Después de que el anciano alcalde se hubiese retirado a su morada, los pobres plebeyos, dándole vueltas a lo que acababa de comentar Cherri Bomb hace un momento, se pusieron a parlotear sobre ese tema.

- ¿Pero está loca? Esa zorra no sabe lo que dice...

- Eso es verdad... No necesitamos una redención para subir al cielo... Basta con que la princesa nos guíe al paraíso y hasta luego cocodrilo...

- Pero probablemente, para que nos permitan la entrada, antes debemos de someternos a eso que ella trata de hacer... Una especie de examen o algo así...

- Eso también es cierto...

- De todas formas no podemos ir a escondernos en su hotel... Si su padre se llega a enterar de que nos hemos largado de nuestra zona, irá a por nosotros y mandará a que nos crucifiquen.

- ¡No podemos llegar hasta ella si no hacen más que jodernos esos mamones que nos gobiernan...!

Ante tanta confusión, Miriam, para que la escucharan, se subió a una roca bien alta y exclamó:

- ¡Todavía podemos conseguirlo! ¡Ya habéis oído al anciano! ¡Charlie debe de buscar por ella misma quien es en realidad!

Tras lo que dijo, la vieja encorvada le contestó:

- ¡Espero que estés en lo cierto, jovencita! ¡Porque como no sea así, maldigo a ti y a tu familia por haber confiado a esa niña consentida lo que predijeron los astros!

- ¡No se meta usted con mi hermana! - le gritó esta. Furiosa porque la anciana hubiera insultado a la princesa - ¡Ella nos sacará de ésta! ¡Ya lo verá! ¡Y será reconocida por muchos para siempre!

- Si, si, si...

- ¿¡Será...!?

Charles fue al lado de su hermana para tranquilizarla y que deje de enfrentarse con los demás. Y le dijo por bajo:

- Descuida, Miriam... Todo saldrá bien... - acto seguido, se dirigió a los suyos - No perdáis la esperanza, amigos míos... No creo que tarde demasiado en descubrir su verdadera identidad...

Los presentes no tuvieron más remedio que confiar por ahora en lo que decía el muchacho. Por lo que decidieron dejar de discutir y se quedaron callados y de brazos cruzados.

Dentro de unos minutos, algunos de ellos tenían que dirigirse a la zona de las obras de los monumentos dedicados a la monarquía para ocupar el puesto de los que se quedaron desde las cinco a las diez de la mañana trabajando. Normalmente se quedaban desde la primera hora de la mañana hasta la noche trabajando. Pero como era una fecha especial, el rey se sentía solidario. Así que ordenó que trabajarían por turnos para que se cansaran menos.

En medio de tanto silencio, el muchacho de la cicatriz dijo:

- Mi gran sueño es ir al paraíso... Ser libre por fin de una vez por todas... Descargar de mi chepa esos errores que cometí en mi vida anterior y de los que estoy muy arrepentido de haber hecho...

Una chavala le siguió la corriente. También llena de ilusión igual que él.

- Yo también... Seguro que allí todos viven en paz y armonía...

- Ni que lo digas... - se unió a ellos la anciana encorvada - Y así dejaremos de soportar a esos overlords de pacotilla y a su estúpido jefe...

Todos se animaron al escuchar esos comentarios. Deseosos por conseguir la libertad de su pueblo y ser lavados de pecado.

Hasta que de pronto, el hombre larguirucho comentó:

- Me pregunto si la vida ahí arriba será tan hermosa como nosotros pensamos...

Entonces, así sin más, en medio de la multitud apareció Mimzy. Una demonio un poco adinerada que a menudo iba a visitarlos. Ese día estaba con ellos porque acababa de ofrecerles una serie de joyas que robó a una amiga suya (la cual era una overlord), para que el alcalde pudiera cambiarlas a cambio de comida.

La pequeña y rechoncha dama, luciendo su vestido rojo brillante, a juego con su diadema del pelo, moviendo sus hanchas caderas con lentitud, aprovechando la ocasión, comenzó a cantar.

MIMZY
Gran Hell City...
La devoción de mi corazón...
Deja que se hunda en el océano...

PLEBEYOS
Ja ja ja ja...

MIMZY
Siempre soplan los huracanes
Siempre la población creciendo
Y al mismo tiempo muriendo...

TODAS LAS MUJERES
¡Así es!

MIMZY
Y la luz del sol fluyendo...
Y los ricos humeantes...

Me gustaba vivir en Nueva Orleans...*

*Mimzy murió en ese lugar

CHERRI (vuelve a entrar en escena bruscamente)
¡Yo ya lo sé!

MIMZY
Fumando tu pipa...
Y siendo libre...

PLEBEYOS
¡Ole! ¡Ole!

Todos se ponen a dar palmas y a bailar. Dando vueltas de un lado a otro. Animadamente y sin miedo. Dando a la canción un ritmo muy marchoso.

Todas las mujeres
Queremos ir al paraíso...
Estar bien allí en el paraíso...
Todo gratis en el paraíso...

CHARLES
Sin trabajar en el paraíso...

PLEBEYOS
¡Olé!

MIMZY
Comprar a crédito era tan agradable...

CHARLES
Y ahora nos cobran por dos veces...

MUJERES
No nos dan ni lavadoras...

HOMBRE LARGUIRUCHO
Sin embargo, ¿qué tendrás para mantenerte limpio?

MIMZY
Los rascacielos florecen en el paraíso

CHERRI
Cadilacs guays en el paraíso

JOVEN MUJER
Paz y amor hay en el paraíso

GRUPO DE HOMBRES
Casas "pa tos" hay en el paraíso

MIMZY
Muchas viviendas nuevas con más espacio...

CHARLES
Aquí no nos dan ni un metro cuadrado...

MIMZY
Conseguiré un apartamento con terraza

MUCHACHO DE LA CICATRIZ
Mejor deshazte de tu acento...

MIMZY
La vida es brillante en el paraíso

GRUPO DE HOMBRES
Puedes cantar en el paraíso

TODAS LAS MUJERES
Puedes danzar en el paraíso

GRUPO DE HOMBRES
Si eres muy bueno en el paraíso...

Se ponen a bailar unos con otros al son de la música. Encima de los tejados de las chabolas, una serie de personas taconean y danzan sin cesar. Radiando alegría. Imaginándose cómo sería ese lugar de ensueño al que desean ir.

En plena canción, un grupo de hombres y de mujeres se comienzan a disfrazar de una versión pobre y cómica de los overlords y de los reyes.

Entre ellos, vemos a Charles. El cual se disfraza de Lilith. Y su hermana Miriam, que también decidió unirse a la fiesta, de Lucifer. Imitando sus andares y sus gestos en plan exagerado.

Tres hombres se vistieron de Vox, Valentino y Alastor. Utilizando unos arapos pobres e imitandolos en plan satírico. Uno de ellos, el que iba de Vox, utilizaba una escafandra cuadrada como cabeza. Y se ponía a danzar alrededor del tronco de un árbol. Imaginándose que era una barra de estriptis.

En cuanto a los otros dos, el que iba de Alastor llevaba puestas unas ramas de árbol sobre la cabeza (simulando ser una cornamenta), y su cara estaba tapada por una vieja máscara de ciervo con cara de mongolo. Vestía una túnica descolorida y descosida. Y mientras se ponía a dar saltitos como una niñita, de camino, le dio una palmada en el trasero al que iba disfrazado de Vox.

El que imitaba a Valentino llevaba puesto un sombrero de copa muy estropeado y una larga bata de andar por casa. Y mientras se agarraba el paquete de cachondeo, se ponía a fingir fumarse una pipa (que en realidad era un palillo chino que pilló del suelo), y a lanzarles besos a las mujeres que lo miraban. Con una mueca burlona. Diciendo de broma:

- Mirad qué perra me siento... Soy pervertido y me gusta el hentai...

Entre tanto, el resto del grupo seguía canturreando.

PLEBEYOS
La la la la "The paradise"

"The paradise"

La la la la "The paradise"

"The paradise"

Tras un descontrolado baile sin sentido, todos se sentaron a la vez en unos bancos medio rotos y oxidados que había por ahí. Y siguieron cantando.

MIMZY Y CHERRI
Allí eres libre y tienes orgullo

GRUPO DE HOMBRES
Si no haces actos impuros...

MIMZY Y CHERRI
Libre de ser lo que elijas

GRUPO DE HOMBRES
Libre para ser un santurrón...

CHARLES
No hay blasfemia en el paraíso
El crimen no existe en el paraíso
Luz y esplendor hay en el paraíso

CHERRI
Por eso odio el puto infierno...

Todos se levantan de golpe y se dirigen a otra parte del pueblo. Sin salir de él.

CHARLES
A ese hotel debemos de llegar

MIMZY Y CHERRI
Sé un barco que te puede llevar...

(toman un palo del suelo y se ponen a imitar a los ángeles exterminadores) (amenazando en plan broma a Charles con dicho palo, que simulaba ser una lanza)

MIMZY Y CHERRI
Adiós...

CHARLES
Aja... Todos allí darán mucha alegría

MIMZY
Pero allí un ciervo vigila... (señala al que va disfrazado de Alastor, el cual le termina sacando la lengua)

PLEBEYOS
Oooooh....

Acto seguido, se ponen todos a taconear en el suelo. Del mismo modo, Cherri, en lo alto de un tejado al que se acababa de subirse, para hacer la gracia, se puso a imitar a un perrito (supuestamente estaba haciendo burlas a uno de los overlords, el cual era de apariencia canina). Sacando la lengua afuera. Y de golpe, aprovechando que había gente ahí abajo, se tiró de espaldas pegando un grito. Y los plebeyos la lograron pillar al vuelo. Exclamando con ilusión un fuerte:

¡OLE!

A partir de ahí, el número de baile se intensificó más y más. Algunos danzaban sobre las chabolas. Otros alrededor de la calle. Unos con otros. Sin importar el jaleo que estuvieran montando. Se habían ido demasiado arriba.

MIMZY
¡Vamos!  ¡Vamos!  ¡Vamos!  ¡Vamos!

La felicidad en aquel lugar era desbordante. Como si hubieran olvidado todo por cuanto estaban sufriendo. Y se lo estaban pasando tan bien que incluso se les había olvidado que tenían que dirigirse a la ciudad a trabajar.

El impresionante número de baile finalizó con todos alzando las manos al aire de forma coordinada. Gritando al mismo tiempo llenos de entusiasmo:

¡YEAH!

Sin embargo, antes de que pudieran continuar con el buen rollo y aplaudirse unos a otros por lo excelente que les había salido esa danza musical espontánea...