Adhara

Aliadas. Tristeza. Cambio.

Ya hace tres días que los juegos comenzaron. Tres días en que los juegos habían avanzado peligrosamente. Hasta el momento solo quedamos vivos Tyler del Distrito 1, Simon del Distrito 2, Jessie del Distrito 5, Melissa y Lucas del Distrito 7, Dylan del Distrito 9, Peter del Distrito 10 y yo. 

Me encontraba caminando por el bosque en busca de cazar algo, cuando de pronto escucho pisadas a mi espalda y preparo mi arco dispuesta a atacar, pero, lo que vi me sorprendió.

-Hey Adha.-Me saludo con una ligera sonrisa

Tirada en el piso, con quemaduras en sus brazos y piernas, la ropa hecha ligeramente jirones y completamente sucia. Así se encontraba ella.

-Melissa-Susurre sorprendida para después correr a ayudarla.

Con cuidado, la cargue en su espalda mientras con sus manos sostenía su mochila y el arco. Comencé a caminar por el bosque, estaba cerca del lago, por lo que iría ahí.

-¿Por que me ayudas? ¿Estas consciente de que podría atacarte en este preciso instante?-Inquirió confundida 

Reí divertida.-En tu estado lo único que podrías hacer seria morir lentamente, deja de quejarte y acepta mi ayuda, no quiero matarte ni nada por el estilo.-Explique 

Llegamos al lago y la ayude a ingresar en el mientras limpiaba la suciedad de sus heridas.

-¿Como puedes sonreír de esa manera tan amable incluso en una situación como esta?-Me miro fijamente a los ojos y volví a sonreír

-Es algo extraño en mi pero, prefiero mantener mi actitud de siempre. Quiero seguir siendo yo misma incluso si puedo estar a punto de morir. No dire la misma tontería que muchos de los otros tributos dijeron: "No le temo a la muerte". Si le temo, en verdad que si, pero...simplemente es difícil de responder. Sólo quiero seguir siendo yo.-Trate de explicar y ella me sonrió

-Si nos hubiéramos conocido de otra forma, no cabe duda que serías mi mejor amiga, Adha.

-Y tu la mía, Mel.

El día paso relativamente tranquilo. Logre cazar algunos animales para que ambas comieramos y durante la noche, cubri la mayoría de su piel con hojas que encontré en el bosque, las cuales, estoy segura de que ayudan a curar heridas y a desinfectarlas .

-¿Te han enviado algo?-Me pregunto

-No-Negué con la cabeza- ¿Y a ti?

-Tampoco. Supongo que el que seamos las dos niñas más pequeñas significa que no sobreviviremos por lo que nadie debe desear patrocinados.-Suspiró pesadamente- Y yo que me esforce tanto por caer bien al publico-Se lamentó

-Yo sabía que no tendría apoyo.-Comenté mirando al cielo, acordándome a su lado

-¿Por que lo dices?-Fruncio el ceño confundida

-Mi mentor, Haymitch, me di cuenta que apoyaba a Jacob desde el principio, por lo que sin el, jamás obtendría patrocinadores, por lo que ya me había resignado a apañarmelas yo sola.-Explique

Ella se incorporó molesta -¡¿Y lo dices tan tranquila?! ¡Te abandonó! ¡También es tu mentor! ¡Debería apoyarte!-Exclamó molesta

-Y los tuyos a ti, pero las cosas no han sido de esa forma, sólo queda aceptarlas. -Ella suspiro y se volvió a acostar

-Tienes razon- Murmuró

Segundos después el cielo oscurecio por completo y apareció en este, los tributos muertos del día.

Adiós Jessie del Distrito 5 y Peter del Distrito 10.

Creímos que seria todo, hasta que el logotipo del Capitolio no desaparecía del cielo.

"Queridos tributos, todos necesitan algo desesperadamente, por lo que mañana por la mañana daremos un banquete para ustedes, felices juegos del hambre y que la suerte este siempre de su lado"

Mire a Melissa y ella fruncio el ceño.

-Se lo que estas pensando y créeme cuando te digo que lo que intentas es un suicidio. Estaré bien y si no es así...al fin y al cabo morire ya sea tarde o temprano

Le sonreí-No pretendía hacer nada, Mel. Duerme

Ambas nos recostamos en el suelo y cerramos los ojos. Más sin embargo, yo no me dormí, esperé toda la noche hasta que amaneciera, una vez que la luz del falso cielo comenzaba a salir, tome mi cuchillo favorito y corrí hacia la cornucopia.

De momento tenía dos ventajas: primero, los cuchillos aquí son más delgados que en el distrito, así que puedo lanzar con mayor comodidad. Segundo, estoy más cerca de la cornucopia.

Logre salir ilesa de buscar la medicina de Mel, el problema fue que no sabía en un principio que bolsa tomar, si la del 7 o la del 12. Al final tome ambas.

Lucas, si necesitabas algo, lo lamento.

Corrí hasta llegar donde Mel, quien ya estaba despierta y notablemente molesta.

-Ni pritindi hicir nidi, mil. Dirmi. ¡Pudiste haber muerto, estúpida!-Me gritó y reí levemente

Me senté frente a ella.-Eres la primer amiga que tengo, Mel. Tal vez no en las condiciones exactas, pero lo eres, no puedo permitir que mueras como si nada.-Explique.

Primero abrimos la mochila con el número 7, la cual contenía dos frascos grandes con pomada y muchas vendas. La otra mochila con el número 12 contenía un cinturón especial donde colocar todos mis cuchillos.

El resto del día fue bien, Melissa se curó rápidamente gracias a las pomadas. Al día siguiente comenzamos a caminar sin rumbo fijo, en un momento me distraje viendo unas bayas azules en el suelo cuando el grito de Melissa me sobresalto.

Corrí hasta encontrarla en el suelo con Dylan, el chico del 9 y Simon, el chico del 2 a un lado.

Rápidamente le lancé un cuchillo en el pecho al chico del 9, sono el cañón y supe que había muerto, el chico del dos me lanzó dos cuchillos de los cuales uno logró darme en el brazo y el otro lo esquive. Lance una daga directo a su corazón y le dio antes de que llegará hasta mi. El cañón volvió a sonar, demostrandome que estaba muerto.

Me acerqué corriendo hasta Melissa, quien me sonrió con sangre en los labios.

-Te quiero Adha, debes ganar. Mejor amiga.-Me sonrió con cariño

-Te quiero Mel, también eres mi mejor amiga.-Susurre a su oido y sus ojos se cerraron.

El cañón sono y lo supe.

Jamás volvería a ver a Mel.

Ahora si estaba sola en la arena.

Me recargue en un árbol y deje salir una lágrima de mi ojo (Gif).

Melissa.

Ya te extraño.