Parte sin título 31
Cap. 16.3: The Crescent City
——-CAROLINE——-
La mañana siguiente todo eran risas y música. El día era caluroso, con una leve brisa refrescante, pero bastante sofocado. Nueva Orleans en esa época podría ser un horno, le parecía irónico que hace tres días estuviese bajo la lluvia en Londres.
Opta por unos pantalones negros que ella misma considera demasiado apretados, unos tacones altísimos de color negro y una camiseta de flores ajustada y con escote prominente. Por más que lo quiera, ella ya no es la dulce e inocente Caroline. No, ella tiene que comportarse como si esa parte estuviese muerta, por más que ella echase de menos sus faldas de gasa y vuelo.
Marcel se ofrece a enseñarle el festival y ella acepta. Las calles están llenas de música, arte, gente comiendo en los puestos y niños correteando. Marcel saluda a algunas personas al tiempo que presenta a Caroline como si fuese un objeto, ella simplemente asiente con la cabeza.
Caminan de un lado a otro, ayudando a la gente con sus puestos, ayudando a trasladar objetos y comprobar que todo está en orden. A Caroline le encanta ayudar a la gente, lo que no entiende es por qué Marcel lo hace, esa sonrisa de amabilidad tan falsa la agobia, sabe que la gente le da igual, que lo que le interesa es ganarse el ''respeto''.
-¡Caroline!-Una voz poco familiar les hace dar la vuelta, ambos se sorprenden cuando Camille se acerca a ellos-Vaya, no sabía que ustedes dos se conocían...
-¿Se conocen?-Pregunta Marcel algo incrédulo
-Ayer Caroline vino a mi bar, estaba agotadísima y se pidió la hamburguesa más grande ¡Yo también la hubiese pedido con tantas compras!-Caroline se siente molesta con la presencia de Camille, no le gusta que la chica hable tanto.
-No fue gran cosa, la próxima vez podrías venirte conmigo-Caroline le ofrece a lo que Marcel hace una mueca, sabe que la idea de Caroline y Camille juntas no le gusta demasiado.
-¡Me encantaría! Desde que llegué no he salido de compras ni un solo día
-Caroline...-la voz de Marcel interrumpe la animada conversación de las chicas – Me gustaría hablar en privado con Camille...
-No hay problema
Le guiña un ojo a la otra rubia como si fueran amigas y se despide con la mano. Resopla relajada de haber salido de aquella situación, no le gusta Camille y mucho menos Marcel. Escucha un gritito salir de los labios de Camille y se esconde detrás de un árbol, agudizando el oído entre tanta música. Pocos vampiros pueden concentrarse entre tanto ruido, pero Caroline, ella que era una maniática del control, había aprendido a manejar sus sentidos a la perfección.
-¿Pasa algo?-Oye la voz de Camille y nota su nerviosismo.
-Mmm...no-La voz de Marcel es tranquila y antes de seguir hablando Caroline lo oye coger aire- Sólo quería preguntarte algo. Verás Caroline es como una hermana para mí y ya sabes cómo va el tema del hermano sobreprotector... ¿estaba sola? Todos saben que ahora está conmigo, y no quiero que le hagan daño...
- Sí...No sabía que tuvieses esa relación con ella...
-Sí, teníamos una relación algo complicada, pero ahora estamos mejor...por eso te voy a pedir un favor...necesito que me digas si ves a alguien con ella...no quiero verla metida en problemas
Caroline no necesita verlo para saber que está usando la compulsión en ella. Recorre los puestos mirando en todas las direcciones, está claro que Marcel aún no confía del todo en ella. ¿Su hermana? Ya, claro. ¿Por qué Camille no la había delatado? ¿Por qué no le había dicho que había estado con Klaus? La pregunta rebota en su cabeza varias veces...
Se para en un puesto de vinos y champagne y observa las etiquetas de cada botella. La mujer le explica cómo es cada uno y ella asiente. No le quiere decir a la mujer que todo lo que está diciendo ya lo sabe, y lo sabe porque Klaus le ha enseñado todo acerca de ellos. Opta por una copa de champagne de Perrier Jouët y se mezcla sin ninguna dificultad entre las personas que abarrotan la calle.
-Veo que empiezas a tener buen gusto por las bebidas
La voz de Klaus la sobresalta pero no se gira para mirarlo. No puede permitirse que alguien la vea con Klaus, eso arruinaría todos sus planes. Acelera el paso con ganas de correr lejos pero sabe que no puede exponerse de esa manera. Se aleja del festival y entonces se encuentra con varios callejones vacíos, por los cuales corre a velocidad humana hasta que llega a uno sin salida.
-¿Te acuerdas cuando probaste el Dom Perignon por primera vez? Compré esa botella especialmente para ti- Claro que se acuerda, al igual que la botella de edición especial rosada que le había regalado. Aún la tiene guardada.
