Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Infancia Azulada (Ray x Emma)

One-Shot ambientado en época actual en Japón.

.  .  .  .  .

— Me puedes explicar ¿Por qué venimos aquí todas las tardes para ver el atardecer?— preguntó ya frustrado el pelinegro.

— Bueno...— empezó a decir la joven un poco nerviosa— escuché que si vienes aquí por cincuenta y un días... La persona que te gusta corresponderá tus sentimientos...— hubo un pequeño silencio bastante incómodo entre ambos jóvenes que miraban el atrdecer en aquel mirador.

— Ah, ya veo— habló por fin el joven mientras desviaba la mirada— entonces ¿Planeas confesarte a alguien?.

—Pues sí— dijo Emma mientras se acercaba a Ray después de haberse escondido el sol. A lo cuál ambos empezaron a caminar uno al lado del otro dirigiéndose a la casa de la más baja ya que estaba más cerca.

— Eres una tonta— le contestó con simpleza, a lo que Emma hizo una cara bastante chistosa de sorpresa.

— ¡¿Qué?!.

— Es obvio que debe ser un rumor falso, es básicamente imposible, sólo dile a ése desgraciado chico lo que sientes y ya.

— ¡De ninguna forma! ¡No puede ser falso!— Ray la volteó a ver cómo si de verdad fuera una tonta.

— ¿De verdad estás tan desesperada?— la joven infló sus mejillas ya molesta.

— Pues bien ¡Cuándo uno está desesperado ésta clase de cosas pueden ser necesaria! Y además ¡Un poco de suerte no está demás!— el pelinegro soltó un suspiro de frustración.

— Tú nunca me escuchas, eres una inmadura— Emma ya molesta, se cruza de brazos.

— ¿Por qué debo escucharte? Esto ya lo decidí.

— Como digas— ambos se detuvieron al llegar a la casa de la más baja— Nos vemos mañana, crédula— y sin esperar respuesta, empezó a caminar en dirección a su casa.

Emma se quedó mirando fijamente cómo su mejor amigo se alejaba en ésa calle ya totalmente oscura y cuando desapareció de su vista, se dio la vuelta para entrar por fin a su casa.

Saludó a sus padres, cenaron tranquilamente, después se dirigió a su cuarto para encerrarse y poder estudiar tranquila.

Al terminar sus estudios, sacó una pequeña agenda y tachó el día de hoy, a estado haciendo éso durante cuarenta y nueve días, sólo quedaban dos días.

Al saberlo suspiro nerviosa, sí, en dos días le confesaría a su mejor amigo sus sentimientos.

No sabía en que momento pasó, antes de darse cuenta había entendido que, todas las cosas que sentía hacía Ray era amor.

Trató de negarlo cientos de veces, pero con el tiempo supo que no podía negar algo tan inevitable, pero si le decía lo que sentía, significaría que con cualquier error, significaría perder su amistad de muchos años, por lo que se juró no contar jamás cómo se sentí. Sin embargo, con el tiempo se volvió un problema, por alguna razón, su cuerpo buscaba el contacto del otro, casi como si fuera un imán. A lo que se decidió contarle sus sentimientos, por lo menos si la rechazaba, ahora abría cierta distancia y, tal vez con el tiempo, dejaría de tener ése "lindo" sentimiento.

Sólo había un pequeño problema, no tenía el suficiente valor para confesarse, trató muchas veces de decirlo pero al final siempre se daba la vuelta y se iba corriendo. Y cuándo estaba al borde de la desesperación, escuchó ése mito, la verdad no estaba segura si era real y no buscaba realmente que Ray le correspondiera -aunque si fuera el caso sería muy felíz- por lo que simplemente usaría ésta leyenda para poder reunir poco a poco el valor que le faltaba

Soltando un suspiro, se levantó y se preparó para dormir.

Mañana sería otro día.

.  .  .  .  .

