Blitzo y Loona, debido a los ataques que hubo en la ciudad la noche anterior y que ellos se pelearon a muerte con grandes cargos de los overlords, terminaron en la cárcel. En donde más adelante, si no venía nadie a recogerlos tras pasar al menos diez minutos, los llevarían con el resto de prisioneros para la crucifixión. Y eso era el castigo que menos deseaban en esos momentos.

Devilon, en compañía de Verosika y la pandilla de esta, también se encontraban con ellos dentro de la celda. La causa por la que los encerraron a ellos también fue porque realizaron una orgia general durante la fiesta que estuvieron celebrando en el jardín del club erótico de Valentino. Y como se les fue demasiado de las manos, tuvieron que intervenir los guardias de seguridad. Entonces llamaron a la policía y se los llevaron para que dejaran de dar problemas a los clientes.

Se habían metido todos en un buen lío.

Por suerte, hubo un tipo bastante listo, un amigo muy cercano a ellos, que fue a recogerlos antes de que se agotara el tiempo de espera.

Ese personaje no era nada más y nada menos que el hermano mayor de Devilon. Cuyo nombre era "Hot Dick" (aunque todos preferían llamarlo como Henry a secas, su nombre de nacimiento). Su aspecto físico es similar al de una mujer. Ya que se trata de un demonio transexual. Y su mote artístico un tanto extraño se debe a que formó parte de un club de estriptis en el pasado. El cual terminó dejando por su hermano y por malos tratos por parte de su jefe.

Es bastante alto y esbelto. Sus cabellos son largos y blancos. Tiene dos cuernos pequeños de color morado sobre la cabeza. Sus ojos son azules de tono oscuro. Sus pechos (al tener prótesis), son bastante acentuados. Incluso más que los de Angel Dust. De ahí a que ambos (quienes se conocían de antes), no se llevaran bien por lo presumidos que eran.

Además, cabe incluir que es una raza de demonio alado. En su espalda arrastraba unas enormes alas de plumas blancas similares a las de un ángel. Lo cual hacía que muchos pensaran en que se trataba de una criatura celestial. Pero en realidad era así porque su mezcla animal era la de un cisne. Y el caso era que no lo parecía. Pues de esa ave sólo destacaban sus alas. Carecía de pico, de cuello alto y de patas palmeadas. Todos sus demás rasgos eran parecidos a los de un humano*.

*Para que os hagáis una idea... Su forma afeminada es similar a la del personaje Rayla de la serie "El príncipe dragón".

En fin. Por donde iba. Que Henry, sabiendo lo que les había ocurrido a éstos (porque se había enterado gracias a los medios de comunicación), llegó corriendo a la prisión para evitar que los mataran. Con cara de enfadado y con algo, que parecía ser una libreta arrugada, entre las manos.

Cuando encontró la celda donde se encontraban éstos, sentándose frente a ellos sobre un banco que había allí, sin dejar de echarse su larga melena para atrás en plan orgulloso, les gritó así sin más:

- ¿¡Ésto qué coño es!?

Y les enseña lo que en realidad tenía en sus manos. Un periódico en cuya primera plana salía la imagen de Blitzo, Devilon y Verosika semi desnudos. Participando en una especie de orgia general con otra gente. Acompañada de un titular que rezaba en mayúsculas: "Tres perras muy perras encarceladas por vicio".

Tras verlo, Blitzo, sin importarle lo que había pasado aquella noche, le comentó en plan vacilón:

- Cosas de amigos, hijo mío... - le sonríe - Es el precio de la fama...

- ¡Ésto es un cagarro! - le chilló éste. Golpeando los barrotes de la celda y sobresaltandolos a los tres - ¡Tenéis suerte de que me haya enterado de vuestra travesura a tiempo...! ¡Porque si no, os crucificarían ahora mismo! - frunce el ceño y fulmina a Blitzo con la mirada - ¡Y no vuelvas a mencionarme con la palabra "hijo mío..."! ¿¡Estamos!? - acto seguido, se gira a Devilon. Quien estaba cabizbajo por su presencia - En cuanto a tí, chaval... Ya hablaremos después... - vuelve a mirar al despreocupado mercenario - De no haber sido por mí... - señala detrás de él a los demás prisioneros del resto de las celdas - De seguro que hubieseis acabado como el mismísimo Jesucristo...

Sin saber por qué, Blitzo estuvo a punto de echarse a reír por el comentario del afeminado demonio. Sin embargo, Loona, comprendiendo que el muchacho iba en serio y que si dejaba que siguiera cachondesndose empeoraría la situación, con fuerza, le propinó un pisotón en el pie que por poco le hizo pegar un grito. Dejándolo con cara de espanto.

Henry, tras verle, creyendo que se estaba asustando por sus palabras, murmuró seriamente:

- Ya sé que es un marrón, chicos... Pero tranquilos. Saldréis de esta...

Un guardia se presentó al poco rato para darles libertad provisional.

