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Cambios

Pov: Myoui Sachiko.

Tras llegar al Ducado lo primero que hice fue dirigirme hacia mi despacho sintiendo como el mayordomo Namjoon no tardaba en seguir mi paso, para mi suerte Hyunjin y Eunwoo comprendieron que no quería hablar y simplemente me dieron mi espacio enfocándose por completo en dar una buena bienvenida a las jóvenes princesas. En un completo silencio me encerré en el interior de mi habitación, a simple vista el lugar era un completo desastre, una pila de papeles me esperaban tranquilamente en uno de los costados de mi escritorios siendo las únicas quienes me daban una buena bienvenida. Con los labios sellados y el dolor de cabeza lentamente instalándose en mi sien, decidí comenzar a caminar en dirección de mi silla sintiendo los ojos negros de Namjoon fijos en mi espalda. Al llegar no dudé en sentarme sintiendo los rayos de sol tratando de calentar mi cabeza a través del gran ventanal. Como no, Namjoon simplemente se quedó de pie, a una buena distancia de mi cuerpo con los hombros rectos y el mentón bien perfilado, a pesar de ser un simple mayordomo el chico seguía comportándose como un caballero. Por mero impulso solté un suave suspiro al mismo tiempo en que me llevaba los dedos contra la frente tratando de poder despejar mis propios pensamientos.

El viaje había sido agotador, pero no fue nada a comparación al duro trabajo que tuve que realizar para esconder mis emociones de Akira.

—... ¿Crees que cometí un error? —decidí romper la tensión en el ambiente al mismo tiempo en que deslizaba mi mano de mi rostro para poder observar cómodamente como él tan solo alzaba su mirada para encontrarse con mis orbes—¿Crees que hice mal en pedir el divorcio?

Namjoon simplemente se mantuvo en su sitio tratando de buscar una respuesta.

—Se sincero conmigo—agregué antes de que él brindara su comentario, siendo completamente consciente que probablemente estaba tratando de dar una respuesta que me hiciese sentir mejor—... solo di lo que piensas.

—Bueno... depende del motivo por el que realmente usted le pidió el divorcio—por fin Namjoon se animó a dar su opinión consiguiendo que yo tan solo continuase observando su tranquila expresión tratando de entender que era lo que realmente estaba pasando por su cabeza—cuando lastimaron a la joven señorita usted también trató de divorciarse.

Instintivamente mi cuerpo se tensó tras recordar lo que había ocurrido hace seis años atrás, era un contexto completamente diferente a este, pensé siendo consciente de lo que había sucedido en aquella ocasión no se podía comparar con lo que estaba ocurriendo en estos momentos. Por impulso entreabrí mis labios dispuesta en replicar a sus palabras, pero antes de siquiera ser capaz de formular una respuesta convincente me vi a mi misma guardando nuevamente silencio tras comprender que si simplemente me hubiese divorciado en el momento en que ocurrió aquella desgracia hubiese impedido que ahora Mina estuviese muerte.

Volví a fallarle a mi pequeña princesa.

—... Debí divorciarme de Akira en ese preciso momento—finalmente respondió sintiendo la fuerza con la que mi corazón se había estrujado.

Namjoon se quedó en silencio durante unos segundos simplemente analizando la manera en que mi propio cuerpo había reaccionado.

—Aun así, usted sigue amando al Duque.

—Amo más a mis hijos—repliqué sin una pisca de duda mientras que presionaba mis puños sobre la mesa en un vano intento por mantener calmada—... Akira nunca pudo remediar lo que hizo... si tan solo se hubiese quedado, si tan solo hubiese escuchado, entonces mi hija no estaría ahora siendo reconocida como un vil monstruo.

—... Muy en el fondo usted sabe que realmente lo que ocurrió no fue por culpa del Gran Duque—Namjoon no dudó en defender a mi exesposo aun sabiendo que yo podría castigarlo por blasfemia—... no habia manera de saber que aquel hombre que el Duque había traído y designado como su mano derecha sería capaz de lastimar a la joven señorita del Ducado—aclaró con confianza. Odiaba el hecho de que no parecía afectado—... usted es completamente consciente que, si se hubiese podido adivinar, el Duque por si mismo lo hubiese asesinado antes de que él hubiese tenido siquiera el pensamiento de llegar a l...