-¿Vas a seguirme por toda la ciudad?-Da un sorbo de la copa y se gira mirando el muro que se interpone entre ella y el otro lado de la calle
-No, sólo vine a hablar con Marcel y te encontré... simplemente
-Vaya, pensé que lo tuyo con Marcel era complicado...-Da otro sorbo a la copa y lo mira, reparando en su henley grisáceo casi blanco, con los botones sueltos, dejando entrever media golondrina-Oh, hablando de Marcel...-Ella pone un tono de preocupación falsa y lo mira fijamente- Hemos tenido un encuentro con Camille, y desinteresadamente Marcel le ha hecho unas preguntitas...en las cuales nunca me relaciona contigo... ¡Qué cosa más rara ¿no?!-Le pregunta irónica.
-Lo vi
-¿El qué?-Ella sabe de lo que habla pero se muestra indiferente, no quiere que Klaus la golpee de esa forma
-Tu humanidad. Tus sentimientos... te vi de nuevo Caroline-Él se acerca y ella retrocede algunos pasos-No me lo podía creer, era imposible, pero luego te recordé en Mystic Falls, tu indiferencia, no tenías que esforzarte mucho ¿Verdad?- Caroline se encoge de hombros y bebe por última vez de su copa de plástico- Caroline, yo pude verte, si yo pude Marcel también podría hacerlo. Volví y obligué a Camille...no sé lo que estás haciendo pero no quería ponerte en peligro...- Klaus le sonríe como si estuviesen en la intimidad de nuevo-Estás de vuelta.
-No sé de lo que me estás hablando
Klaus se mueve a una velocidad vertiginosa, y cuando Caroline abre los ojos se encuentra con la espalda en la pared y su pecho rozando el de Klaus. Los ojos de Klaus recorren el camino hasta su boca, hasta que finalmente los labios de Klaus se apoderan de los de Caroline. Caroline se tamblea al sentir los suaves labios de Klaus contra los suyos, acariciándolos con la lengua. Ni siquiera te ha tocado y ya te estás cayendo se ríe de sí misma al tiempo que se aferra a los hombros de Klaus. Es un beso suave, lento y sexy, un beso que sólo alguien con la experiencia de Klaus puede dar.
Klaus aprieta una de sus manos contra la pared controlando el beso. La necesidad debajo del beso le estaba haciendo perder el control, haciendo del beso un asalto a la boca de Caroline. Gime cuando los labios de ella se abren y su lengua lo toca. La agarra con fuerza contra la pared, presionando sus dedos en las caderas, volviendo el beso más voraz. Desliza su boca por la mandíbula hasta su garganta, arrastrando besos a lo largo de todo el camino. Caroline gime y Klaus siente la mano de Caroline empujándolo lejos de ella
-No lo hagas-Una lágrima surca sus mejillas, Klaus quiere acercarse pero Caroline le advierte que no lo haga.
-¿El qué?
-Esto, hacer como si nada hubiese ocurrido porque no es justo-Caroline murmura y se lleva la mano a la boca intentando no sollozar- Desde que vi lo que pasó con Hayley lo supe, supe que nada podría ser igual, me engañé a mí misma diciéndome que una noche tonta la tenía cualquiera, pero no...Todas las noches me dormía y me despertaba con tu cuerpo encima de ella, tus manos acariciándola. Me gustaba aferrarme a la idea de que tu realmente...
-Yo realmente ¿qué?
-Que tu realmente me querías...Me gustaba pensar que Klaus Mikaelson era capaz de sentir y de amar, que realmente podríamos ser algo. Pero fui una idiota por creer que por una vez yo sería la primera elección, pero no, como siempre hay alguien y ese alguien está esperando un hijo tuyo...
-¿Es por el bebé Caroline?-El golpea sus puños a cada lado de su cabeza, volviéndola a atrapar entre la pared- Sólo tienes que decirlo y buscaré la manera de deshacerme de todo esto-Ella tiembla ante las palabras que salen de su boca ¿Cómo puede estar hablando enserio?- Sólo lo hago para mantener feliz a mi hermano, que cree ciegamente que ese bebé nos traerá la felicidad a todos...-Caroline baja la mirada y Klaus sostiene barbilla impidiéndoselo- Hablas de justicia Caroline, pero yo he tenido que dormir con la idea de verte en los brazos de Kol, de mi propio hermano...Cómo si la historia se repitiese otra vez...-La voz ronca sobresalta a Caroline, asustándola un poco- ¿Pero sabes lo que no es justo? Que tú seas la única, Caroline, que seas la única capaz de hacerme temblar con una sola mirada, la única por la que realmente quiero cambiar. Tú eres mi única debilidad, y eso no es nada justo.
-Que yo sea tu debilidad nos ha traído muchos problemas... -Murmura con desprecio echándole la culpa de todo y sintiéndose miserable por hacerlo. Necesita defenderse sin importar los daños.
Klaus la mira a los ojos con el dolor instalado en ellos ¿Cómo se atreve? Él siempre había mirado por ella, vigilando por ella, él no se merecía todas esas palabras. Los dobles colmillos amenazan por salir pero se controla, vuelve a golpear la pared que tiene detrás, haciendo que Caroline cierre los ojos con fuerza, cuando los abre vuelve a estar sola.
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