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D O S

— hey... — me llamo Hope luego de unos segundos de mi ensimismamiento. — se que tienes miedo... No vivas así, Darcy. — dijo, con un tono lastimero que capturó totalmente mi atención. — tu no eres así ... Fuiste la más joven de nosotros en saltar el acantilado ¿Lo recuerdas?

Sonreí un poco, apenada ante el recuerdo, yo tenía alrededor de ocho años cuando Liam y Sebastián nos llevaron en una caminata que termino en el acantilado, Liam estaba presumiendo porque con sus tan solo 12 años ya se lanzaba mientras Sebastián corría lejos de él por miedo a ser empujado por Liam; sin pensarlo mucho y sin comprender porque tendría miedo de lanzarme corrí hasta la orilla y salte, todos se sorprendieron y llegaron a casa de tía Emily hablando sobre el asunto como si fuera lo mejor que habían visto en la tarde, luego de que mis padres escucharán la historia termine por ser castigada durante dos semanas.

— lo recuerdo. — Concorde al final con un ruidoso suspiro.

— ¿Ves? — dijo llena de ánimo. — eres la persona más valiente que conozco, Darcy. ¿Cuánto tiempo lleva tu corazón anhelando al de Noah?

Yo solo levanté mis cejas un poco contrariada, pero repentinamente alimentada con ganas saber de Noah.

— supongo que... Han Sido años...

— ¿Dejaras de quererlo solo por miedo? No puedes vivir pensando en si sucede... Porque también puede que nunca suceda, Darcy... No vivas con miedo.

— vaya... Papá te llega a escuchar y dejara de verte como un buen ejemplo.

Hope estallo en risas tras escucharme, yo la seguí, conscientes de que el señor Lahote odiaria a cada persona que se atreviera a poner sus palabras como innecesarias y exageradas.

Sin retrasarme más mire fijamente la ventana de chat que Hope había entregado lista para mí.

Hola. — teclee apresuradamente, seguido de un suspiro al ver que no tardó en aparecer el 'escribiendo' debajo de la partículas forma que Hope tenia de agendar los contactos ~Clearwater Noah~ y no, no me equivoco al asegurar que mi número está agendado como ~Lahote Darcy~

Hope, dime por favor que haz sabido algo de Darcy. — fue la respuesta que apareció repentinamente luego de tan solo unos segundos.

te escribe Darcy. — presione enviar. — ¿Que te dijo mi padre? Dime ¿Estás bien?

— estoy bien ahora que recibo un mensaje tuyo. — suspiré aliviada tras recibir su mensaje y hasta que no ví la mirada llena de picardía que Hope se encontraba dedicándome no note que había sonreído tontamente al leerlo.

¿Que te dijo mi padre? — insistí.

veámonos mañana en el insti. — fue su respuesta, evidentemente me estaba evadiendo. — tengo algo para ti, quiero verte...

— yo también.

— estaré contando las horas, los minutos, los segundos para poder verte, Darcy. — ese es Noah, tan cursi como siempre... Pero es como lo quiero, es su esencia y ha sido así siempre.

te veré mañana, le regresaré el móvil a Hope. — fue lo último que dije, presione enviar y se lo regrese a Hope Cómo si la cajita de comunicación estuviera quemando en mis manos.

— ¿Y que tal? — quiso saber Hope, con suprema curiosidad en sus expresiones.

— lo veré en el insti mañana.

— que le dijo tío Pa...

— no me quiso decir. — dije un poco incómoda, el teléfono de Hope vibró desviando su atención. — ¿Es Noah? — pregunte al instante, viendo cómo la pantalla iluminaba su rostro. Hope nego levemente mostrando un expresión fastidiada. — ¿Entonces?

— es Mike. — dijo, bloqueando el teléfono sin preocuparse en responder y rodando los ojos con una expresión de exasperación. — quiere que le ayude a hacer un ensayo de literatura. — dijo como si nada.

