Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Día 8: "Idol".

Ship: Julián x Sorrento

Temática: No pueden ocultarlo más.
Universo Alterno.// Modern AU.// Omegaverse.// Normal AU.

•=•=•=•=•=•=•=•=•=•=•

"Solo sigue la coreografía, canta tus líneas, y mantén una radiante y perfecta sonrisa en todo momento."

Era el mantra que se repetía siempre antes de salir al escenario. Ya estaba acostumbrado a fingir absolutamente todo.

A veces ni siquiera él podía creer su realidad. Teniendo apenas 12 años, fue reclutado por una agencia coreana después de participar en un concurso de talento local en Viena. Aún recordaba cómo ese hombre se acercó a él y a sus padres, ofreciéndole un lugar en una academia de talentos, propiedad de una empresa, dónde sería entrenado para en un futuro tener la posibilidad de convertirse en "Idol".

Su padre tenía sus dudas al respecto, pero él estaba tan emocionado que no entendió razones, además de que su madre estaba igual de emocionada que él ante la posibilidad de cumplir el sueño que ambos compartían; ser una estrella.

Al final, firmaron el contrato y una semana después, se encontraba a bordo de un avión, rumbo a Seúl al lado de sus padres. Ellos solo pudieron acompañarlo hasta la entrada de la academia, ahí debía quedarse él sólo y ellos volver a Viena.

Estaba nervioso, especialmente por saber que varios aspiraban a lo mismo que él, y tendría una competencia difícil de vencer, pero la idea de cumplir el sueño de su madre lo hizo dar todo de sí desde el primer día.

En esa academia aprendió de todo. Desde danza, hasta maquillaje. Desde canto hasta actuación... Todo lo que un idol perfecto debía saber. Y de forma sincrónica, continuaba con sus estudios. Era parte del contrato que los aspirantes debían continuar con sus estudios y mantener promedios altos.

Sí, la presión era demasiada, las jornadas extenuantes y las expectativas exorbitantes. Él era el segundo aspirante más jóven de su generación, superado únicamente por un niño japonés dos años menor que él.

Quizás algunos lo considerarían explotación o maltrato infantil, pero en ese momento, a él solo le importaba cumplir su sueño y ser seleccionado... Por su madre.

Ella le había enseñado todo lo que sabía de música. Si a una edad tan corta era tan bueno tocando la flauta, era gracias a su madre. Ella solía ser una excelente cantante y flautista, pero a veces el destino es cruel, y su madre era una prueba de ello, cuando por un cáncer de laringe, fue incapaz de volver a tocar la flauta o cantar. Solo hablar era difícil.

Sorrento quería cumplir el sueño de su madre, por ambos. Que algún día, ella lo viera en un escenario, siendo aclamado por una multitud, brillando por los dos... Pero nuevamente, el destino le echaba en cara que no era más que un partícula de polvo insignificante.

Un año después de partir a Corea, recibió la noticia de que el cáncer había vuelto y la salud de su madre era delicada. Él no podía irse, así que tenía que cumplir sus deberes en la academia, soportando la impotencia de no poder ver a su madre. Así fue casi un año de incertidumbre, hasta que un día, finalmente, su madre falleció.

Ese suceso lo devastó por completo, y casi lo hizo desistir. Pero los buenos amigos que había hecho dentro de la academia, lograron animarlo a no tirar todos esos años de esfuerzo a la basura, y dar todo de sí en la audición, que tuvo lugar apenas un mes después del fallecimiento de la Beta a la que le debía la vida.

Ese día dió todo lo que tenía, brilló como nunca, volviendo locos a todos. Así logró ganarse un lugar en una de las empresas más grandes y fuertes del medio, formando una agrupación con otros chicos con los que había formado amistad en sus años de estudio.

Así había nacido "SOLDIER", su boy band, y él fue nombrado como líder a pesar de ser el segundo más joven del grupo.

En fin, detalles más, detalles menos, debutó a los 14 años, cómo uno de los Idols más jóvenes de la industria.

