Maratón (3/3)

Volteó mirando a todas partes, al no poder lograrlo de un tirón quitó la máscara dejando al descubierto su rostro y soltando su cabello consecuentemente.

En algún rincón del espeso bosque se escuchaba su voz pidiendo que tuviera valentía, más él no aparecían.

Queriendo verlo una vez más busco una solución, debajo de ella había cientos de dragones, todos siendo salvajes. Miro hacia arriba viendo como bookx sufría por los incesantes ataques de ambos dragones para volver a mirar hacia abajo.

Con un grito desgarrador hizo que las bestias alzarán vuelo, salieron huyendo como si su integridad estuviera en peligro, los más grandes aleteaban queriendo alejar a todos hasta el punto que cada dragón estaba en el cielo buscando a dónde ir.

Fue en ese momento que YeSol vio su oportunidad, solo había un chance y no estaba dispuesta perderlo. Con una respiración profunda se dejó caer en picada hasta poder tocar el cuerpo de ese enorme dragón dorado, reconocido como uno de los más salvajes en la historia y de los más escasos en el mundo el Tobox Golden, una bestia abismal capaz de terminar con un pueblo entero solo con un rugido.

Tenía que luchar para sobrevivir o su nombre solo quedaría en los recuerdos de aquellos que la conocieron.

(...)

YoonGi era arrastrado por el bosque, lo habían alcanzado, trato de huir solo para poder escabullir se en el reino más los intrusos llegaron a él como si supieran todo el plan.

Ahora mientras su cuerpo sufría al seguir recibiendo golpes está vez por el suelo del bosque, al contener ramas y piedras en toda su extensión, trataba de buscar una forma de salir , de ir a dónde su padre y sacarlo de ese infierno, debía asegurar su reinado y de esa forma no lo lograría.

Más sus pensamientos se vieron irrumpidos por los incesantes rugidos de un dragón, conocía ese rugido, lo busco en el cielo encontrando a bookx, había un jinete encima de él, no lo podía reconocer, no estaba seguro de quién se trataba, vio la lucha que se creo, luchaba con uno y momentos después otro llegó ocasionando que el jinete cayera, veía la largura del cabello moviendo salvajemente por el golpe de viento, su cuerpo cubierto de un traje completamente negro lo llevo a entender de quién se trataba.

Como pudo se libero, golpeó con fuerza a aquellos hombres para al final correr hacia donde ella caía.

El tiempo iba en una marcha lente casi deteniéndose, ella estaba dispuesta a morir al no poder hacer más pero él no podía permitir lo.

Con todas sus fuerzas grito su nombre viendo al instante como este era escuchado, aún que no podía verla con nitidez sabía que ahora no se rendiría.

Corrió como si estuviera en una competencia hasta su encuentro esperando que su llamado logrará su objetivo.