Part 5
THE QUEEN OF NEW ORLEANS
CAPÍTULO 3 - PARTE 1
Cap.3 : Secret
-------KLAUS-------
Llevo más de media hora discutiendo con Kol. No recuerdo en qué momento exacto nos hemos acercado tanto pero puedo sentir su aliento rozar mi cara; está alterado y parece no entender mis motivos. Cuando Bonnie bajó el velo logré que las brujas trajesen a Kol de nuevo. Cuando Kol volvió de la muerte no hubo más que un gran revuelo; Elijah no se lo podía creer, lo tocaba cada vez que podía para comprobar que era real, yo sólo había cruzado unas palabras con él, pero Rebekah… Rebekah se tiró a sus brazos con los ojos llenos de lágrimas.
-Tienes que decírselo…
-No le voy a decir nada Kol, no todavía
-Pero no se lo puedes ocultar a Caroline ¡ella tiene que saberlo! El tiempo corre hermano
Me muerdo la lengua, odio cuando Kol tiene razón, odio que todo le resulte tan gracioso o que no se preocupe por casi nada. Me mira con las manos dentro de los bolsillos y siento que quiero arrancarle esa sonrisa diminuta que se cuela en su rostro. Es una sonrisa de satisfacción en la que se puede leer claramente ‘’tengo razón y lo sabes’’
-Mira Kol esto no es asunto tuyo-Me alejo un poco de mi hermano-Sé que tu vuelta de entre los muertos te tiene un poco alterado, pero este asunto es sólo mío, intenta no meterte en él ¿entiendes? No quisiera ver a Bekah llorando de nuevo porque le he quitado a uno de sus hermanos
-Estás enfadado porque sabes que tengo razón; somos inmortales, pero esta vez el tiempo juega a tu contra ¿Cuánto tiempo crees que puedes mantenerla encerrada en una burbuja perfecta en la que todo es maravilloso?-Las palabras de mi hermano taladran mis oídos y sin pensarlo le lanzo la copa que tengo en la mano, la cual esquiva sin problemas-¿Cuánto tiempo vas a tener que seguir saliendo a sus espaldas? ¿Qué pensará cuando le digas por qué necesitas tanto a Marcel?
- Esta noche vendrán a cenar Rebekah y Stefan con nosotros, se quedarán unos días y cuando ellos se vayan se lo contaré a Caroline, mientras tanto tú cerrarás la boca –Le digo sentándome en el sofá que se encuentra delante de la televisión-Tampoco le digas que ellos vienen esta noche…es una sorpresa.
Oigo unos pasos pequeños y sé que es Caroline bajando las escaleras, Kol también la oye y se dispone a imitarme, colocándose en el sofá de al lado con las piernas estiradas mientras fija la vista en las imágenes de la televisión.
-Buenos días-La voz cantarina de Caroline resuena por la habitación. Está vestida con unos diminutos pantalones y una camisa azul que no deja nada a la imaginación. Sus pies descalzos se pasean hasta la cocina y la oigo abrir la nevera. Cuando vuelve se ha recogido el pelo en una coleta alta y nos mira con una sonrisa- ¿Qué veis?
-Tonterías-Responde Kol. Entonces me fijo que lo que estábamos viendo era un documental sobre leonas cazando ¿en qué estaba pensando? Kol agarra el mando y comienza a pasar canales una y otra vez sin parar.
-Déjame ver-Caroline se sienta rápidamente entre los dos y en un pestañeo le quita el mando a Kol-Toma esa Original, te lo he quitado-Le dice con una sonrisa de victoria mientras agita el control remoto entre sus manos. Kol no dejaba que nadie le quitase el mando a distancia, era como una muerte segura-Los sábados por la mañana tienen que ser divertidos y no tenéis cara de diversión
Kol mira a Caroline y se encoje de hombros, luego me mira a mí y mantiene sus ojos en los míos. Suspiro y aparto la vista de Kol, no voy a dejarme intimidar por mi hermano pequeño. Quiero pasar el brazo por encima del hombro de Caroline pero no sé si lo aceptará, quizás quiera su espacio.
