Capítulo Único
Historia basada en la canción de Hans Zimmer llamada "The Rest Of My Life"
Dedicado a mi amor ilegal Shiki1221
Las cosas no siempre salían como uno quería, o como uno llegaba a desear con tanta intensidad que podía hacer que le doliera el corazón.
No podía estarle pasando esto.
Los doctores no habían podido hacer nada por su esposo, el cáncer era muy agresivo y el último estudio que se hizo antes de que todo se arruinara, demostraba que se había extendido a todos lados.
Le era demasiado doloroso verlo en esas condiciones, sufriendo.
Pero se esforzaba por mantener viva esa chispa, haciéndole sentir como si un cuchillo se le clavara mil veces en el corazón.
Sasuke se entregaba a cualquier tratamiento siempre que se le presentaba la oportunidad, pero no porque pensara que pudiera curarse, si no porque quería seguir más tiempo con su Naruto.
También lo hacía porque era lindo tener aunque fuera un pequeño destello de esperanza cuando la oscuridad había invadido sus vidas.
Cuando se había enterado de su enfermedad, había intentado alejarse de él.
Todos sabían que el cáncer era doloroso para el paciente y sus seres queridos, y no quería que su rubio lo viera de esa manera.
Pero no podía dejar a la persona que siempre había estado con él y que le había apoyado, que se había entregado en cuerpo y alma a él para amarle y ser amado.
Así que sólo seguía por él, sólo por la única luz que había conocido y aceptado.
Acarició su mejilla una vez más antes de sonreírle.
Naruto besó su mano y le abrazó.
_ No lo hagas - le susurró el rubio - No te hagas esto sólo por mí.
_ Dobe... es mi elección. Mía.
_ Ambos sabemos que... es incurable... y que sólo alargas más tu sufrimiento... - gimió mientras le miraba - Sasuke...
_ Cállate, ya no digas nada. Te dije antes que no te desharías de mí tan fácil - intentó sonreír para subirle el ánimo, sabiendo que era algo imposible.
Ya habían cumplido todos los deseos de Sasuke.
Habían viajado a varios países, habían ido a diferentes lugares como museos, exposiciones, parques.
Habían hecho varios deportes que jamás pensaron que harían, comido cosas que jamás habían conocido.
Habían intentado llevar una vida planeada en unos pocos meses, y aún así no bastaba.
Se habían recordado que se amaban cuando la situación se volvía intolerable.
Habían evitado las peleas con tal de disfrutar el tiempo que les quedaba a ambos.
Ahora se encontraban en el jardín, sentados debajo de un árbol, Naruto abrazando a Sasuke y este con la espalda en el pecho del contrario, ambos contemplando el atardecer.
Los padres de Naruto y Sasuke se encontraban mirando la escena desde unos metro más atrás.
Sasuke sonrió al estar de esa manera con su rubio.
Había sido el mejor. En todo.
El mejor compañero, rival, amigo, amante y al final, esposo.
Ya no sentía miedo al tener a Naruto acariciando su rostro mientras se encontraba recargado en su fuerte pecho, escuchando las palabras que el otro le dedicaba.
A pesar de llevar toda una vida de amigos y media vida como pareja, cuando lo escuchaba decirle que lo amaba, su pobre y débil corazón latía tan fuerte como si fuera la primera vez.
Lo reconfortaba el sentirse tan amado en los últimos momentos que le quedaban de vida.
Sonrió al sentirse listo, sintiendo como su dolor se desvanecía y susurró un último te amo, cerrando sus ojos.
Naruto sonrió y le miró, encontrándose a Sasuke con los ojos cerrados.
_ ¿Sasu? - le llamó - Sasuke, despierta, mi amor.
Pero su esposo no le respondió.
_ Oye, despierta, mi vida - le susurró, acariciando su mejilla con la mano temblorosa - Hay que ir a casa.
Pudo admirar la paz en el rostro de su azabache y lo movió delicadamente.
_ Vamos, oye... hay que irnos, cariño... - acarició su cuello, en busca de pulso - No te vayas, no te vayas... quédate conmigo, ¿sí?
Al no sentirlo mordió su labio inferior con fuerza y negó con la cabeza.
_ S-Sasuke... Sasuke - las lágrimas inundaron sus mejillas - ¡Sasuke! No, por favor... por favor... - lloró, enterrando su cara en el cuello contrario - ¡Por favor, no te vayas! - gritó abrazándole - Te lo suplico... quédate...
Su cuerpo temblaba sin control.
Los familiares de ambos recurrieron a la escena y pudieron ver aquella imagen que les quebró el corazón.
_ Sasuke... por favor, no... no puedo hacerlo sin ti... ¡Sasuke! - sus lágrimas empapaban el cuello blanco del otro y los demás apartaron la mirada.
Todos se encontraban inconsolables, no habían palabras ni opciones que aliviaran el dolor que sufrían sus corazones al ver a Naruto de esa forma.
Acompañaron a Naruto hasta que se llevaron su cuerpo, pero el rubio ni siquiera se había movido de ahí, ni siquiera cuando había empezado a llover.
Sus padres acompañaban a Mikoto y a Fugaku dentro de la casa.
No podían lograr que Naruto entrara a la casa, sólo se había quedado ahí, con una foto siendo estrechada contra su pecho, como si eso fuera a curar aunque fuera un poco su corazón.
Pero realmente, ni siquiera sentía que hubiera un corazón que sanar, pues Sasuke se lo había llevado con él.
No le quedaban más lágrimas por derramar, ni voz para gritar, ni energías para levantarse.
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Unos días después había sido el funeral de Sasuke.
Pero al finalizar la ceremonia, sólo pudo quedarse ahí, parado en frente y con la mirada perdida.
Los días se convirtieron en semanas y estas en meses.
Meses en los que sólo había ido a ver la tumba de Sasuke.
Naruto, en su última visita a la tumba, recordó las palabras del azabache.
"Si no es en esta vida, entonces te prometo que te encontraré en la otra"
Naruto sonrió por primera vez en meses.
_ Te amo. Hasta nuestra próxima vida, mi Sasuke - dejó el anillo de bodas de Sasuke encima de la tumba y se fue.
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_ Ten suerte en tu primer día, cariño - le dijo la pelirroja a su hijo de 7 años, quien alzó el pulgar con una enorme sonrisa.
_ ¡Seré el mejor de la clase, tebayo! - el pequeño besó la mejilla de su madre y fue corriendo a la entrada de la escuela, tropezando con alguien al no fijarse.
_ ¡Dobe! ¡Fíjate por donde caminas! - le dijo un niño con un puchero y Naruto se le acercó.
_ ¡Perdón! No me fije - le ayudó a levantarse y se le quedó mirando - ¿Cómo me dijiste?
_ Hn. Dobe - murmuró el pequeño de nuevo.
_ Teme - hizo un puchero.
El azabache alzó una ceja. Se le hacía tan familiar esa palabra...
Sacudió la cabeza y lo dejó ir.
_ ¿Y cómo te llamas? - le preguntó el rubio sonriente.
Peculiar en verdad... bueno, ¿qué perdería conociendo a ese dobe?
_ Sasuke Uchiha.
El rubio sonrió.
_ ¿No te conozco?
_ ... No lo creo. ¿Y tú cómo te llamas?
_ ¡Soy Naruto Uzumaki, tebayo! Espero que seamos buenos amigos - se rió suavemente y el azabache esbozó una sonrisita y empezó a caminar.
_ Anda, dobe. Vamos, no podemos llegar tarde.
Naruto sonrió.
_ Al final, si te encontré en otra vida, mi teme.
Fin
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Perdón por haberlo hecho tan triste, Sifu 😂
Ya te lo compensaré, te adoro.
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