—¡Era su amigo! —bramé interrumpiendo sus palabras mientras que podía observar como él simplemente se mantenía en su sitio con una actitud tranquila—¡Si tan solo Akira hubiese prestado atención a lo que pasaba a su alrededor! ¡Si no hubiese estado tan malditamente enfocado en entrenar, entonces se hubiese dado cuenta!

—¿Usted se dio cuenta? —replicó consiguiendo que toda ira contenida, toda rabia desbordada se hubiese quedado paralizada. Francamente no esperaba esa pregunta—... usted fue quién crió a cada uno de los herederos del Ducado, fue la responsable de brindar todo el cariño y amor, sin hacer diferencia, sin discriminación, pero aun cuando estuvo constantemente presente, tampoco fue capaz de prevenir lo que iba a ocurrir, ¿O me equivoco?

Me quedé en mi sitio con los hombros tensos y los párpados ampliados, estaba genuinamente sorprendida por la tranquilidad con la que me había acorralado... es verdad, pensé sintiendo como la realidad comenzaba a golpear mi cuerpo, yo... lo ignoré por completo, y no podía creer que pasé durante tanto tiempo culpando a Akira por lo que a Mina le había sucedido que simplemente ignoré el hecho de que yo también le había fallado.

—... Soy igual de culpable que Akira—acepté sin más la situación sintiendo como la culpa comenzaba a acariciar maliciosamente mi espalda—...¿Qué fue lo que hice? —cuestioné sintiendo como mi corazón comenzaba a latir abrumado por estas sofocantes sensaciones.

—Eso no es verdad—Namjoon rápidamente interfirió en lo que estaba sucediendo en el interior de mi cabeza, pero aun cuando le estaba escuchando, no podía dejar de pensar en ello, simplemente era incapaz de detener mi autocastigo—... realmente ustedes no son culpables de lo que ocurrió aquel día... tampoco son culpables de lo que sucedió esta vez—admitió mientras que yo tragaba saliva—puedo dar fe que usted y el Duque no fueron precisamente malos padres, simplemente se vieron acorralados por situaciones que escapaban de sus manos, así que por favor, es momento que deje de autocastigarse.

Sonaba genuinamente preocupado.

—¿D~Debería disculparme con él? —cuestioné con un hilo de voz sintiendo las orejas calientes ante la repentina vergüenza que me envolvía.

—Creo que debería primero calmar sus propias emociones—aconsejó manteniéndose con una serenidad tan propia de su personalidad que fácilmente lograba calmar mi ansiosa mente—ni usted... mucho menos el Duque están realmente preparados para enfrentarse al otro, o por lo menos no por ahora—admitió mientras que continuaba con sus manos posadas detrás de su espalda dándole un aspecto elegante; era fascinante como nada parecía romper su templanza—cada uno está cargando con culpas propias, así que considero que, solo cuando puedan saber lo que realmente ocurrió con la joven señorita, serán capaces de tener una conversación... antes no.

Bueno... realmente él jamás se ha equivocado, pensé recodando como siempre se las arreglaba para dar un consejo certero y sincero, sin importar si la respuesta llegaba o no a gustarme. Tomé la decisión de simplemente mantener mi atención enfocada en la forma en que continuaba observándome, aun cuando es mas joven que yo, se las arregla para demostrar ese tipo de confianza, pensé sintiendo vergüenza de estar a esta edad quejándome de mis problemas maritales cuando sabía a la perfección que él ni siquiera había tenido pareja. Dios que vergüenza, fue todo lo que pude pensar mientras que soltaba un suave suspiro.

Decidí enfocarme en algo en que si podía ser de utilidad.