-Esta noche tenemos invitados especiales-Le digo a Caroline mirándola fijamente y observo como en sus ojos se instala la duda –Por eso, Kol te va a acompañar al centro comercial y te va a comprar lo que quieras-Le digo y sus ojos brillan, sé cuánto le gusta a Caroline ir de compras y esas frivolidades que tan locas vuelven a las mujeres-No te preocupes por el precio…Kol paga.
-¿¿Qué??-La voz de Kol nos hace sonreír a mí y a Caroline quien lo mira con ojos de perrito perdido- ¿Cómo que acompañarla? ¿Sabes lo que eso significa Niklaus? Horas y horas correteando detrás de ella mientras se prueba vestidos y zapatos como una obsesa mientras hace compras compulsivas.
-Exactamente Kol- Caroline le sonríe mientras pestañea varias veces-Me vas a acompañar, me vas a decir qué vestido me queda mejor , y más te vale que digas la verdad porque si no fundiré tu tarjeta de crédito comprándome hasta el último vestido de cualquier tienda-Caroline suena divertida con sus ojos clavados en los de Kol
-Esto es una injusticia ¡¡Voy a matar a todos esos diseñadores de zapatos y vestidos de princesas!-Exclama levantándose del sofá algo indignado. Mi hermano Kol a veces era demasiado extremista- ¡Mujeres! Sois peor que el demonio
Caroline ríe y apoya su cabeza en mi pecho mientras estira los pies a lo largo del sofá ¿Una muestra de amor en público? Ella se estira soltando unos quejidos y se pone tensa inmediatamente. La miro fijamente y ella sonríe intentando hacerme olvidar lo que acaba de hacer. Anoche me porté como un animal con ella, como lo que soy, y no me he dado cuenta hasta ahora de los pequeños moretones que tiene tras la nuca
-Caroline…
-Olvídalo Klaus-Me dice y observa a Kol trastear a lo lejos con algunas cosas en la cocina-No pidas perdón, yo estuve de acuerdo y sabía las consecuencias-Me dice poniendo un dedo en los labios-Ahora vamos a ver la tele ¿vale?-Me ordena y yo no quiero obedecer, quiero desnudarla y comprobar si he dejado algún otro tipo de rastro en su cuerpo. Ella había bebido de mi sangre varias veces, pero yo había sido más fuerte, la había apretado con fuerza contra mi cuerpo, la había mordido varias veces, haciendo que su cuerpo se regenerase más lento.
Me siento culpable pero tengo que complacer a esos ojos verdes que me miran a mí en vez de a la televisión, acaricio su mejilla para luego centrar la mirada en una película de amor algo aburrida pero que a Caroline le encanta. Sus ojos brillan con emoción cuando los protagonistas, después de algunas dificultades, consiguen la forma de estar juntos, brillan aún más cuando ambos se besan.
Caroline nunca quiso un príncipe azul, le bastaba con una persona que se quedase a su lado, pero tras los acontecimientos con Damon, Matt y Tyler sé que le aterra que alguien pueda romper su corazón…otra vez. Le emocionan este tipo de películas porque sé que es el final que ella quiere para su vida. ¿Podré darle yo ese final? ¿Querrá ella quedarse conmigo?
Caroline se incorpora y se sienta correctamente en el sofá al oír los pasos de Elijah por las escaleras. Sé el respeto y la admiración que Caroline siente por él y cuando él está cerca ella se comporta de forma tímida. Elijah saluda a Kol y se dirige hacia nosotros quedándose a unos metros de distancia
-Buenos días Caroline-La voz de mi hermano es tan suave que siento celos-Niklaus-Se dirige a mí, nunca nos hemos dado los buenos días y nunca lo haremos-Espero que tú y Kol estén tratando bien a la señorita. Nos vemos a la noche, tengo que salir…-Es lo último que dice antes de dirigirse a la puerta
-Tengo que ir a cambiarme-Me dice y luego se estira en el sofá rozando con sus manos mis muslos-Aunque también puedo ir así vestida-Estoy a punto de replicar que no puede salir sin tan poca ropa pero me muerdo la lengua, lo último que quiero es ser un controlador
Sube las escaleras de dos en dos y la oigo rebuscar en el armario, cuando baja los escalones y se acerca tiene un vestido corto color lila de tirantes, casi sin escote y los zapatos que le regalé la noche anterior. Sonríe y me dice adiós con la mano. Yo sonrío intentando ocultar las ganas que tengo de quitarle ese vestido.
