Ship: Kanon x Julián

Temática: Las hormonas del embarazo.
Universo Alterno.// Modern AU.// Omegaverse.// Normal AU.

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Cuando aceptó aquella propuesta hace siete años, jamás imaginó que terminaría en su situación actual... Vaya que no lo imaginaba.

- Kanon, el señor Julián te llama.

- ¿Y ahora qué pasa, Sorrento?- Preguntó cansado. Llevaba ya dos noches sin dormir, y sentía que si pasaba una sola más, iba a volverse loco.

- No lo sé, solo me pidió que te llamara.- Se encogió de hombros el peli-lila, para después retirarse.

Kanon se lanzó a su cama, tomó una almohada, y ahogó un grito en ella. ¿Quién dijo que solo los Omegas sufren el embarazo?, ¡carajo!, los Alphas también sufrían el proceso.

Quizás el inicio de su relación no había sido el mejor. Después de todo, Julián y él solían mantener una relación estrictamente "laboral", por decirle de algún modo.

Julián Solo, el heredero y dueño de toda la fortuna Solo, después de que el padre falleciera. Un Omega jóven, bello, algo arrogante, y que no estaba dispuesto a casarse con un Alpha que quisiera mandarlo.

Y él, él solía ser un "Alpha de compañía"—por decirlo de forma elegante—, que brindaba sus servicios en un exclusivo club, al que solo tenían acceso personas con montañas de dinero, y cero tiempo o compromiso para una relación estable.

Para cuando conoció a Julián, ya tenía cerca de diez años trabajando en el club. Era de los que más experiencia tenía, conocido ya por varios miembros del club, después de todo, había sido de los primeros en ser reclutados, teniendo apenas 18 años en ese lejano entonces. Al inicio, entró solo con el objetivo de ayudar a su familia a salir de un problema económico, y se dijo a si mismo que apenas ahorrara lo suficiente, dejaría ese trabajo. Pero el destino tuvo otros planes...

- ¿Qué pasa ahora, señor?- Preguntó, llegando al despacho del peli-celeste, mostrando su mejor sonrisa.

- Ven aquí.- Respondió el Omega, y él acató la orden, acercándose a la silla de fina madera donde Julián se encontraba.- En primer lugar, ¿qué te dije de hablarme de esa forma?

- Que dejara eso de lado.

- Kanon, llevamos siete años viviendo juntos, dos de una relación formal, y tú sigues comportándote como un gigoló.- Mencionó Julián, cruzándose de brazos.- Te juro que a veces siento que soy solo un cliente de tiempo completo para tí.

Kanon notó a Julián desviar la mirada, y suspirar. Conocía a ese Omega desde hace años, y aunque debía reconocer que el Julián del presente era infinitamente más maduro y menos arrogante que el Julián del pasado, seguía teniendo el mismo carácter, pero desde que había quedado en cinta, a veces actuaba de una forma irreconocible.

Estaba más sensible de lo normal, se alteraba con relativa facilidad, así como irritarse o molestarse por cosas que normalmente no lo harían. Aunque, en esa ocasión, debía admitir que tenía algo de razón.

- Sabes que no es esa mi intención.- Suspiró, tomando su mano.- Es solo que... A veces todo esto se me hace irreal.

- ¿Qué quieres decir?

- Que pasé diez años de mi vida manteniendo un maldito papel, fingiendo amor, y vendiendo mi cuerpo a cientos de personas, incluído tú al inicio por cierto, que ahora simplemente, a veces no puedo creer esto.- No tenía caso mentir, Julián lo notaría de todas formas.- No es que no te quiera, Julián. Al contrario, me encantas en todos los sentidos, eres todo lo que yo podría pedir en un Omega... Y es por eso, que a veces simplemente no me creo que realmente me ames de la forma que yo a tí.

- Kanon, si no te quisiera, jamás te habría dado ese collar.- Mencionó el Omega, tomando su mano, guiándola a su vientre.- Mucho menos, estaría llevando a un cachorro tuyo.

- ¿Y qué me garantiza que si encuentras un Alpha que te guste más, no vas a simplemente deshacerte de mí?- Musitó, tratando de no mostrar su pesar.

Julián le acarició la mejilla, y le dió un suave beso en los labios. Sabía la historia de Kanon, y entendía sus dudas, pero estaba dispuesto a demostrarle que podía confiar en él.

- Kanon, ¿te casarías conmigo?- Preguntó, desconcertando al Alpha.- Quiero que este bebé tenga un buen padre, y no se me ocurre mejor candidato que tú.- Añadió.- Eres un Alpha increíble, que fue capaz de soportar todo lo que la vida le puso enfrente, que hizo todo lo necesario con tal de salvar a su hermano, y que es seguro de sí mismo, fuerte, valiente y decidido. Además... Tú lo pusiste dentro, y no voy a aguantar todo yo sólo.

Kanon no pudo evitar soltar una pequeña lágrima, acompañada de una suave risa que compartió con Julián. Al parecer, los dos estaban demasiado afectados por las hormonas del embarazo.

- Bueno, si lo pones así, supongo que no puedo negarme.- Respondió, para después besar sus labios.

- ¿Y si adelantamos la luna de miel?

- Me parece buena idea.