona baja de Seúl, Corea. Niña de la calle, fue encontrada por un militar a sus doce años y llevada hacia las fuerzas armadas de Corea, donde fue criada y domesticada hasta el fin de su vida".

Cállate, tu no sabes quién soy, pensé sintiendo la bilis acariciando maliciosamente mi garganta. Sentía nauseas, oír mi vida a través de su boca me las generaba.

"Cuerpo homogéneo, y belleza inexplicable, posee una personalidad desafiante y determinada, no lastima a los débiles, pero tampoco permite el ser pasada a llevar, conoce bien sus principios y como debe de actuar... eso te hizo ser el candidato perfecto para este mundo".

¿De qué estas hablando?, me cuestioné perdiendo por completo el equilibrio sintiendo el liquido envuelto en mi trasero, ¿Dónde estoy?, me volví a cuestionar tratando de entender lo que estaba ocurriendo. A pesar de que no podía verla, sentía su mirada fija en mi cuerpo, daba la impresión de estar esperando que comenzase a hablar, pero simplemente las palabras se negaban en brotar de mi garganta.

"Es normal que estés confundida, sobre todo teniendo en cuenta que fuiste reconocida como hija del destino".

No lo entiendo, ¿Hija de qué?, toda esta maldita situación estaba siendo tan confusa para mí, no podía simplemente comprender sus palabras, y eso que realmente estaba dando todo de mi para hacerlo. De forma impulsiva contraje mis rodillas directamente hacia mi pecho tras sentir como ella se colocaba de cuclillas justo en frente de mi cuerpo, aun cuando no te veo, puedo sentir lo cerca que estas, pensé presionando mis palmas sobre mis piernas. Aun sabiendo el resultado, de todas formas, traté de verla por sobre la oscuridad, pero fue tiempo perdido.

"... Tal parece que mi replica no fue capaz de terminar el trabajo, pido disculpa por eso"

Fruncí el ceño tras oírla.

—Mina.

Rápidamente mi cuerpo se paralizó.

Espera... esa voz... yo reconozco ese sonido.

De forma impulsiva alcé mi mirada tratando de ver a través de esa sofocante oscuridad la persona que había decidido llamarme por mi nombre. ¿Por qué siento que te conozco de alguna parte?, me cuestioné con las palabras completamente atoradas en el comienzo de mi garganta, ¿Quién demonios eres?, y necesita poder verla, esa era la única manera de poder controlar mis propios pensamientos.

—Si quieres ver... solo debes aceptar la realidad—comentó como si lo que me estuviese sucediendo no fuese la gran cosa para ella—esa oscuridad que te envuelve solo es producto de tu cerebro quién desesperadamente esta tratando de justificar lo que ocurre—aclaró mientras que yo instintivamente trataba de retroceder tan sentir como presionaba su mano contra mi hombro brindándome una sensación calurosa que casi consigue sofocarme—es normal en los humanos el buscar explicación donde claramente no hay una ya que no están hechos para aceptar lo desconocido, naturalmente temen eso.

¿Aceptar la realidad?, me cuestioné sintiendo la fuerza con la que estaba latiendo mi corazón tras sentir como ella sin siquiera avisar decidía presionar su cálida mano directamente contra mis ojos.

—Voy a ayudarte, así que no hagas nada estúpido.

Comentó provocando que yo instintivamente enderezase mis hombros tratando de asegurarme de no cometer ningún tipo de error que pudiese llegar a empeorar la situación que ya, en sí, parecía ser bastante mala. A pesar de que estaba llena de preguntas, seguía siendo incapaz de poder alzar la voz, así que mantuve mis labios sellados sintiendo como, de forma lenta y casi llegando a la paranoia, podía sentir el calor propio de su piel emanando directamente contra la cuenca de mis ojos, sé que suena fantasioso, sé perfectamente que no es algo normal, pero comprenderán que mi vida dejó de ser normal desde hace bastante tiempo ya, así que esto era algo que claramente podría llegar a ocurrir.

Tuve que apretar con fuerza mis dientes entre sí para evitar que un jadeo doloroso se desprendiera de mi garganta.

—Puedes mirar—avisó al mismo tiempo en que yo podía sentir como alejaba su palma de mis ojos.

Con cuidado intenté observar mi alrededor sintiendo el primer rayo de claridad atravesando violentamente mis orbes. Por mero impulso volví a cerrarlos, presionando con fuerza mis pestañas entre sí, para luego, con mayor cuidado el volver a mirar. Esta vez pude acostumbrar lentamente mi vista al nuevo panorama que estaba dándome la bienvenida.

Con violencia cada fracción que componía mi cuerpo quedó completamente paralizado en el momento en que pude notar aquel esbelto cuerpo femenino que estaba frente a mi observándome con cierta paciencia. Ni siquiera pude tragar saliva, simplemente me quedé en silencio, a primera vista realmente no fui capaz de reconocerla, poseía unas facciones atrayentes y unos ojos idénticos a las caricaturas, era hermosa, de eso no cabía duda, pero no había nadie que por lo menos yo hubiese conocido que tuviese facciones parecidas a las que ella estaba dejando en exhibición así que no la conocía, aunque se me hacía extrañamente familiar. Espera... ¿Dónde estaba sentada?, y rápidamente recordé aquella viscosidad que envolvía mis manos, por mero impulso agaché mi vista sorprendiéndome de notar que no había nada más que el piso blanco debajo de mi cuerpo, acaso... ni siquiera fui capaz de terminar la frase, aturdida alcé mi mirada notando como ella sin pronunciar palabras decidía elevar sus comisuras como si estuviese disfrutando de mi confusión.

—Es posible que no me reconozcas—admitió mientras que se enderezaba caminando directamente hacia aquel trono donde alguna vez llegó a estar Mina sentada. Con cierta tranquilidad se sentó presionando su codo contra el reposabrazos de oro permitiendo que sus intensos ojos rojizos se enfocasen en mi aturdida expresión—esto se debe porque te estoy mostrando mi verdadera apariencia y por que claro... el rey espíritu junto con los elfos se les ocurrió jugar con tu mente.

Mantuve mi ceño fruncido.

—¿D~De qué estas hablando? —y por fin la voz desprendió de mi garganta provocando que ella rápidamente alzase sus cejas.

—Vaya... ¿Debería sentirme lastimada?, digo... hasta te pedí que no me olvidaras—comentó sin dejar de sonreír consiguiendo que yo tan solo continuase manteniendo la misma expresión de confusión—ha...—suspiró al mismo tiempo en que subía una de sus piernas dejándola cómodamente posada sobre su muslo contrario—me presentó mi nombre es Sooyoung y soy un espíritu de fuego de alto rango...—replicó unas palabras que por alguna extraña razón se me hicieron tan conocidas que daba hasta miedo— o de esa manera debió ser mi presentación, la verdad es que no recuerdo muy bien las palabras exactas—agregó sin estar muy interesada.

Parpadee siendo incapaz de poder aceptarlo, aunque claro este sentimiento confuso rápidamente se perdió tras inclinarme llevando de forma torpe una de mis manos directamente contra mis labios en un desesperado intento por no vomitar, ¿Qué?, y de manera violenta las imágenes donde aquel nombre era protagonista comenzó a bombear una y otra vez en el interior de mi cabeza. No tardé en perder el equilibrio, todos aquellos recuerdos que fueron por algún extraño motivo suprimidos ahora estaban expuestos, permitiéndome el poder recordar cada mínima cosa, cada detalle de lo que había vivido con ella.

—Quizás tu memoria visual mejore si hago esto—comentó provocando que yo alzase nuevamente de mi mirada sintiendo como el aliento quedaba atrapado en mi garganta tras notar como su cuerpo había cambiado dándole un aspecto más maduro, pero sobre todo más realista—... hola humano.

¿Cómo es posible que te haya olvidado?

—S~Sooyoung—murmuré sin siquiera poder parpadear sintiendo como los ojos se cristalizaban ante lo mucho que le había extrañado.

Ella me observó de una manera extraña. De forma instintiva frunció el puente de su nariz mientras que sus ojos se oscurecían, como si estuviese recordando algo que le desagradaba.

