Parte sin título 38
Cap. 18.2: Brothers
——-CAROLINE——-
La cabeza le da vueltas sin parar mientras los hombres de Marcel vitorean el plan. Marcel, apoyado en la pared, sonríe triunfante debido a su gran plan: quiere traer a Mikael de vuelta, un plan demasiado peligroso que, por fin, traerá la muerte de los originales, y lo mejor es que ella va a ser parte de ese plan. El estómago se le revuelve al pensar en la bruja que acaba de asesinar y de las palabras de Marcel, habla sin ningún reparo ni sentimiento, va a aniquilar a una familia entera, una que una vez le trató como un miembro más, y no siente ningún arrepentimiento.
-Bueno, si ya hemos terminado, me voy a descansar...
-Oh, ¿ya nos abandonas?- Marcel ronronea en el cuello de Caroline mirándola a los ojos. No se ha despegado de ella desde que ha llegado del cementerio
-Sí, beber hasta la última gota de sangre de una bruja es bastante agotador...-Lo último lo dice casi con cierta ironía al tiempo que se encamina hacia las escaleras- Caballeros, ha sido un placer.
Sonríe falsamente y se muerde la lengua. Sube las escaleras despacio, sintiéndose más pesada a cada escalón, su cuerpo parece querer abandonarla pero no se rinde y sigue subiendo hasta que llega a su habitación. Se quita la ropa y la mete en una bolsa, sin duda piensa quemarla. Por más que la lave, la sangre de la bruja va a seguir ahí.
Se enjuaga la boca varias veces hasta que decide acostarse, es inútil tanta higiene, el sabor a la sangre será algo permanente y lo sabe. Se pone el camisón oscuro para dormir y en el momento en el que su espalda toca el colchón cae dormida.
-Caroline...
Se estremece ante la voz que la llama y abre los ojos sobresaltada. Lo único que puede palpar es la cama bajo su espalda, de resto todo lo que la rodea es oscuridad. No puede ver absolutamente nada y la piel se le congela a medida que pasa el tiempo. Tiene algo de miedo, y cuando unas manos suben por sus piernas grita pero nada sale de su garganta. Se centra en las manos que la acarician centímetro a centímetro, unas manos suaves pero fuertes. Caroline desliza sus manos en la oscuridad hasta tocar el rostro de quien la acaricia.
-Klaus
Ella no necesita ver su pelo rubio, ni el brillo dorado en sus ojos para reconocerlo. Suspira y pone una mano en su pecho, sobre su corazón, escuchando el sonido regular del corazón muerto de Klaus. Mueve las manos hasta sus collares, pasando los dedos por cada una de las cuentas de madera, tirando con su otra mano de la parte posterior del pelo. Caroline se hunde en la oscuridad buscando los labios de Klaus.
Al principio es sólo un choque de labios, un roce de labios, hasta que finalmente se vuelve tan pasional que Caroline cree que va a desmayarse. La reacción de Klaus es instantánea y cubre su boca con la de él, envolviendo su cintura con un brazo atrayéndola aún más a su cuerpo. El aroma de Klaus nubla sus sentidos, volviéndola loca, sintiendo como su piel se quema en deseo centímetro a centímetro.
Ama la forma en la que los labios de Klaus se adaptan a los suyos, los pequeños mordiscos y tirones que da a su labio inferior. Sus manos se mueven hasta sus hombros, agarrándose a ellos con fuerza mientras lo sigue besando, perdiéndose en la sensación familiar de ser besada por Klaus, deja que sus labios la arrastren por toda la oscuridad que los rodea haciéndola sonreír al oír el gruñido en su pecho.
Klaus agarra todo su pelo en un puño y tira hacia atrás, dejando el cuello de Caroline expuesto, pasando la lengua por su garganta y mordisqueando el camino hasta el lóbulo de su oreja. Caroline se abruma con la sensación, le encanta cuando la parte lobuna de Klaus toma el control y la lleva a otro nivel. Ella sólo puede gemir mientras sus brazos rodean el cuello de Klaus.
