T R E S
En esta gélida mañana de la reserva, era igual a cualquier otra, y para mí sorpresa, me dirigía al instituto aún cuando la noche anterior mi padre había dicho que no lo haría.
Mire a mi derecha, dónde Vince cómo naturalmente era, estaba dormido, era como su particular maña, Vince siempre dormía en el trayecto casa-escuela, de hecho, el trayecto escuela-casa era otra siesta en su día.
Dirigí mi mirada al frente para percatarme de que los verdes ojos de mi madre me espiaban desde el espejo retrovisor.
— ¿se supone que no debo acostumbrarme? — le pregunte con una inseguridad que no logre disimular.
— hare lo posible porque no te saque del instituto de la reserva, te lo aseguro. — me aviso con una sonrisa que me contagio, si era cierto que mi padre era el hombre mas terco sobre la tierra, tambien era cierto que mi madre era la mujer mas persistente sobre esta y a su vez, la unica capaz de controlar y obligar a mi padre a cambiar de opinion.
Descendi del auto de mi madre cuando está se detuvo en la entrada del instituto de la reserva, en cuanto estuve afuera ella ya estaba de nuevo en movimiento dirigiéndose de forma tardía a la escuela primaria para dejar allí a un adormilado Vince.
Me encontré recorriendo el parqueadero con mi mirada, casi que por inercia, siendo esta una acción cometida incluso antes de ser planeada, mis ojos buscaron a Noah, el delgado chico de rasgos asiáticos al cual fácilmente distinguía no apareció en mi campo de visión; en su lugar y recostado en un Jeep negro dirigiendome su natural mirada llena de burla y picardía, Mike Cameron, que naturalmente estaba rodeado por otros chicos de cuarto año que reían por alguna de las payasadas que mi primo solía decir, su mirada curiosa y burlesca dirigida a mí me hizo huir en cuanto lo ví tomar aliento para caminar hacia mí.
— Buenos días, tú. — el tono suave en la voz de Hope me tomo por sorpresa mientras yo rebuscaba en el fondo de mi casillero, con mucha cautela asome detrás de la puerta de este, dónde mi mejor amiga hacía lo propio en su casillero me sonrió rápidamente y volvió su concentración a la cantidad de libros dentro del casillero.
— Hola... — musite desconfiada. — tu... — alargue aquella vocal empezando a creer que Hope había Sido abducida por alienígenas la noche anterior, pues ciertamente dejar su mal humor de un día para otro no era algo propio de ella.
— ¿Que? — pregunto, cerrando su casillero ya con un par de libros entre sus brazos.
— nada... — dije un poco desconfiada cerrando también mi casillero. — solo pensé que me costaría contentarte.
Hope sonrió ahogando sus ganas de reír.
— solo no vuelvas a insinuar algo tan asqueroso. — me advirtió señalandome con su índice, asenti al instante. — además debo dejar mi mal humor a un lado para traerte una recado de amor. — rodé los ojos pues Hope había dramatizado las últimas palabras, sin embargó, la mire atenta. — Noah quiere verte 30 minutos antes del almuerzo en la cancha de basket.
— ¿Dónde está el?
— la señorita Cooper ha estado haciendo audiciones para entrar a la banda antes de clases durante toda la semana, hoy le tocaba a Noah. — informo, yo ascenti con un leve puchero de comprensión.
— oh ... Futura señora Clearwater. — la voz de Mike golpeó en el ambiente tan claramente que logro estropearlo, recostó su cuerpo contra el casillero de Hope ganandose asi una mirada asesina de la chica, el cual, el noto y como de costumbre ignoro. — Noah me dijo que te dijera que no podía verte antes de clases...
— porque está con la señorita Cooper. — complete interrumpiendolo.
— llegas tarde, yo ya le informe. — le aviso Hope.
— ¿Tu también sabías? — le pregunto Mike.
— claro, y es obvia la razón por la que Noah envío una mensajera de repuesto. — Mike dejo de mirar a Hope para dirigirme una mirada acusadora.
— te habría avisado antes si no hubieras huido de mi en cuanto me viste. — dijo ofendido. — ¿Porque huyes de mi? — me preguntó.
— será... No se. — era Hope con una confusión dramatizada. — porque eres chismoso y burletero, esto es muy serio para soportarte.
— yo lo sé, querida Hope. — le aseguro. — además, no te molestes tan temprano en la mañana o envejecerás más rápido. Te empiezan a salir patas de gallina ¿No es así Darcy?
Sonreí divertida y me apresure a negar a Hope, sin embargó el sonido sordo del libro de historia impactando contra el brazo de Mike no se hizo esperar.
— auch. — se quejo nuestro moreno y larguiliucho primo. — además — agrego dirigiendo su mirada hacia mi. — ¿Sabes si irás a la fogata está noches?
— ¡¿Fogata?! — preguntamos Hope y yo al unisono.
— está mañana al salir de casa ví a tía Nicky y tío Quil aparcar frente a su casa, acaban de regresar de su viaje, mamá salió detrás de mi. Con teléfono en mano, saben lo que significa ¿No?
— si. — dije, sumergiendome en la batalla campal que habría está tarde en la pequeña cocina de los Lahote.
— Claro. — esta vez era Hope. — en esta familia hasta la compra de una lavadora es excusa para reunirnos en una fogata. — Mike soltó una estruendosa carcajada tras escuchar a Hope, aunque la comparación no estaba lejos de la realidad.
— oh! Los veo luego. — se apresuro a decir Hope tras ver el reloj que portaba en su muñeca izquierda.
— ¿Que? — pregunte contrariada. — ¿A dónde vas?
— tengo una reunión con Richards.
— que pero...
— luego te cuento todo. — dijo y sin más se giró y emprendió con paso apresurado.
— ¿Que tienes que hablar con el rector? — escuché que Mike preguntaba mientras le seguía el paso. — de seguro quieres arruinar otro campeonato deportivo este año.
El sonido sordo del libro de historia impactando contra Mike resonó en el pasillo de nuevo.
— ¿Ves como si eres chismoso? — le recriminó Hope y continuo caminando apresurada, con un Mike contrariado y ofendido siguiéndola de cerca.
Yo, por mi parte, estaba aguantando las ganas de lanzarme al suelo y reírme de las desgracias de Mike.
Para ser sincera, era el único que no dejaba de recordar cómo las protestas y quejas de Hope casi logran que se suspendiera el campeonato de basketball del año anterior y eso que el nisiquiera está en el equipo de basketball.
La situación el año pasado de hecho fue tensa para la familia, todo empezó cuando los clubes de artes del instituto recibieron recortes de presupuesto e incluso Richards aviso que ese año no habría obra de teatro, Noah está en el club de pintura y teatro, aquello lo afectó y Hope está en un club de escritura el cual hace un concurso semestralmente para incentivar a la escritura el cual, por cuestiones de presupuesto no se iba a realizar además de que Hope es corista cuando las obras son musicales, para mí amiga el arte y el deporte son igual de importantes y lo comparto, razón por la cual Richards tuvo muchos problemas por culpa de Hope el año pasado, se sintió tan acorralado que amenazó con suspender los campeonatos deportivos también. Entonces, las discusiones familiares estallaron; con principales contrincantes como Hope y Liam, porque aunque Noah y Sebastián también se verían afectados estos en realidad son muy pacíficos como para entrar en una discusión encarnizada como la que estos dos tuvieron.
Empezando porque Liam se graduaba ese año y conseguir una beca deportiva era primordial para el, por su parte Hope argumentaba que si dejaba que aquello pasará Richards encontraría la forma de cerrar los clubes de artes de una vez por todas.
Sin embargó, Hope, lista y buena negociadora encontró un patrocinador, es la razón por la cual el doctor Carlisle recibe una pintura por parte de Noah anualmente y a su vez toda la familia Cullen invitaciones a las obras de teatro. Cada que la familia Cullen pisa el instituto de la reserva papá asegura que Billy Black ha de estar retorciéndose en su tumba, entonces, mientras la manada Quileute ríe tras escuchar eso, mi padre recibe una palmada en su brazo y es reñido por mi madre ha causa de la imprudencia que ha dicho.
[•••]
El tik tok del reloj en medio del aula de matemáticas hacía un ruido cada vez más intenso para mí, el señor Rogers hablaba con aquella voz gruesa suya mientras yo meditaba sobre el momento adecuado para alzar la mano y decir alguna excusa para salir de su clase.
Algo choco contra la pata trasera de mi silla sobresaltandome de paso, al girarme ví la mirada impaciente de Hope que me avisaba que debía salir ya. Alcé la mano al instante.
— grandioso. — dijo el profesor Rogers, mi expresión se descompuso y algo me advertía que había elegido un mal instante para alzar la mano. — cuando Pitágoras...
— ¿Puedo ir al baño? — solté llena de terror, y para ser sincera; tampoco comprendía como había soltado aquello en medio de una pregunta que claramente iba dirigida a mí. El salon entero solto una carcajada con mi pregunta.
— owwww... Era eso. — menciono el profesor con una expresión contrariada. — claro, ve.
Y sin más, salí corriendo del aula segura que todos en clases creerían que me encontraba ensuciando los pantalones.
La cancha de basketball estaba siendo ocupada por estudiantes en uniforme deportivo, mis ojos viajaron sobre las gradas; en dónde la figura de Noah parecía no encontrarse.
— ¿Buscas a Noah? — me gire para ver a un cansado y sudoroso Sebastián, el chico suspiro con fuerza y puso sus brazos en forma de jarra mientras respiraba pesadamente.
— Claro modelo Moore. ¿Sabes dónde está? — Sebastian sonrió con cansancio, Sebas es un chico de sentimientos puros y sencillos sin presunciones en ellos. Por lo cual se sonroja notablemente cada que alguien menciona su buena apariencia. Razón por la cual Hope y yo amamos llamarlo modelo.
— está esperándote detrás de las gradas. — menciono, fruncí el ceño con confusión. — mira a la mitad de la cancha. — se apresuro a explicar. — los de primer año están en clase de educación física.
Dijo al momento que mis ojos detectaban al pequeño Peter Littlesea corriendo por la cancha, nuestro pequeño primo, en su inocencia, no resultaba muy bueno demostrando prudencia y aquello fue probado un par de años atras cuando Liam se hizo el primer tatuaje y aunque se supone representaba un secreto para nosotros, los Uley se enteraron por boca del más pequeño de los Littlesea metiendo en graves problemas a Liam.
— owww... Ya entiendo. — dije, regresando mi mirada a Sebastian. — gracias, te veré luego entonces. — dije, empezando mi camino hacia la parte trasera de las gradas, Sebas por su parte me despidió con un movimiento de su mano.
La figura en cunclillas y pensativa que encontré de Noah estaba tan ensimismado que nisiquiera noto mi llegada, su mirada de alzó en cuanto me detuve frente a el, alargando su figura al instante con las destreza que un resorte lo habría echo y casi que sin preverlo los brazos de Noah me rodearon con fuerza.
— ¿llevas mucho tiempo aquí? — pregunte con el rostro hundido en su cuello, apretando mi abrazo.
— eso no importa. — dijo, apartándose para verme. — ¿Cómo estás? — pregunto, recorriendome con la mirada, yo imite su acto sobre el.
— bien ¿Tu cómo estás? — pregunte.
— bien...
— ¿Que te dijo mi padre? — pregunte, Noah sonrió de forma lastimera.
— nada nuevo. — guarde silencio a la espera de más. — Darcy, el cederá con el tiempo.
— ¿Y si no lo hace?
— lo hará, está molesto ahora. Repentinamente me mira como si fuera su enemigo pero se que me quiere.
— ¿Cómo que un enemigo? — pregunte, mi corazón salto de dolor. Mi padre era su tío, lo había visto crecer, había jugado con el ¿Que tal cruel pudo haber Sido con el? ¿Que crueldad le habrá dicho al chico de cabello rizado?
— se le pasará, Darcy. — insistió. — me conoce de toda la vida, me alentó a dar mis primeros pasos, a veces nos llevaba a la playa a jugar pelota con todos, me compraba dulces. No me odia, yo se que... — la voz de Noah se quebró y tuve que abrazarlo porque mi corazón de estaba rompiendo con la expresión en su rostro.
— ¿Querernos está bien? — pregunte, el nudo en mi garganta estorbaba cada vez más. Noah se apartó para verme.
— ¿Que?.
— piénsalo Noah, es nuestra familia. Papá no lo aceptará y es claro que todos se dividirán y discutirán...
— no tengo nada que pensar, te he visto por mucho tiempo y nada me hace más feliz que poder decir que te quiero. — dijo Noah interrumpiendome. — Tu... ¿Tu lo quieres pensar?
Mis ojos escocian y sentía mis labios temblar, quería llorar con el volumen que Vince lo hacía cada que mamá le servía verduras para cenar. Asentí, incapaz de hablar. Noah me dirigío una mirada de sorpresa y dolor.
Antes de reunirme con Noah no estaba segura de que debía hacer, pero aún no lograba asimilar si quería tener la culpa de la tensión familiar, la culpa de una posible ruptura en el amor y hermandad de los Quileute, me pesaba el amor de Noah, pero también pesaba la familia y para este punto no lograba distinguir cuál era la mejor decisión.
— te convenceré. — dijo, con un tono seguro. — esto... — me ofreció un libro que acababa de notar tenia entre sus manos. — es tuyo... Por favor tómalo. — llena de timidez lo tome. — te convenceré, Darcy. — insistió. — estarás tan segura de mis sentimientos y los tuyos que no sentirás miedo de que estemos juntos.
Y me dejó, en la parte trasera de las gradas con lo que parecía un libro entre las manos y mi corazón acelerado.
~~~
¡Hola!
Los he extrañado como no imaginan.
Déjenme leerlos, déjenme saber sus opiniones.
Poco a poco voy introduciendo a los descendientes ¿Que opinan de ellos? ¿Les caen bien? La forma en que interactúan entre ellos ¿Que opinan?
¿Que creen que decida Darcy? ¿Comprenden sus sentimientos o piensan que es exagerado?
Oh ¿Que tal fue saber que el viejo Billy ya murió?
Lxxxxxxs amoooo
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