—Lamento ser yo quién te informe, pero no soy realmente la misma Sooyoung que tu conoces o que llegaste a conocer—aclaró mientras que elevaba de sus dedos chasqueando estos para regresar al mismo cuerpo que poseyó en el momento en que se sentó sobre el trono: era evidente que se sentía más cómoda de esa manera—puede que el cerebro humano no lo comprenda, pero Sooyoung simplemente era un fragmento pequeño de mi esencia, le di la voluntad de pensar y actuar por cuenta propia, por eso digo que no soy realmente ella—admitió sin muchas preocupaciones mientras que yo hacía un gran esfuerzo por tratar de entenderla.

—... Entonces... ¿Quién eres? —decidió preguntar tras entender que no sacaba nada con tan solo cuestionarme.

Tal parece que por fin capté su interior.

—Mi nombre es Jisoo... la diosa que cuida de este mundo—decidió confesar llevando su mano directamente contra su pecho, se veía arrogante, como si disfrutase tener ese titulo mientras que yo simplemente continuaba estando en mi sitio incapaz de poder moverme—en pocas palabras soy quién debe deshacerse de tu existencia.

—¿Qué?

—Eso debió tomarte por sorpresa, ¿Verdad? —cuestionó mientras que se acomodaba en su trono—veras... todo comenzó en el momento en que el Duque conoció al doctor Swan... mejor conocido como el fragmento de Lucas, uno de los dioses de la oscuridad.

¿De que esta hablando?, realmente no podía seguir el tema de esta conversación.

—Ha... humano, estoy tratando de explicarlo de la manera más sencillas posible—aclaró llevándose una de sus manos contra su frente fastidiada de notar mi confusión—...—se quedó en un completo silencio con sus ojos perdidos en el techo—¡Bien!, no hay mejor manera de entenderlo que verlo, así que voy a enseñártelo—y con rapidez hizo chasquear sus dedos.

Ni siquiera tuve tiempo de poder reaccionar cuando ella había conseguido cambiarnos de habitación. A pesar de que con Bom había logrado ver magia habitacional, era consciente de que en esta ocasión estaba viendo algo completamente distinto. Sooyoung o mejor dicho Jisoo se las arregló para llevarme hacia otro mundo, frente a mis ojos se podía notar una civilización que a simple vista aparentaba ser avanzada, algo que claramente yo jamás había visto, mucho menos que sería capaz de imaginar.

—Ven acá—ordenó agarrando de mi brazo para tirar de mi cuerpo obligándome a tener que permanecer cerca de ella—esta estrictamente prohibido que un alma traspase otro mundo cuando aun ésta se encuentra con vida... si eso llega a suceder este no dudará en hacer todo lo posible para expulsarlo—comentó mientras que comenzaba a caminar consiguiendo que yo guardase silencio, espera acaso...—por si te lo estas preguntando, estas en lo correcto, todo lo que te ha sucedido no fue precisamente porque eres especial, sino más bien, porque el mundo tiene la obligación de expulsar todo anomalía que interfiera con el destino original.

¿O sea el peligro que viví no fue por culpa de mis acciones?

—Nosotros los dioses fuimos creados para poder mantener el equilibrio de un mundo perfecto—confesó mientras que continuábamos caminando—nuestro creador quiere preservar la especie humana aun con todas sus fallas—agregó sin dejar de moverse. Cabe aclarar que por ningún motivo dejó de sostenerme—en cada uno de este mundo hay un humano con la esencia del anterior... lo voy a explicar aun cuando debes hacerte una idea de lo que estoy hablando.

—¿Te refieres que por esa razón mi mejor amigo terminó siendo mi hermano en el mundo que habité por cuatro años? —cuestioné notando como ella sonreía con suavidad.

—Exacto... de la misma forma en que yo saqué un fragmento de mi cuerpo para crear a Sooyoung, en cada uno de los mundos existe un fragmento de cada uno de los humanos que habitaban originalmente con nuestro creador, permitiéndote el poder reencarnar hasta lograr encontrar tu mundo ideal—aclaró al mismo tiempo en que se detenía—ves... ahí está la mujer que conoces como Sana—y bruscamente giré mi rostro notando en uno de los poster que había en medio de las iluminadas calles el precioso rostro de Sana sin ningún rastro de cicatrices que pudiese dañar su perfección—en este mundo es una mujer mundialmente reconocida, en un principio fue conocida como cantante, pero ahora esta enfocada en las grandes empresa como el rostro principal—comentó mientras que yo guardaba silencio, admirándola sin más.