Mis ojos se centraron en Hope, son poder descifrar porque aquello le molestaba repentinamente; es decir... Miguel es mayor que nosotras, va un año adelante junto a Noah pero desde que tengo memoria Hope ha Sido como su tutora, todo lo entiende más fácil y le apasiona lo académico ¿Porque de repente le molesta Mike?

— ¿Cameron hizo alguna estupidez o porque estás molesto con el? — quise saber.

— ¿Que? No... No tengo ningún problema con Mike. — dijo al instante. — es solo... Es solo que... — Hope me miraba como si telepáticamente suplicara que cambiará de tema, pero telepáticamente yo le decía que continuará hablando, pues quería saber. — últimamente siempre que le ayudo con algo no está solo. — dijo un poco contrariada, yo fruncí el ceño. —  siempre lleva a Ray con el.

— ¿Ray? ¿Ray Carter? — pregunte, segura de que en el instituto de la reserva no había ningún otro Ray.

— no, Ray Princeton.

— ¿Princeton? — salte sorprendida. — los Princeton nisiquiera van al insti de la reserva. — insistí, Hope de encogió de hombros denotando que aquello la confundía tanto como a mí.

Los Princeton son un par de mellizos que habían llegado el verano pasado a Forks, se trataba de toda una familia de pelirrojos, los cuales, puestos en las mismas palabras de tía Kim "son la familia mas rara que ha pisado este lado de Washington luego de los Cullen, claro" y no, no son vampiros, la misma familia Cullen pudo confírmalo. Sin embargo, por las apariencias, son bastante adinerados y Elaina Princeton, la hija de la familia tiene un particular gusto por la ropa de alta costura que no contrasta fácil con las húmedas y encharcadas calles de Forks.

Sin embargo, Ray luce como harina de otro costal y pensándolo bien, su amistad con Mike no es tan descabellada, pues mi madre que es: mamá de tiempo completo, abogada de lunes a viernes y profesora de surf los sábados y domingos de 8 a 11 del día tiene como a uno de sus alumnos al mismo Ray y si algo le gusta a Mike es precisamente perder el tiempo surfeando los fines de semana. Supongo que así se acercaron, sin embargo...

— tengo entendido que los Princeton, además de parecer salidos de una revista también tienen las mejores notas ¿Porque Ray necesita ver tus tutorías?

— eso mismo quisiera saber yo. — respondió Hope un poco pensativa. — a lo mejor paga por sus notas.

— por favor, Hope...

— ¿Entonces que otra cosa? — pregunto, se veía realmente irritada.

— no lo sé, pero... Porque luces molesta ¿Que es lo que te fastidia realmente?

— no estoy diciendo que me fastidié.

— pues es lo que parece. — Hope rodo los ojos al es escucharme. — ay... Hope, ya di que lo que te molesta es que invada tu valioso tiempo con Mike.

— ¡¿Pero de qué hablas?! — salto, su mirada parecía capaz de atravesarme de un solo tajo.

— cualquiera diría...

— ¿Que me gusta pasar tiempo con Mike? — pregunto, parándose de un solo salto. — claro que no ¿Cómo puede gustarme? Es exasperante. — las palabras de Hope iban a mil por hora — ¿recuerdas cuando éramos pequeños y tenia esa asquerosa manía de hurgarse la nariz? — yo sonreí bobamente por el recuerdo, sin embargo Hope siguió, evitándome reír. — tío Brady solía decirle que dejara de hacerlo o se estropearía el cerebro con los dedos, pues no dudo que lo haya hecho. — y he ahí el chiste, podía recordar a tía Leah decir que tío Brady lo decía por experiencia propia. Hope bajo rápidamente los escalones mientras decía furiosamente aquello, mi madre, que acababa de aparcar frente a la casa salió de su auto con una sonrisa.

— Hola, Hope.

— hola tía y adiós. — dijo Hope con una seriedad arrolladora que derritió la sonrisa de mamá en cuestión de segundos, la cuál se dedicó a ver la espalda de Hope mientras desaparecía en dirección a casa.

— ¿Y a esta que le pasó? — pregunto en mi dirección, me encogí de hombros guardandome las ganas de reír.

— lo mismo quisiera saber.

— una Ledesma después de todo. — dijo, volviendo a mirar el camino por el que Hope había desaparecido.

Entonces, note lo mucho que el sol había descendido y como el frío de la reserva había aumentado súbitamente con este, mi madre camino hacia mi mientras yo revisaba mi reloj de mano para  confirmar que eran las 6 de la tarde.

— lo siento. — me disculpé — no he hecho nada para cenar aún. — informe mientras caminaba junto a mi madre hacia el interior de la casa, ella me dedico una leve sonrisa.

— tu padre me dijo que pasaría por el Meat's Palace y traeria pollo frito para la cena. — dijo mientras caminaba frente a mi, fruncí el ceño sin dar crédito a lo que escuchaba.

— pero...

— Vince. — soltó mi madre firmemente, callandome al instante. Logré ver cómo mi pequeño hermano saltaba repentinamente de su sitio frente al televisor. — ¿Cuánto tiempo llevas en esos juego?

— no mucho. — dijo de inmediato

— unas dos horas, mami. — informe, Vince me fulminó con la mirada y yo le mostré mi lengua en respuesta.

— apaga eso, ya fue suficiente por hoy. — Vince se dirigió a su aparato favorito con la velocidad que una tortuga posee. — me cambiaré y...

— mami...

— Vince. — no puede ser, yo estaba siendo silenciada de nuevo ¿No lograría averiguar lo que mi padre tramaba antes de su llegada?. — vamos, revisaré tus cuadernos y espero que hayas hecho la tarea antes de ponerse a jugar. — por la mirada que lanzo Vince pude estar segura que el pequeño nisiquiera estaba seguro de dónde estaban sus cuadernos, lo siguiente que ví fue a la mujer pelirroja que me dió la vida desaparecer al segundo piso con un preocupado Vince siguiéndola de cerca.

•••

— ¿Por eso te diste el trabajo de comprar pollo frito? — pregunté, mi sangre hervía tanto que no dudaba que mi rostro tuviera el mismo color de mi cabello.

— ¿Que tiene de malo? — dijo Paul Lahote, mi queridísimo padre, con una indiferencia y terquedad tan propias de el. Busque la mirada de mi madre al otro lado de la mesa, suplicando por ayuda en silencio. — creo que el instituto de Forks sera mejor para ti.

— es una perdida de tiempo ir hasta allí. — insistí.

— entonces para que no pierdas el tiempo yendo de un lado a otro te inscribire a clases en línea. — tomo de su lata de Coca-Cola tan confiado de si mismo, sin embargo yo no daba crédito.

— ¿Clases en línea? — aleluya, Sarah Smith al rescate. — el internet de la reserva no ha mejorado desde que yo estaba en la universidad y eso fue hace casi veinte años ya. — dijo ella, en un tono de inconformidad que pude notar, mi padre estaba luchando por rebatir.

— el instituto de Forks Será. — dijo papá al final, yo metí mi cara entre mis manos, sintiéndome derrotada y perdida.

— ¿Acaso la hiciste solo y nació de tí? — le pregunto mi madre que lucía realmente enojada con su esposo.

— no se trata de eso.

— ¿No? ¿Entonces porque tomas decisiones solo sin mi? — mi padre no tuvo respuesta alguna. — vayan a sus habitaciones. — nos ordenó mi madre. — su padre y yo tenemos que hablar.

Y entonces, Vince y yo huimos de la mesa al instante.

•••
Bueno...
¿Cómo están hoy?
¿Esperaban verme por aquí hoy? 😊

 

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