Al inicio se sentía en el cielo. Todo era perfecto, se sentía realizado, que todo su esfuerzo había dado frutos, vivía una vida de ensueño, había cumplido el sueño que compartió con su madre... Pero no todo lo que brilla es oro, y lo tuvo que aprender a la mala.

El principal atractivo de su boy band, y que atrajo la atención de todos, fue su innovador concepto, de estar compuesto por extranjeros. Cada letra de "SOLDIER" representaba a un integrante del grupo, y bajo ninguna circunstancia debían salirse de su rol.

Shun, nacido en Japón pero criado en Corea, el más joven del grupo, incluso dentro de toda la industria era de los que más jóvenes habían debutado. Él representaba la "S" de "Sun", por ser "El sol que mantenía a todo el grupo unido, la luz que iluminaba los mundos de todos con su angelical sonrisa y su dulce personalidad." Gracias a eso, tenía su nombre del medio, "Sunshine".

Mu, nacido en el Tíbet y crecido en Japón, el cuarto más grande en cuanto a edad del grupo. Él representaba la "L" de "Lover", por ser "El más amoroso del grupo, al grado de cumplir el papel de "madre" del grupo. Siempre con una dulce sonrisa maternal, guiando y alentando a sus compañeros y fans a siempre dar lo mejor de sí, y motivar a todos a perseguir sus sueños. El Omega perfecto, por el que cualquier Alpha mataría." No estaba herrado su nombre por el que todos lo conocían en el medio, "Suggar Bloom".

Milo, el quinto más grande en edad, nacido en Grecia, y con ascendencia latina. Él representaba la "D" de "Dreamer", por ser "El soñador y más alocado del grupo. Siempre con una sonrisa coqueta y pícara, saltando en los conciertos de un lado a otro, dando la mano a todos sus fanáticos e incluso animándolos a subir. El modelo de Alpha por el que todos los Omegas adolescentes matarían." Daba el ancho a su nombre, "Dream".

Camus, el tercero más grande en edad, nacido en Francia. Él representaba la "I" de "Introvert", quizás quién más fácil era de deducir, él básicamente tenía el papel de ser "El más inexpresivo del grupo. El Omega que rompe con los esquemas, mostrando siempre una expresión neutra y fría, el chico misterioso y genial del que todos querían saber más." Incluso entre sus fans existía un reto de tratar de hacer sonreír a Camus en firmas, conciertos o cualquier evento... Nadie había tenido éxito. Bien ganado tenía el nombre de "Ice Angel."

Kanon, el mayor del grupo en cuanto a edad, nacido también en Grecia. Él representaba la "E" de "Extrovert", por ser "El más extrovertido, jovial, alegre y sonriente del grupo. Siempre diciendo lo que pensaba y sentía, bromista, encantador, a veces algo sarcástico, con un gran sentido del humor y una sonrisa de príncipe azúl, que llamaba la atención por dónde pisaba, consiguiendo todas las miradas sobre él. Por eso era quién mejor se llevaba con Milo. Dos Alphas que cualquiera podría desear." Por algo tenía el nombre de "Thunder."

Shura, el segundo más grande en edad, nacido en tierras españolas, pero con ascendencia japonesa. Él representaba la "R" de "Rude", por ser "La fuerza, seriedad, protección y seguridad del grupo. Un Beta serio, centrado, rudo, fuerte, frío y capaz de lo que sea por proteger a sus compañeros Omegas. El modelo a seguir para todos los hombres Beta." Le dieron el nombre de "Excalibur" por algo.

Y él, él representaba la "O", de "Only", tanto por ser "el cantante principal del grupo, y tener la mayor cantidad de solos. Así como su gran arsenal de talentos, desde ser el autor de la mayoría de coreografías y canciones, hasta por la enorme cantidad de instrumentos que sabía tocar. Sin contar también su sonrisa perfecta, y su capacidad de siempre estar feliz, tranquilo y sonriendo." El nombre de "Siren" lo tenía merecido, según varios.

