Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

32.


Me da la vuelta tras de eso, no me deja respirar o pensar si quiera en regular mi respiración, al segundo siguiente está dándome la vuelta para ponerme sobre mis rodillas pero de pie en la cama.

—Es la hora de las caricias.

Acuna con sus manos mis pechos mientras de espaldas me besa por el cuello. Él aún está vestido y no parece correcto, me giro y le desabrocho la camisa, desato la corbata que lleva esa noche de color café brilloso, contra la luz un par de líneas de color verde se vislumbran dibujadas como relieve.

La paso por encima de su cabeza con cuidado pero con rapidez.

—No es justo que tú aún estés vestido. —Con eso le comienzo a quitar la camisa mientras él se desabrocha los pantalones y para terminar de desvestirse me arroja a la cama, caigo de espaldas.

—Tú técnicamente sigues vestida.

—Eso se puede solucionar fácilmente.

—Esta tarde he hecho algo más que ir de compras Evan —le suelto, porque ahora es el momento, quiero disfrutar de aquí en adelante, todas las noches con mi amante desbocado. Él alza una ceja genuinamente interesado, pero no para de desnudarse al hacerlo, incluso corre a sacar un preservativo de la caja donde los guardo en el mismo cajón de antes— fui con mi ginecóloga por una inyección.

—Aún así quieres que usemos condón ¿cierto? —Él sostiene el envoltorio en el aire a la espera de mi respuesta.

—¿Qué tal si lo dejamos para otra ocasión? Hoy quiero sentirlo todo como es.

—¿Segura?

—Sí.

—Lo que tú quieras mi amor.

—Sí, es lo que yo quiero —sonrió confiada— ahora ven y metete en mí.

—Eso es lo más sensual que tu boca jamás me ha dicho mi amor.

Él se recuesta en la cama y con sus manos a los lados de mi cuerpo va caminando un poco en la cama hasta llegar a la altura de mi boca. Primero me besa y luego me empala.

No me importa nadie más y entre embestidas me prometo que esté no es el final de los dos. Solo el principio, encontraremos nuestro camino.

Cuando las estrellas se alineen, estaré allí...

Oh, no me importan todos...

Porque todo lo que quiero es ser amado...

Y todo lo que me importa eres tú.

Te pegaste a mí como un tatuaje...

No, no me importa el dolor.

Caminaré a través del fuego y a través de la lluvia...

Solo para acercarme a ti...

Te pegaste a mí como un tatuaje.


***


Pero esto aún no acaba. Por suerte y como otras noches, descansamos uno contra el otro. Pecho con cabeza. Su pecho, mi cabeza.

Lo cierto es que solo necesitamos que nuestras respiraciones se alenten para permitirnos hacerlo de nuevo, respiraciones entre cortadas no sirven demasiado cuando quieres tocar, lamer y sentir todo, con todo tu cuerpo.

Le miró y sus brillan.

—¿Estaría mal... —Digo.

—Si seguimos? —Y él completa mágicamente.

Luego, nuestras bocas se encuentran la una con la otra nuevamente. Mi cabello medio cae encima de nuestras caras, así que Evan lo coge con una mano y lo pone por detrás de mi cabeza.

Me siento a horcajadas de él para evitar caer en otra parte que no sea él.

—Estas pegada a mí como un tatuaje, Sofía.

—Y tú a mí Evan.

Las promesas se las lleva el viento, especialmente si no haces lo que dicen esas palabras. Aquí y ahora entre sus brazos, estoy segura de que le amó y de que no habrá nunca nadie más que me amé de la manera en que me merezco.

Correcta, segura y confiada como lo somos para el otro.

—Evan... —Digo su nombre entre gemidos.

Saboreo, honestamente cada letra con lo poco de saliva que me queda cuando puedo. Me meneo por debajo de él, cadera columpiándose al mismo tiempo que me froto encima de su miembro. El cual, a esta altura ya se ha dado cuenta de que es hora del siguiente round de la noche.

No es fácil describir todas esas sensaciones que mi cuerpo va teniendo cada que es tocado por él.

Cada que una embestida sucede, subo y bajo empalándome con él a una velocidad magistral.

Puede que no esté bien el lenguaje que uso, quizás es un tanto burdo, pero es lo que sale del calor del momento.

—Sofía —pronuncia entre besos y gemidos, al terminar la última letra de mi nombre, atrapo un gemido de placer puro y me lo trago con mi boca, la suya sonríe complacida por ahorrarle el trabajo de buscarme.

—Más rápido... más rápido... —Le suplico.

—Vamos a la velocidad de la luz, mi amor.

—Más —gimo, más, gimo.

Creo que estallo cuando llega el clímax y caemos hacía atrás. Somos todo sudor cuando nuestros cuerpos se encuentran con el otro en la cama. Estamos un poco contorsionados debo decir en esta posición.

Mis piernas están flexionadas alrededor de su cintura y aún le tengo dentro de mí cuando caemos hacía atrás.

Él por otra parte, está sonriendo cuando alcanzo su mirada, sus piernas están extendidas hacia abajo en la cama. Y si está incómodo no lo demuestra. Él es todo sonrisas.

Jamás vi a un hombre sonreír tanto después del sexo.

Bueno, quizás sea porque él es el primer hombre con el que duermo en toda mi vida. Y creo que aunque quiero decirlo es muy pronto para prometer que sea así siempre, la vida puede cambiar de un momento a otro y quizás nos vayamos por caminos separados algún día.

Y sí es así.

No sé si seré capaz de vivir sin esas caricias calientes y esos cuidados el resto de mi vida.

Quizás me convierta en una fan loca de él y decida perseguirle. Incluso hasta la tumba.

No.

De acuerdo, eso sonó escalofriantemente loco.

Lo retiro.

¿Es un reto a caso? Me contesta mi mente, y con eso salgo de mi sueño despierto para encontrar a Evan besándome en ratitos la punta de mi nariz.

—¿Tienes hambre?

—Yo podría comerme una vaca completa en estos momentos —le miró y le sonrió de vuelta. Su sonrisa es tan contagiosa.

—Que sean dos vacas para llevar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro