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Paris

"El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor."

Corintios.

- Norman, que quieres hacer cuando salgas del orfanato? - la pregunta de la inocente niña al lado suyo capto la atención de un albino.

- Jamás lo habia pensado -

En el Orfanato Graces Field House, era uno de las pocas instalaciones donde recibía a niños abandonados, es dirigida por una de las mejores familias en la ciudad en cuanto a estado económico y estaba en manos de la señora Isabella Graces, se mantenía al tanto de su orfanato ya que era su proyecto de beneficencia y que veía necesaria ya que no le gustaba la idea de ver a niños solos en las calles mendigando por comida o haciendo cualquier cosas por sobrevivir. 

Norman y Emma eran uno de los niños abandonados del lugar y de los mayores teniendo 10 años de edad.

Emma fue dejada en las puertas del lugar en una caja teniendo tan solo dos semanas de nacida con una nota de su madre diciendo que no podía hacerse cargo de su pequeña, obviamente fue recibida por las mujeres que trabajaban ahí cuidando de los niños y la criaron, la niña creció dotada de una actitud amigable, alegre y energética, siempre andando de un lado para otro socializando con el resto de los niños, siempre se veía a ella y su revoltoso cabello naranja atardecer con un gracioso mechón parecido a una antena, y sus hermosos ojos esmeralda que daba brillo a su sonrisa característica.

Luego tenemos a Norman quien llego al tener 3 años, el pequeño fue encontrado en un viejo edificio a punto de ser demolido, no recuerda como fue que llego a ese lugar ni en donde estaban sus padres, el que lo encontró fue el esposo de Isabella, Leslie estaba trabajando en la remodelación de ese edificio para otro teatro, ahí fue donde se topo con el pequeño albino. Inmediatamente lo fue a dejar con las autoridades competentes y al ver que nadie lo reclamaba, tuvo que ser llevado al orfanato de su esposa, y la que dio la bienvenida fue la pequeña Emma.

Ambos infantes se volvieron cercanos, Emma se sentía cómoda al lado del chico, teniendo la misma edad era obvio que se llevarían bien, además de tener una relación cariñosa, Norman le agradaba estar con la pelinaranja ya que le era entretenida su compañía. Aun que no solo estaban ellos dos solos juntos todo el tiempo, de vez en cuando recibían la visita de otro niño de su edad, un azabache llamado Ray quien era el hijo de la dueña del orfanato, cada fin de semana iba con su madre a visitar a los niños del lugar.

- Lo que yo me pregunto de ustedes dos es, para cuando se van a ir de este lugar?- se mete en la conversación de ambos su amigo pelinegro.

- Y por que preguntas eso Ray? - le contesta con otra pregunta la niña antena.

- Simplemente se me hace raro que no los hallan adoptado, son los únicos mayores de este orfanato -

- Bueno a Emma ya la han querido adoptar varias veces, no entiendo por que sigue aquí? - se han presentado varias ocasiones en las que familias o parejas han intentado llevarse a la pequeña Emma, pero nuestra niñas no ha querido irse y eso es por que....

- Yo no me quiero ir de aquí, yo ya soy feliz, tengo a muchos hermanos y hermanas, la mujeres que trabajan aquí son como mis mamás, además de que quiero estar con Norman -

Al escuchar eso ultimo Norman se medio sonroja, ya estaba en esa etapa de primera amor infantil con la pelinaranja, se veía tan obvio, igual Emma gustaba de nuestro ojiazul y se lo ha llegado a decir directamente, y como reacciona ante esto el albino? Prácticamente se hace el tonto y hace de cuenta que los sentimientos directos de la fémina se vean como algo infantil y pasajero, ya que estaba consiente de que tarde o temprano seria adoptado y que no volvería a ver a su amiga, no hay que dejarse llevar por la suerte de que algún día se reencuentren, ya que cualquier cosa puede ocurrir al paso de los años.

Ray como era costumbre termina su visita al orfanato de su madre, se despide de sus dos amigos para irse a casa, las mujeres que se encargan de todo citan a los niños a que se preparen para dormir.

Aun que habia una niña que aun no tenia sueño.

- Norman.....Norman - los susurros de la niña hacen que nuestro pequeño peliblanco se despierte.

- Emma, que pasa? -

- Ya no respondiste a mi pregunta -

- Cual pregunta? -

- Ya sabes, que quieres hacer cuando salgas del orfanato? -

- No estoy muy seguro, que hay de ti? dices que te quieres quedar pero tarde o temprano vas a crecer y serás una adulta -

- En eso tienes razón, quieres que te diga que es lo que yo quiero hacer? -

- Claro -

- Yo....quiero estar contigo -

- E-Eh?... -otra vez su amiga era directa, esa clase de actitud de ella le daba miedo y lo ponía nervioso, trata de cubrirse su rostro con su cobija - p-por que dices esas cosa así como si nada? -

- Es por que te amo Norman, cuando estoy contigo me haces sentir especial, haces que siempre este feliz y me sienta protegida, tu no sientes los mismo? -

- S-Si pero......no vamos a estar juntos siempre, sabes, uno de nosotros tendrá que irse, y si no eres tu seré yo, no es que no me guste el orfanato si no que me gustaria tener una familia, dudo que podamos vernos de nuevo -

- Lo se..... -

Emma no era tonta, al contrario igual que su amigo su mente nunca que se quedaba atrás, era bastante lista, así que era consiente de que Norman tal vez quería irse, eso la ponía triste, ya que no quiere estar sin él, de verdad que lo ama demasiado, era como su media naranja y un caso de hilo rojo del destino entre ellos. Ver el rostro de Emma dibujado en completa tristeza, además de visualizar como en sus mejillas resbalaban lagrimas cristalinas, no lo podía soportar, sin importar que tan maduro quería verse Norman a pesar de ser un niño aun, deseaba poder estar con Emma al igual que ella quería estar con él, aun que pensaba que su amor era una etapa bonita de la infancia, cuantas veces no se ha imaginado estar con ella como una pareja feliz.

Sinceramente no quería seguir pensando en eso o terminaría llorando igual que Emma, y eso no ayudaba en nada, simplemente en silencio se da la vuelta en su suave colchón dándole la espalda a Emma quien al notar esa accion entendía que ya no quería hablar del tema su amigo, así que procede a irse a dormir, o bueno a hacer el intento.

Aun que inesperadamente Norman si le contesto a su pregunta, dejando sorprendida a la fémina.

Quiero ver el mundo contigo.

Eso fue su respuesta, ya después no dijo nada mas y termino por volver a dormir, los mismo hizo Emma, esa sola respuesta le daba una sensación de calidez en su corazón.

Al paso de los días, paso lo que ya se veía venir, una pareja adoptaría a Norman, la cuidadora Krone anuncia esto a todos los niños dejando a muchos felices por su hermano mayor aun que también estaban tristes ya que no lo verían de nuevo, la que sentía que se iba a desvanecer era Emma, no imagino que el día llegaría tan pronto, aun así trato de permanecer serena y estar feliz por su amigo. El albino ya tan solo tenia un día para disfrutar su ultima estancia en el orfanato, durante ese tiempo él y Emma no se dirigieron palabra alguna ya que les estaba lastimando su separación, a pesar de que ya sabían que tarde o temprano llegarían a este punto.

Al caer la noche era el momento de despedida de Norman, y la ultima de darle adiós era nuestra antena que no sabia si podía hacerlo, el albino tomo valor y el mismo se acerco a ella, dándole un abrazo que fue correspondido por ella, se sentía el calor, las respiraciones y el suave rose de piel entre ellos, un abrazo bastante cálido para ellos y que no sabían si querer soltarse, sabían que después de esta noche no se verían nunca mas, aun que.....

- Algún día te prometo volver al orfanato, si aun sigues aquí para entonces y me sigues amando, quiero que me dejes una carta en el jardín del orfanato -

La niña queda impresionada por lo que le dijo Norman, en verdad haría el intento de volver a estar a su lado? Eso solo le daba un poco de esperanza a su corazón de verlo de nuevo, él albino se separa del abrazo, tomando su maleta e irse con su típica sonrisa llena de pureza, y dirigirle su vista a su querida Emma.

Emma desde esa noche solo se limitaría a contar los días, semanas, meses y años, para poder estar de nuevo con su amor destinado, esperando cumplir con el sueño de ambos, el estar juntos como lo quiere ella y el viajar como lo quiere él.

A pesar de los años la casa Graces Field seguía al servicio de los niños abandonados, y estaba en las mejores manos ya que era atendida por buenas mujeres que le dedicaban tiempo al edificio y a sus adorados niños. Y entre ellas estaba una que ha demostrado su amor y cariño a ese lugar como si fuera su acogedora casa, Emma ya con 20 años de edad era toda una señorita, muy bella y brillante cual estrella de cristal, su sonrisa tan radiante como el sol y con la misma actitud tan energética y amigable como cuando era una niña. 

Como lo prometió se quedo en el orfanato habiendo rechazando varias adopciones, Isabella quien era la dueña del edificio no tuvo inconveniente con eso, siempre y cuando Emma fuera feliz viviendo ahí estaba bien, además de que todos los niños del orfanato la adoraban como una hermana mayor o una madre.

Aun así nuestra hermosa flor de melena atardecer seguía aferrada a la idea de ver de nuevo a su amado Norman; y es que si seguía pensando en él y en la promesa que le hizo de esperarlo, sin importar el tiempo que pase, soñaba con ver el mundo a su lado, la paciencia era una virtud y confiaba de que seria recompensado con lo que ella mas anhela.

- Buenas tardes, este es el orfanato Graces Field House? - pregunta una chica de cabello verde y lentes a una de las mujeres del edificio.

- Si es aquí, se le ofrece algo? - le contesta con cortesía a la jovencita.

- Vengo a buscar a Emma, ella aun sigue aquí? -

- Emma? claro de echo ella trabaja a hora para el orfanato -

- Valla sorpresa, él estará feliz de escuchar eso, aun que no hay que cantar victoria todavía -

- Disculpa? - no comprende lo que dice la peliverde.

- Oh perdón, la puedes llamar, le tengo un mensaje de parte de un conocido de ella -

- Claro - se dirige en busca de la pelinaranja que de echo estaba en la cocina ayudando a su amigo Ray, quien a hora venia de vez en cuando a ayudar en la cocina, le servía como practica y a la vez como su servicio social para su carrera de chef en la universidad mas prestigiosa de la ciudad, Lambad.

El ligero toque del marco de la puerta llama la atención de los únicos dos jovenes de la cocina, ósea Ray y Emma.

- Señora Cecile, que necesita? -

- Te buscan Emma, una chica de pelo corto y lentes, dice que tiene un mensaje especial para ti -

Ambos se miran extrañados, aun así Emma no iba a ignorar la presencia de quien la vino a buscar, así que se quita el delantal que estaba ocupando para cortar la verdura y deja solo al azabache quien le dijo que se fuera con calma, ya que de todas formas no faltaba mucho para terminar lo que seria la cena. 

Se dirige a la joven que estaba esperando parada en la entrada del edificio y la saluda amablemente, se presenta a ella con el nombre de Gilda quien parecía una chica seria pero de presencia amigable, la chica de mechón sobresaliente de su cabellos le responde a la presentación, ya para preguntar para que la buscaba, pues le parecía extraño y dudaba que fuera para adoptarla o algo así. La fémina le hace entrega de una pequeña carta, diciendo que era de parte de un viejo amigo, Emma no se lo piensa dos veces confiada en que se trataría de Norman, Gilda le dice que venia de parte de su jefe, pero no daba nombre y la carta solo decía a quien era dirigida.

- Te sugiero que la leas en cuanto puedas, eso seria todo de mi parte, con su permiso - se retira habiendo cumplido con su encargo.

Los ojos esmeralda de la chica se fijan en el sobre con la esperada carta de su querido albino, así que esta cual infantil niña se retira corriendo de regreso a la cocina, el pelinegro nota como su amiga daba de brincos y mostraba una sonrisa boba en su cara.

- Todo en orden? pareces como si te hubieran dado un regalo de parte de santa -

- Es Norman!! al fin Ray, al fin tengo una señal de él - 

- En serio? - no se convencía de eso realmente, ya que supuestamente no sabia que habia sido de su viejo amigo desde que fue adoptado, solo sabia que su familia era dueña de una gran empresa. La razón de haber sido adoptado es por que la mujer del dueño no podía tener hijos y deseaba tener uno, y quedo maravillada con Norman - no te emociones tanto, puede que no sea de él? -

- Estoy segura de que es de él, quien mas me podría enviar una carta? -

- Odio admitirlo pero tienes buen punto, los únicos amigos hombres que tienes somos Norman y yo......aun que no se si cuente ese chico que viene a traer la despensa para el orfanato -

- Hablas de Oliver? dudo que sea él -

- Bueno te ha llegado a echar el ojo -

- Aun así al que quiero es a Norman -

- Bueno, si es así, que esperas para ver lo que dice esa carta -

- Oh claro!! lo abriré.... - toma un cuchillo de la cocina para abrir el sobre, admitía que estaba nerviosa por lo que llegase a contener la carta, lo único que le preocupaba era si en realidad era de parte de Norman. 

Para Emma.

Mi quería sol, si recibes esta carta es por que decidiste quedarte en ese orfanato donde compartimos nuestra niñez hasta el día de mi partida.

No sabes lo mucho que te echado de menos, a pesar del tiempo mi mente nunca dejo de pensarte, tu sonrisa, tus ojos, tus locuras, honestidad.....

No se si aun sigas sintiendo lo mismo que cuando estábamos juntos, si es así, respóndeme con lo que te pedí aquella noche en la que nos vimos la ultima vez.


- Definitivamente es Norman - murmura para si misma con un tono suave y leves suspiros.

Su mente solo podía pasar las ultimas palabras que le dirigió el albino en su ultima noche en el orfanato, si aun seguía interesada en él, debía de dejarle una carta en el jardín del edificio, así que ignorando que Ray le estaba hablando para ayudarlo a empezar a servir la cena, la chica se fue atontada a su habitación a empezar a escribir su carta de amor. Emma no era mucho de ser romántica pero quería plasmar de forma detallista su aun cariño hacia Norman, así que intento escribir un poema para el esperando que entendiera la indirecta.

Para Norman

¿Quieres oír un sueño?...
Pues anoche
vi la brisa fugaz de la espesura
que al rozar con el broche
de un lirio que se alzaba en la pradera
grabó sobre él un "beso",
perdiéndose después rauda y ligera
de la enramada entre el follaje espeso.

Este es mi sueño todo,
y si entenderlo quieres,
une tus labios en los labios míos,
y sabrás quién es "él", y quién es "ella".

Al terminar su escrito con mucha delicadeza la introduce en un sobre rosa pastel, al ver que estaba listo se dispone a dejarlo en alguna parte del jardín junto a los girasol que de echo son su flor favorita. Habiendo terminado se aleja para ir a cenar, esperando que su querido Norman venga a por la carta, que viera que cumplió con su promesa de esperarlo.

Las emociones de la chica la tenian pensativa y distraída, miles de cosas y preguntas pasaban por su mente con respecto a la situación, se preguntaba; por que Norman tardo tanto? Estará bien? Como le ha ido desde que se fue? A echo nuevos amigos? etc.

Todas sus compañeras de trabajo se dieron cuenta de su comportamiento las que la conocian desde niña sabían la razón y también algunas nuevas que se volvieron amigas cercanas a ella. En la hora de dormir nuestra fémina se quedo un rato observando la ventana del pasillo que daba al jardín del edificio, parecía como una niña pequeña esperando a ver a santa dejarle sus regalos de navidad.

- Emma, ya es hora de dormir - la llama su compañera de cuarto Anna, una chica de lindos risos rubios como oro, ojos azules cielo y un rostro de ángel, hace tiempo que se metió como una de las cuidadoras del orfanato, trabajando al mismo tiempo que Emma cuando le dieron la oportunidad de trabajar para el edificio.

- No tengo sueño todavía -

Suspira la rubia conociendo lo terca que era su amiga, ella no fue criada en el orfanato como la pelinaranja, si tenia una familia, aun así desde que empezó a trabajar en el lugar a sus 17 años llego a convivir lo suficiente con los niños y las personas que se encargaban de cuidar el lugar. Llego a entablar una linda relación con Emma al tener casi la misma edad con un año de diferencia, Emma al sentirse en confianza con Anna despues de un tiempo le compartió muchas cosas, incluyendo su historia con su amor de la infancia.

Así que ella podía entender por lo que estaba pasando, también paso por eso cuando era niña, actualmente no muestra interés por nadie, ya que por a hora lo que mas le interesa es terminar sus estudios y trabajar para seguir cuidando de su madre y hermana pequeña.

- Comprendo que estés ansiosa por lo de Norman, pero dudo que él venga a estas horas de la noche por esa carta - comenta con una pequeña risita, si el chico seguía interesado en Emma estaba bien pero dudaba que llegue a extremos de venir a mitad de la noche solo por un papel que declaraba su amor de parte de su amiga - es mejor que vallas a dormir, necesitas descansar -

- Quiero verlo Anna.....no sabes cuanto lo eh extrañado -

- Lo se, se ve en tus ojos que añoras verlo, estoy sorprendida, un amor infantil se puede olvidar fácilmente pero tu hiciste lo contrario -

- Desde que Norman llego al orfanato y nos hicimos amigos, nos fuimos conociendo con el tiempo, vi cada una de sus facetas y cada una me termino gustando, su forma de hablar, actuar, pensar, sentimientos y su sonrisa......desde que se fue temí que todo lo que sentía solo era una etapa, pero me alegrar que mi corazón siga aferrada a Norman -

- Eso es a lo que le llaman verdadero amor, veo que no solo esta en los cuentos infantiles, el amor es mas dulce, con la persona correcta, es lo que siempre dice mi madre, quien a pesar de a ver perdido a mi padre hace años aun sigue amándolo -

La conversación de ambas continuo un rato mas hasta que Anna logro convencer a su amiga de que debía de irse a dormir.

Emma se levanto mas temprano de lo usual, apenas pudo conciliar el sueños, si que sus nervios no la dejaban tranquila, se dirigió antes que nada al jardín a ver si su carta seguía ahí hasta que.....

Se dio cuenta de que no estaba.

Reviso bien cada centímetro del lugar, no esperaba que Norman viniera tan temprano por su carta, se regreso a arreglarse ya que salió corriendo con su ropa para dormir, luego le pregunto a cada una de las mujeres que trabajan en el orfanato si vieron quien se llevo la carta que dejo y todas respondieron que no vieron a nadie. La chica estaba algo preocupada solo podía pensar que alguien mas la robo o que un animalito por ahí se lo llevo, Anna trato de calmarla diciéndole que debía de esperar si posiblemente Norman si vino temprano y se lo llevo.

El día transcurrió normal pero Emma solo podía pensar en su carta que probablemente se extravió, incluso pensó en ir a hacer otra, aun que no vio ninguna señal de su albino cerca o de alguien sospechoso que vino por ella.

Su cabeza solo podía imaginarse algunos escenario que acababan en su propia desgracia. 

Todas sus ilusiones de estar con su enamorada se estaban esfumando, a veces la pelinaranja podía exagerar la cosas de manera precipitada, tan solo paso un día sin señal de Norman o su carta, Ray también trato de calmar a su amiga ya que lo estaba desesperando. Al siguiente día seguía igual de alterada la ojiesmeralda, el que se lo veía venir era el azabache así que cito a su madre para que venga a hacerse cargo de la situación ya que es la dueña y ademas para Emma era como una madre.

- Buenos días Emma - saluda la azabache a su pequeña niña de antena, trataba de trabajar como siempre pero los nervios no la dejaban.

- Buenos días señora Isabella, que sorpresa verla aquí -

- Tenia el día libre, así que aproveche a venir a visitar mi orfanato, ademas de que mi hijo presintió que ibas a seguir así, sucedió algo? -

- Mi carta para Norman se perdió - lloriquea cual niña que perdió su juguete favorito.

- Y estas segura de que se perdió? -

- Si....no vieron a nadie llevárselo y tampoco hubo alguna señal de Norman.... -

Isabella ríe con dulzura por la penosa situación de Emma, trata de calmarla dándole un abrazo cariñoso de madre, aun que parecía que estaba ocultando algo aun que la menor no se estaba dando cuenta ya que estaba mas centrada en su problema.

- Parece que necesitas algo de aire fresco mi niña, por que no mejor tomas un descanso y salimos un momento, te parece? -

- Esta bien señora Isabella -

- Anna - la nombrada escucha el llamado de su superior - hazte cargo de las tareas de Emma, por favor -

Asiente la ojiazul con su expresión dulce, Isabella y Emma salen del edificio con calma, aun que la pelinaranja se preguntaba por que saldrían del edificio si podrían tomar aire en el jardín. Al salir fuera de la entrada la chica observa a su amigo Ray recargado en un extraño auto plateado que no parecía ser el de la señora Graces, ademas de eso al lado del chico estaba otra persona que le parecía conocida.

- A ti te conozco -

- Buenos días Emma, soy Gilda, que gusto verte de nuevo - la saluda la peliverde. Era ella la que vino de parte de Norman, ya se acordó de ella la antena pero antes de poder preguntar esta la interrumpe - antes de que me digas algo, mi jefe te estaba esperando -

Gilda le hace una señal a Ray de que habrá la puerta del vehículo, los ojos de Emma observan que de ahi sale un hombre de cabellera albina, traje bastante formal y ojos azules, era mas que claro que se trataba de.....

- N-Norman? -

- Emma, lamento haberte echo esperar - lagrimas recorren el rostro de la chica quien se abalanzo a abrazar al chico quien la recibió entre sus brazos demostrando que también la extrañaba - gracias por esperarme -

- No puedo creer que estés aquí, no sabes lo mucho que te extrañe - se aparta del albino para verlo bien, posa sus manos en la cara de su contrario tratando de asegurarse de que era el verdadero Norman - en serio eres tu? No eres una alucinación o un fantasma -

- Ni que se hubiera muerto tonta - bufa el pelinegro fastidiado; Norman eh Isabella ríen ante la situación, el chico aleja tranquilamente las manos de Emma de su cara viéndola a los ojos con dulzura y besando sus nudillos con cariño.

- Descuida Emma, te prometo que soy yo -

- Pe-pero mi carta...como...? -

- La tome yo - le responde Ray - vine temprano y se la mande a Norman, solo que tardo un poco en llegarle por problemas con la oficina postal -

- Sabias que Norman..... -

- El y yo nos llevamos comunicando desde que se fue, tuvo la suerte de que su madre era amiga de la mía, lo mantuve al tanto de ti y el orfanato, se puede decir que fui su cómplice, así que me debes una idiota -

- Claro que si Ray - le contesta el albino; se dirige de nuevo a Emma mirándola a los ojos - no sabes lo ansioso que estaba por verte, cuando leí tu carta sentí alivio de que aun siguieras interesada por mi -

- Te prometí esperarte y cumplí -

- Eso me hace feliz, así que aun quieres ver el mundo conmigo? -

- Hai -

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