Advertencia: Ninguna

Leer bajo discreción por favor.

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Fred entró a la habitación de la pequeña para luego acercarse lentamente a su cama, la niña al verlo se levantó y Fred la tomó entre sus brazos.

— ¡Papá!, Hoy es el cumpleaños de mami ¿Lo sabías verdad? —Fred asintió para luego dejar un sonoro beso en la mejilla de la niña—. ¡Papá, deja de hacer eso! Ya estoy grande, ya tengo 12.

— Lo siento princesa pero para mi seguirás siendo mi pequeña, mi pequeña Lyra, despertemos a mamá y después vamos a ir a desayunar —Lyra asintió para luego recostar su cabeza en el pecho de su padre, este le beso la cabeza para luego empezar a caminar hacia la recámara en donde se encontraba su esposa.

La abrió lentamente para luego ver cómo su esposa se encontraba todavía durmiendo, Fred miró a su hija para luego hacerle una seña de silencio, la niña asintió para luego bajar de lo brazos del pelirrojo y caminar lentamente hacia la cama.

— 1, 2, ¡3! —Los dos se tiraron arriba de la cama lo que provocó que la mujer se levantara exaltada—. ¡Feliz cumpleaños mami!

Amelia sonrió para luego abrazar a su hija y besar su cabellera rojiza, Fred le sonrió a su esposa para luego besarla.

— ¡Que asco! No hagan eso delante de mi —Fred y Amelia carcajearon—. ¡Te tengo un regalo mami!

La niña se bajo de la cama para luego correr a su habitación y en menos de un minuto volver otra vez y tirarse arriba de la cama pasándole la caja a su madre.

— Gracias mi amor —Amelia abrió la caja para sacar una moneda y no era cualquier moneda, era aquella moneda de edición ilimitada que Fred le había regalado hacia muchos años cuando le pidió que fuera su novia y que había perdido durante la batalla, la castaña miró a su esposo con lágrimas en sus ojos—. ¿Donde encontraste esto cariño?

— Macgonagall me lo dio y dijo que te lo debía dar a ti cuando sea una fecha importante y hoy es una fecha importante mami —Amelia abrazo a su hija para luego besar su frente y mirar su cara, sin duda alguna era la viva imagen de su esposo.

— Mi amor porque no vas a cambiarte, dentro de poco iremos a desayunar y podrás pedir Hot Cakes, todos los que gustes —Lyra chillo de emoción para luego besar la mejilla de sus padres y salir corriendo hacia su habitación.

— Se parece tanto a ti, sin duda alguna es tu viva imagen en mujer —Fred sonrió para luego besarla.

— Tenemos que festejar su cumpleaños señora Weasley —Amelia frunció el ceño con sarcasmo para luego sonreír—. Mi regalo será en la noche, cuando Lyra esté durmiendo.

— ¡Fred! —Amelia golpeó su brazo lo que provocó que el pelirrojo carcajeara y abrazara a la castaña para luego besar su frente—. Te amo cariño.

— Yo también te amo, Feliz cumpleaños.

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