El reencuentro
Pov: Myoui Mina.
Si debía ser sincera con lo que había estado pasando por mi cabeza desde que desperté, lo primero que diría es que tenía muchas dudas con respecto a lo que aquel misterioso anciano había dejado sobre la mesa sin siquiera tomarse la molestia de preguntarse si lo que comentó me podría o no afectar, ¿Por qué demonios parecía saber tanto de mi? fue la primera pregunta que circuló por mi cabeza tras escucharlo ¿Por qué me quiere cerca de él?, francamente no entendía el motivo real que lo llevó a sugerir que me quedara en las instalaciones élficas ¿Y a que carajos se refería con humana de retorno?, no pude evitar el continuar cuestionándome las cosas. A simple vista, las preguntas no parecían tener fin, y lo que era peor, es que nadie parecía estar dispuesto en querer darme las respuestas que tanto estaba anhelando conocer. Tras la acalorada discusión entre Sooyoung y Bom, el hombre de cabello verde no tardó en presentarse como Bae Namu el Rey élfico, claramente también fui rápidamente consciente de que Bom no era una simple elfa que había comprado para satisfacer la curiosidad de mi espíritu: en el momento que supe que se trataba de la princesa hereda quería pegarme un tiro en la sien, estaba cansada de estar relacionada con la realeza y que todo se sintiera como si estuviese alguna manera conectados; como si alguien más estuviera uniendo los hilos por mi. No iba a negar el hecho de que era una sensación desagradable, pero ya estaba acá y al parecer, no había nada que pudiese hacer para escapar de esta realidad.
Después de la incómoda presentación de la princesa élfica junto a su padre, fue el turno del anciano de atrapar mi atención. Rápidamente nuestros ojos volvieron a estar en contacto, él parecía estar disfrutando de la evidente confusión en mi mirada mientras que Sooyoung simplemente fruncía el ceño al notar el repentino interés de él por mi persona. No tardé nada en saber su nombre: se llamaba Jeonsa quién había sido el anterior Rey de las tierras élficas, y que además, para empeorar más mi ansiedad también era el abuelo paterno de Bom... vamos, un jodido pez igual o más gordo que el mismísimo Rey actual estaba frente a mí hablándome de lo más casual el querer tenerme para entrenarme sin explicar la razón real del por qué debía ser precisamente yo quién debía hacer todo eso. Sinceramente no tengo ni la menor idea del por qué estaba nerviosa, o sea, entendía el por qué general, estaba frente a figuras poderosas que fácilmente podrían acabar con mi existencia con tal solo chasquear los dedos, pero por algún motivo que aún desconocía no era precisamente eso lo que me incomodaba. Francamente, el ser consciente de la relación que tenían con Bom no mejoró para nada mi estado de ánimo y al parecer Joy se percató fácilmente de ello ya que, en un completo silencio tomó la decisión de regresar a mi lado manteniendo en todo momento sus ojos irritados fijos en las tranquilas facciones de la chica de cabello azul; aquella mujer que miró con interés la marca que mi espíritu había dejado sin mi consentimiento se trataba de Yujin quién era mejor conocida como uno de los espíritus de agua más poderosos que resguardaban la seguridad del pueblo élfico.
Estaba rodeada de seres demasiado poderosos para mi gusto, sentía que me sofocaba.
Ahora bien, tras la breve presentación Jeonsa no tardó en arrastrarme hacia un gran salón mientras que su hijo, nieta y los mismos espíritus le seguían en silencio demostrando la clara jerarquía que había en el lugar. Tras ingresar en la amplia habitación no me dio tiempo de siquiera quejarme cuando ya me había sentado en uno de los asientos del lugar frente a cuatro personas que no fui capaz de reconocer, pero que era evidente que eran de la misma raza que Bom. Me quedé en un completo silencio dándole un rápido vistazo a los desconocidos, en sí, no tenía mucho interés en ellos, hasta que mi atención fue aparar a la mujer de mediana edad que me veía sin siquiera cambiar de expresión. Si debía ser sincera al respecto, estaba en presencia de una mujer muy hermosa, Bom era su vívida imagen con la única diferencia que la mujer poseía un precioso cabello negro y unos penetrantes ojos azul marino mientras que Bom era todo lo contrario con ese intenso verde esmeralda. Asumí que debía ser la madre y los tres chicos que le acompañaban sus correspondientes hermanos.
Había estado en lo correcto, el chico de cabello negro y ojos azules que no parecía siquiera llegar a los diecisiete años era el hermano menor de Bom llamado Jinyoung, francamente parecía que yo no le agradaba, pero en verdad no me importaba simpatizar con él. El chico rápidamente arrugó el puente de su nariz mientras que me veía como si fuese alguna especie de insecto, sinceramente, en vez de ofenderme por su forma de actuar simplemente me causó gracia así que decidí ignorarlo prestándole atención a sus acompañantes; a su mano derecha se encontraban dos niñas que debían estar rondando entre los catorce y quince años, ellas, a diferencia de su hermano me veían con curiosidad como si fuese alguna especie de animal de zoológico que debían sí o sí tocar. Por impulso tragué saliva echando mi espalda hacia atrás en el momento que me percaté como una de ellas tomaba la decisión de inclinarse al notar como su hermana se sentaba a mi lado mientras que Sooyoung al parecer había gastado todo el maná que le quedaba así que a regañadientes debió ingresar nuevamente en mi núcleo dejándome a sola con estos depredadores, sin antes dejar en claro que los mataría si llegaban a lastimarme. Seguí estando en un completo silencio escuchando como, la chica de ojos azules se presentaba con el nombre de Suji y su gemela de ojos verde se presentaba con el nombre de Yubin; ambas poseían el mismo color de cabello verde esmeralda como el de su hermana mayor.
Las niñas no tardaron en incomodarme así que giré mi rostro notando como el Rey sin despegar su atención en la forma en que Bom se me había acercado decidía tomar asiento en la cabeza de la mesa con el espíritu de agua haciendo de guardia a su lado. El anciano en cambio, al notar como su nieto había reaccionado por culpa de las acciones de Bom no tardó en sentarse en mi lado sobrante dejándome en medio sin posibilidades de poder escapar. Jinyoung no parecía querer esconder su desagrado hacia mi persona, y francamente, no es como que me importara llevarme bien con él, pero sabía que no sería muy inteligente de mi parte crear un conflicto innecesario en un lugar que claramente yo era la que tenía la desventaja así que mantuve la boca cerrada. Mis hombros se tensaron en el momento que sentí como el cuerpo de Bom rozaba contra el mío, por instinto le di un rápido vistazo percatándome del hecho de que su asiento estaba prácticamente adherida contra el mío, ¿Qué estás haciendo? me cuestioné mientras que trataba de recuperar un poco de mi espacio personal, pero fallando patéticamente en el intento.
Sinceramente, era extraño notar este comportamiento por su parte ya que estaba realmente acostumbrada a recibir su constante rechazo.
—¡Joohyun aléjate de esa asquerosa humana!—bramó Jinyoung sin poder contener su molestia mientras que sus hermanas quienes en un principio parecían tener genuino interés por mi persona simplemente se cruzaban de brazos dándome una fría mirada que intimidaría fácilmente a cualquiera, son tan solo niñas, pensé al darme cuenta como mi cuerpo reaccionaba ante su evidente intención asesina—... ¿Por qué siquiera está en la mesa? los animales como tú deberían estar en el suelo—aclaró presionando su dedo contra la mesa tratando de dejarme en claro que él estaba en una jerarquía más alta que la mía. Sus padres en cambio simplemente se mantuvieron en silencio, como si estuviesen esperando con calma a que yo reaccionara a las evidentes provocaciones por parte del menor.
—Jinyoung—fue sorprendente como Bom tan solo debió decir su nombre es voz alta para hacer que el chico rápidamente tomara asiento.
—Es bonita—respondieron las niñas al unísono consiguiendo que esta vez enfocara mi atención nuevamente en ellas mientras que su hermano simplemente apretó sus dientes permitiendo que el color rojizo que de momento había estado tan solo en sus mejillas ahora se estuviesen apoderando por completo de sus puntiagudas orejas.
—¿Por eso escondiste tu rostro?—cuestionó en esta ocasión Yobin, en parte, respondí en mi mente siendo incapaz de poder alzar la voz—...—se quedaron en silencio al notar que yo no parecía estar interesada en mantener una conversación hasta que Suji decidí inclinarse.