-Elige-Klaus murmura contra sus labios cuando suelta su camisa, lanzando lejos el sujetador de encaje.
Caroline respira contra su boca sin escuchar sus palabras, está tan perdida en Klaus que todo lo demás le parece ajeno. Se sorprende cuando sus manos vagan en su espalda de forma lenta y cariñosa al tiempo que la besa con fuerza y sin darle tregua. Caroline se da cuenta de que no son sus manos las que ahora acarician su abdomen.
-Kol...
El aire sale de sus pulmones y gira un poco la cabeza para enfrentarse a él en la oscuridad. Kol agarra su mentón y se acerca a ella, depositando un beso lento y suave, tan suave que siente sus piernas temblar. Da gracias que Klaus la sujeta del muslo apegándola contra su cuerpo, pasando su boca entre sus pechos al tiempo que Kol la besa.
Caroline hiperventila y no puede pensar con claridad. Kol se entretiene soltando sus pantalones desde besando ahora su cuello, mientras que Klaus aprieta con fuerza la parte alta de su muslo, asegurándose de que no puede escapar de él. Se encuentra atrapada entre los cuerpos de los hermanos y se sorprende de lo mucho que le gusta.
-Caroline...-Kol susurra su nombre antes de pasar la lengua el arco de su oreja. Caroline tiene una de sus piernas en la cadera de Klaus, la cabeza apoyada en el hombro de Kol y uno de sus brazos estirados hacia atrás mientras lo acaricia- Tienes que elegir
Caroline abre los ojos para enfrentarse a los ojos del híbrido quela miran con hambre, ladea un poco la cabeza y se encuentra con Kol quien la mira con la misma intensidad y esa sonrisa traviesa en los labios. Ella cierra los ojos, no puede decidir. Decidir sería renunciar a los brazos fuertes de Klaus, la sonrisa de Kol, los besos exigentes de ambos, las manos llenas de sangre y suaves de Kol, el ansía de Klaus por poseerla, las marcas que dejan cada uno en su piel.
-Tienes que decidirte
La voz ya no pertenece a ninguno de los hermanos, y de manera inexplicable salen sombras de la oscuridad, sombras que los rodean y bailan entre ellos. Siente las sombras rozarle la cara, pasear por su cuerpo, susurrarle al oído palabras que no entiende. Siente las manos de Kol aferrarla contra él con más fuerza al tiempo que Klaus hace lo mismo, como si no quisieran separarse de ella.
-Es una elección difícil ¿verdad?-Las sombras parecían alejarse de ella haciendo formas sobre un mismo punto hasta tomar forma de persona, pero lo único que podía ver era unos ojos brillantes detrás de tanta oscuridad-Siempre es difícil elegir cuando se tiene lo mejor de los dos mundos...Puedo imaginarme como debes sentirte rodeada de dos hombres dispuestos a dar todo por ti...Pero...¿y tú? ¿Estarías dispuesta a dar todo? ¿A decidir por la vida de uno de ellos?
Caroline mira desconcertada hacia la sombra intentando de analizar las palabras que acaba de oír ¿cómo puede ella decidir quien vive o quien muere? ¿Quién es ella para que ocurran estas cosas?
-Tiempo...-La voz resuena en su cabeza y en un segundo Klaus y Kol ya no están con ellas, Caroline trata de buscarlos en la oscuridad caminando sobre un suelo inestable y unas sombras que se vuelven a arremolinar bajo sus piernas-Más arriba...-Caroline levanta la mirada al tiempo que le caen gotas de sangre en la cara y grita con todas sus fuerzas, Klaus y Kol están por encima de su cabeza, atados a un poste y con el corazón a un lado suyo-Vamos, no seas tan dramática, te he ahorrado el trabajo....
Caroline sigue gritando, grita tanto que siente la sangre en la parte posterior de la garganta pero no le importa. Se lleva las manos a la cabeza buscando la fuerza, y por más que cierra los ojos la imagen no desaparece. Siente unas manos fuertes tirar hacia el otro lado, como si intentasen llevársela de allí
-Caroline...
No responde, sólo sigue gritando mientras siente que cada vez tiene menos voz
-¡Caroline!-La voz de Marcel la trae de vuelta. Se sienta rápidamente en la cama con las manos aferrándose a las sábanas y mira a su alrededor. Todo sigue igual a cuando se acostó, como si nada se hubiese alterado-¿Estás bien? Te oímos gritar desde abajo...tú...
-Sí, estoy bien, sólo un mal sueño-Le contesta mirándolo con desafío, dejándole claro que no va a responder a ninguna pregunta. Marcel asiente y hace un gesto a los hombres que han entrado con él en la habitación para irse. Le hecha un último vistazo a Caroline y cierra la puerta.
Cuando los hombres salen de su habitación resopla apoyando la espalda contra el cabecero de la cama, las imágenes de su pesadilla se arremolinan en su mente, y son tan nítidas que tiene que lanzarlas lejos, tan lejos donde casi no puedan alcanzarla. Gime al salir de la cama y se dirige al baño, una vez está frente al espejo se da cuenta de que no ha sido una pesadilla, de que su cuerpo está salpicado de gotas de sangre.
-Oh dios...-se mira las manos llenas de sangre y abre el agua rápidamente. Necesita sentirse limpia, necesita tener todo bajo control antes de que Marcel vuelva y le haga preguntas incómodas, necesita ver a los dos hermanos antes de ordenar su mente...Todo hubiese sido realmente fácil si nunca hubiese salido de Mystic Falls..
Tres horas más tarde se encuentra sentada en la mesa de Marcel, rodeada de aliados que no dejan de hablar sobre Mikael ¿Cómo hablan con tanta admiración de alguien que hizo todo por destruir a su propia familia? Ella bebe de la copa mientras asiente a algunas preguntas a las que no pone ningún tipo de atención.
-¿Estás mejor?-Marcel se inclina en su oído y la hace temblar. No es ese temblor que te produce una persona a la que deseas, sino todo lo contrario, como si el asco fuese capaz de correr por las venas.
-Sí-Lo mira a los ojos y luego los baja hasta sus labios, distrayendo a Marcel de las preguntas iniciales, él se pasa la lengua por los labios imaginándose los labios de Caroline sobre los de ella- ¿Qué hay sobre el tema? ¿Ya tu bruja se decidió?
-Mi bruja es un poco rebelde pero colaboradora-Marcel toca su copa con el tenedor haciendo callar a todos los presentes antes de dirigirse a ellos- Como le comentaba a nuestra nueva amiga Caroline, Davina está estudiando algunos libros, y al fin hemos encontrado la forma de capturar al híbrido sin levantar sospechas
Capturar al híbrido...Ella no necesita ser una superdotada para saber a qué se refieren exactamente, le harán daño a Klaus de eso no hay duda. Marcel le sonríe triunfante al tiempo que hace un brindis, Caroline le responde a esa sonrisa de la misma forma. Esto no podría ser peor...
Tras varias horas escuchando a los secuaces de Marcel sobre cómo obtener la sangre del híbrido Caroline se disculpa diciendo que su armario se está quedando sin existencias. Marcel la agarra del brazo con una suavidad totalmente desconocida viniendo de él, la acerca a su cuerpo sin quitar la sonrisa de su cara y pasa las manos por su cadera, definiendo su contorno con los dedos.
-No tardes-Susurra en su cuello y Caroline asiente, depositando un beso cerca de sus labios
Sale de allí un poco asqueada, pero mantener a un hombre distraído cuesta un poco, sobre todo cuando se movía por venganza. Camina por las calles tratando de llenar de aire sus pulmones, pero sobre todo tratando de buscar a Klaus. Recorre las calles sin ninguna pista hasta que sólo le queda un sitio al que ir.
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