Taehyung estaba meditabundo con los ojos cerrados y acostado boca arriba dentro de su ataúd con las manos cruzadas en forma de equis. En ese preciso momento le gustaría estar en ese mismo ataúd en un campo de paz y a muchos metros bajo tierra descansando en un sueño eterno; en un lugar donde no esté consciente del paso del tiempo, donde no tenga que sufrir en ese mundo terrenal y tampoco vivir un día tedioso, solitario, cliché, sin ningún sentido. Estaba cansado de todo y era inaudito que viviera mil años más de la misma forma con ese ánimo tan depresivo; por lo menos los humanos terminaban con todo cuando se sentían al borde de un abismo y sin ninguna salida a sus problemas. No obstante... Él, por ser inmortal tenía que vivir indefinidamente por décadas, siglos y posiblemente otro milenio más.

Sería un suplicio despiadado vivir otro milenio en la misma situación adversa, un completo y verdadero martirio. De toda su maldita existencia no quedaba absolutamente nada de sus mejores décadas; ni las personas, ni las épocas, ni las costumbres y mucho menos nada de su propia personalidad. Había cambiado tanto que no sabía como había llegado a ese extremo, sin poder ser capaz de reconocerse y sin poder retroceder de la laguna movediza donde estaba atrapado. También el mundo había cambiado bastante con una evolución avanzada y moderna; en el cual tuvo que hacer mucho esfuerzo y utilizar mucha resiliencia para adaptarse a cada época y convertirse en un supérstite en términos de dinero, así como también poder saciar su sed de sangre humana.

Abrió los ojos encontrándose con la oscuridad, para luego removerse un poco de su recta posición y abrir la puerta del ataúd negro con su mano izquierda y con la otra mano impulsarse para sentarse; al mismo tiempo que examinaba su cuerpo con frustración al verse perfecto como si no le hubiera ocurrido nada. Cuando efectivamente destrozó su corazón con una estaca y estuvo a punto de desangrarse.

- "Tengo que encontrar a Jeon Jungkook. Si Kim Seokjin dice que es capaz de matarme, voy a tratar de creer en su palabra. Es por ahora mi única opción para poder desaparecer definitivamente de este mundo" - pensó el pelirrojo mirando a un punto fijo con un deseo ávido, en una habitación con las ventanas tapadas con las cortinas y una tenue luz atravesando éstas.

- Jeon Jungkook - mencionó el pelirrojo tal nombre perteneciente al chico, con una voz ronca y fuerte - Te voy a encontrar y esperaré con ansias hasta que le quites el último latido a mi corazón - sonrió ampliamente, para luego sacar sus colmillos y sus pupilas de sus ojos cambiaran a un color bermellón.

Luego de hablar consigo mismo porque no tenía a nadie para comentarle sus pensamientos, decidió alistarse para ir a buscar al chico de cabello negro en el mismo lugar; no importaba si le tocaba quedarse ahí todo el día o volver todos los días. Definitivamente estaba dispuesto a sacrificar su tiempo para ir a ese mismo sitio las veces que fuera necesario, con tal de ver si el azabache pasaba por el mismo lugar por casualidad.

Fue a su armario y se cambió rápidamente sin bañarse. (Los vampiros son criaturas que no pueden tener contacto con el agua, pero su higiene personal permanece limpia como la de una persona recién bañada al igual que su boca permanece impecable a pesar de consumir sangre). Fue a la cocina y abrió la nevera dónde habían varias bolsas de sangre, (las cuales conseguía mientras trabajaba de odontólogo en el hospital por temporadas) agarró una bolsa de sangre y la sirvió en un vaso para tomar el exquisito sabor metálico que era vital para él. Luego metió el vaso en el lavavajillas y sin más retraso se dirigió al tejado de la mansión para desde allí volar al mismo edificio donde se dejó caer anteriormente.

(...)

Caminaba silenciosamente Jungkook, de puntillas mientras estaba un poco agachado para ir a su escritorio sin ser visto por el profesor que enseñaba partituras; el señor Choi. No obstante sus compañeros empezaron a reírse de sus esfuerzos para no ser visto y no tener una falta más por llegada tarde a clases. El maestro volteó con rostro severo a ver que causaba tanta risa y se encontró con un chico en posición vertical encorvado, con guitarra alzada y que al parecer llegaba tarde por enésima vez.

- Jeon Jungkook ¿No le sirvió la advertencia que le hice ayer? Para respetar mi clase tiene que llegar obligatoriamente puntual - el profesor se sentó en su escritorio para buscar el listado y ponerle una falta al chico. Con esa falta ajustaba nueve y si ajustaba una falta más se vería obligado a llamar a sus padres - ¿Cuál es su justificación ahora jovencito? - el señor Choi lo miró sin parpadear y Jungkook se terminó de sentar muy preocupado e inquieto, mientras su compañeros no le quitaban la mirada de encima.

- El autobús que tiene el trayecto de Busan a Seúl se descompuso y me tocó esperar otro bus. Esto es algo que ni yo puedo controlar y se me sale de las manos, pero le prometo que no va volver a pasar profesor. Las otras veces si tuve la culpa, pero esta no. - justificó el azabache, pero la verdad esque no podía dormir pensando en lo insólito que había pasado en la tarde de ayer; en como el chico herido había desaparecido en un abrir y cerrar de ojos. Tanto que cuando se durmió eran las tres de la madrugada, por lo tanto le agarró la tarde por la mañana y no escuchó el ulular de la alarma.

- Jungkook, sabes perfectamente como funciona el sistema e igualmente te tengo que poner falta. Vas a tener que madrugar más o buscar un transporte seguro, de lo contrario me veré obligado a informar al director para que llame a tus padres. - señaló el maestro para volverse a poner de pie y seguir con las diapositivas.

- No volverá a pasar profesor, se lo aseguro - concluyó Jungkook con determinación y con unas ojeras notables. Parecía un osito panda y sentía que los párpados se le cerraban solos.

La clase siguió con normalidad y Jungkook llenaba la libreta con apuntes que en el momento no entendía y que después tendría que analizar detenidamente con ayuda de sus amigos. En un momento sintió la mirada de alguien y volteó a ver en esa dirección, al mirar hacia ese lado se encontró con la linda mirada de Lee Ji-eun; su apodo era IU y es la chica más hermosa de toda la universidad. Es la mejor para cantar notas altas y desde que entró a la universidad, Jungkook ha estado perdidamente enamorado de ella. Es la chica de sus sueños y últimamente ella ha notado su existencia mirándolo con gran interés; lo que significa que estaría listo para dar el siguiente paso para invitarla a salir a citas después de las clases.

Después más tarde salieron al receso, pero antes Jungkook le había dado su yogurt a IU con una pequeña nota, donde le preguntaba si quería ir por un helado después de la jornada de clases. Salió del salón como alma que lleva el diablo y les dijo a sus amigos que los esperaba en las gradas de la cancha de fútbol.

Al llegar sus amigos, Jungkook estaba cansado de las miradas llenas de amor de algunas chicas, eran admiradoras desde que tocó con su banda en el Festival del Pop-Rock en la universidad. Lo que le molestaba era no poderle corresponder a todas esas hermosas chicas y que pronto les rompería el corazón cuando fuera oficialmente el novio de IU.

- Amigo ¿Qué pasó? Ese cuento que le dijiste al profesor, suena como falso. - rió levemente Yugyeom, el peliverde - Nosotros te conocemos perfectamente Jungkook, no sabes mentir.

- Les voy a decir la verdad, pero sé que no me van a creer y me van a tildar por loco - acabó de decir y sus amigos se acomodaron a su alrededor. Eun-Woo se sentó a su lado pasando su brazo por encima de su cuello hasta agarrarlo por el hombro, Yugyeom sentó en el centro de ellos una grada más abajo, Changkyun al otro lado de Jungkook con su bajo en su estuche. - Ayer cuando iba a la estación de buses me encontré con un chico tirado en el piso y con un montón de sangre, me acerque y noté que su pecho estaba apuñalado.

- Que horrible escena. ¿No te dió asco ver la sangre? - Preguntó Eun-Woo sorprendido por lo que contaba su mejor amigo.

- No, incluso toque su corazón destrozado - le respondió el azabache al castaño que hizo una cara de desagrado - Cuando lo toque y estaba dispuesto a llamar al 911, abrió los ojos y me agarró la muñeca con su mano helada y me miró muy serio como si nada le doliera. Por la puta madre que casi me voy con san pedro, era imposible que una persona que parecía estar muerta reviviera de esa forma y como si nada.

