N U E VE
Mi boca se abrió mientras mi mirada recorría toda la estancia, con sorpresa descubrí mi reacción cuando ya era demasiado tarde para disimularlo, caminábamos a través de un lugar cuyo color era de un pulcro blanco que era iluminada por la tenue luz de un candelabro de apariencia ostentosa que caía justo en la mitad de la habitación, tan solo esta habitación, que era la sala de estar tenia tres ventanales alargados cubiertos por cortinas oscuras a juego; el lugar estaba decorado con muebles cuya madera y cojineria aparentaban ser de la mas alta calidad, lucían tan bien e impecables que me alcance a preguntar si acaso alguien podía sentarse en ellos; probablemente, si la señora Princeton viera el estado de los muebles de mi casa en donde Vince y yo hemos derramado jugo y leche con cereal incontables veces y las manchas se han vuelto notorias con el tiempo; probablemente, la fina dama Princeton moriría asqueada en la sala de mi casa.
Ademas de una mesa de centro cuya madera era gruesa y brillante, la nuestra esta llena de manchas debido a todas las veces que hemos olvidado usar un portavasos. ademas de esta mesa de centro habían otras varias con jarrones altos y lamparas con decoraciones en porcelana, tonos dorados y suaves sobre sus superficies.
— Los señores de la casa pronto estarán con ustedes. — dijo con voz grave el hombre vestido de traje que había abierto la puerta para nosotros un par de minutos atrás. — si necesitan algo no duden en llamarme, soy Rupert. — aviso, dejándonos de pie en medio de la gran sala de estar y desapareciendo hacia el interior de la casa.
— ¿quien es el? — pregunto Mike en un murmullo en cuanto el señor se retiro.
— ¿Nunca haz estado acá? — le pregunto Hope, Mike nego levemente tan eclipsado por la belleza del lugar como el resto de nosotros.
— no lo se... — respondió Noah a la pregunta de Mike, en un tono similar, un murmullo. — tal vez... un... mayordomo.
—¡¿mayordomo?! — cuestione sorprendida, aun tratando de mantener su mismo nivel de voz. — ¿quien usa mayordomos hoy en día? — pregunte de nuevo, los tres chicos junto a mi negaron levemente con la misma incredulidad que yo marcada en sus rostros.
— creo que en el siglo XXI ya no se les llama así. — me aviso Hope, asentí levemente; creyendo que en esencia era un mayordomo.
— ¿como se les llama entonces? — pregunto Mike, su voz chillona de adolescente saliendo en murmullos resultaba graciosa.
— no lo se. — le dijo rápidamente, dirigiendo su mirada a otro lugar. — este lugar es enorme. — dijo Hope girando su rostro en todas las direcciones. — es como dos veces la casa de los Cullen.
— ¡¿dos veces?! — la cuestiono mike. — tal vez es tres veces mas grande.
Mike había empezado a caminar con su mirada perdida en otro lugar de la estancia, Hope agarro su mano con fuerza y lo atrajo a ella hasta que junto el cuerpo de Mike al suyo con una expresión severa dirigida al muchacho.
— quédate quieto. — le reprendió. — Si rompes algo, por pequeño que sea; prepárate para pasar el resto de tu vida siendo el compañero de Rupert. — Mike chasqueo la lengua con desgana, quedándose quieto junto a Hope al momento que el peso de su cuerpo caía sobre la pierna derecha.
Noah junto a mi agacho su cabeza soltando una carcajada ahogada debido a la reprimenda que Mike acababa de recibir, sus ojos se cruzaron con los míos levemente; inevitablemente una de mis cejas se arqueo con molestia para dejar de verlo al instante, su cuerpo se acerco mas a mi, llamando mi atención de nuevo, la expresión de Noah dejo de ser burlesca para mirarme con una mirada interrogante. suspire profundamente en cuanto los labios de Noah se despegaron con la intención de hablar.
— ¿que se supone que es esto? — pregunte, llamando la atención de Mike y Hope que estaban sumidos en una discusión que había surgido luego de que Mike le insinuara que seria buena idea sentarnos.