Ella... parece feliz.

—Oh... esto puede que te guste, mira acá—ni siquiera me dio tiempo de poder guardar el recuerdo de Sana cuando ya había sido arrastrada hacia otra dirección—ahí esta Nayeon—y el corazón casi se escapa de mi pecho tras oír su nombre. De forma ansiosa deslicé mi mirada hacia la dirección que ella había indicado logrando observar a mi joven amada sentada en una silla con un rostro serio, pero sin perder esa belleza propia que tan fácilmente conseguía el sonrojarme—se ha convertido en una bailarina y cantante de un famoso grupo de chicas... es bastante codiciada en este mundo.

—Yo...

—Tu no existes—respondió sin dejar de admirar la imagen de Nayeon. Oír su respuesta realmente me sorprendió—... digamos que eres una anomalía... pero no nos adelantemos, te llevaré a otro lugar.

¿Por qué era una anomalía?, no podía comprenderlo.

Rápidamente cambiamos de mundo, en esta ocasión parecía antiguo. Me la jugaría por pensar que estaba en el pasado.

—En este mundo Sana falleció a temprana edad y Nayeon esta casada con un hombre mayor que ella—comentó provocando que yo simplemente la observase. Por primera vez ella no me sostuvo la mirada—no en todos los mundos ellas son felices... tu mejor que nadie deberías saber de eso.

—¿Qué son los dioses de la oscuridad? —decidí simplemente desviar el tema de conversación siendo consciente que no sacaría nada con cuestionarme el por qué ellas habían terminado de esa forma.

—Bueno... cabe aclarar que en cada mundo son conocidos de una manera distinta... cada uno tiene una forma diferente de explicar su creación. Por ejemplo, en tu mundo se habla de que Jesús fue traicionado por Judas, ¿No?, bueno... es algo parecido ya que nuestro creador nos trajo a la vida con el deseo de que protegiéramos a los humanos, pero evidentemente no pensó en la posibilidad de que alguno de ellos quisiese revelarse—confesó visiblemente incomoda—ya sabes, la fuerza y el poder los hizo creer que los humanos eran lo suficientemente insignificante como para que ellos perdieran su tiempo en tratar de protegerlos.

Eso... tiene sentido.

—En fin... Lucas fue el primer dios en traicionar a nuestro creador, mismo quién a pesar de poseer una fuerza abrumadora, realmente no puede lastimarnos, a menos de que nosotros lo atacamos primero.

—¿Estas diciendo que este tal Lucas es como un demonio?

—¿Así les llaman? —preguntó sorprendida más que nada del término que había utilizado—bueno... ¿Si?, se podría decir que si—comentó al mismo tiempo en que dejaba de caminar para poder llevar su mano libre contra su mentón—Lucas fue la persona encargada de crear la facción de la oscuridad, su plan original es destruir el equilibrio propio de la tierra, y tras perder el dominio de su propio mundo trató de apoderarse del resto.

—¿Acaso quiere hacer desaparecer a los humanos?

—Posiblemente—respondió mientras que comenzaba a caminar—la verdad es que Lucas es un dios codicioso, siempre mostró rechazo por lo más débil, jamás hubo una explicación del por qué... solo parece disfrutar el hecho de lastimar a alguien más.

Como Mina...

—... ¿Yo que tengo que ver con toda esta situación? —pregunté al mismo tiempo en que podía ver como nuevamente habíamos cambiado de lugar.

Se quedó en un completo silencio, observando detenidamente mis facciones.

—Originalmente tú eras un fragmento de Lucas—admitió provocando que cada fibra de mi cuerpo quedase completamente congelada, ¿Eh?, pensé sin poder entender lo que claramente acababa de escuchar—... realmente estuviste a punto de transformarte en él—continuó con sus palabras, a simple vista no parecía realmente preocupada lo que me desconcertaba más, aunque claro, había dejado de pensar con claridad en el momento en que escuché que estaba relacionada con el mismo personaje que deseaba destruir todo tipo de vida humana. Por mero impulso me solté de su agarre dando un paso hacia atrás; necesitaba un poco de aire—... Espera... ¿Realmente no lo recuerdas?

Habíamos regresado a esa conocida habitación blanca.

—¿Recordar qué? ¡¿Qué es mi culpa que toda la gente que amé este sufriendo?! —cuestioné completamente exaltada ante la repentina información que había decidido brindarme. Dios... ¿Realmente soy ese monstruo?, me pregunté sintiendo el corazón completamente estrujado.

Siempre fue mi culpa.

—No es realmente tu culpa—ella replicó como si sintiese lastima de mi angustia—en el momento en que conociste a nuestro creador, él te liberó de esa atadura, por eso pudiste coexistir con tu consciencia estable durante cuatro años.

¿Qué?

—¿De que estas hablando? —me quejé llevándome las manos directamente contra la cabeza—¿Por qué no puedo entenderlo?... ha... ha... ¿Qué he hecho mal? —cuestioné con fuerza mientras que mi miraba se deslizaba violentamente hacia todas las direcciones.

—Te brindó diez años... recuérdalo.

Me mantuve en mi sitio tras oírla. Con mayor calma deslicé lentamente mis manos de mi cabeza para poder observar la seriedad con la que me estaba observando: Había perdido momentáneamente la compostura, pero gracias a sus palabras, pude regresar a mis cabales.

—Espera... ¿Acaso hablas del Rey espíritu? —cuestioné tras recordar vagamente al hombre que estuvo en el mismo espacio en que lo yo me encontraba.

Rápidamente mi rostro se sonrojó tras recordar el pequeño detalle de yo aferrándome al cuerpo de Sooyoung mientras que lloraba completamente devastada ante su ausencia, ¿Acaso ella...?, y ni siquiera me tuve que tomar la molestia de terminar mi propia pregunta cuando fui capaz de notar aquellos ojos juguetones con los que me estaba observando: claramente sabe lo que sucedió. No pude evitar el avergonzarme.

—Hice que Sooyoung naciera con los pensamientos de un simple elemento, así que realmente ella no sabía que el Rey era originalmente nuestro creador—no dudó en tratar de excusar las acciones de su fragmento, pero no importaba que dijera, yo seguía sintiéndome extrañamente usada—aunque gracias a su sacrificio tu pudiste conocer a nuestro creador.

—... ¿La obligaste? —las palabras salieron antes de que yo hubiese podido entender lo que claramente había preguntado, lo que evidentemente estaba insinuando.

Jisoo simplemente me sostuvo la mirada.

—Solo hice lo que tenía que hacer para mantener mi mundo estable—aclaró sin confesar abiertamente lo que había realizado, pero dejando más que claro que si interfirió en las decisiones de Sooyoung. Decidí permanecer en mi sitio, siendo consciente de que ella era mucho más fuerte que yo.

—Solo quiero saber algo... ¿Chaeyoung también fue usada en tu plan?

Sabia que solo me estaba lastimando, pero no pude evitarlo.

—Humana, todos y cada uno de los elementos que tuvo en contacto contigo, se trataba de mi... siempre fueron mis fragmentos—aclaró logrando dejarme en silencio—pero si realmente no puedes vivir con la duda, solo diré que interferí en la creación de los elementos, el resto de las cosas que te sucedieron, sobre todo relacionados con las apariciones que desequilibraron tu mente fueron brindadas netamente por Lucas.

—Espera...—pedí llevando una de mis manos hacia adelante tratando de silenciarla—¿Estás diciendo que no es coincidencia el haber nacido en la familia Myoui? ¿O haber estado con los elfos donde se encontraba Emma?

—Como Lucas interfirió directamente con el nacimiento de Mina desequilibró todos los mundos que contenían tu esencia—por fin estaba respondiendo lo que directamente estaba relacionado conmigo—originalmente no existía problema con tu fragmento, en verdad, provienes de una alma noble, pero ante la oscuridad mezclada en el nacimiento de Mina, tu fragmento fue cambiado por una parte de su alma... esa es la razón por la cual el mundo trató de matarla causándole el accidente con su caballo y por consecuencia permitir tu ingreso en su cuerpo.

—¿Así que Lucas siempre tuvo en mente la posibilidad de que el cuerpo de Mina estuviese con dos almas? —cuestioné sin entender muy bien la situación. Jisoo tras escucharme simplemente asintió con su cabeza—¿Por qué hizo eso?

—No hay mejor manera de destruir un mundo que siendo el Rey de este—respondió logrando que yo pudiese conectar cada una de las piezas que jamás había podido juntar.

—Pero... ¿Y Nayeon? ¿Qué tenia que ver Nayeon en esto?

—La verdad es que ella al igual que tu... solo son daños colaterales—admitió mientras que se veía sus uñas—originalmente tu fragmento de vida estaba destinado a estar con ella, en cada uno de los mundos ustedes siempre terminaban juntas, hasta que bueno... hasta que transformaste en una anomalía—aclaró dejándome sin respuesta—lucas probó con muchos fragmentos hasta que logró dar con el tuyo—comenzaba a dar detalles que a simple vista aparentaba querer omitir, pero tal parece que lo estaba haciendo en un desesperado intento por hacerme sentir mejor, cosa que claramente no iba a conseguir, porque no existía palabras que fuesen lo suficientemente reconfortantes como para calmar mi angustia.

—Así que... Nayeon simplemente fue un daño colateral—ni siquiera lo puse en duda.

—... Estas en lo correcto.

Tras escucharla no pude evitar el apretar mis puños.

—... ¿Qué debo hacer? —terminé por preguntar siendo consciente de que no había manera de que ella me estuviese diciendo todo esto por que sí.

Jisoo mantuvo sus ojos sobre mi cuerpo.

—... Esto es lo que esta sucediendo mientras que nosotras conversamos—aclaró chasqueando sus dedos para permitir que las paredes rápidamente fueran reemplazadas por un video.

Me quedé completamente paralizada observando con la ansiedad a mil la manera en que Mina elevaba su puño enterrando sus nudillos directamente contra el rostro de mi amada, para... pedí dando impulsivamente un paso hacia a su dirección, mierda, para, ordené sintiendo la violencia con la que mi corazón había comenzado a latir.

—... He visto el final de este mundo, y en todos los que tu no interfieres, Lucas termina obteniendo lo que quiere—admitió mientras que yo simplemente agachaba mi mirada sintiendo los ojos ardiendo ante las lágrimas que se acumulaban por culpa neta de la impotencia—Nayeon morirá por culpa de Mina.

Cállate, yo no sería capaz...

—... Debo aclararte que el cambiar el futuro ya prescrito es como quitar una pieza existente y reemplazarla por una nueva, cada acción, cada situación estuvo prevista desde mucho antes de que el ser humano existiera, por ende, si quieres cambiar algo tan importante como la vida de esta gente, deberás dar algo del mismo valor.

—¿Por qué lo dices de esa manera? Claramente me llamaste una anomalía, así que es evidente que debo sacrificarme—aclaré con mayor frialdad notando como sus ojos por un segundo se sacudían, como si estuviese genuinamente sorprendida de mi repentina decisión—... ¿Qué es lo que tengo que hacer? —pregunté agotada de toda esta situación.

—¿Entonces... que debo hacer? —cuestioné sintiéndome agotada de toda esta situación.

—Usaré mi poder para hacerte retroceder hasta llegar al día en que el Duque se encontró con el doctor Swan—aclaró con cierto nerviosismo como si estuviese esperando a que yo me echase para atrás—solo debes matar el fragmento de Lucas.

—¿Hacer eso mantendrá a todos mis seres queridos a salvo?

—Eso hará que tu existencia desaparezca de todos los mundos donde exista tu fragmento—respondió mientras que podía ver como yo asentía con su cabeza.

—Mientras que ellos estén bien... no me importa lo que ocurra conmigo—respondí llevando mis manos contra mis antebrazos notando como continuaba estando en mi cuerpo original.