- Por Dios Jungkook, esa historia no parece real... Más bien parece que quieres darnos miedo - acusó Changkyun alejándose un poco del azabache

- No idiota, te juro por mi vida que eso me pasó ayer cuando anochecía. Si no me creen no les sigo contando el suceso - Se cruzó de brazos el azabache con un notorio puchero resaltando su belfo.

- Yo sí te creo Jungkookie, haber sigue contando - ánimo Eun-Woo, mientras lo miraba en uno de sus perfiles

Jungkook suspiro con rendición para seguir - El demacrado chico me prohibió llamar a emergencias y dijo que todo era sangre falsa, lo cuál era falso porque olía a sangre de verdad y yo toque la profunda herida. Estoy seguro que estaba mal y al borde de la muerte... Bueno, seguimos peleando con insultos y luego me levanté y llamé a emergencias; pero cuando me volteo a mirarlo nuevamente ya no estaba. Desapareció como por arte de magia como si se lo hubiera tragado la tierra y aunque lo busqué por todas partes no lo encontré, solamente quedó el charco de sangre en la acera.

- Jeon, de verdad te creo - afirmó el peliverde Yugyeom - Está mañana cuando me trajo mi hermano en la moto, tomé un atajo y pase por un camino cerca a la estación. Había una mancha todavía fresca de sangre vinotinto y los de limpieza se estaban quejando por tener que lavar ese desastre tan repugnante; literalmente ese olor estaba atrayendo a los buitres.

Jungkook quedó helado y eso confirmaba que no se lo había imaginado. Ese suceso espeluznante había sucedido y ahora la pregunta era ¿Qué pasó con el misterioso chico moribundo y amargado? ¿Cómo desapareció si estaba tan mal?

- No le tengo miedo a nada, pero eso rondó por mi cabeza al punto que no logré dormir en la mayor parte de la noche. Será mejor ir por la tarde a ese lugar y rezar por esa alma o persona desahuciada. - habló Jungkook con el entrecejo fruncido y recordando el rostro del chico, tan pálido como la nieve.

- Yo en lo personal, no volvería a pasar por ese sitio nunca más en mi vida - opinó Changkyun para luego sorber por la nariz

- Hablando de otro tema, te tenemos una buena noticia. Ya conseguimos un apartamento y no es necesario que nos ayudes económicamente, pero te tocaría dormír en la sala porque solo hay tres habitaciones - informó Eun-Woo con una sonrisa

Jungkook por poco se atraganta con su sandwich de la emoción - Que bueno hyung, no importa, así me toque dormir en el suelo. Les prometo que apenas tenga algo de dinero les ayudaré con los gastos.

- No es necesario Jungkookie, nosotros somos tus hermanos mayores y estaremos pendientes de tu bienestar - dijo con orgullo Yugyeom

- Hyung, no quiero ser una carga para ustedes - expresó Jungkook con los ojos empezando a picar. Sabía que tenía los mejores amigos del mundo y que tocar con ellos en su banda era el mejor escape de la realidad y de los problemas.

- Ningúna carga, no seas tan modesto. Te conocemos y sabemos tu situación con tus padres. Más bien, alégrate porque... ¡VAMOS A ESTAR EN SEÚL! - vociferó el peliverde, ganándose miradas de los otros estudiantes y sus amigos rieron para luego celebrar.

Los amigos de Jungkook quedaron en shock por la historia tan macabra que vivió en carne propia el azabache y por otro lado también estaban felices por su nueva estadía en Seúl. Luego regresaron a clases donde el guitarrista encontró una notita en su escritorio, IU aceptaba la invitación; por poco se le sale el corazón del pecho a Jungkook y desde eso no prestó tanta atención al resto de las clases. Para las siguientes clases tendrían que trabajar por grupos: guitarristas, cantantes, raperos, bajistas, bailarines etc.

Al salir del salón cuando se despidió de sus amigos, esperó a IU en la puerta del salón y cuando llegó ella le brindó una dulce sonrisa. Caminaron hasta la portada de la universidad en silencio y cuando estaban allí, Jungkook se atrevió a hablarle.

- Gracias por aceptar mi invitación, ¿Quieres que vayamos allí al frente? Venden unos sabores de helado artesanales - señaló el azabache el lugar y la chica asintió con la cabeza.

- La verdad estoy muy emocionada de que me hayas invitado a salir, aunque te hayas demorado tanto en hacerlo. Estuve a punto de tomar la iniciativa para invitarte a salir - expresó la pelinegra mientras cruzaba la calle con Jungkook

- ¿Cómo? ¿Tú también querías salir conmigo? - preguntó el guitarrista muy asombrado y con el corazón en la mano y latiendo con vehemencia

- Obvio. Eres un chico guapo y muy interesante, además el mejor guitarrista de la facultad de música, traes locas a todas las chicas... Al igual que a mí. - confesó la fémina y Jungkook no lo podía creer.

Después de muchos rato, el azabache compró dos helados: uno de brownie y otro de arequipe, ambos tenían cerezas verdes y barquillos de chocolate; posteriormente salieron del establecimiento. IU se ofreció a acompañarlo hasta la estación de buses, porque lo veía muy somnoliento y era mejor que fuera a su casa a descansar; mientras tanto conversaban y el azabache le confesaba que estaba enamorado de ella desde que entró a la universidad. Fue una confesión entre sonrojos y rubores en las mejillas, los dos estaban mutuamente enamorados. Ambos vivieron un momento agradable y disfrutaban de sus helados con conversaciones dulces y amor en el aire.

Desde lo alto del edificio Kim Taehyung estaba leyendo un periódico mientras tenía en la otra mano su sombrilla para cubrirse del sol, en un momento volvió a hacer vigilancia guardando su periódico en su abrigo y notando a lo lejos un chico con una guitarra acompañado de un chica. Su gran visión lograba ver a grandes distancias, (los vampiros tienen los sentidos más agudos y eso era una gran ventaja); sin embargo quería verificar si de verdad era el mismo chico desde una distancia más cerca, puesto que aveces sus ojos vislumbran por la distancia tan extrema o por falta de luz.

Guardó también su paraguas en su abrigo, luego se elevó para volar un poco en el aire y aterrizar cerca de ellos; corroborando si ahí se encontraba el chico de su destino. Cuando aterrizó creando una gran colisión con el césped se colocó detrás de un árbol con increíble sombra y le dió la vuelta para recostarse en el tronco colocando un pie apoyado en aquel tallo fuerte así como ver de frente a la pareja.

Y sí... Era el mismo chico del día anterior y se encontraba a cierta distancia de él, gracias a su agudo sentido de sus oídos se dió cuenta que llevaba una cursi conversación con la chica; tanto que le daban unas ganas de vomitar por lo meloso y ridículo que se escuchaba. No obstante el pelirrojo estaba inmensamente eufórico y sublime por poder encontrarlo rápido, había sido más fácil de lo que había proyectado anteriormente.

- Jungkook seamos novios, yo estoy enamorada de ti y tú de mí. ¿Quieres ser mi novio, Jungkook? - propuso la pelinegra con una sonrisa y el azabache no podía estar más feliz.

Cuando el vampiro escuchó aquello, le dió una punzada insoportable en su pecho. Tanto que tuvo que cerrar los ojos y colocar su mano derecha en su corazón fuertemente.

Por el otro lado, todo cambio radicalmente en un segundo y aunque en un instante estaba Jungkook dispuesto a aceptar su propuesta; ya no sentia el mismo enamoramiento por IU y le dolía intensamente el corazón. Un extraño sentimiento como si ya no sintiera amor por ella, lo cuál era ilógico porque hace unos segundos se moría por ser su novio y besarla.

Lo que acaba de pasar para Taehyung y Jungkook simultáneamente en ese instante de confusión y dolor en el pecho; fue obra del Espíritu Kim Seokjin. El encargado del amor estaba desde lo alto de ese edificio (donde antes estaba Taehyung) con su traje de Hanbok azul celeste de bordes negros, y, sin más preámbulo había creado un hilo rojo entre ellos. Atado desde el dedo meñique de la mano derecha del azabache al dedo meñique de la mano izquierda del pelirrojo; un hilo capaz de hacerlos enamorar inexorablemente y más allá de todo, incluso contra su voluntad.

Este hilo rojo era visible para el Espíritu del amor pero para ellos era totalmente invisible y lo más importante esque habia redimido a Jungkook de una relación que no iba para ninguna dirección; porque IU estaba destinada a estar con otra persona en el futuro.

- Lo siento Ji Eun. Eres la chica más hermosa que conozco, pero sin embargo siento que he perdido todo el encanto contigo. Siento que no hay futuro para nosotros y es mejor cortar algo que no ha empezado, para no salir lastimados más adelante. - se sinceró Jungkook, demasiado confundido con su repentina decisión tan absurda; era tan inconcebible su argumento pero no podía ser su novio por una latente razón. IU no dudó en darle una cachetada en su mejilla haciendo que Jungkook volteara su rostro a un lado y luego se fue del lugar muy enfadada.

Taehyung como espectador quedó perplejo, no imaginó el desenlace de la trama de esos dos adolescentes, pero se sentía raramente aliviado; su corazón no sentía la opresión de antes. Jungkook por el momento se colocó una mano en la mejilla donde había recibido el impacto y estaba confundido por lo que había hecho recientemente; en efecto IU era la chica que quería como novia y algún día cansarse con ella. No obstante, no sentía cargo de conciencia por rechazarla y eso lo dejaba más atónito.

El azabache giró para ver a su alrededor que nadie conocido lo hubiera visto y se encontró con un hecho que le dejó petrificado; cerca de ahí estaba el chico que había desaparecido la noche anterior.

Jungkook sin pensarlo caminó hasta allí hasta quedar cerca de él, sin ni siquiera saludarlo - ¿Eres tú? ¿Eres el chico demacrado de ayer?

Taehyung bajó el pie que tenía levantado al césped y lo miró con una media sonrisa presuntuosa - Soy yo, te dije que era sangre falsa.

- Mentira, esa sangre era real. Además... ¿Cómo desapareciste? Yo te busque por todos lados y... ¿Tu corazón? - cuestionó con el entrecejo fruncido el azabache

Jungkook estaba escéptico y tenía que comprobar lo que vió ayer, era imposible que se lo hubiera imaginado. El sujeto estaba herido en su pecho con una perforación profunda y de la zona salía sangre a borbotones.

Sin autorización colocó sus manos en su camisa negra y retirando un poco el abrigo, desbotonó la camisa del chico pálido hasta arriba de su abdomen y dejando al pelirrojo pasmado con los ojos abiertos en demasía. La piel blanca descubierta del vampiro era algo nuevo para el menor, nunca había visto una clavícula tan hermosa que arriba tenía una tatuaje con tinta negra y fina "Stigma" en letra pegada y en cursiva; sin duda se distrajo con ese detalle, pero quedó aterrado al darse cuenta que su pecho estaba bien y no había ninguna herida o lesión. Al parecer ese idiota le había jugado la peor broma de su vida y en ese momento quería golpearlo, pero seguía embelesado con su atractiva piel blanca y con ese tatuaje que no entendía.

Jungkook se alejó del pelirrojo y el vampiro empezó a abrochar los botones de su camisa bastante indignado. En toda su vida nadie lo había tocado sin su permiso y menos con esta clase de irrespeto, sentía una gran exaltación en su gélido corazón y por un momento se sintió cohibido.

- ¿Quieres que yo también te pegue una cachetada? Mocoso insolente - empezó a refunfuñar Taehyung con ganas de amedrentarlo - Deberías respetar a tus mayores - lo miró a los ojos, evitando ver su cuello y respirando unas cuantas veces seguidas para controlarse.

- Necesitaba ver que estuvieras bien, lo que no te voy a perdonar es hacer ese tipo de bromas por la calle. Por tu culpa casi me da un infarto y no logré dormir por estar pensando en ti y en como desapareciste en ese estado. Quedé tan traumado que deberías compensar el daño psicológico que me provocaste... ¿Sabes qué? Olvídalo, tengo tantos problemas para estar aquí perdiendo mi tiempo con un payaso. ¡Adiós! - se despidió el azabache, para darse la vuelta y seguir con su guitarra; que por cierto le dolía la espalda de cargarla toda la semana en su estuche.

Taehyung lo pensó dos veces y decidió empezar otra vez con el chico, de nada le servía tenerlo lejos. Tenía que estar cerca del chico, para que éste lo pudiera matar lo más pronto posible - Espera... ¿Qué problemas puedes tener alguien como tú? Lo digo porqué eres muy joven y te ves bien, no pareciera que estuvieras pasando una situación difícil. ¿Acaso es por lo que pasó con tu amiguita?

- ¿Tienes algo de tiempo? - se giró de nuevo el azabache - Aunque eres un desconocido me gustaría hablar de esto con alguien, no quiero preocupar a mis amigos con mi negatividad y me debes una por el incidente de ayer.

- Ok, ¿Dime dónde quieres hablar del tema? - fingió empatía Taehyung - "Pronto tú también me deberás una y estarás obligado a ser mi asesino" - pensó de manera siniestra el vampiro.

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