Sí, seguramente cualquier persona ajena a su mundo pensaría que todo era perfecto y nunca había problemas, ambicionando ser como ellos... No tenían ni idea de todo lo que había detrás.

Tenían ya cinco años en el medio, siendo de los grupos más populares y de los favoritos del público, tanto local como internacional. Siempre tenían agenda llena para conciertos, giras, firmas de autógrafos y colaboraciones con otras agrupaciones... Sin duda, las mentiras vendían.

Todo era una fachada y nada más, solo mostraban y decían lo que la gente quería ver y oír. Pero nada era real.

De seguro nadie imaginaba desde cosas relativamente lógicas e inocentes, como que Camus sí sonreía y tenía sentimientos. Hasta otras mucho más graves, que si salieran a la luz, podrían perderlo todo, cómo que Mu estaba casado y tenía un hijo de tres años.

Cada uno tenía sus secretos, pequeñas cosas que podrían hundir sus carreras si salían a la luz. Mentiras que estaban forzados a mantener por su bien, sin importar si salían heridos en el proceso.

Ya habían estado envueltos en algunos rumores en sus cinco años de trayectoria, algunos más graves que otros... Cómo cuando por un descuido, casi descubren el romance que Camus y Shura mantenían desde que iniciaron su carrera. Pero era un secreto que debían mantener, ya que la mayoría de sus seguidores se la pasaban emparejando a Camus con Milo... Si supieran que Milo desde hace un par de años había iniciado una relación con un Alpha integrante de otra boy band, o que Shura y Camus tenían planes de casarse en un año... Pero ni en sueños podrían admitirlo, debían darle al público lo que quería ver.

Y otros rumores casi les cuestan la carrera, como cuando Mu se embarazó, cuando tenían apenas dos años de haber debutado. Mu recién se había casado completamente en secreto, pero por un descuido, terminó con un embarazo no planeado, y se negó a interrumpirlo. Entonces sus superiores hicieron de todo por ocultarlo, desde imponerle dietas más estrictas para evitar que subiera de peso, hasta hacerlo usar fajas, y usar ropas holgadas en los últimos meses. Durante ese tiempo, varios se preguntaban si acaso el peli-lila había subido de peso o porque había dejado de usar la ropa corta que lo caracterizaba en sus primeros años, y otros se atrevieron a afirmar un embarazo... Si supieran que sus sospechas eran ciertas y durante un concierto en el extranjero, Mu estaba a menos de una semana de dar a luz, completamente fajado y usando ropa muy suelta, dando spleets y haciendo demás movimientos...

En fin, todas esas crisis supieron saltearlas, y todos habían aprendido a ser muy cuidadosos... Pero ahora estaban en una nueva crisis.

- Quiero agradecerles a todos por su apoyo, su amor y su lealtad.- Dijo, con la sonrisa falsa que ya estaba acostumbrado a fingir.- Y solo quiero decirles, que esto no es un "adiós", sino un "hasta pronto". Les prometo que pondré todo de mi parte para que las cosas salgan bien, y podamos volver a vernos lo más pronto posible.

Ahora era él quién estaba en cinta, a sus 19 años... Con Mu habían aprendido que ocultar algo así y seguir con la vida cotidiana de un idol, era una labor titánica casi imposible y suicida. Así que en cuanto se enteraron del suyo, rápidamente idearon una coartada perfecta, aprovechándose de su historia que ya todos sus fans conocían.

La excusa para estar fuera del grupo por unos meses, fue que le habían detectado una anomalía en la laringe, posiblemente, el mismo cáncer que mató a su madre, y debía someterse a tratamiento cuánto antes. Lo cuál lo dejaría incapacitado para cantar y desenvolverse con normalidad.

Esa fue la cortina de humo perfecta para ocultar su secreto. Todos sus fans lloraron su retiro temporal, y se unieron en redes sociales, enviándole todo su amor, apoyo y buenos deseos, pidiendo por su pronta recuperación.

- ¡Gracias a todos!

