Ship: Ikki x Shiryu

Temática: Pesadillas de medianoche.
Universo de Saint Seiya.// Omegaverse.// Final alternativo.// Headcanon.// Drabble.

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Su madre siendo asesinada, dando valientemente su vida por ellos, aún sabiendo que no tenía la más mínima oportunidad de salir con vida, pero aún así, ella decidió al menos ganarles tiempo para que ellos pudieran huir y salvarse...

Él solo podía correr, intentando escapar. Ya había perdido a su madre, ahora solo le quedaba su pequeño hermano, no quería perderlo a él también... No... No quería quedarse sólo...

Así se despertó bañado en su propio sudor, con su respiración agitada, su corazón latiendo con fuerza cómo si se le fuera a salir del pecho, y casi temblando.

- Ikki, tranquilo.- Al escuchar esa voz que reconoció al instante, giró su vista hacia su lado derecho, notando aquel pacífico rostro.- Fue solo una pesadilla. Todo está bien.

Ikki solo suspiró, llevándose ambas manos a la cara para tratar de regular su respiración y calmarse.

- ¿Dónde están los niños?

- Shoryu está de vacaciones con Shunrei en los cinco picos.- Respondió tranquilamente el peli-negro.- Y Nicolas está en su habitación. Los dos están bien, no te preocupes.

Nuevamente, no le quedó más que suspirar. Odiaba adoptar esa actitud, no podía evitar recriminarse a si mismo asustarse por un simple sueño, pero le era imposible no hacerlo.

- Papá...

Escuchar esa voz infantil, alzó su vista y vió a su pequeño hijo, que apenas había cumplido dos años, parado en el marco de la puerta, sosteniendo un oso panda de peluche que Shiryu le había regalado.

- ¿Estás bien, Nico?- Fue Shiryu quién se levantó para ir con el pequeño Omega, y alzarlo en brazos, para después volver a la cama.

- Soñé feo, Shiryu.

- ¿En serio?, ¿qué soñaste?- Inquirió el Beta.- Tu papá también tuvo una pesadilla, ¿no, Ikki?

- Son solo sueños. No hay razón para asustarse, Nico.- Respondió el antiguo fénix, prestando toda su atención a su hijo.- ¿Qué soñaste ahora?

- Que un monstruo me perseguía...- Contó el niño, abrazando el peluche.- Y... Estaba sólo... Y...

El infante terminó llorando, siendo consolado al instante por ambos adultos, logrando calmarlo con facilidad.

- Nico, tranquilo. Eso nunca va a pasar.- Le dijo Shiryu, sonriendo suavemente.- Los monstruos no existen, y aún si existiera alguno, nunca estarás sólo. Tienes a tu papá, a tu tío Shun, a Shoryu que te quiere como su hermano menor, incluso a mí. No tengas miedo, nunca te dejaremos sólo.

- ¿Cuándo va a regresar Shoryu?

- Le dieron dos semanas de descanso en el Santuario, por haber obtenido su armadura, y decidió usarlas para estar con su madre.- Respondió el ahora santo de Libra.- Ya ha pasado una semana desde que se fue. Así que la próxima semana volverás a verlo.

- Es mucho tiempo.

- Creeme, estará aquí antes de que te des cuenta.

Shiryu se encargó de calmar completamente al niño, incluso prometiendo que en cuanto Shoryu volviera, irían por helado para celebrar, y que hablaría con Shunrei para preguntar si podría acompañar a su "hermano mayor" a China alguna vez.

Ikki solo sonreía suavemente, acariciando el cabello de su hijo. Debía admitir que Shiryu era mejor que él manejando ese tipo de situaciones.

Después de unos minutos, Nicolas se quedó dormido enmedio de los dos, y decidieron que por esa vez estaba bien si dormía con ellos. Pero Shiryu no iba a dejar a Ikki escapar tan fácilmente, y el Alpha lo sabía.

- ¿Y qué soñaste tú?- Preguntó tranquilamente el Beta.

- Lo mismo de siempre.- Suspiró resignado.- El recuerdo de lo que pasó esa noche... Tengo tanto miedo de fallarles... A veces pienso que fue completamente egoísta de mi parte quedarme con Nicolas y quitarle cualquier mínima posibilidad de tener una familia y una vida normal.

- En ese caso, muchos somos unos completos egoístas.- Mencionó Shiryu.- Shunrei y yo adoptamos a Shoryu cuando ella lo encontró abandonado. Ya sabes que lo criamos juntos por unos años, antes de decidir que no iba a funcionar y siguiéramos nuestras vidas por separado, pero sin quitarlo a él de enmedio.- Añadió, recordando aquel dato.- Tú decidiste tomar la responsabilidad de ser padre, aún si era completamente sólo y sin apoyo de su madre. Y sí, quizás no somos perfectos, pero hacemos lo que podemos.

- Simplemente, no quiero que Nicolas se sienta presionado a seguir el camino de un Santo de Athena.- Admitió el ahora portador de Leo.- Especialmente, cuando sé de primera mano cómo es el camino de un guerrero.

- Aún es muy pronto para saber qué pasará en el futuro, Ikki.- Le consoló Shiryu.- Si por mí hubiera sido, habría preferido que Shoryu no sé involucrara de ninguna forma con el Santuario, más allá de ser mi hijo. Pero él decidió que quería dedicar su vida a Athena, y yo no tenía ni tengo derecho alguno a oponerme a lo que él está seguro que desea para su vida. Y con Nico pasará lo mismo si él decide seguir el camino de Athena.

- Solo espero lograr protegerlo hasta que él sea capaz de cuidarse sólo, y vivir el tiempo suficiente para verlo volar con sus propias alas.- Suspiró, acariciando la mejilla de su pequeño.

- Es un Omega muy fuerte y valiente, incluso siendo apenas un niño.- Sonrió Shiryu.- Igual que su padre. Estoy seguro de que él logrará todo lo que se proponga.