Al día siguiente ambos estaban durmiendo juntos en el sofá, Jungkook estaba semi desnudo, solo con la ropa interior puesta y Yoongi totalmente vestido.

Probablemente se llevarían una reprimenda por no haber ido a la selección.

Jungkook despertó de a poco, vio a su alrededor y se dio cuenta del cuerpo de Yoongi encima suyo, lo apartó suavemente y miró su propio cuerpo.

Estaba lleno de marcas, estas iban desde su cuello hasta sus muslos y quizás qué otras tendría pero no estaban a la vista.

No le importó menos y fue a ducharse al baño de su habitación, antes de entrar a la tina se miró por el espejo, no eran marcas grandes pero si eran muchas.

Después de darse un baño se vistió y fue a despertar a Yoongi, quien seguía dormido.

— Yoon, despierta — le dijo en el oído suavemente, pero Yoongi no se movía.

Le acarició levemente el cabello y Yoongi empezó a reaccionar, abriendo lentamente los ojos, enfocando sus ojos grises en los bicolores de Jungkook, le sonrió levemente.

Jungkook adoraba las pequeñas sonrisas de Yoongi, era un gran avance con respecto a su persona, ya no era el mismo que conoció hace un mes, aunque sea un pequeño gesto eso significa que Yoongi empezaba a confiar en el.

— Nos quedamos dormidos anoche, ve a darte un baño para ir a comer algo — le regaló una sonrisa tierna.

Yoongi asintió con la cabeza, se incorporó en el sofá y miró a Jungkook a su lado, con el cabello mojado y ondulado, sus labios libres de maquillaje y esa ropa holgada qué escondía el gran cuerpo que cargaba, demasiado atractivo para ser real.

Iba a decir algo cuando la puerta se abrió, dejando ver a una rubia de ojos bicolores idénticos a los de Jungkook, con una gran camisa de seda blanca transparente dejando ver la lencería negra y una expresión total de terror.

— ¡Hermanito! — gritó al apenas entrar, encontrándolo en una situación que se veía comprometedora.

Ropa tirada en el piso, Jungkook recién duchado con marcas en el cuello y Yoongi recién despertando, bastante comprometedor.

Pero la situación era más urgente.

— ¿Nay? ¿Qué pasa? — le preguntó al verla exaltada.

— Es Hyo, algo no está bien con ella — soltó con terror.

Jungkook y Yoongi se miraron para después pararse y seguir a Nayeon, quien los guiaba a su habitación compartida con Jihyo.

Al entrar la rubia los dirigió al cuarto de las 2 y se encontraron con algo increíble.

De la cabeza de una dormida Jihyo sobresalían unas orejas de zorro del mismo color de su cabello, las sábanas estaban levantadas por una esponjosa cola roja y en sus manos reposaban unas garras.

— Supuestamente ella nació sin ningúna característica de un zorro ¿Por qué ahora? — le preguntó Nayeon a Jungkook.

El también se cuestionaba lo mismo, ¿Por qué de repente Jihyo tenía sus orejas y su cola? ¿Qué rayos estaba pasando?

La pelirroja se despertó de a poco al sentir un peculiar aroma, levantó la cabeza y sus ojos amarillos se llenaron de la presencia de una persona en especifico, sus pupilas se alargaron y su nariz empezó a olfatear ese aroma.

Nayeon se acercó a ella para abrazarla, pero Jihyo la ignoró completamente para acercarse a Jungkook y tirarse sobre el, pero no contaba con la astucia de Yoongi, quien lo jaló quitándolo de su camino, logrando qué Jihyo cayera al suelo.

La rubia quedó impresionada al ver que la había ignorado por su hermano, vio como se paraba de la caída y se acercaba a abrazarlo de una manera posesiva, viendo mal a Yoongi quien se veía claramente enojado.

— ¿No es tu novia? — le cuestionó a Nayeon.

— Supuestamente si — respondió Nayeon incrédula por la escena qué estaba presenciando.

Jihyo acercó su nariz al cuello de Jungkook he inspiró ese ansiado aroma, pero se vio interrumpida al sentir el olor de otra persona y se sintió celosa al ver las marcas en el cuello.

Enojada rompió la camiseta de Jungkook en mil pedazos revelando todas las marcas qué Yoongi le había hecho, volviéndose salvaje.

Yoongi no estaba soportando esa situación, así que de un golpe en la nuca noqueó a Jihyo y la dejó inconsciente en el piso.

— ¿Qué acaba de pasar? — se preguntaron los 2 hermanos.

Terminaron los 3 en la biblioteca, Nayeon les dio el acceso a los libros más antiguos que hablaban acerca de los diferentes clanes que habían existido, el de Jihyo era uno de los pocos que seguían activos entre otros, la gran mayoría estaban extintos.

Jungkook se ausentó en la reunión de la mañana que siempre tenía con Soyeon y los demas líderes, después le diría el problema que había surgido para que le perdonara.

Estuvieron buscando por horas en los libros, hasta que Yoongi dio con el indicado.

— Creo que aquí está la respuesta — llamó la atención de los hermanos que se le acercaron como 2 conejos corriendo.

— ¿Qué encontraste? — le dijeron ambos.

— Es algo acerca de los cambios que sufre alguien que es parte del clan de los zorros, tantos físicos, psicológicos y sexuales — leyó un poco del libro — Cada cierto tiempo el zorro qué vive dentro de la persona saca su naturaleza, en pocas palabras la personalidad del zorro sale a la luz y el humano se quita del camino — les explicó — Esto no es tan notorio debido a que todos tienen sus orejas y sus colas, pero como Jihyo nació sin ellas no nos dimos cuenta hasta ahora — concluyó.

— Pero esto no explica el porqué Hyo se acercó de esa manera a mi hermano ni porque se puso celosa — Nayeon frunció el ceño.

Jungkook y Yoongi se miraron, llegando a la misma conclusión.

— Lo que pasa es que la Jihyo original está enamorada de ti hermanita — le dijo mirandola a los ojos.

— Pero la zorro qué se encuentra en su interior está enamorada de Jungkook — soltó Yoongi, sintiendo un peso en el pecho.

Nayeon abrió los ojos y no dijo nada, quedó perpleja, apenas pudo formular un par de palabras.

— ¿Cuanto dura? — preguntó con la voz a punto de quebrarse.

— Una semana — le dijo Yoongi con culpabilidad en su voz.

La rubia tragó el nudo qué estaba en su garganta, para pasar a estar decidida.

— Entonces tengo una semana para que su zorro se enamore de mi también — se propuso firme — Yoongi, mantén a Jungkook ocupado con ese raro encanto tuyo, que no se acerque a Hyo para poder pasar tiempo con ella — le habló directamente al rubio.

— Entendido — sonrió levemente, esa idea le gustaba.

Jungkook solo para el durante una semana, eso le gustaba mucho.

Nayeon regresó a la habitación con Jihyo, no iría a los entrenamientos para manejar ese asunto, Jungkook la justificaría también.

Ahora los 2 debían volver a su sitio, Yoongi al entrenamiento del club de arte y Jungkook al club de ciencias.

En el camino Jungkook se veía decaído.

— ¿Qué sucede? – preguntó con un poco de inseguridad.

— Es Jihyo, no puedo creer que su zorro se haya enamorado de mi y ella no, eso quiere decir que no conviví con ella hace años, sino con su zorro — bajó la cabeza — La verdadera esta clavada por mi hermana y así debe de ser, no tenía porque salir ahora esa zorro a decir que está enamorada de mi, todo estaba bien, estábamos bien antes de saber eso — miró a Yoongi a los ojos —¿Podrías quedarte conmigo toda la semana? Quiero decir, sin ir a entrenamiento ni a nada, te pediría un permiso especial, claro, solo si quieres.

Yoongi estaba encantado con la idea, además internamente se había puesto feliz al ver que Jungkook le dijo entre líneas qué ya no sentía nada por la zorro, le dijo que si con la cabeza y vio que la expresión de Jungkook cambiaba de triste a feliz.

Sentía el calor formándose en su pecho, Jungkook era increíble.