Ese sería su último concierto por al menos un año. Su embarazo aún estaba muy temprano, teniendo aproximadamente dos meses apenas, y su delgadez junto a ropa holgada, ayudaban a disimularlo por completo. Pero la recuperación del parto, así como de las posibles cirugías estéticas que pudiera llegar a requerir para ocultar que había sido madre, llevarían tiempo, y era mejor prevenir que lamentar.

- ¿Seguro de que estarás bien?

- Sí, chicos. No se preocupen por mí.- Sonrió, limpiandose las lágrimas.- Los voy a extrañar.

- Nosotros también. Pero no te preocupes, cuidaremos tu lugar.- Intentó bromear Milo.- Y a ese Alpha más le vale cuidarte, porque sino, aquí van a rodar cabezas.

Todos rieron levemente, dándose un abrazo grupal, sabiendo que sería el último por meses, hasta que el "peligro" hubiera pasado.

- Sorrento...

- ¡Julián!

Apenas lo vió, con esa sonrisa suave y gentil, corrió hasta él, permitiéndose cómo pocas veces podía, expresarse como realmente era. Sin filtros, sin ninguna mentira, sin fingir una personalidad... Siendo solo él, abrazando al Alpha que amaba: Julián Solo, heredero de la fortuna incalculable de la familia Solo. Ese Alpha que conoció hace cuatro años, durante un concierto, con el jóven teniendo un pase VIP tras bastidores.

No sabía aún exactamente qué fue lo que lo cautivó, pero no le importaba. Estaba completamente enamorado de él, pronto serían padres, y era todo lo que le importaba.

- Adiós, y buena suerte.- Les dijo Mu, dándoles un abrazo.- Las cosas no van a ser nada fáciles, pero valdrán la pena.

- Lo sé. Lo demuestras siempre con tu Alpha y tu hijo.- Respondió Sorrento, sonriendo.- Espero verlos pronto, chicos.

Y después de esa corta, pero emotiva despedida, finalmente abordó el jet privado de su Alpha. Completamente cubiertos para ocultar sus identidades, con una pequeña isla privada, propiedad de la familia Solo, cómo destino. Ahí pasaría todo el resto de su embarazo, y toda su recuperación, antes de volver a su falso Edén...

Desde hace cinco años, toda su vida era una mentira. Su personalidad, su sonrisa, sus supuestos gustos, todos esos "te amo"... Todo era falso, un papel que él mismo se había condenado a seguir.

Odiaba la ropa corta, ajustada y de colores vibrantes que estaba forzado a usar durante las presentaciones, pero no podía expresarlo, debía fingir que amaba usar esa ropa y que era completamente su estilo.

Si bien, era consciente de que su éxito era gracias a sus fans, ni de broma era verdad que "amaba a todos". ¡Carajo!, ¿de verdad alguien podía creer que amaría a un completo desconocido?, o aún peor, ¿que le agradaba ser acosado, no poder ni siquiera salir de casa sin estar completamente cubierto, o que completos desconocidos se la pasaran encima de él, siguiéndolo hasta que algún miembro del personal de seguridad se diera cuenta, o incluso en dos ocasiones, entrado a los vestidores?... ¡Por todos los cielos!, ¿quién en su sano juicio desearía vivir una vida así?

En realidad, no era un Omega dulce, amigable y sonriente. No es que fuera un gruñón cascarrabias, pero sus compañeros, que lo conocían en realidad, sabían de sobra que Sorrento y Siren eran dos personas completamente diferentes y que poco tenían en común...

Todo era una vil y vulgar mentira...

- Ey, Sorrento. ¿Estás bien?

Al alzar la vista, se topó con la mirada celeste de Julián, mostrando su preocupación por él, y no pudo contener una sonrisa.

- Ahora que Siren se quedó en Seúl, y solo estoy yo contigo, sí.- Respondió, abrazando al Alpha.- Eres el único al que no le miento cuando le digo: "Te amo".