— ¿una fiesta? — pregunto Mike, lleno de duda.
— no se me parece una fiesta. — le respondí, tan perdida como el.
— para ser justos. — dijo Noah. — creo que nunca especificó de que se trataba.
asentí levemente llena de confusión, irguiéndome en mi lugar y apretando la pequeña cartera que tenia entre mis manos repentinamente había empezado a sentirme incomoda con el vestido ceñido en terciopelo de color turquesa. Me gire para ver a Hope con terror en sus ojos indicándome que se sentía igual de perdida en cuanto a su atuendo, estaba usando unos jeans de tiro alto y un top de tirantes blanco, encima de todo una chaqueta oversize. Ambas usábamos sneakers blancos.
— si es una cena me veré como un payaso. — le musite, Hope me respondió con una expresión llena de sufrimiento.
— ¿de que hablas? — hablo Noah intercediendo. — te ves perfecta para cualquier ocasión. — rodé los ojos. — ¿porque estas molesta? — me cuestiono, guarde silencio. — solo te estoy diciendo que te ves muy hermosa, tu...
Noah fue obligado a guardar silencio cuando el sonido de pasos se hizo presente en el pasillo contiguo a la habitación, no miento cuando todos nos erguimos en nuestro sitio y aguantamos la respiración hasta que lo que parecía ser la familia Princeton asomo en la sala de estar.
Apareciendo así el par de mellizos con su cabello de rojo intenso, un hombre mayor con su tez blanca y pecosa con un cabello rojo intenso que empezaba a faltarle en algunos lugares de su cabeza, la mujer tenia cabello negro y tez blanca, una pequeña niña entre los nueve y doce años con el pelo oscuro de la que parecía ser su madre. todos y cada uno de ellos tenian una sonrisa extendida en sus rostros que se dirigían a nosotros.
un par de minutos mas tarde estábamos tomando asiento en una alargada mesa de jardín ubicada en la parte trasera de la casa, una extensa zona verde que parecía mas bien un parque propio, casi del mismo tamaño que el parque principal de Forks a diferencia de que había mejor jardinería aquí, una ostentosa fuente en el centro e iluminado en su totalidad por pequeños focos de luz blanca que caían como lluvia sobre nosotros.
La mirada de los señores Princeton cuyos nombres ahora sabíamos son, Margaret y Robbert Princeton, se mantenían sobre nosotros en silencio y sin saber porque se retiraron, llevándose con ellos a la pequeña Elisabeth Princeton que acababa de robar un muffin de la mesa de jardín, mis ojos se fijaron sobre sus espaldas, preguntando la razón por la que toda una familia poseía vestidos y trajes de color rojo la noche de hoy.
— dice Rupert que traerá la cena pronto, mientras pueden comer algunos de los postres sobre la mesa. — aviso Ray que llegaba sonriente desde el interior de la casa, para terminar sentándose junto a Hope, que yacía frente a mi, quedando así en medio de Mike y Ray los cuales ya habían alargado sus manos para empezar a devorar los postres frente a esta, Hope suspiro y cruzo sus brazos soportándolos sobre la mesa.
De mi lado de la mesa estaba Noah, a su derecha se ubicaba Elaina y a la izquierda me encontraba yo, que no podía evitar ver la sutileza y elegancia con la que Elaina portaba aquel vestido rojo con falda tubo, repentinamente me sentía vulgar con mi vestido arriba de la rodilla. Y no es que me parezca que la ropa debe clasificarse de tal modo como vulgar, o no vulgar, simplemente, no me sentía apropiada para la ocasión.
Mi rostro siendo soportado con mi propia mano, deje de mirar a Elaina con la intención de centrarme en algo mas; mis ojos se cruzaron con Hope tan incomoda y perdida como yo, sobre su cabeza desde donde lograba ver la puerta que dirigía al patio aparecio Sebastian, abrí mis ojos al notar como una chica rubia caminaba junto a el mientras mi primo la tomaba del brazo.
— ¿Esta Sebastian saliendo con alguien? — pregunte en un murmullo dirigido a Hope, sin embargo, mi pregunta ocasiono que todos frente a mi se giraran en busca de los recién llegado, las dos personas a mi lado incluso se irguieron y estiraron para lograr ver sobre las tres cabezas frente a nosotros. Hope se giro rápidamente y se encogió de hombros haciéndome saber que estaba tan sorprendida como yo.
— Vaya, lo siento... — dijo Sebastian en cuanto se detuvo frente a nosotros. — confundí la información. — dijo con los ojos sobre Elaina. — creí que podía traer gente conmigo.
— no te preocupes. — se apresuro a decir Elaina. — tanto Emilia como tu son bienvenidos. — dijo amablemente y el par de recién llegado se sentaron frente a nosotros también.
— Gracias. — musitó la rubia que se mantenía junto a Sebastian, la había visto antes, sabia que era de Forks, sin embargo no conozco su personalidad y hace unos segundos tampoco su nombre, mire de nuevo a Hope la cual amplio sus ojos ladeando la cabeza con una expresión de completo desconcierto ante mi mirada interrogante.
La mesa fue llenada con hamburguesas, refrescos, cajas de papas fritas, pizza... era literalmente un buffet de comida rápida, mi apetito acababa de abrirse repentinamente, tal parece que la descendencia de nuestra sangre no puede ser negada cuando nuestros ojos brillan por un poco de carne y comida.
— vaya, esto tiene buena acogida. — Dijo Ray en cuanto empezábamos a comer. — si fuera por Elaina ahora estaríamos comiendo platillos viscosos de almejas y ensaladas aburridas.
Elaina miro inquisidoramente a su hermano, sin embargo este sonreía jocosamente mientras se llevaba una hamburguesa a su boca.
— la idea de mi hermana sobre una fiesta es, como pueden ver, tener un picnic en el jardín. — continuo Ray, su hermana rodó los ojos, yo dirigí una furtiva mirada a todos preguntando ¿es esto una fiesta o no? con mi mirada. — pero creo que podemos poner música luego de comer, jugar juegos de mesa... tenemos vario, o jugar juegos de vídeo si algunos quieren...
— ¿podemos conseguir alcohol? — le pregunto Mike animado.
— no podemos. — se apresuro a decir Elaina. — nuestros padres están en casa.
— yo me encargo del alcohol. — le dijo Ray a Mike en un murmullo. — auch! Elaina. — se quejo, poco después de que la mesa salto informándonos que Ray acababa de recibir una patada en la rodilla por parte de su hermana.
— deja de ser tan rebelde, Ray. — le reprocho Elaina.
— y tu tan aburrida.
luego nos centramos en las delicias llenas de grasa sobre la mesa, empezando temas triviales sobre música o la diferencia entre el instituto de Forks y la reserva.
En cuanto ninguno más fue capaz de llenar su estómago con algo más me encontré sola en la línea de sillas en la que estaba, viendo, cómo Elaina enganchaba su brazo en el de Noah y se dirigían juntos al interior de la casa, dirigí una rápida mirada de auxilio en dirección a Hope; pero está estaba alejándose de la mesa con un torpe Sebastián que apenas podía seguirle el paso.
Cómo última esperanza mire a Mike, el cual parecía estar totalmente tranquilo y entretenido en una conversación con Ray y Emilia.
Todo a mi alrededor lucía tranquilo y normal mientras la sangre en mis venas ardía como lava por mi cuerpo, suspiré sintiendo el corazón pesado ¿Que tan enferma de celos debo estar como para sentirme así? Simplemente, no puedo creer que mis sensaciones sean naturales... Sin embargó ¿Porque tienen que irse juntos? Muy seguramente ahora mismo estarán solos en algún lugar de la casa ¿Y porqué?. Estoy siendo exagerada, lo sé. Pero... Es tan evidente que Elaina está interesada en Noah... Simplemente... ¿Cuál es la necesidad?
~conexion (temporal y espacial) con el capítulo cuatro de The Double Moon~
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