Ship: Koga x Soma

Temática: La primer caída.
Universo Alterno.// Modern AU.// Omegaverse.// Normal AU.// Headcanon.// Drabble.

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Sentados en las sillas frente al escritorio del médico, mordiéndose las uñas, esperaban impacientes mientras su pequeña era revisada y tratada.

- Papá, ¿Seika está bien?- Preguntó Koga a su padre Omega, después de que el peli-verde se volviera hacía ellos.

- Koga, está perfectamente bien. Fueron solo un par de raspones.- Sonrió el Omega peli-verde, oscilando entre la ternura y la risa.- Unas banditas y aquí no pasó nada. Los niños a su edad se curan muy rápido, en dos días estará como nueva.

Shun ayudó a su nieta de tres años a levantarse, e ir con sus padres. Los dos la abrazaron fuerte, y Shun solo sonrió discretamente, su hijo y su yerno a veces eran algo exagerados, pero los entendía. Aún tenían muchas cosas qué aprender, debían darle tiempo al tiempo.

Soma y Koga habían aparecido en el hospital, solicitando su ayuda, casi al borde de las lágrimas, con una nerviosa Seika con las rodillas y palmas de las manos raspadas.

Shun sabía que no era nada grave ni que requiriera un hospital, pero aún recordaba cuando él y Seiya estuvieron en el lugar de su hijo y su yerno, y por eso no dijo nada, y se dedicó a tranquilizar a la niña y limpiar las heridas. Una vez que Seika estaba completamente tranquila, las heridas limpias y protegidas, y los padres menos alterados, procedió a explicar.

- Tranquilos, no fue nada grave.- Repitió Shun.- Pueden usar algo de hielo si hay dolor.

- ¿Será mejor que falte al escuela unos días?- Preguntó Soma.

- No hace falta, chicos.- Negó con una sonrisa el mayor. Hace años que Seiya había hecho esa misma pregunta cuando Koga estuvo en el lugar de Seika.- Nadie se ha muerto por un raspón. Y mejor vayan acostumbrándose, porque de ahora en adelante, van a ser su pan de cada día.

- Si el primer día de escuela terminó así...- Masculló Koga, abrazando a su hija.- Yo les dije que aún era muy pequeña, los demás niños parecen una estampida corriendo al salir.

- Los niños son niños, y por más vigilados que estén, los accidentes pasan. ¿Ya no recuerdas tus días de escuela, Koga?- Le sonrió su padre.- Tú también solías correr a toda velocidad apenas sonaba la campana de salida... De hecho, ¿no recuerdas que fue gracias a eso que conociste a Soma, cuando tenían seis años?

Ambos se sonrojaron levemente, mientras una tenue sonrisa aparecía en sus labios al recordar aquel día. Sí, era uno de sus recuerdos más vergonzosos por haber prácticamente provocado una caída de efecto dominó con más de díez niños, enfrente de toda la escuela y padres de familia, pero a la vez, uno de los más dulces por simplemente haber sido el día en que sus caminos se cruzaron.

- Quién sabe, quizás Seika conozca a su futuro esposo o esposa en una carambola humana, cómo sus padres.- Bromeó el peli-verde, devolviéndolos al presente.