La verdad es que era extraño notar el bronceado en mis brazos y el traje verde que indicaba que era parte de la milicia.

—... Nadie va a recordarte—aclaró como si estuviese tratando de hacerme cambiar de opinión.

—No me importa—respondí al mismo tiempo en que dirigía mi atención hacia mi cadera notando con sorpresa como la espada dada por el Duque seguía estando en mi cadera—¿Por qué tengo esto?

—Porque es una espada que elige a su compañero—ella respondió sin darle mayor importancia—Mina... nadie, ni siquiera Nayeon te recordará—prosiguió con el mismo tema mientras que yo asentía con mi cabeza.

—No importa, de todas formas, ella jamás debió enamorarse de mi—repliqué haciendo mi mejor esfuerzo por ocultar mis emociones, aun cuando muy en mi interior tan solo quería llorar—... estoy preparada.

Por un momento realmente creí que ella se negaría, pero no dudó en acercarse manteniendo los labios completamente sellados. El silencio no tardó en envolvernos, yo mantuve mi atención fija en su seria expresión notando como ella no dudaba en presionar sus manos contra mi rostro impidiendo el poder ver sus facciones.

—...Adiós contratista.

—¿Eh? —fue todo lo que pude decir antes de sentir como ella vertía gran cantidad de su maná hacia mi cuerpo.

Ni siquiera pude quejarme cuando sentí mi cuerpo caer sobre el suyo.

En el momento en que desperté lo primero que pude escuchar fue el sonido de las espadas chocando entre sí, confundida traté de colocarme de pie notando como estaba en un lugar que se me hacia extrañamente conocido aun cuando claramente no había estado en él, ¿Realmente estoy en el pasado?, me pregunté al mismo tiempo en que llevaba mis manos contra mi cintura sintiendo el mango de la espada aun adherida a mí, por lo menos pude llevarte conmigo, pensé al mismo tiempo en que elevaba mi mirada notando cerca incomodidad en mi rostro, espera... acaso..., impulsivamente llevé mi mano contra mis facciones sintiendo la mascara cubriendo mis facciones, ¿Por qué hizo eso?.

Temiendo el tener el rostro de Mina traté de mirar mi cabello para luego pasar a mis manos notando como en esta ocasión seguía conservando mi cuerpo original.

Así que le daré fin a todo esto... pensé sintiéndome ansiosa.

Bruscamente regresé mi atención a lo que estaba sucediendo tras sentir unos pasos aproximándose a mi dirección, mierda seré atrapada antes de tiempo, pensé al mismo tiempo en que me giraba sintiendo como el aire quedaba atrapado en mis pulmones ante la sorpresa que me había causado el notar cerca de mi el joven cuerpo del Gran Duque, ¿Padre?, e impulsivamente lo pensé observando como él, lleno de vida con esa brillante melena rubia trataba de arrastrar el cuerpo de un hombre directamente hacia lo que parecía ser el Ducado, aunque claro, tras notar mi presencia no dudó en soltar al contrario para sacar velozmente su espada.

—¡¿Quién eres?! —cuestionó apuntando su espada contra el cuerpo de lo que alguna vez llegó a ser su hija más preciada.

¿Realmente es el Gran Duque?, me cuestioné al observar cómo estaba lleno de aberturas, ¿Tal vez es por qué es muy joven?, me pregunté al ver que no debía rebasar los veinticinco años.

—¿Es el doctor Swan? —pregunté al mismo tiempo en que apuntaba con mi dedo indice hacia el cuerpo del contrario logrando ver como el Duque me veía con clara sorpresa, para luego simplemente dar un paso hacia el lado tratando de cubrirlo con su cuerpo, lo haces muy evidente, pensé tras notar como no era capaz de ocultar lo que claramente estaba pensando—él no puede ir con usted.

Rápidamente el Duque trató de atacarme.

—¡Tendrás que ganarm...!

Guardó abruptamente silencio en el momento en que su espada voló de su palma gracias al rápido actuar de mi ataque. Visiblemente aturdido el contrario no dudó en deslizar su mirada hacia sus dedos para luego simplemente ver el suelo notando como su espada ya hacia en el suelo. Visiblemente avergonzado enfocó su atención en mi enmascarado rostro. No iba a negar que era divertido notar su repentina vergüenza.

Lo iba a extrañar.

—Entrégalo—ordené al mismo tiempo en que elevaba mi mano libre para tomar el cuerpo del Doctor sin dejar de observar la forma en que él decidía deslizar su atención hacia lo que estaba sosteniendo, posiblemente notando el escudo dibujado en el mango de mi espada.

Espero que no lo note.

—... ¿P~Por qué posees un arma proveniente de mi casa? —cuestionó visiblemente confundido.

Mierda.

¿Cómo te explico que tú eres el responsable de eso?, me cuestioné sosteniéndole la mirada.

—... Un ser querido me la regaló—admitió omitiendo claramente el hecho de que él era ese ser querido. El Duque simplemente me observó como si realmente no confiase en mí.

Tal parece que se dio cuenta de que no podía ganarme, así que simplemente dio un paso hacia el lado en señal de permitirme el tomar al contrario, pero claro, en el fondo, yo sabía que él jamás daría algo a menos que hubiese luchado hasta cansarse, así que era más que predecible aquel puño que iba directo contra mi rostro. Con facilidad pude esquivarlo enterrando mi codo directamente contra su esternón logrando dejarlo sin aliento.

Akira cayó al suelo con sus dos manos puestas sobre su pecho.

—... Deja de buscar una manera de tener una hija—ordené observando como me veía con sorpresa—tan solo dedícate a amar a tus dos hijos.

—¿C~Cómo...?

—No importa el cómo lo sé, tan solo lo sé—aclaré sin darle mayor importancia—ah si, y nunca le ocultes cosas a Sachiko, ella realmente podría divorciarse de ti—aconsejé logrando ver el miedo brillando de sus ojos—no seas un idiota.

Él no fue capaz de responderme y yo no tuve tiempo de poder escucharlo, en el fondo era consciente de que el tiempo se me acababa. En silencio le di un ultimo vistazo a mi padre tratando de recordar su joven rostro, te echaré de menos, pensé al mismo tiempo en que agarraba del cuello del contrario y me lo llevaba conmigo hacia el interior del bosque lo suficientemente lejos de los ojos del Duque para que no fuese testigo de lo que iba a hacer.

—E~Espera... espera... puedo darte lo que quieras—aclaró mientras que se retorcía—no es necesario que me mates.

Lo solté. Sin siquiera molestarme en alzar la voz lo observé notando aquellos ojos tan oscuros como la noche decidían enfocarse en mi cuerpo. Para mi desgracia lo noté de inmediato; él me veía de la misma forma en que Mina lo había hecho.

Estaba frente al mal real.

—Esto es por todas las personas que lastimaste—aclaré elevando mi espada para encajarla directamente contra su cuello.

A pesar de que era un fragmento, yo esperaba que diese algo de pelea, pero fue bastante fácil el encajar mi arma sobre su cuerpo perforando por completo su tráquea. ¿Eh?, pensé con cierta sorpresa tras notar como la sangre en vez de ser de un rojo brillante, tan solo era oscura como si fuese petróleo, que asco, pensé tras sentir como la sustancia llegaba a tocar mis pies. ¿Ugh?, y no sabía de que manera debía reaccionar tras notar como su rostro lentamente comenzaba a desfigurarse como si estuviese siendo consumido por el ácido. A pesar de que Jisoo no lo había aclarado, sabía más o menos que podría llegar a ocurrir conmigo, pero aun cuando lo tenía en mente no pude evitar el sorprenderme tras perder el equilibrio. De un momento a otro ya no tenía fuerzas en mis piernas, así que fue cuestión de segundos para que estas cayeran sobre el cuerpo del doctor, espera... pensé tras presionar mis manos sobre su rostro sintiendo aquella asquerosa viscosidad envuelta en mi piel.

¿Qué?, fue lo ultimo en lo que pude pensar tras sentir como la oscuridad comenzaba a envolver mis ojos hasta que esta logró cubrir por completo mi vista.

Desde un principio, yo ya sabia como sería mi final.

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