Cuándo llegaron al mirador, la joven cómo acostumbraba, se acercó rápidamente al frente y juntó sus manos mientras miraba la apuesta de sol.

Cuándo éste ya se escondió, se dio la vuelta para mirar al pelinegro y se sorprendió al verlo notablemente molesto, si bien estuvo molesto todo el día y apenas le habló, ahora parecía más molesto.

— Ray ¿Por qué estás enojado?— el chico solamente bufó mientras se daba la vuelta para hacer el recorrido habitual.

— Sólo apurate ¿Sí? Por tus caprichos llegamos a nuestras casas más tarde de lo habitual— Emma abrió los ojos sorprendida antes de girar la cabeza enojada mientras lo seguía de cerca.

— ¡Yo no te pedí que me acompañaras! ¡Sino te gusta acompañarme en mis "caprichos", bien puedes irte a tú casa!— Ray la volteó a ver sin decir nada por unos segundos antes de suspirar.

— Yo nunca dejaría que te fueras caminando sola de noche— ésas palabras hicieron saltar el corazón de la joven, quien se giró para verlo sorprendida y con un rubor creciendo en sus mejillas.

Entonces bajó la mirada un poco mientras desviaba sus ojos a cualquier parte dónde no esté su amigo, esperando no delatar sus sentimientos.

— Está bien... Ya estoy grande, puedo cuidarme sola.

— Sé que puedes cuidarte, pero me sentiría más calmado quedándome a tú lado para cuidarte de lo que sea— ambos se detuvieron al llegar a la casa de la menor.

Emma trató de despedirse rápidamente para irse corriendo a su cuarto a gritar. Hasta que inesperadamente, el más alto acercó su mano a ella y empezó acariciar su cabeza.

— Respecto a lo que pasó antes... Lo siento, no estaba de humor hoy, no pude dormir mucho anoche, estaba muy cansado y terminé desquitandome contigo— al decirlo sonrió con culpa antes de alejar su mano— nos vemos mañana— se dio la vuelta y se fue sin más.

Mientras Emma, quedó totalmente congelada por varios segundos, antes de reaccionar, entrar a su casa, dirigirse a su cuarto, encerrarse, echarse sobre su cama y gritar con todas sus fuerzas.

De verdad ¡Amaba tanto a Ray! Era demasiado tierno, aunque tratara de parecer serio, él era muy dulce y atento.

Subió la mirada totalmente feliz y con un gran sonrojo en su rostro, lo amaba y mucho.

Entonces entró en sí ¿Desde cuándo se volvió la típica chica que grita por un chico? Vaya, es culpa de Ray que se está volviendo así.

Y fue cuándo pensó: "no te emociones tanto, sólo te dijo lo que un amigo diría y sólo acarició tu cabeza, nada más". Éso la depremió mucho, entonces pensó en que se estaba montando una película por la nada misma.

Soltó un suspiro totalmente deprimida, Ray le había dado tantas ilusiones cómo también le ha roto el corazón.

Sus recuerdos la llevaron cuándo ambos eran niños, ésos momentos fueron preciosos, nunca se separaban por nada del mundo, siempre iban caminando de la mano sin importar lo que los demás pensarán.

Pero entonces pasó lo inevitable, Ray se tuvo que mudar y no volvió a verlo por muchos años, recuerda que estuvo deprimida por mucho tiempo y lloraba constantemente.

Hasta que pasaron algunos años y se volvieron a encontrar cómo compañeros de cursos. Y no va a mentir que cuándo lo vio, se sorprendió mucho, pues Ray se encontraba mucho más alto que ella y su tierna cara ahora expresaba seriedad.

Y no tomó mucho tiempo para notar que muchas cosas cambiaron, pues no era fácil de asimilar que su amigo de la infancia ahora era famoso entre las chicas.

