25.
Cuando desperté, estaba dormida sobre el pecho de Evan. Otra cosa que solo le he dicho a otro chico en mi vida es "me gustas mucho", sin embargo cuando pensaba en él.
En el sexo, las confesiones, las travesuras y el conocer a nuestros padres, pensaba también que quizás esas palabras no eran suficientes para plasmar lo que sentía por él.
Pero también, pensé... que no puedo decir las otras dos opciones que le siguen. Porque sin importar toda esta seguridad repentina, el miedo aún no se va.
Ese miedo al latente siempre seguirá pegado a mi corazón, a mi mente y a mi alma. Y es ese miedo el que me hace levantarme de la cama esa mañana.
Me levante, me vestí con ropa de casa y me puse a hacer el quehacer sin hacer demasiado ruido. Honestamente trate de actuar como siempre lo haría un domingo por la mañana en casa.
Pero no se sentía como un típico día.
Todo era diferente en mí.
Lo supe en cuanto me descubrí sonriendo por haber dormido toda la noche con él a mi lado, pecho contra cabeza.
¿Estoy enamorada de él? Acaso... yo...
Metí un par de sujetadores en una bolsa de tela y luego directo a la lavadora. La ropa delicada como esa, debe ser tratada con cuidado. Ahora que lo pienso, yo soy como un sujetador.
Difícil de encontrar, pero cuando me tienes en tus manos, nunca me iré de tu lado.
¿Él me tiene en sus manos?
¿Pero yo lo tengo a él?
Suelo hacer las tareas del hogar con música a todo volumen, pero como no quiero despertarle tan temprano como yo lo he hecho, son cerca de las nueve de la mañana ahora, me he puesto mis auriculares inalámbricos.
Yellow sale en este momento por ellos.
Los compré en una rebaja por Amazon, son color rosa pastel y han sido mis fieles compañeros cada que debo salir de la casa a hacer cualquier encargo, por más fácil o pequeño que sea.
¿Un hombre puede ser cómo estos cascos?
Tan fiel e inseparable de ti, que si los pierdes, sientes que se va todo con ellos.
O como dice Amy Winehouse ahora por los altavoces...
"Mi suerte está en mi contra, volveré al duelo..."
¿Y si todo lo que somos es el ahora?
¿Y si no llegamos a más de un acostón?
¿Y si él... no puede con lo que soy?
Es decir, mi espectro no se cura, pero si puede evolucionar con los años y puede ser una carga pesada llevarla sobre los hombros, sí, para mí eso es. No me...
No.
Si puedo imaginar lo que es ya llevarla para las personas que me aman.
No puedo hacerle esto a nadie más.
Así la pregunta que temí hacerme desde que le besé por primera vez, desde que le propuse tener sexo en mi casa aquella noche que compartimos esa pizza, desde que le dije que debía arreglar las cosas, desde que me llamó su novia.
¿Y si lo dejó yo antes de que él me dejé porque soy demasiado para tener a su lado?
—Tengo que salir de aquí.
Entré en mi cuarto y desperté a Evan con un almohadazo en la cara.
—¡Despierta! —Le grité como una loca, luego le arroje su ropa para que se la pusiera a toda prisa, él me hizo caso— ¡vete, vete, tienes que irte ahora!
Luego corrí a tocar la pared que daba a la habitación de Mónica, sé que ella está en casa porque la luz de la parte trasera de la casa está encendida, ella la apaga después de la una de la tarde en domingo. Porque cuando eres asalariada, descansas todo lo que puedes en domingo.
—¡Mónica, maleta azul!
Ella sabe que hacer al escuchar esas palabras. Tomó mi valija morada y salgo por la puerta.
—Cierra con llave cuando te vayas, te veo pronto. No llames, yo lo haré. Todo está bien.
***
Tenía dieciséis años la primera vez que use esta excusa. Íbamos a bordo del auto viejo y destartalado de Mónica viajando por la carretera hacía un rumbo conocido solo por nosotras dos, y nuestros padres. Porque la primera vez que hicimos este escape, éramos menores de edad.
Pero como esa vez, está, también estaba justificada.
Y cuando me subí al auto echa un mar de lágrimas como aquella vez, mi amiga no dijo mucho. Como esa vez y como las veces que ella uso esa carta conmigo.
Y si te estás preguntando qué demonios es "maleta azul"... aquí está la respuesta.
Maleta azul, es algo que todas las mujeres deberíamos hacer una vez en nuestra vida. Es ese escape que todas necesitamos cuando estamos demasiado...
Abrumadas...
Solas...
Absurdas...
Incluso, cuando estamos demasiado contentas y no entendemos que carajos es lo que debemos o no sentir.
La cual, es la razón por la que estamos aquí. Y podría haber subido en este barco de locos a Evan, pero dado que él es la razón por la que estamos aquí ahora, no puedo. Siento algo fuerte por él, no voy a negarlo, pero sí que no estoy sintiéndome como debería para decírselo.
No me siento lista.
Estoy muerta de miedo.
Y yo no soy así.
Yo doy el salto de fe a todo en mi vida pensándolo con la cabeza fría y sin temor alguno dentro de mi cuerpo, porque mi espectro me ha dado ese don y esa maldición.
Muchos niños autistas no sienten las emociones como los humanos normales.
Algunos las sienten mucho, se vuelven cada vez más sensibles con el paso de los años. Algunos otros se insensibilizan por completo, llegando a pasar por auténticos sociópatas.
Al no reaccionar incluso ante emociones pequeñas de personas que les rodean. Recuerdo que una vez, viendo La Teoría del Big Bang con Mónica, me gire a mi amiga mientras estábamos sentadas en el sillón de su departamento y le dije: "Si no supiera lo que sé, juraría que ese personaje es Autista".
A lo largo de los años ha existido cada vez más aceptación a las personas autistas. Como nuevos ejemplos, tenemos a la serie "Woo, una abogada extraordinaria" o la serie de "El Buen Doctor" ya sea la versión coreana o la americana, retratan lo que es pasar por diferentes escenarios cuando eres un autista en el mundo real.
Pero no los grados ni sus consecuencias reales.
He visto de primera mano mis berrinches de niña autista, y también he visto otros a través de mis conocidos. Porque sí, mis padres quisieron que me relacionara con otros niños autistas para tratar de comprenderme y que ellos también comprendieran que el espectro no era una sentencia de muerte para su hija.
Y que habría una luz al final del camino, una esperanza, al menos de que ella sería lo más normal posible
I don't wanna to talk about it sale de los altavoces del coche tipo sedan de mi amiga, es un viejo Chevrolet Beat, de los primeros que salieron, de hecho ya no lo hacen el pequeño vehículo nunca más.
Porque por supuesto que este alocado viaje debe de tener un soundtrack, yo no vivo sin música, no disfruto ni como sin ella. Para mí, la vida sin música sería un error...
Sin embargo, a pesar de que llevamos bastante tiempo en la carretera principal que da la salida a la ciudad, sigo llorando, abrumada. Pero aún no estoy cerca de estar cansada o saciada de llorar.
No, solo quiero llorar de una vez y sacarlo todo.
Porque yo no lloró.
Y está es otra cosa que Evan tiene de mí.
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