- Lo sé. Y soy muy afortunado por ello.- Rió suavemente, correspondiendole el abrazo.- Yo también te amo, y por eso estoy listo para cuidar del pequeño que viene en camino. Sabrá que su padre Omega es el mejor Idol del mundo.

- Y el más mentiroso también.

Bueno, al menos no era el único que pecaba de hipócrita y mentiroso. Todos los Idols lo hacían, no solo los de su grupo.

Kanon en realidad no era tan amigable como fingía para las cámaras, tenía un sentido del humor mucho más agrio, opiniones mucho más directas, y tenía una personalidad mucho más sarcástica y ruda de la que mostraba. Podría decirse que estaba forzado a suavizarse, además de seguir el guión que sus superiores le indicaran. Sí, ninguna "opinión personal" de Kanon era realmente suya, todas eran guiones escritos.

Shura en realidad no era tan serio, frío y rudo, quizás solo al inicio, pero no al nivel tan exagerado que estaba forzado a fingir. En realidad, el español tenía un lado bastante cálido, y a veces podía ser algo bromista. Y aunque sí tenía ascendencia japonesa y había practicado artes marciales, su verdadero fuerte y pasión, eran los conocimientos de la cultura samurai, y la esgrima, que practicaba en secreto de todos sus fans.

Camus sí era algo serio, pero no era un témpano de hielo. Cuando entraba en confianza, el galo podía ser muy bromista y jovial, y pasar horas riéndose a carcajadas con los chistes malos de Shura. Además de que también era alguien que en privado no dudaba en expresar su cariño a sus seres más queridos, desde un abrazo, hasta un beso en las mejillas. Irónicamente, varias personas de su país natal, lo criticaban por "no seguir las costumbres francesas"... Si supieran que en realidad, Camus sí que conservaba sus raíces galesas, al punto de que siempre saludaba a todos con dos besos en las mejillas, seguro se morían de la vergüenza.

Milo, si bien era alguien muy activo y seguro de sí mismo, a veces pecaba de impulsivo y rencoroso, además de que no siempre estaba de buen humor, y podía llegar a ser algo explosivo en esos momentos. El griego tampoco era un casanova, cómo debía aparentar, al contrario, Milo en realidad se tomaba muy en serio el tema de las relaciones, y era a quién menos romances le habían conocido, y desde que comenzó a salir con su Alpha, vivía enamorado de él.

Shun, era alguien bastante amable, amigable y dulce. Pero no era un Omega indefenso, ingenuo y sumiso, de hecho, el nipón tenía su carácter, siendo capaz de hacerse respetar y escuchar sin necesidad de siquiera alzar la voz. Shun también podía enfadarse, decir malas palabras, maldecir y defenderse de ser necesario. Pero ante los medios, debía fingir todo lo contrario.

Mu, sí, era quizás el más maduro del grupo, y también era alguien amable, pero a la vez, era el más severo y serio de todos. Mu era quién realmente cumplía el papel de un líder, siendo capaz de calmar a todos y mantener el orden. Mu tenía un carácter bastante fuerte y marcado, capaz de intimidar incluso a Alphas, más de una vez había retado a varios y salido victorioso, no era el Omega sumiso y abnegado que todos creían.

- Tranquilo, estaremos bien.- Le sonrió Julián, abrazándolo por la espalda.

Apenas llegaron a su destino, tomaron una ducha y se fueron a dormir. El viaje había sido agotador.

- Eso espero.- Suspiró, acurrucándose.- ¿Cuidarás de él?

- Por supuesto.- Afirmó el peli-celeste, acariciándole el vientre.- Sabes que mis padres nunca estuvieron conmigo, casi no tengo recuerdos con ellos, y lo único bueno que me dieron fue ese pase con el que te pude conocer.

- Tienes 19 años, igual que yo. ¿Podrás encargarte de un niño?

- Seré el padre que me habría gustado tener.- Sonrió, besándole la mejilla.- Tú relájate. Las cosas siempre caen en su lugar, tan solo mira a Mu y su familia.

- Confiaré en ti y tu palabra entonces.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro