PRÓLOGO My First Shooting Star
A las estrellas
-- de Gertrudis Gómez de Avellaneda --
Reina el silencia: fúlgidas en tanto,
luces de amor, purísimas estrellas,
de la noche feliz lámparas bellas,
Bordais con oro su enlutado manto.
El placer duerme y vela mi quebranto,
y rompen el silencio mis querellas,
volviendo el eco, unísono con ellas,
de aves nocturnas el siniesrto canto.
Estrellas, cuya luz modesta y pura,
del mar duplica el azulado espejo,
si a compasión os mueve la amargura.
Del intenso penar, por que me quejo,
¿Cómo para aclarar mi noche oscura
no teneis ¡ay! ni un pálido reflejo?
«De pequeña de vez en cuando por las noches me levantaba para ver en las ventanas del orfanato la bella vista que tenia de las estrellas en el espectacular cielo azul obscuro, casi nadie se daba cuenta de lo que hacia pues era cuidadosa de no despertar a nadie aun que siempre había alguien que se daba cuenta de lo que hacía y no era ninguno de mis hermanos y hermanas.»
- Anna? - le llama a la pequeña la voz de aquella mujer que cuidaba de ella y de sus hermanos.
- Mamá? - le responde algo sorprendida de la presencia de la mayor.
- Que haces despierta a estas horas? - se acerca a ella Isabella teniendo puesto su ropa para dormir y con su reloj a la mano que luego lo guarda.
- Perdón mamá quería ver las estrellas - le responde apenada.
- Hace mucho frío te puedes enfermar -
- Lo sé, lo siento -
- Veo que te gustan mucho ver las estrellas - le comenta poniéndose al lado de la pequeña Anna.
- Si son muy bonitas - le responde con emoción.
- Nunca pensé que te llegaran a gustar este tipo de cosas -
- Si, cuando sea grande me gustaría ir al espació y verlas de cerca -
- Ya veo, seguro que lo harás -
- Hehehe - ríe la pequeña feliz.
La mujer la ve con algo de tristeza en su rostro pero lo oculta con una ligera sonrisa.
- Anna -
- Si mamá -
- Sabias que las estrellas pueden cumplir te deseos -
- Ahhhh de verdad?! - exclama emocionada.
- Shhhhh - le dice a la menor colocando su dedo en su labio en señal de silenció - tus hermanos siguen dormidos -
- Oh, perdón mamá - se disculpa a lo bajo.
La adulta sonríe y ve la ventana - solo hay una estrella que te puede dar un deseó, esa estrella se llama estrella fugaz, es una estrella que viaja en el cielo nocturno mucho mas brillante que las demás además que es muy rápida que tan solo tienes un segundo para verla -
- Wow y tu ya has visto una mamá? -
- Si cuando era niña, era muy bonita -
- Y le pediste un deseo? -
- Mmmm no me acuerdo bien creó que en ese entonces no sabia que pedir -
- Owww -
- Pero si tu vez una estrella fugaz, si tienes un deseó puedes decírselo a esa estrella y te lo concederá -
- En verdad? -
- Si Anna -
- Entonces quiero ver una estrella fugaz y pedirle mi deseó, te digo que quiero pedir mamá? -
- No me lo digas, es de mala suerte, mejor dile tu deseó a la estrella -
- Esta bien mamá -
- Bueno que te parece si te llevó a tu cama a dormir, ya es tarde -
- Pero quiero ver si aparece una estrella fugaz - suplica la bebé con sus ojitos azules cielo.
- Esta bien - suspira Isabella, acerca una silla a la ventana, toma asiento y coloca a la menor en su regazo para que ella se siente también así ambas en la ventana se quedan observando a las estrellas - solo por un rato esta bien? -
- Si mamá, gracias -
«Después de ese momento mamá cada que me iba a la ventana para observar las estrellas ella me acompañaba y hablábamos un poco hasta que yo cayera dormida, mamá me cargaba y me acostaba en mi cama, siempre esperaba con paciencia esa estrella fugaz que tanto quería ver y pedirle mi deseó que en ese entonces yo quería tener un telescopio, pues esos objetos los había visto en libros y se veían muy bonitos en las ilustraciones, después de todo las que hicieron que despertara mi interés fueron mis hermanas mayores a quienes siempre les decía que el día en que ellas dejaran el orfanato me prometieron traerme un telescopio pero....nunca vinieron y nunca lo harán.»
«Aun así las seguía esperando hasta que supe lo que era el orfanato en realidad, aun así quería ver esa estrella fugaz y pedirle mi deseó pero esta vez era una diferente, y cual era? Que mi familia y yo viviéramos felices y juntos, así estaba yo casi todo el tiempo viendo el cielo nocturno esperando una.»
- Anna, Anna - la llaman pero la mirada de la niña de ojos zafiro seguía perdida en la ventana hasta que la saca de ese transe la mano de su amigo pelirrojo que tocaba su hombro - Anna -
- Nat.... - le responde.
- Ya estas lista? ya casi es la hora de irnos de aquí -
- Si..... - responde en un tono triste pues esa noche seria la ultima en la que estaría en el orfanato.
«Al principio no quería creer en lo que habían descubierto Norman, Emma y Ray pero las evidencias eran mas que reales, púes llego la noche en la que dejaríamos el orfanato o mejor dicho la granja Grace Field dejando solo a los menores de 5 e irnos sin Norman pues a él se lo habían llevado, ese tiempo me hizo sentir mal, el no poder enmendar las cosas con él.»
- Anna es el turno tuyo y de Nat - le avisa la pelinaranja.
- Mmm? v-voy Emma - le contesta insegura acercándose al borde del muro preparándose para lanzarse por la cuerda.
- Tu tranquila estarás bien Anna - le anima Emma.
- Ok Emma -
- Esa es la actitud - le coloca su mano en su espalda para darle impulso.
Anna y Nat se avientan llegando con el resto de sus hermanos solo quedando a esperar a los que faltan, aun que hubo un pequeño inconveniente con una de las menores que era Jemima pues la pequeña tenía miedo de caerse aun que Ray se ofreció para llevarla atada a él lo cual sorprendió a Emma, ya solo faltaban ella, Thomas y Lannie quienes fueron los siguientes dejando al último a Emma quien estaba a punto de lanzarse pero Isabella había llegado suplicándole de que no se fuera, pero Emma se negó y se fue, sin antes despedirse de lo que algún día considero su preciado hogar y aquella mujer quien aun en el fondo seguía a mando, a quien seguiría diciéndole mamá.
- Sayonara mamá -
Llegando a su destino Emma y los niños con una simple mirada vieron por unos segundos a aquella mujer, para luego de unos segundos alejarse y desapareciendo entre los árboles aún que una se quedo mas tiempo aquella niña de cabellos rubios y ojos celestes quien seguía viendo a mamá con una expresión de tristeza.
«Mamá.......no quiero dejar te, no importa lo que digan, se que no eres una mamá mala....»
Isabella quien estaba recogiendo las cuerdas que usaron sus pequeños noto la presencia de Anna quien seguía viéndola con un rostro que decía "ven con nosotros" supuestamente pensaba en eso, Isabella le da una sonrisa diciendo "no puedo" haciendo un gesto con su mano en señal de despedida, Anna lo entiende pero antes de poder decir algo la voz de su amigo pelirrojo la llama.
- ANNA!!! -
Con eso Anna no tiene otra opción que despedirse de mamá e irse con sus hermanos y alcanzarlos, corriendo a toda velocidad llega a divisar las siluetas de sus demás hermanos alcanzando a ver una luz dando a entender que ya era de mañana, y ahí estaba su primer amanecer tanto de ella como la de los demás niños fuera del orfanato.
«Ya pasando algo de tiempo, muchas cosas ocurrieron, ganamos mas familia pero a su vez fuimos perdiendo a algunos, terminamos resolviendo problemas pero nos metíamos en otros, en su mayoría los que lidiaban mas con estos siempre eran Emma, Ray y Norman, unos chicos bastante admirables no solo para mi si no para todos, la verdad me hubiera gustado participar mas, se que puede sonar algo engreído de mi parte pero ojala si tan solo hubiera podido ayudar mas, involucrar me mas, tal vez les hubiera dando mas a poyo a ellos? O si tal vez si lo hacia les hubiera estorbado? La verdad no se que pensar.»
«Supongo que no se puede hacer nada a hora, ya estamos en el mundo Humano, gracias a Emma, pero a costa de que? Sus preciadas memorias, a pesar de estar con nosotros, no se siente lo mismo, si hubiera sabido que esto pasaría, tal vez hubiera pasando mas tiempo con Emma, antes de......y.....mamá......ojala estuviera aquí con nosotros.....no....no debimos dejar la sola....y a hora ya no esta.»
«Lo único que puedo hacer es seguir adelante, seguir con mi vida, mis estudios, mi familia, por lo menos tengo a mis hermanos conmigo, aun que casi no estoy con ellos, me la paso casi todo el tiempo encerrada, la verdad es que no tengo ganas de salir.»
«No tengo ya ganas de nada, no me siento satisfecha con esto, si tuviera la oportunidad de regresar el tiempo.....»
«Definitivamente cambiaría las cosas.»
- Anna - le llaman afuera de su puerta sacándola de sus pensamientos.
- Si? - le responde ya sabiendo quien la llama, pues para ella esa voz es fácil de reconocer.
- Soy Nat, estas ocupada? -
Anna voltea a ver en su escritorio de su habitación que tan solo esta plagado de libros sobre medicina pero lo que mas tiene la atención de la chica es un ligero y bonito cuaderno de poemas que siempre mantiene oculto de los demás, pues le da algo de pena que alguien sepa de su peculiar gusto por la poesía.
- No lo estoy, que necesitas? - le responde a aquel chico fuera de su habitación.
- Me preguntaba si te gustaría salir un rato al pueblo conmigo y Gilda, tal vez necesitas algo de aire fresco -
- Me encantaría, voy en 5 minutos -
- Bien Anna, te esperamos en la salida -
«Bueno de todos modos no tengo planes para hoy.»
Anna cierra su cuaderno de poemas y se medio arregla para salir un rato con sus hermanos ya saliendo de su habitación.
«Me preguntó como le estará yendo a Mujika, tal vez no convivi tanto con ella pero fue muy amable con nosotros, y ella me enseño sobre plantas medicinales es por eso que cada vez que veo una planta me acuerdo de ella, me gustaría verla.»
Saliendo del gran pasillo Anna ve a Gilda y Nat quienes la estaban esperando con ropa de abrigo pues el lugar donde estaban hacia mucho frío.
- estas lista? - le pregunta Nat con una sonrisa que le contagia a Anna divisado en su rostro de ángel una leve sonrisa.
- Estoy lista, a donde vamos? - le responde y a su vez le regresa una pregunta a su amigo.
- Iremos un rato al pueblo, de paso podríamos comprar algo de ropa - la que le responde a Anna es Gilda igual con una expresión de alegría por salir un rato con amigos.
- Bien entonces vamos - dice Anna quien es la primera en salir de la casa, y para animar un poco mas el ambiente empieza a iniciar una pequeña conversación con ambos acompañantes - y donde están Emma, Norman y Ray? -
- Salieron a jugar un rato con los niños, Ray pensó que seria buena idea convivir una rato con Emma para que se sienta mas cómoda con los demás -
- Ya veo, espero que se diviertan -
- Seguro que lo harán Anna -
En el mundo Demonio
Entre un exótico jardín, sentada en un lugar acogedor y cómodo para mirar el paisaje esta una Demonio alimentado a una pequeña criatura para descansar y pasar el rato.
- Mujika - escucha la voz de aquel Demonio quien cuida de ella.
- Sung-joo - le responde en un tono alegre, pues le gusta tener cerca a su amigo y protector de mas confianza.
- Estas ocupada? -
- La verdad no, solo estoy pasando el rato en este jardín con este amiguito de 6 patas - hace referencia al ser vivo que parece un extraño caballo.
- Bueno, Lewis necesita que regreses, ya es la hora de atender unos asuntos con los Demonios del pueblo, es tu deber como Reina -
- Oh, claro ya voy Sung-joo -
Mujika se levanta de su lugar para atender sus asuntos reales con algo de inquietud pues aun no estaba del todo cómoda siendo la Reina, pero debía hacerlo aun así se toma su tiempo para observar el cielo tan despejado y brillante preguntándose si estarían bien esos niños quienes con tanto cariño aun recuerda en especial aquella niña de cabellos naranjas con la que era mas cercana pues a pesar de todo la extrañaba a su querida amiga.
«Emma, niños espero que les este yendo bien en el mundo Humano, los extraño.»
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