Ya no podía verlo inocentemente como un mejor amigo, no después de sentir celos cuándo vio cómo, hace tiempo, Anna -una chica unos años menor- se le confesó a Ray atrás de la escuela y salieron por dos semanas antes de que Ray la termine.

Y sabe que para Ray tampoco fue fácil, pues cuándo estaba conversando felíz con Norman en el pasillo de la escuela, lo vio pasar más lejos y se detuvo a mirarlos por varios segundos, su expresión jamás la olvidaría, parecía sorprendido, confundido y sobretodo triste.

No sabe por qué, pero por alguna razón compartir la infancia es algo... Difícil, extraño y sobretodo muy vergonzoso.

Soltó un suspiro de frustración antes de pararse, buscar su agenda y tachar otro día.

.  .  .  .  .

Así, el día llegó.

Ambos jóvenes se encontraban en ése mirador observando en silencio cómo el sol se escondía.

Y cuándo éste se escondió completamente se quedaron en un incómodo silencio.

Emma sentía que se iba a morir en ése mismo instante, su corazón latía con mucha fuerza, su rostro ardía y sus manos temblaban en su pecho.

Fue cuándo Ray decidió romper el silencio, quién sonreía de manera burlona, pero al mismo tiempo con tristeza.

— ¿Entonces? ¿Ahora que hay que hacer? ¿Debería pasar algo mágico o algo así? Dejame ayudar— sonrió burlón.

Emma lo miró completamente roja con sus manos juntas en su pecho y con una expresión de que estaba apunto de echarse a llorar.

Esto provocó que Ray abriera los ojos sorprendido y se pusiera nervioso, pero justo cuándo la iba a abrazar para decirle que era una broma, Emma agarró sus manos mientras agachaba su cabeza.

— La persona... — dijo en un susurro— la persona de la cuál me enamoré— sus manos empezaron a temblar, pero antes de poder arrepentirse subió la mirada para verlo a los— ¡Eres tú Ray!.

Se produjo un completo silencio, Emma lo observó fijamente para tratar de memorizar sus expresiones y no lo haría, jamás lo olvidaría.

Primero, Ray abrió los ojos completamente sorprendido, después se puso completamente blanco y finalmente hizo una expresión sumamente extraña, cómo una expresión de enojo, sorpresa y confusión mientras su rostro empezaba a tornarse rojo.

Sabía que esa expresión de "enfado" era solamente para esconder la vergüenza que sentía, pero no le importaba, pues acaba de descubrir una nueva faceta de él y se dio cuenta que lo amaba mucho por también enamorarse de ésa expresión.

Mientras ella, bueno, estaba temblando de los nervios y no se había dado cuenta que de sus ojos empezaba a asomarse unas lágrimas de vergüenza y miedo.

Fue cuándo Ray de nuevo volvió a su expresión seria sin que desapareciera el sonrojo y alejó sus manos para que fueran soltadas.

Esto provocó angustia en Emma, quién ya empezaba a sentir su corazón romperse por el rechazo.

Sin embargo, quedó totalmente sorprendida cuándo Ray acercó sus manos a su rostro y agarró sus mejillas para después empezar a apretarlas.

— Tardaste mucho.

— ¡He-Hey! ¡Me estás haciendo-!— no pudo terminar de quejarse pues sus labios fueron callados por los labios ajenos y el apretón en sus mejillas se volvieron caricias.

Lo sorpresa no duró tanto y rápidamente correspondió el beso, teniendo como escenario las estrellas que empezaban a asomarse en el cielo.

Al separarse solamente compartieron una sonrisa antes de agarrar sus manos e irse caminando juntos, ésta ves como mucho más que sólo amigos de la infancia.

.-.-.-.-.-.-.-.-.

Bueno, gracias por las personas que que votaron y comentaron en One-Shot anterior y para aquellos lectores fantasma.

Espero que éste One-Shot también les guste y también quería decirles que la canción de la cuál me inspiré para hacer este One-Shot es "Childhood Blue".

Éso, bye.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro