Después de ese vergonzoso momento para Jungkook solo atinaron a dormir, no era algo con lo que ambos se sintieran cómodos así que silenciosamente dejaron toda esa charla para largo.

Al día siguiente se harían las batallas de la zona Courage, así que tenían libre por decirlo de otra manera, Jungkook aprovecharía esa libertad para arreglar a Jimin.

Lo más fácil sería borrar de su sistema esas cosas malas, pero quería que aprendiera de ellas, que las tomara como una experiencia, así como los humanos, aprender de un error para no volver a repetirlo en un futuro.

Estaba en el laboratorio cerca de Jimin, quien aún estaba apagado, situado en esa camilla donde Jungkook solía repararlo si algo estaba mal.

No estaba seguro de despertarlo, pues todavía podría tener secuelas violentas por así decirlo, pero tenía que hacerlo, así que con mucho cuidado lo activó.

Y como había pensado lo primero que hizo fue intentar atacarlo, hasta que se dio cuenta de que era Jungkook.

— ¿¡Donde está Taehyung!? — preguntó furioso.

— Calma, respira — intentó apaciguar Jungkook — Esta no es la forma de solucionar las cosas, se que estás enojado, pero primero debes calmarte — explicó tranquilamente.

Pero Jimin parecía no hacerle caso, menos mal que lo había asegurado en la camilla, sino habría salido corriendo en busca de Taehyung para herirlo.

No sabía como calmarlo, hasta que recordó algo.

— ¿Puedo exhalar un minuto? — comenzó a cantar suavemente — ¿Puedo sacar esto a la luz? ¿Puedo sentarme un segundo? ¿Puedo respirar? — finalizó con la esperanza de que Jimin continuara.

— ¿Puedo exhalar un minuto? ¿Podemos hablar de lo que no entiendo? ¿Puedo calmarme un momento? — continuó cerrando los ojos.

— ¿Puedo respirar? — ambos cantaron al unísono.

Le había cantado esa canción siempre cuando perdía el control de sus reacciones, una especie de momento reconfortante para que Jimin se diera el tiempo de respirar y meditar las cosas que sucedieron.

— Bien, ¿Qué es lo que te preocupa? — preguntó Jungkook con una sonrisa comprensiva mientras que lo soltaba de la camilla.

— Yo... No quiero que Taehyung me deje — comenzó con tristeza — No quiero que tu dejes de preocuparte por mi, no quiero que Yoongi se aleje de mi — lagrimas empezaron a fluir por sus ojos verdosos — No quiero que mi vida cambie por esa tonta de Mina — terminó un poco enojado.

Jungkook suspiró agotado, eso tenía una solución fácil, pero por estar pendiente de otras situaciones esta se hizo muy grande.

Nayeon se aprovechó del pobre Jimin y le hizo crear un resentimiento injustificado por Taehyung.

— Primero que nada, Mina no vino a arruinar nada — aclaró — Ella es igual que tu, está descubriendo un mundo nuevo, formando relaciones sociales y en un futuro no muy lejano nos ayudará a encontrar una cura a esta gran infección, exactamente igual que tú — explicó con una leve sonrisa — No por eso nosotros dejaremos de prestarte atención o de quererte, porque eres tu, Park Jimin, alguien a quien queremos y que siempre te vamos a enseñar cuando estas obrando mal, siempre te vamos a apoyar en tus dilemas y sobre todo, te querremos por encima de todo, no importa si eres una creación, una inteligencia artificial ni nada de eso, lo más importante es lo que hay dentro — Jungkook finalizó con la mano en el corazón.

Al terminar de escuchar esas palabras tan bonitas Jimin no resistió el gran llanto que no quería soltar y se tiró a abrazar a Jungkook, todo lo que necesitaba era que alguien le recordara la importancia que tenía dentro de la vida de a quienes consideraba como su familia.

— Toma el control de ti mismo — aconsejó Jungkook — No dejes que nadie influya en como te sientes, ¿De acuerdo? — preguntó.

— De acuerdo — le sonrió Jimin entre lágrimas — Gracias Jungkook, eres el mejor — agradeció con cariño.

— No digas eso — dijo Jungkook avergonzado — ¿Quieres ir con Taehyung a hablar de todo esto? — le propuso.

Jimin asintió euforico y así salió de los brazos de Jungkook para ir a hablar con Taehyung.

Jungkook satisfecho por haber arreglado ese problema iba a salir del laboratorio, cuando se encuentra con alguien en la entrada.

Su rubia hermana estaba limpiandose las lágrimas, seguramente había presenciado toda esa escena.

— ¿Qué miras? — atacó tosca.

— Nada, tranquila, solo que casi me preocupa el verte llorar — expresó sin ningún tipo de emoción.

Iba a darle la vuelta e irse, cuando sus palabras lo detuvieron.

— ¿Qué te costaba hacer eso conmigo? — preguntó resentida.

Y eso fue la gota que derramó el vaso para Jungkook.

— Siempre lo he hecho, solo que con tu ego tan grande no te habías dado cuenta — expresó enojado — ¿Recuerdas esa vez en que nuestros padres te regañaron por haber llegado con un promedio más bajo que el mio? — preguntó por mera curiosidad.

— Si — respondió Nayeon de manera simple.

— Te sentiste muy mal por estar a mi sombra — recordó — Esa noche fui a tu cuarto y te encontré llorando, sin decir una palabra solo te consolé con un abrazo, me apartaste enojada, diciéndome que todo era mi culpa, ¿Recuerdas que hice yo? — le dio contexto para saber que diría.

— Me... Me dijiste lo mucho que me querías — recordó triste — Que no importaba lo que dirían mamá y papá sobre nosotros, que no teníamos porqué competir — sola, dejaba ir las palabras — Que siempre ibas a estar orgulloso de mi no importa si sacaba las notas más bajas del mundo, que me apoyarías porque lo había intentado y eso era suficiente para que estuvieras conmigo, siendo el mejor hermano que podrías ser para mi — cayó en cuenta de lo mala que había sido.

— Y como esa hay más situaciones donde solo te he expresado mi cariño y completo apoyo — dijo firme Jungkook — Toma el control de ti misma — le dio el mismo consejo que a Jimin — No permitas que tu gran ego no te deje ver todas las cosas que he hecho por ti y que no hay razones para que me odies y mucho menos para que yo te odie a ti, porque aún con toda esta actitud te sigo queriendo — le confesó — Porque eres mi hermana, te prometí protegerte y quererte desde el día en que naciste, cuando ocurrió la infección y hasta el día de hoy mantengo mi promesa — y con eso último se fue.

Nayeon procesó toda esa charla sumida en el llanto, de tanto falso odio que tenía contra Jungkook había olvidado todas las cosas que este había hecho por ella. Falso odio porque en realidad, muy dentro de ella, no lo odiaba, las circunstancias de su vida la obligaron a hacerlo.

El siempre ser comparada con el por sus padres, atender sus ataques de ansiedad, que en la escuela la apuntaran por ser hermana del nerd, que todo lo que hacía Jungkook lo glorificaran y que no tomaran en cuenta todos sus esfuerzos por llegar a ser igual o más que el. Todo eso la hizo sentir inferior a su propio hermano, buscando cada circunstancia para pelear con el y hasta humillarlo con tal de sentir que destacaba por encima de él en ser cruel y para nada sumisa.

Y a pesar de todas esas cosas Jungkook jamás la hizo sentir mal, aguantando todos sus caprichos, humillaciones y no siguiendo sus peleas, diciéndole siempre que la quería y que no necesitaba la aprobación de sus padres para sentirse satisfecha, sino que mientras ella se sintiera cómoda consigo misma todo valía la pena.

Definitivamente había sido la peor hermana de la historia, su envidia la había cegado completamente de ver lo bueno que había sido Jungkook con ella, sus celos por una situación que nunca pasó le nublaron el juicio.

Por sus propias actitudes había perdido a su hermano y a su novia, ahora se encontraba totalmente sola. Sus amigas también se habían alejado de ella al presenciar todas sus actitudes, había intervenido en Jimin solo por envidia y toxicidad, sabiendo que eso podría costar vidas en un futuro, era una completa idiota.

Tuvo que quedarse sola para comprenderse a sí misma, entender que ella sola se hizo daño creando una rivalidad qué nunca existió
Aún si Jungkook y Jihyo la siguieran queriendo no sabía como ganarse su perdón, de hecho aún tenía que sanar cosas propias para ir a dar unas disculpas.

Debía ver que estaba mal con ella y arreglarlo, un pequeño pero necesario paso para poner su vida en orden y ser mejor persona que antes. Sabía que no iba a recibir un perdón de inmediato, pues las cosas no se arreglan así de fácil, pero se va a esforzar para obtenerlo.

Abandonó el laboratorio con las mejillas húmedas de lágrimas, el haber presenciado esa escena tan fraternal entre Jimin y Jungkook le hizo desear algo similar, sin saber que siempre lo tuvo, quizá fueron las reacciones diferentes de Jimin que lo tomó como algo diferente, ya que ella siempre reaccionaba con fastidio cuando Jungkook intentaba animarla y aconsejarla.

Entró en la habitación temporal qué le habían dado, pues Jihyo no quería ni verla, se dirigió a la cama para acostarse en esta, solo siendo acompañada por la soledad, que fue consecuencia de sus propias acciones.