—¿Lastimaste a mi hermana?—preguntó con una frialdad que fácilmente se podía interpretar como si estuviese a punto de atravesarme las garganta—si la tocaste nosotras personalmente te mataremos—y era sorpréndete la facilidad que tenían para amenazar sin parecer realmente preocupadas por ser regañadas.
—¡Mi amo jamás me ha tocado!—replicó Bom con rapidez haciendo que todos menos el anciano y su hijo la vieran con sorpresa, mierda, pensé sintiendo como el instinto asesino que el cuerpo de la mujer que tenía frente a mi bruscamente agarraba mi garganta; ella realmente quería matarme.
—¡No soy tu amo!—repliqué rápidamente sintiendo como toda la atención nuevamente recaía en mi persona—...—me quedé en silencio al notar que la presión que había mantenido la adulta alrededor de mi garganta lentamente comenzaba a aflojarse, como si estuviese dispuesta a escuchar mis excusas—yo... ha...—suspiré a la vez que alzaba nuevamente de mi mirada encontrándome directamente con ese par azulado propio de la adulta—mi nombre es xxxxxx—me sorprendió cuando las palabras salieron de mi boca sin que yo tuviese oportunidad de poder pensar en ellas. Al percatarme de que algo malo estaba ocurriendo conmigo decidí mantener la calma, pero el anciano no dejaba de mirarme como si él ya fuese consciente de que había alguien más hablando por mi, ¿Mina? pregunté en mi mente sin poder creer que realmente ella estuviese tratando de interferir precisamente en estos momento, mantente en silencio, ordené esperanzada de que el monstruo del Ducado no quisiese continuar llamando la atención—x xxx xxx xxxxxxx xxxxx x xxxxxxxxx—confesé sintiendo la garganta quemando a la vez que comprendía que no había sido capaz de poder entender mis propias palabras.
"Mina".
La voz de Sooyoung resonó en mi cabeza consiguiendo de esa manera que yo pudiese ser consciente del hecho que habia estado durante un par de segundo reteniendo por completo mi aliento.
"Será mejor que mantengas la calma, tu núcleo sigue sin poder estabilizarse, pero lo arreglaré".
Confesó como si me estuviera tratando de tranquilizar indicando que ella de alguna manera se las arreglaría para solucionar lo que sea que estaba sucediendo con mi cuerpo, pero el problema es que yo ya sabía lo que estaba ocurriendo, sabía perfectamente quién era el que estaba tratando desesperadamente de alzar la voz; se trataba de Mina, quién había estado por un poco más de ocho meses en un completo silencio, pero que ahora, por alguna extraña razón había decidido alzar la voz, ¿Por qué? esa era la pregunta que realmente debería estar haciendome, ¿Por qué esperó hasta este momento para recordarme su existencia? me cuestioné mientras que me mordía la lengua, espera... eso no es lo peor, lo peor es el por qué esta vez no soy capaz de entenderla: no había ocurrido en el pasado, algo había cambiado.
—¿Qué es lo que quieres humana?—cuestionó el Rey logrando que por fin posara mi atención en su persona, él, a diferencia de su hijo había mantenido la calma demostrando de esa forma la razón del por qué había sido elegido como Rey.
—Nada—respondí sintiéndome un poco más tranquila al comprender mis propias palabras—solo quiero marcharme para regresar a mis tierras—confesé sintiendo como Bom seguía estando cerca de mi—x xxx xx xxxxxxxxxxxxxxx xxxxxx xxxx xxx xxxxx xxx xxxxxx x xxxxxxxxxx—agregué haciendo todo lo posible por mantener la calma al notar como él fruncía el ceño presionando sus codos contra la mesa.
—¿Quién te ha lastimado tanto para querer ser más fuerte?—cuestionó haciendo que yo apretara mis dientes al darme cuenta que esto no era lo que realmente quería, ¿Por qué cojones dijiste eso? cuestioné esperanzada de que Mina me diera una respuesta, pero la zorra simplemente se quedó en silencio—¿Cómo sé que no usaras esa fuerza contra mi gente?.
—Xx xxxxxxx xx xx xxxxx—confesé siendo capaz de sentir una repentina ira envolviendo el interior de mi núcleo—ustedes no me interesan—por fin pudo decir algo que fuese comprensible para mi—pero si xxxxxxxxxx xx xx, sé que xxxxxx xxxxxxxxx xx xxxxxxx xxxxxxxx xxxx xxxxxxxxxx x xxxx—agregué deseando por entender lo que estaba diciendo con tanta confianza.
—¿Oh? pareces tener confianza—comentó el Rey mientras que yo era capaz de sentir la mirada de todos los presentes en mi cuerpo; al parecer el desagradado hacia mi persona simplemente estaba empeorando—... conozco un método que puede mantenerte a raya—aclaró provocando que yo me mantuviera en silencio, sintiéndome realmente incómoda por no ser capaz de entender la situación—el problema es... ¿Estarás dispuesta en pasar por él?—cuestionó.
—Xx—respondí notando como él rápidamente me sonreía mientras que sus hijos simplemente continuaban en silencio.
—Esa fue una buena respuesta—aclaró mientras que presionaba sus palmas contra la mesa para poder usarlo como impulso—pero antes de decirte en que consiste, primero debo ver que tan fuerte eres—comentó a la vez que se terminaba de colocar de pie indicando que era mi momento de levantarme.
—Xxxxxx aún tiene heridas que debe curar—me sorprendió el percatarme de que mis palabras censuradas dichas desde otra boca también me impedía el entenderla lo que me hizo comprender que mi propio cerebro estaba filtrando cualquier información relacionada con lo que Mina había estado diciendo; eso era un problema—no dejaré que la hagas luchar hasta que esté completamente curada—aclaró mientras que giraba su rostro al notar como yo me había puesto de pie—¿Xxxxxx?.
—¿Xxxxxxx xxxxxxxx xx soy xxxx x xx? xx xx xxxxxxxxxx, xxx xxx xxxxx—respondí como si estuviese en automático mientras que, con facilidad me las arreglaba para alejar mi brazo antes de que Bom tuviese tiempo suficiente para poder sostenerme—no xxxxxxxxxx x xxx xxxxxxx, x xxx xx xxxxx xx x mi—comenté en tono de advertencia consiguiendo que el único varón de la familia se pusiera de pie sacando de quién sabe dónde una pequeña daga en señal de querer lanzar si no cerraba la boca.
—Tienes una lengua bastante venenosa... ¿No te lo han comentado antes?—cuestionó el Rey mientra que su padre también se había colocado de pie. El mayor no había dejado de mirarme, simplemente parecía demasiado interesado en mi persona como para tomarse la molestia de observar hacia otra dirección—no sé realmente el por qué hay tanto interés hacia tu persona, pero si mi hija desea fervientemente protegerte... entonces debe existir una razón—aclaró probablemente esperando que yo dijera algo, pero simplemente me mantuve en mi sitio o por lo menos esa había sido mi intención real.
—Quiero xx xxxxxx—fue todo lo que dije consiguiendo que él no dudara en reir.
—Encuentren su arma—ordenó mientras que se me acercaba—ven, sígueme—pidió provocando que yo simplemente me girara manteniendo mis ojos fijos en su ancha espalda.
Bien... habían muchas cosas que yo no estaba siendo capaz de comprender, primero, ¿Por qué razón no estaba entiendo las palabras de Mina? ¿Acaso ella había hecho algo o en sí el daño en mi núcleo hizo que las cosas cambiaran? francamente, no estaba del todo segura de que el núcleo tuviese algo que ver en todo esto, pero el pequeño monstruo del Ducado no parecía querer explicar la situación así que estaba buscando respuesta de cualquier otra manera. Lo único que tenía en claro es que estaba en un gran problema porque Mina había conseguido de alguna manera deslizarse por mi conciencia recuperando parte del poder de su cuerpo sin tener que verse en la necesidad de arrastrarme a la oscuridad de su mente para poder usarme a su antojo. Se había vuelto más peligrosa de lo que en sí, ya lo era, y no tenía ni la más menor ide de que debía hacer para poder detenerla; no quería pensar mucho en ello, pero sentía que yo ya no tenía control sobre sus acciones. El segundo gran problema que aún no era capaz de entender fue la razón del por qué el anciano me arrastró hasta la habitación, en sí, no tuve mayor información sobre la familia Bae, no supe el verdadero motivo tras sus acciones y no parecía querer confesar de momento; él era todo un misterio del cual debía tener cuidado.
—Humana—.
Mi cuerpo se tensó al escuchar nuevamente la voz del anciano quién caminaba tranquilamente detrás de mí, ¿Sí? pregunté mientras que mantenía mis ojos al frente siendo consciente de lo extraño que sería el voltearme.
—¿Qué eres?—.
Su pregunta realmente me desconcertó ya que no esperaba que fuese tan directo, un humano, fue todo lo que pude responder mientras que metía mis manos en los pequeños bolsillos de mis pantalones esperanzada de que el tema quedase hasta ahí, solo soy un humano común y corriente, agregué sintiéndome un poco más aliviada de poder entender mis propias palabras.
—Los humanos comunes y corrientes no son capaces de hacer contratos con espíritus... mucho menos con uno de alto nivel como es la guardiana Sooyoung—.
¿Por qué me quiere entrenar? cambie bruscamente de tema al darme cuenta que estaba siendo acorralada por mi acompañante. En silencio giré en la misma dirección que el Rey había hecho sin esperar si el anciano me estaba siguiendo el paso, tengo entendido que su especie realmente me detesta, agregué mientras que sentía como el malestar en mi núcleo simplemente continuaba empeorando con el pasar de los segundos, ¿Sooyoung, estás bien? le llamé esperanzada de que el anciano no fuese capaz de escucharme, pero gran parte de mi estaba segura que él ya se había dado cuenta de eso.
—¿Sabes por qué te llevé donde la familia de Joohyun?—
No pude evitar girar mi rostro notando como el anciano caminaba junto a sus nietos. Sus ojos verde esmeralda parecían querer perforar mi cabeza, ¿Para que viera que tan fuerte son? cuestioné notando como alzaba sus cejas como si no hubiese esperado que yo realizara esa pregunta, dudo mucho que quisiera que sintiera piedad... estoy casi segura que Joohyun podría matarme sin gran esfuerzo, confesé sintiendo como mi núcleo no parecía estar muy contento con mi propio pensamiento.
—Eres extrañamente interesante—.
Decidí no responderle mientras que salía de lugar notando como los elfos estaban amontonados alrededor del gran palacio como si estuviesen esperando una pronta ejecución pública. Me vi en la obligación de tener que detenerme ante la cantidad de palabras que estaba recibiendo sin ningún tipo de piedad. A pesar de que podía perfectamente entenderlos, eran tantos que las voces se mezclaban entre sí; solo pude comprender que habia un odio real en cada palabra que soltaban contra mi persona aún cuando yo realmente no había hecho nada malo como para merecer ese grado de violencia, pero bueno, francamente no era la primera vez que estaría siendo castigada por algo que no había cometido. El Rey rápidamente se giró mientras que Bom no dudó en colocarse a mi lado posiblemente teniendo la intención de detener la furia del pueblo, pero el simple hecho de que la joven princesa estuviese mostrando preferencia hacia mi persona solo empeoró el ánimo en la gente así que por impulso di un paso hacia el lado tratando de dejar en claro que yo no estaba interesada en ella.
—Silencio—Jeonsa al ser el antiguo emperador de las tierras élficas rápidamente consiguió que el lugar quedara en un silencio sepulcral. El hombre, a pesar de saber que su hijo era el nuevo Rey, de todas formas decidió dar un paso hacia adelante permitiendo que yo pudiese notar la presencia de la anciana a mi lado, ¿Qué? pensé sorprendida de notarla nuevamente a mi alrededor, ¿Cómo es que no siento su presencia? me pregunté mientras que sentía los dedos de Bom alrededor de mi antebrazo ejerciendo cierta presión al notar como la anciana me guiñaba uno de sus ojos, es peligrosa... debo alejarme de ella, pensé dando impulsivamente un paso en dirección de Bom—el humano no ha hecho nada malo, pero entiendo su descontento—aclaró haciendo que los mas valiente alzaran sus voces para reafirmar el odio hacia mi persona—por esta razón... quién no esté agusto con la presencia del humano puede dar un paso hacia adelante y pelear con ella—aclaró haciendo que yo girara bruscamente mi cabeza para notar su amplia espalda—quién consigue dejarla en el peor estado o muerta conseguirá contraer matrimonio con mi nieta.
—¡Abuelo!/ ¡Padre!—rápidamente todos en la familia Bae hasta la mismísima Bom decidieron alzar sus voces furiosos por el repentino cambio de actitud en el anciano, pero el hombre simplemente giró su rostro enfocando toda su atención en mi seria expresión.
—¿Qué piensas hacer?—.
Él realmente estaba esperando una respuesta por mi parte, pero francamente no entendía el por qué debía sacrificar mi vida para satisfacer la necesidad de alguien más; estaba cansada de tener que hacer las cosas por el bien de otra persona. Tomé la decisión de mantenerme en un completo silencio notando fácilmente la presencia de alguien más, Bom rápidamente trató de interponerse, pero su madre en silencio posó su mano sobre su hombro indicando que no podía hacer nada. Yo ni siquiera le di un vistazo, con calma alcé mi mirada notando que la persona que se me había acercado era la misma que anteriormente me había apuntado con su lanza en dirección de mi cuello teniendo toda la intención de asesinarme. Seguí sin pronunciar palabras, no lo veía necesario así que simplemente estiré mi mano empuñando mi pesada espada sintiéndome sorprendida de que él no pareciera estar asustado de que yo tomara la decisión de ocupar mi arma contra algún miembro de la preciosa familia Imperial. No tardé mucho en comprender el por qué todos a mi alrededor estaban tan relajados; yo era la débil. Sin cambiar de expresión decidí regresar mi atención donde el anciano observando cómo sus ojos seguían enfocados en mí, ¿Qué quieres que haga? repliqué a su pregunta notando como él elevaba una de sus cejas para luego simplemente volver a darme la espalda.
—Quiero creer que lucharas por amor... pero dudo mucho que estes enamorada de mi nieta—aceptó las cosas sin siquiera poner en duda mis acciones, así que no me vi en la necesidad de tener que replicar—...—se quedó en silencio manteniendo toda la atención en mis facciones mientras que, de fondo se podía escuchar el malestar del joven príncipe y como el resto de la gente parecía emocionado por conseguir el codiciado puesto de esposo/esposa de la joven heredera—pero no quiero que seas tú quién luche en esta ocasión.
¿Disculpa? cuestioné notando como él solo por un segundo posaba su atención en mis ojos, para luego simplemente regresar nuevamente hacia su publico.
—Quiero que la chica que está fusionada con tu alma luche por ti—aclaró haciendo que yo ampliara mis párpados ante la sorpresa, fue tanto el grado de conmoción que mi espada resbaló de mis dedos así que me tuve que agachar sintiendo la fuerza con la que estaba latiendo mi corazón—... quiero que ese verdadero monstruo me muestre que tan peligroso es.
¿Cómo lo sabes? pregunté sintiendo los dedos temblorosos, ¿Xxxx xxxxx xxx xx xxxxxxxx xxxxxxx xxxx xxxxxxxx xx xxxxxx? cuestioné sin entender mis propias palabras.
—¿Por qué lo sé? bueno... eso es por qué no eres el primer retornado que conozco—.
¿Eh? pensé sintiendo un horrible dolor de cabeza, xx xxxxxx, xxxxxxx solté en mi mente sintiendo una descriptible rabia envolviendo mi pecho mientras que veía como todo parecía estar dándome vueltas; era un sentimiento que reconocía fácilmente, uno que me daba asco.
—¿Qué harás Xxxxxx?—cuestionó mientras que yo me enderezaba.
—¿Solo xx xxxx matarlos...xxxxxx?—pregunté observando mi espada enfundada.
—Puedes matarlos... ¿Pero podrás vivir con las consecuencias?—replicó el anciano tanteando la situación mientras que yo solo miraba el lugar sin estar muy interesada por las consecuencias.
Por alguna extraña razón sentía que mis emociones habían sido apagadas y encerradas en lo más oscuro de mi alma.
—Bien.
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