-Volvemos a la tarde-Me asomo a la puerta y la veo arrastrando de Kol por el brazo el cual se resiste a ir de compras. Al final tras tirar con fuerza logra sacarlo de la casa y cerrar la puerta tras de sí
Me acerco a la cocina y llamo a Leah. En dos minutos aparece una muchacha de pelo largo negro con grandes ojos verdes. Me sonríe y baja la mirada esperando mis órdenes. Me acerco a ella y coloco mi mano sobre su hombro y levanta la vista. Leah llevaba años trabajando para nosotros como sirvienta.
-Esta noche tenemos invitados ¿puedes tener todo listo para las 7.00?-Ella asiente con una sonrisa dulce
Cuando Elijah la trajo a casa estaba totalmente cubierta de sangre, había presenciado el asesinato de sus padres a mano vampiros, aceptó lo que éramos, realmente no le importaba si llegábamos a matarla, creo que en el fondo lo quería; morir como sus padres. Al tiempo se fue convirtiendo en la única amiga de Rebekah y el juguete favorito de Kol. A Kol le encantaba jugar con ella arrinconarla y susurrarle en el oído mientras ella sólo le daba largas.
Cap 3.1: Katherine (Cap. Especial para las sistahs Kalijah)
-------ELIJAH-------
Son las doce del mediodía y aún no ha llegado ¿por qué se retrasa? Había avisado a Sophie de que hoy no podría verla, que hoy tenía planes, pero parecía que mis planes llegarían un poco tarde…tan típico. Camino por el parque, esquivando a algunos niños que corretean, tan ignorantes y ajenos al mundo en el que viven: un mundo de bestias aguardando entre las sombras para atacar.
Llego a una glorieta de madera adornada con flores y cuando voy a marcharme su perfume me lleva hasta ella. Está sentada en un banco con el pelo revuelto a causa del viento y en su mano lleva un vaso de café con leche espolvoreado con chocolate, puedo olerlo incluso estando a kilómetros.
Ella no nota mi presencia, por lo que tengo que acercarme mientras ella bebe el café, puedo distinguir el vaso de Café du monde*, a ella le encanta esa cafetería, cada vez que nos vemos siempre toma uno diferente acompañada de dulces franceses. Entonces ella se percata y alza la vista cuando estoy a unos metros, sus ojos brillan e intenta sonreír.
-Katerina…-Mi voz se escapa y ella vuelve a bajar la vista para beber de su café
-Elijah-Me intenta sonreír pero no puede, sé lo difícil que esto es para ella; acostumbrarse a las sensaciones humanas.
-Pensé que querías que fuésemos juntos al Café du monde, como hacemos siempre-Le digo y ella no aparta los ojos del vaso de café.
Ella odia la vida humana, odia ser tan débil, sentir el tiempo correr por sus venas. Habíamos llegado a un acuerdo, tenía que vivir un año siendo humana para luego convertirla en vampiro.
-Puedo hacer que cualquier otro vampiro me convierta Elijah-Me dijo con desprecio con el rostro rojo de la furia contenida.-No tienes por qué ser tú, pero ten por seguro que cuando lo haga, Elena no saldrá viva. No pienso perdonarle esto en la vida
-¿Y a quién se lo vas a decir Katerina? ¿a los que eran fieles a ti porque te tenían miedo o a los que tienen ganas de matarte?-Le dije-Yo soy tu mejor opción
Estuvo días y semanas sin hablarme hasta que se dio cuenta de que era el mejor trato que le podían ofrecer ¿qué era un año de vida si ya has vivido 500?
-Me apetecía ir sola…-Sus mejillas se vuelven rojas y tengo que tragar saliva. Quiero acariciarla, sentir el calor de la sangre bajo su piel. La eterna superviviente se ve tan pequeña y tan débil a mi lado que sólo quiero protegerla- ¿Cómo llevas lo de esta noche?
-Bien, a Kol no le interesa mucho ver a Stefan, pero es el invitado de Klaus …Es una sorpresa para Caroline
-¿Caroline sigue con vosotros? Me sorprende que no haya salido corriendo…Klaus no es especialmente el maestro del tacto-Me dice y lanza el vaso de café a la basura encestándolo. No ha perdido alguno de sus reflejos.
-Sí, aunque yo tampoco creí que fuese a pasar del primer día-Le digo y Katerina me mira con sus ojos almendrados recorriendo mi cara- Ven esta noche-le digo y ella me mira con sorpresa-Ven a cenar con nosotros
-¿Y arriesgarme a que Klaus me arranque el corazón? No gracias-Se lleva las manos a la espalda y se estira un poco-Odio esto Elijah-Me dice finalmente y la agarro de la mano sin que ella se oponga.
-¿Qué odias exactamente?-Le pregunto aunque yo ya sé esa respuesta.
-Todo, odio tener que esconderme, ser débil, tener sueño y tener que abrigarme porque hace mucho frío… Odio ser humana-Sus ojos están chispeando en rabia y hace que me sienta un poco culpable, pero no voy a dar mi brazo a torcer, quiero pasar un año con ella siendo humana, sí, quiero ser egoísta y retenerla durante ese año a mi lado, porque sé que luego, cuando ya sea la Katherine Pierce que todos conocemos se va a alejar de mí.
-Ya te queda menos de un año-Ella me mira levantando las cejas- 10 meses y 2 semanas exactamente-Ella resopla y se cruza de brazos-¿Quieres pasear?
-Prefiero quedarme sentada hablando contigo, como solíamos hacer antes-Sonríe y no puedo evitar recordar a Katerina y sus vestidos vaporosos. Pensé que Tatia sería la única mujer de mi vida, pensé que iba a estar años disputando con mi hermano por el amor inalcanzable de Tatia, pero me equivoqué.
-Solíamos hacer más que sentarnos a hablar-Le digo y eso la hace sonrojarse. Intenta esconder sus mejillas mirando hacia otro lado-Me gusta cuando haces eso-Le tomo de la cara haciendo que me mire y acaricio sus mejillas sonrojada.
-Me hace humana-Dice despreciándose así misma mientras sus manos juguetean con su pulsera
-El ser humano no es débil-Murmuro y luego la miro. Recuerdo cuando la conocí, sus mejillas rojas y su melena ondeando sobre los hombros. Todos los hombres que estaban en la mansión se volvían a mirarla mientras comentaban lo hermosa que era. Ella siempre había sido el centro de atención, incluso ahora.
Ella me mira y se acerca a mí, no sé qué intenta, ella no es predecible. Se acerca con una de sus manos apoyada en mi pecho y se queda a centímetros de mi cara. En un momento rápido ella me besa, y ese pequeño roce me traslada a otro mundo; un mundo en el que sólo existimos ella y yo. Siento sus labios calientes apoderarse de los míos en una caricia lenta y tortuosa.
Tiro de su mano y la siento en mi regazo con tanta fuerza que choca contra mi pecho. Ella me mira intentando parecer enfadada y vuelve a besarme, esta vez con más intensidad, mi cuerpo vibra cada vez que su lengua toca la mía. Sus manos están desabrochando los botones de mi camisa mientras mueve sus caderas sutilmente. Quiero llevármela de aquí, a la casa que había comprado para ella y demostrarle lo mucho que la echaba de menos.
Mi móvil suena y ella se aparta rápidamente de mí, casi sin aire sentándose a mi lado sin decir nada. Hablo con Niklaus, que suena desesperado y de cómo Marcel no ha aparecido. Cuando termino miro a Katerina quien ya está de pie alisando con los dedos su pelo ondulado.
-Tengo que irme…La invitación de esta noche sigue en pie-Le doy un suave beso en el dorso de su mano y nos damos la vuelta para seguir con nuestros caminos. No hace falta que me de la vuelta para saber que ella no me está mirando
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