Capitulo 41 - Ven conmigo
Advertencia: contenido repulsivo (+18)
Justo cuando Charlie se marchó llorando al hotel Hazbin, Devilon fue alejado de ella por alguien que lo agarró por detrás y lo arrastró hacia un callejón oscuro muy apartado de donde estaban las personas que miraban los televisores del escaparate.
Con lo cual, nadie pudo verle.
Tras haber sido ocultado en el interior del oscuro lugar, el sujeto que lo acababa de secuestrar le hizo darse la vuelta. Y Devilon, a pesar de la poca luz, pudo ver perfectamente la silueta de la persona que lo había alejado de su amiga.
No podía creerselo. Se trataba nada más y nada menos que de Octavia.
- ¿Via...? - murmuró estupefacto - Qué... ¿Qué haces aquí?
Esta, frunciendo el ceño, gesto que él no entendió, le gruñó:
- Mejor dicho... ¿Qué hacías tú con esa rubia de bote?
Este, sin saber por qué le molestaba tanto que estuviera con Charlie, le contestó con mucha sinceridad:
- He aceptado la redención...
Tras lo que dijo, la joven se quedó boquiabierta.
- Que... ¿Que has aceptado qué?
- Vi su anuncio en una pancarta de la calle... - le fue explicando con lentas palabras - Aparte de eso... Me salvó la vida tras un grave accidente que tuve... Y se lo debo...
Eso lo desconocía Octavia. No sabía que hubiera sufrido un accidente mortal.
- Pe... Pero... - sacudió la cabeza - ¿¡Por qué te vas a someter a esa puta mierda que no sirve para nada!? ¿¡Estás loco!?
- Octavia...
Esta le asestó furiosa un empujón que al poco estuvo de hacerle caer para atrás.
- ¡Eres un idiota! - sus ojos se llenaron de lágrimas - ¿¡Pretendes dejarme sola otra vez!? ¿¡Tú sabes lo mucho que te he esperado todo este tiempo a que me llamaras o dieras una señal de vida!?
El muchacho se puso cabizbajo. Sin saber de qué manera responder a su querida amiga. Pues estaba en lo cierto.
- ¡Además, sé que me mientes! - musitó con rabia - ¡Sé lo de tu tapadera! ¡Eso de que eres un guerrero que lucha con la resistencia! ¡Lo descubrí gracias a que Blitzo me lo soltó el otro día cuando quedó con mi padre...!
- "Oh... Mierda..." - dijo para sus adentros éste tras escucharla decir eso - "Blitz... Yo te mato..."
- ¿¡Por qué me engañas, Devilon!? - le continuó reprochando - ¿¡Es que acaso no te gusto como amiga!? ¿¡Te he dejado de caer bien!?
Este alzó la cabeza y la miró por unos instantes. A pesar de que estaba muy enfadada, no pudo evitar suspirar por su hermosura. Estaba tan enamorado de ella...
Pero tenía razón. A causa de su trabajo como rebelde en la resistencia, no pudo hablar con ella. Y lo de querer redimirse ya fue el colmo de los colmos.
El caso era que él quería proponerle que se fuera con él al hotel Hazbin para que se uniera a la redención. Pero ya iba demasiado tarde.
- ¡Devilon! - lo agarró del traje - ¡Contesta a mi pregunta, joder...!
Este la observó detenidamente. Pareciendo culpable por su comportamiento hacia ella.
Pero al momento, volvió a sentir en su interior el deseo amoroso que sólo despertaba cuando la veía a ella.
Entonces, dejándose llevar por sus sentimientos, posó sus manos sobre las mejillas de Octavia. Haciendo que esta abriera los ojos de par en par. Perdiendo sus argumentos.
Y la fue acercando lentamente hacia él.
Le dio un largo beso en los labios. Beso que para él fue eterno. Por un segundo creyó que estaba soñando. Pero no era así. Había logrado lo que durante casi dieciocho años no se atrevió a hacer. Había besado a la mujer que más quería en el mundo.
Tras el beso, Devilon se dio cuenta de que la cara de Octavia, colorada y roja como un tomate, mostraba estupefacción e incredulidad. Pareció haberse olvidado de su tremendo enfado.
La culpabilidad, al poco tiempo, nubló la mente del joven. ¿Pero en qué estaba pensando? ¿Cómo ha podido hacer esa acción tan grosera?
Entonces, intentando parecer seguro, con mucha vergüenza, le dijo a esta:
- Ah... Lo siento. Yo... Yo no quise... Eh... No pretendía... - estaba quedando como un estúpido - Mis emociones me dejaron llevar y... Eh... Esto... Yo...
Pero para su sorpresa, Octavia lo agarró con fuerza. Y acto seguido, lo estampó contra la pared. Cerca de unos contenedores que había allí instalados.
Estaba claro que a ella le había molestado que hiciera eso. Era algo obvio.
Sin embargo, la chica hizo algo que Devilon no se esperó para nada.
Se acercó hacia él. Y volviéndolo a agarrar el traje, pegando su cuerpo contra el suyo, le susurró sonrojada:
- Hablas demasiado...
Y lo besó apasionadamente. De tal manera que Devilon, sorprendido por lo que había hecho, comprendiera que le había gustado el que la besara así de sopetón. Entonces, dejándose llevar por sus sentimientos, le siguió la corriente. Muy enamorado.
Se dieron un abrazo caliente. Mientras se daban caricias el uno al otro. Sintiendo cómo sus lenguas jugaban en el interior de sus bocas.
Eran incapaces de detener sus pasiones. Por fin el día en el que se expresarían sus sentimientos el uno al otro había llegado. Y eso para Octavia fue como una ilusión. Uno de esos sueños que tenía por las noches. Soltandose con Devilon y que se la llevaba lejos de su horrible hogar. Guiandola a un mundo de paz y felicidad.
Tras un rato de besuqueo incansable, por fin lograron aguantar el deseo de continuar. Soltando un suspiro. Muy enamorados.
Entonces, aprovechando la ocasión, Devilon, acariciándole la cara a su querida amiga, le susurró:
- Ven conmigo...
- Eh... - esta volvió a su estado normal. Intentando no caer en el enpanamiento en el que casi estaba por el beso - ¿Qué?
- Únete a la redención junto a mí... - posa su frente contra la de ella - Huyamos de este mundo hostil al que estamos sometidos a vivir... - trató de darle un beso. Pero al final no lo hizo - Y encontremos un lugar mejor donde seamos felices...
Sus palabras dejaron confundida a Octavia.
El caso era que no era mala idea lo que le decía. Ella también estaba harta de vivir en el infierno. Lleno de gente cruel y despiadada. Además de que cada día aguantaba menos a su padre. Pues por culpa de su infidelidad hacia su madre, está rompiendo a la familia.
Todo su dolor era por su culpa. Y si Stella en su momento deseó matarlo por algo sería. No era más que un egoísta inaguantable. Aunque también ella no debería de escoger la opción de asesinato como único fin. Eso tampoco era lo correcto.
Ya no quería formar parte de ese grupo. Sólo buscaba sentirse bien en otro lugar. Y ese lugar posiblemente lo encontraría con Devilon. La única persona con la que se sentía más viva que nunca.
- Devi... - murmuró fascinada - Yo...
Se dieron un repentino abrazo fuerte. Sintiendo muchas cosas en esos momentos. Sin saber qué sería de ellos en un futuro si seguían los caminos que habían escogido atravesar.
Entonces, Devilon, aliviado por haber logrado estar de nuevo con Octavia y a su vez preocupado por la elección de ella, le susurró:
- Te quiero...
Y esta, sin soltarle todavía, aferrándose a él con mucha ternura, le contestó:
- Yo también te...
Sin embargo, de pronto, resonaron fuera del callejón unas voces familiares que se iban aproximando.
- Ay, Blitz... Me gusta tanto cuando te pones en plan asesino sensual cada vez que pasas a la acción...
- Argh... ¡Guardate eso para tí, cursi...! ¡Si me acuesto contigo es para conseguir mis objetivos!
Los dos enamorados, sabiendo quienes eran, aterrados, dieron un paso atrás. A la vez que murmuraban a la vez:
- Mierda... Mi padre...
Las sombras de ambos demonios se iban haciendo más grandes conforme se acercaban. Se dirigían hacia allí.
Devilon, temiendo que los pillaran, agarró a Octavia del brazo y le dijo:
- Por aquí...
Corrieron adentrándose más en el interior del oscuro callejón. Hasta que giraron a un pequeño portero destartalado instalado en una de las caras de los edificios que constituían el camino estrecho.
Rápidamente, el muchacho abrió la puerta sin ningún problema y se metieron en ella.
Tras estar los dos escondidos, dejaron un momento la puerta entornada para poder escuchar de lo que hablaban la pareja.