Verosika y los suyos también fueron sacados de allí por compasión del bueno de Henry. Y se marcharon a la calle para regresar a casa.

En cuanto a Devilon y los dos mercenarios, se dirigieron a la empresa IMP. En compañía del alado demonio. El cual tenía pensado regañarles en cuanto entraran a su "humilde" hogar.

En cuanto salieron del edificio de la policía, Henry, sin saber el motivo del por qué Loona fue encarcelada también con los demás, le preguntó a esta curioso:

- ¿Y a tí por qué te han encerrado?

- Me oriné en la cara de un overlord... - le contestó en plan pasota. Con mucha tranquilidad. Como siempre - Un hijo puta...

*
Angel Dust, aprovechando que Charlie se había largado a lloriquear por ahí y que tanto Vaggie como Nifty habían tomado la opción de irse al hotel las dos solas, decidió darse un voltio por la ciudad. A hacer de las suyas.

Tenía pensado ir a buscar a Cherri Bomb. Su mejor amiga. Para haber si se encontraba por ahí metiéndose con Sir Pentius o con otro demonio molesto de por ahí. Como muchas otras veces.

Estaba harto de que no pudiera hacer lo que quisiera por culpa de las órdenes de la princesa que imponía en ese apestoso antro. Tenía ganas de pasarselo bien. Así que no aguantaba más. Se sentía más que decidido ese día de llevar a cabo cualquier travesura vandálica.

Muy feliz, sabiendo que nadie podría pararle los pies, se lanzó a la calle dando saltos y correteando. Como una niñita alegre que brincaba por el campo. Libre de cualquier norma.

Sin embargo, apenas se había adentrado en la ciudad para dar con su querida amiga, la cual seguramente no andaría muy lejos, cuando algo le hizo tropezar en el camino.

Cayó de bruces contra el asfalto de la acera. Golpeándose la frente y ambos codos.

Muy molesto, dando a entender que alguien le había puesto la zancadilla, pues su carrera la estaba haciendo al lado de la carretera, incorporándose rápidamente, poniendo cara de enrrabiado, gruñó:

- ¿¡Pero de qué coño vas, hijo de la grandísima...!?

Pero apenas estuvo de acabar su frase, cuando sus ojos dieron con el supuesto autor de su patosa caída.

Nada más verlo, estuvo a punto de levantarse y salir pitando de allí.

Era Valentino. Su jefe.

Acababa de aparcar su limusina justo enfrente de la acera en donde estaba tan animado paseando. Y supongo que nada más verlo, quiso parar sus pasos poniéndole la zancadilla. Pues su pierna, la cual sobresalía del asiento conductor del vehículo, estaba completamente extendida.

El proxeneta, satisfecho por la cara de espanto que se le quedó al pobre arácnido, regalándole una sonrisa macabra, le dijo con una voz sensual:

- Hola, ricura...

Acto seguido, extiende uno de sus alargados brazos y lo agarra de la muñeca con fuerza. Levantándolo del suelo y acercándolo a él.

Nada más tenerlo frente a su cara, Angel no supo cómo reaccionar.

Probablemente, lo que debería de haber hecho cualquiera en su misma situación hubiera sido pedir ayuda. O simplemente gritar como un loco. Pero eso no lo hizo. Sólo se quedó petrificado. Mirando a aquel tipo al que tanto temía. Hipnotizado por su fría mirada.

- ¿Qué...? - murmuró el malvado overlord. Viendo que no decía palabra el pobre - ¿De paseo?

Entonces, sin esperar respuesta, lo echó con fuerza para dentro de la limusina y después se metió él con prisa.

Al principio, Angel Dust trató de salir de ahí. Pegando alaridos y pidiendo ayuda con tal de que alguien fuera a rescatarlo. Sumido en la desesperación y el miedo. Pero Valentino logró inmovilizarlo con sus cuatro brazos. Atándolo de pies y manos con una cuerda que llevaba consigo y tapándole la boca con su mano derecha.

Y cuando hubo logrado que se quedara quieto, ordenó a su chófer, susurrándole al oído:

- Llévanos al "monte calavera..."

Entonces, cerró la puerta del vehículo dando un fuerte portazo. Y la limusina salió disparada de allí. Levantando el polvo a su paso.

Precisamente dio la casualidad de que, no muy lejos de donde acababa de suceder ese horrible secuestro, Millie y Moxie estaban paseando juntos para comprar "cosas" que Husk decía que necesitaba para la barra del bar (como whisky y esa clase de bebidas). Y por suerte, pudieron presenciar lo ocurrido. Pero no intervinieron porque le tenían mucho miedo a aquél overlord tan peligroso.

Tras ver cómo la limusina salía lanzada hacia la carretera, desapareciendo en la distancia, los dos enamorados se miraron impactados. Acababan de secuestrar a uno de los huéspedes del hotel.

¿Qué podían hacer para salvarlo?