—...¿Aun no han obtenido avances sobre ese tema? —cuestioné tratando de pensar en otra cosa, notando como él simplemente suspiraba para luego sacudir su cabeza en negación—...—nuevamente deslicé mis manos sobre mi rostro en un vano intento por despejar mis pensamientos—¿Siquiera estamos seguros de que fue el Imperio Kim el responsable del ataque hacia la princesa?

Insistí al mismo tiempo en que podía observar como él, sin siquiera dudarlo despegaba los pies del suelo para comenzar a caminar en dirección de donde yo me encontraba. Con una completa tranquilidad Namjoon se detuvo frente a mi mesa y sin siquiera preguntar si tenía permitido tocar, estiró sus manos agarrando un par de papeles que estaban sobre mi escritorio. En silencio y con sus ojos sumergidos en lo que estaba sosteniendo comenzó a revolver los papeles hasta que uno en especifico logró captar su atención.

—Tenga—me entregó la hoja con una expresión neutral—a pesar de que todo apunta que ellos son los responsable, no hay ninguna prueba solida que los vincule directamente con el ataque—confesó mientras que yo observaba el papel—lo que le he entregado es una copia de las confesiones dadas por los caballeros que estuvieron en la emboscada... ninguno que no sea Sir Felix habla respecto al Imperio Kim.

Me quedé en silencio analizando lo que estaba sosteniendo, notando como cada uno de los caballeros presentes en aquel fatídico día expresaba lo que había visto y sentido, demostrando que, no era la única que estaba viviendo con la perdida de Mina.

—¿Qué piensas de todo esto? —pregunté con los ojos fijos en los papeles.

—... Sinceramente, no sería capaz de dar un por qué, pero esto se siente como si alguien estuviese internamente arreglando las prueba para encubrir la verdad o simplemente para cubrirse a si mismo.

También he pensado eso, pensé mientras que asentía con mi cabeza.

Rápidamente regresé a aquel cómodo silencio, con calma dejé la hoja sobre la mesa para luego simplemente presionar mis codos sobre la madera, ¿Quién esta ocultando información?, me pregunté al mismo tiempo en que dejaba caer mi mentón sobre mis nudillos, ¿Quién esta jugando con las piezas?, me cuestioné mientras que soltaba un suspiro siendo consciente que, por mucho que le diera vuelta al asunto no sería capaz de llegar a una respuesta.

—Estamos de acuerdo de no puede ser una persona sin poder, ¿Verdad? —retomé la conversación mientras que alzaba mi mirada observando como Namjoon asentía con su cabeza.

—Si desea que descarte a las pequeñas potencias que estén secretamente en contra del poder que tiene el Gran Ducado, entonces podría reducir bastante la lista—confesó mientras que yo simplemente decidía echar mi cuerpo hacia atrás, presionando mis omoplatos sobre el ancho de mi asiento.

Si haces eso, ya sabré quién es el culpable, pensé presionando mis manos sobre el borde de mi asiento, sintiéndome genuinamente frustrada.

—Maldición—murmuré mientras que posaba mi atención en el blanquecino techo del lugar—si vas a descartar a las demás potencias, el resultado debe quedar entre nosotros—ordené a la vez que deslizaba mis orbes hacia su cuerpo notando por fin sus ojos confundido—... la única persona que pueda causar un daño de este nivel y a su vez crear una guerra entre las dos naciones es claramente su Majestad el Rey—revelé observando como él simplemente se tensaba.

—D~Duquesa...

—Lo sé—me quejé al mismo tiempo en que mi ceño lentamente comenzaba a fruncirse—no podemos ser hostiles con el Imperio... no por ahora—comenté mientras que alejaba mis manos de mi asiento, dejando ambas posadas en el reposabrazos sintiendo como los ojos de Namjoon seguían cada movimiento inquieto por mi parte—tenemos que esperar que Nayeon obtenga la corona.

—Hablando de la princesa... La información que manejo sobre ella es que ha conseguido tutoría con la hija del Conde Lee—confesó mientras que sacaba de su chaqueta una pequeña libreta con cada uno de los apuntes que había anotado de su investigación—se rumorea que posea un núcleo con gran potencial y está dotada con una inteligencia digna de envidiar...—agregó con sus ojos fijos en lo que está sosteniendo— se dice que podría fácilmente salir de la Academia antes de cumplir los veintiún años.

—Esa muchachita ha demostrado una valía y determinación digna de admiración—confesé sintiendo cierto cariño por la existencia propia de Nayeon, porque sabía que aun cuando Mina le había lastimado un sinfín de veces ella aun así decidió permanecer a su lado—hay que protegerla de los príncipes Minseok y Jabeom.

—En la Academia esta al cuidado de Sir Hyeon—Namjoon respondió mientras que yo tan solo continuaba observándolo—y fuera de esta, se encuentran los caballeros Hwan, Jackson, Jungkook y Yun protegiéndola.

Realmente no es que yo no confiase en el potencial de los anteriores caballeros de Mina, era más que consciente de que ellos habían dado todo de sí para poder protegerse, pero fueron superados en números y obtuvieron el peor resultado posible. Sinceramente, después de ver lo que sucedía por escatimar la ayuda de los guardias, me negaba a permitir que nuevamente el resultado se repitiera, si era necesario desplegaría a todos los caballeros que poseía con tal de poder salvar, aunque sea a la joven princesa.

—¿Desea que despliegue una unidad? —cuestionó mientras que yo simplemente me mantenía en mi sitio tratando de pensar cual sería la mejor solución para esta ocasión—puedo preparar una de forma inmediata.

—... Espera, primero debemos pensar con claridad—admití manteniéndome pensativa—si el Rey se llega a percatar que el Norte está en movimiento no tardará en comenzar a sospechar de nuestras intenciones—aclaré—... lo mejor será comenzar a infiltrar los unidades de manera lenta y de forma progresiva en el interior de la Academia—agregué notando como Namjoon aceptaba mi orden sin siquiera poner en duda mi estrategia—¿Cuántos caballeros tenemos que sean descendientes de la nobleza?

—Alrededor de treinta hijos con sangre noble—Namjoon aclaró recordando a la perfección cada uno de los muchachos—¿Está pensando en usar a los nobles como chivo expiatorio? —cuestionó genuinamente sorprendido de hasta donde estaba dispuesta de llegar con tal de obtener los resultados que quería.

—Sería demasiado sospechoso que un gran número de plebeyos ingresaran en la Academia en periodos cortos de tiempo—admití siendo consciente que el Rey rápidamente se daría cuenta de que algo estaba ocurriendo—... aunque él parezca un idiota, realmente no lo es—aclaré al mismo tiempo en que comenzaba a jugar con el borde de los papeles—por ende, si queremos proteger a la princesa de cualquier ataque por parte de los príncipes, debemos usar a los nobles.

—¿No será sospechoso que comiencen a ingresar los hijos de los nobles que están a favor del poder del Ducado? —cuestionó llevándose los dedos contra el mentón.

—Solo sería sospechoso si es que las familias de cada uno de los caballeros nobles estuviesen de acuerdo con que ellos sean parte de nuestra potencia—aclaré observando como él tras escucharme no podía evitar el fruncir su ceño visiblemente confundido—Hyeon es un claro ejemplo de que lo estoy tratando de decir.

—¿Sir Lee Hyeon?

No pude evitar sonreír tras escuchar la forma en que llamó al joven muchacho.

—A pesar de que ese chico abandonó su apellido hace ya diez años atrás, fuera del Ducado sigue siendo conocido como Lee Hyeon, ¿No?—cuestioné al mismo tiempo en que veía como Namjoon reaccionaba—lo quiero decir es que no necesariamente tenemos que elegir a los caballeros que aun conserven sus apellidos nobles—aclaré con una actitud relajada—solo basta con que los demás nobles los reconozcan como uno.

—Quiere crear un conflicto interno—concluyó.

—Exacto—respondí a la vez que me colocaba de pie comenzando a caminar en el interior de mis despacho—... ¿Qué crees que sucederá con aquellos nobles que ya han decidido un heredero, pero de repente aparece uno nuevo y con gran potencial? —cuestioné sin detener mi andar tratando de poder refrescar mis pensamientos mientras que podía sentir como él me seguía tan solo usando su vista—probablemente se sentirán bendecidos... pero... ¿Cómo reaccionarán cuando se den cuentan que sus hijos son devotos al Ducado?

—Las cosas cambian cuando un posible heredero está unido al Ducado... los nobles harán todo lo posible por aliarse a nosotros—afirmó Namjoon.

—... Estoy completamente segura que, si los nobles que anteriormente estaban a favor del Rey comienzan a estar de nuestro lado no hará para nada feliz a nuestro querido su Majestad—respondí deteniéndome cerca de los sillones, solo para poder notar como Namjoon se llevaba sus dedos contra sus labios tratando de ocultar su sonrisa satisfecha—es un plan a largo plazo—aclaré tratando de que no se emocionara—tenemos que hacer que nuestro poder lentamente vaya creciendo al punto en que el Rey quede completamente acorralado.

—Para que no le quede más alternativa que subir al Trono a la princesa Nayeon—terminó la frase Namjoon por mí.

—Solo cuando Nayeon obtenga el poder absoluto de todo el Imperio, nosotros realmente tendremos la oportunidad de comenzar a movernos para destruir de una buena vez al maldito Rey Im—admití sin siquiera tomarme la molestia de ocultar mi molestia—así que... de momento tenemos que centrarnos en elegir a los caballeros que se infiltrarán en la Academia y detener cualquier posibilidad de que se extienda una guerra con el Imperio Kim—admití tratando de no olvidar que ese también estaba siendo un gran problema.

—Lo bueno, es que la única manera de que la guerra volviera a desatarse es que nosotros ataquemos directamente al Imperio vecino.

—Ese sería la teoría... a menos que mi exesposo hiciese una estupidez como tratar de reunir a los nobles de la Capital—le recordé mientras que presionaba mis manos sobre el respaldo del sofá tratando de recargar todo mi peso en aquel objeto—... realmente espero que no haga algo como eso—admití sin estar hablando directamente con Namjoon.

Esperaba de corazón que la rabia e impotencia no hiciese estragos en las acciones de Akira.

—Pero ahora que usted está en el Norte, el Duque no tiene poder en la Capital—Namjoon me recordó mientras que yo simplemente me mordía el interior de la mejilla siendo consciente que Akira realmente jamás ha necesitado poder para conseguir lo que se propone—así que no debería ser capaz de poder crear un conflicto interno—respondió manteniéndose pensativo—... a menos que consiga un aliado lo suficientemente poderoso y que a su vez sea apto para brindarle la ayuda que tanto necesita—agregó—pero esto solo es una suposición de que el Gran Duque estuviese realmente pensando en hacer algo como atacar el Imperio desde adentro.

Ese era realmente el verdadero problema, si Akira llegaba a encontrar alguien capaz de brindarle lo que necesitaba, no habría motivo entonces para quedarse quieto, lo conocía a la perfección, sabía qué clase de hombre era él. Definitivamente no daría marcha atrás si se le presentaba la oportunidad de lastimar al Rey.

Decidí permanecer en un completo silencio haciendo lo mejor que podía para pensar en alguien que fuese lo suficientemente fuerte para ayudar a mi exesposo.

Bruscamente amplié mis párpados.

—... Este idiota—murmuré al mismo tiempo en que despegaba las manos del respaldo del sofá—necesito papel y una pluma, ahora—ordené mientras que comenzaba a caminar rápidamente en dirección de la mesa.

—¿Duquesa?

—La familia Zhou—respondí al mismo tiempo en que rodeaba mi escritorio para volver a sentarme en mi silla.

—¿La familia Zhou? —cuestionó el contrario genuinamente confundido—¿Pregunta por ellos?... bueno, tengo entendido que es una familia comerciante, en los últimos quince años han logrado hacer crecer su poder al punto de ser consideradas como la quinta casa más rica del Imperio—informó algo que yo claramente ya conocía—... pero... no comprendo, ¿Qué tiene que ver ellos con el Duque?

—Sana se casó con la hija mayor del Conde Zhou—admití al mismo tiempo en que tomaba la hoja que él rápidamente me entregó—por favor... Akira espero estar equivocada—murmuré a la vez que tomaba la pluma comenzando a escribir sobre el papel tratando de dar una corta advertencia—...—me quedé en silencio mientras que mi mano se movía velozmente sobre la hoja—si estoy en lo correcto... Akira realmente adoptó a Sana.

—¿Eh?, pero él no puede hacer ese tipo de papeleo si usted no está de acuerdo—Namjoon respondió desconcertado.

—Aun no se concreta el divorcio... así que el Imperio lo sigue considerando como la cabeza de la familia, por ende, puede hacer eso y mucho más sin la necesidad de recibir una respuesta afirmativa por mi parte—admití al mismo tiempo en que agarraba otro papel escribiendo sobre esta.

—El Duque se las arregló para crear una relación familiar entre el Ducado y la Condesa—Namjoon soltó lo que yo tanto había tratado de ignorar—... Él quiere usar la información y las conexiones que se pueden obtener a base del poder del Conde Zhou para su propio beneficio—y ni siquiera estaba dejando en duda sus palabras.

Bruscamente mi joven mayordomo se quedó en un completo silencio, sumergido en sus propios pensamientos mientras que yo simplemente continuaba escribiendo, queriendo plasmar cada una de mis ideas, teniendo la esperanzada de que Akira fuese capaz de comprender lo que yo tan desesperadamente estaba tratando de decir.

Al terminar, no dudé en darle un rápido vistazo a lo que había plasmado tratando de asegurarme de esa manera de que el mensaje hubiese quedado claro.

—Necesito un sobre y el sello del Ducado—pedí observando como él, a pesar de verse aturdido, no dudaba en comenzar a moverse buscando en uno de los cajones cerrados el sello propio del Ducado—tienes que enviarla de inmediato... si todo sale bien, es posible que lo detenga a tiempo.

Con la misma velocidad con la que se movió, Namjoon me entregó el sello junto con el sobre.

—D~Duquesa...—Namjoon sonaba genuinamente preocupado.

—Lo sé... si realmente nuestras suposiciones son correctas. Akira no va a esperar a que la princesa Nayeon obtenga la corona...—admití sintiéndome ansiosa por aquella probabilidad.

Maldición... recién llegué al Norte, pensé genuinamente frustrada por la repentina situación que tenía frente a mí. Sinceramente, esperaba el estar equivocándome, pero en el fondo conocía demasiado bien a mi exesposo.

—Él se la dará antes de que ella termine la Academia—concluyó Namjoon mientras que yo apretaba con fuerza de mi quijada.

Ansiosa solté la pluma para alzar mi mirada notando como él me estaba observando.

—Akira creará una guerra con el Imperio Kim—respondí causando que Namjoon ampliase sus párpados.

Tras decir aquello rápidamente volví a quedarme en un completo silencio enfocándome netamente en guardar la carta en el interior del sobre, para luego simplemente agarrar el frasco que contenía la cera caliente, bajo la atenta mirada de Namjoon derramé un poco de este material sobre el cierre de la carta y sin esperar a que el material se solidificara presioné el sello en el líquido y lo dejé ahí durante un par de segundos hasta asegurarme de que la impresión hubiese quedado bien plasmada.

—No debemos permitir que eso ocurra.

—Por eso la carta debe llegar lo más rápido posible—respondí tomando la carta para entregársela.

—...¿Qué pasará si el Duque ya comenzó a moverse? —cuestionó algo que ya había pensado, pero que odiaba el resultado.

Sinceramente, no quería responder lo que había pensado, pero muy en el fondo sabía que él necesitaba escucharla.

—No nos quedará de otra más que prepararnos para la guerra. 

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Maratón: 3/??

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