- Te quiero...
- ¡Me repugnas...!
- Ay... Eres tan adorable...
- ¡El sexo entre nosotros fue hace apenas veinte minutos! ¿¡Y aún sigues empalmado, idiota!?
- Es lo que pasa cuando te acuestas con demonios tiernos como tú...
- Argh... Vete a la mierda...
Los dos jóvenes, intentando aguantar la risa, se quedaron ahí muy atentos escuchandolos. Intentando que no los vieran si pasaban cerca de donde estaban.
- Por cierto... Tengo una deuda pendiente por parte de un cliente muy rico que me ha pedido que me ocupe de alguien...
- Uh... ¿Y quién es el que te lo ha pedido? No vaya a ser que me tenga que poner celoso...
- Arf... Es un overlord...
Eso último pareció sorprender bastante a Stolas. Pues su voz pasó de sensual a normal.
- ¿Cómo has dicho?
Blitzo carraspeó un momento. Sintiéndose un poco culpable por haberle contado eso. Y continuó con menos nervios. Sabiendo que Stolas no sería capaz de decírselo a nadie si le ofrecía más clases de pasión.
- Un demonio de alta clase... No puedo decirte su nombre porque él mismo me comentó que si se me ocurría decírselo a alguien me abriría en canal y se haría un bocadillo con mis tripas...
- Ummmm... Ya... ¿Y la víctima de quién se trata?
- Tampoco puedo decirte cómo se llama. Ese loco también me lo prohibió...
- Entiendo...
- Y encima, lo más raro es que me ha repetido por activa y por pasiva que no debo de matar a la víctima. Sino secuestrarla y llevarla a un lugar que luego me indicará por walky talky...
- Vaya... Eso es una novedad para tí... ¿Y por qué aceptas esa chorrada?
- Porque lo positivo de todo ésto es que, si hago bien mi trabajo y cumplo con esa mierda, me pagará muy bien...
- ¡Oh...! ¡Qué suerte tienes siempre, mi querido amante...!
- Argh... Cállate...
Devilon y Octavia parecieron sorprendidos por lo que acababa de decir el mercenario. ¿Que un overlord le había contratado para que prendiera a alguien? ¿Pero de quién se trataría?
Octavia creyó por un momento que eso sería cosa de su madre. Y que la víctima era su padre. Devilon pensó que se trataría de Vox o de Valentino. Que pretendían acabar con Charlie y su proyecto de redimir a los demonios.
Ambas teorías podrían ser ciertas. ¿Pero cuáles de ellas sería la verdadera?
Los pasos de Blitzo y Stolas se iban acercando más y más hacia ellos. A saber para qué habían ido allí, se preguntó la pareja. Hasta que una última frase de éstos les resolvió la duda.
- Bueno, Blitz... ¿Éste va a ser nuestro rinconcito de amor? Estoy deseando que me la chupes...
- ¡Cierra el pico, maldita loca de mierda!
Dicho y hecho, el demonio búho se apoyó a la pared frente a la puerta donde estaban escondidos los dos adolescentes. Los cuales no pudieron evitar sentirse impactados por lo que iba a suceder. Aunque lo único que estaban viendo eran sus sombras.
Blitzo, gruñendo con mala gana, se arrodilló hacia su odioso amante. Y muy lentamente, le fue bajando sus negras mallas.
- Joder... - murmuró Devilon. Sin ser capaz de apartar la vista. Parecía eso un espectáculo de sombras chinescas para viejos verdes.
Lo que sucedió seguidamente hizo que la joven pareja se quedara paralizada. Sin saber qué hacer. Ni cómo escapar de ahí para evitar verlo.
La cabeza del mercenario se hundió en la entrepierna del dichoso overlord. Y tras esa acción, comenzó a ascender y a descender flexionando las rodillas. Apoyando sus brazos contra la pared. Dando pie a que Stolas, excitado, soltara exagerados gemidos de placer. Como una auténtica nena.
- ¡Ah...! ¡Ah! ¡Blitz...! - agarró la cabeza de su amante. Pegándola más contra él fuertemente - Aaaah...
Ante lo que estaba presenciando ante sus ojos, a Octavia se le escapó un grito de repugnancia. El cual rebotó por todo el callejón hasta llegar a los oídos de los dos guarretes.
La sombra de Blitzo alzó la cabeza en estado de alerta. Con la boca llena de plumas y de blanco semen. Murmurando acto seguido (arrastrando las palabras):
- ¿Qué ha sido eso?
La joven, asustada, se tapó la boca. La habían oído.
Stolas, molesto por que le cortaran el rollo, mirando para todos lados muy atento, con sus ojos rojos resplandecientes, dijo:
- Será un gato... A lo mejor...
Se produjo un silencio en el lugar tras las palabras del demonio búho. Ya no se escuchaban pasos. Ni tampoco voces. Sólo el silbido de la brisa que atravesaba el callejón con suavidad. Fue algo muy extraño...
¿Se habrían largado o es que acababa de suceder algo ahí fuera que ellos desconocían y no se habían enterado? A lo mejor acababa de aparecer el overlord del que hablaba Blitzo y lo había pillado hablando de él a sus espaldas.
Devilon y Octavia, sin decir palabra, se quedaron quietos y en silencio. Observando a través de la puerta entornada si se acercaba alguno de los dos o no.
Pero tras pasar unos treinta segundos sin obtener ningún sonido de la silenciosa calle, comprendieron entonces que a lo mejor se habían largado al oír el chillido de la chica. Pensando que alguien los estaría espiando. O simplemente se habían asustado y habían huido de allí.
Así que, con cuidado, fueron abriendo la puerta poco a poco. Esperándose que no se tratara de alguna trampa para dar con el intruso.
Octavia se agarró con fuerza al brazo de Devilon. Temiendo de que de repente apareciera su padre de la nada y la descubriera en compañía de su mejor amigo.
El chico pareció notar su miedo. Por lo que, girándose para verla, sin soltar el pomo de la puerta medio abierta, le regaló una sonrisa tranquilizadora y le dijo por bajo:
- Descuida, Via... Todo saldrá bi...
Pero de repente, alguien desde fuera pegó un tirón a la puerta. Arrancándola de cuajo de la pared. Acompañada del chirrido de la madera al romperse. Y Devilon habría salido volando al exterior de no haber sido porque la muchacha lo tenía sujeto.
Tras aquella sorpresa de aúpa, los dos soltaron una exclamación. Abrazándose el uno al otro. Esperándose lo peor. Temiendo que ese par de idiotas los hubieran descubierto. Dejándolos como unos torpedos.
Y así fue.
Blitzo tenía la puerta medio desquebrajada entre sus dos manos. Por encima de su cabeza. Y Stolas estaba a su lado. Mirando la escena con los ojos muy abiertos y penetrantes. Llenos de odio y de estupefacción a la vez. Poniendo una mueca de ira en su cara.
La pareja de adolescentes se quedó de piedra ante ellos. Sin saber cómo reaccionar o de qué forma convencerlos para que comprendieran que todo era un malentendido. No tenían argumentos para lo que se les venía encima.
Tras unos segundos de tensos intercambios de miradas incómodas, Devilon fue el primero en hablar.
- Ho... Hola...
Nada más escucharle, su padre adoptivo, sonriendo con falsedad, cosa que al chico puso más nervioso, le contestó:
- Pues hola... A tí también...
Lo siguiente que sucedió fue tan rápido que ni Devilon fue capaz de retenerlo todo en una vez.
Primero Stolas pegó un grito de guerra. Luego lo agarró por el cuello y lo arrastró hacia fuera. Y para su asombro, Blitz no hizo nada por ayudarle. Lo único que hizo fue acercarse a Octavia y retenerla para que no se moviera. Pues ella estaba tratando de ir a parar la acción de su enfadado padre.
Después, el demonio búho, chillando cientos de palabras malsonantes que ni la propia Loona sería capaz de decir, levantó al chico del suelo y lo voleó en el aire con tanta fuerza que, tras salir disparado hacia el cielo, por poco estuvo de rozar los límites entre el paraíso y el infierno.
Y se hubiera estampado contra el suelo si no hubiera sido porque su hermano Henry apareció por casualidad a salvarle de la caída mortal. Tomándolo entre sus brazos y llevándoselo volando en dirección a la azotea del hotel Hazbin.
Cuando llegaron, nada más dejarlo en el suelo, el demonio alado, con su tono afeminado de siempre, le preguntó sin parecer alterado:
- ¿Pero en qué lío te has metido ahora, Devi?
Este, caminando como un pato mareado por las vueltas de campana que dio en el aire, sin mirarle a la cara, le contestó con voz débil:
- Stolas me ha pillado con Vía... - frunce el ceño - Y yo le he pillado a él teniendo sexo oral con Blitz...
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