Muerte inoportuna
No sabría decir con precisión si era de día o de noche, pero como no había tantos guardias en la puerta supongo que es de noche.
Realmente estaba aterrada de estar aquí, SeongHwa se encargaba de hacerme la vida más imposible de lo que era luego de que sepa toda la verdad que él me contó. Estaba lastimada psicológica y físicamente, las pocas fuerzas que tenía se fueron a la mierda, me dolía gran parte del cuerpo desde que él me clavó ese cuchillo caliente en el estómago.
Pero de todas maneras no me sentía tan mal, al menos podía respirar y... no sabía si era bueno o malo, preferiría morir antes que vivir en esta miseria.
La puerta se abrió repentinamente y luego de cerró de la misma forma. SeongHwa estaba parado en frente mío y yo solo lo miraba. Sabía que él hacia todo esto por dolor, para llenar el corazón vacío y obtener felicidad por medio de la venganza. ¿Que cómo lo sé? Pues yo sentía lo mismo cuando la persona que más quería en el mundo fue llevada al manicomio y tristemente falleció a los pocos años, no poder verlo nunca me rompía tanto el corazón. Mis sueños se habían destruido por completo, mi padre era parte de ellos y al verlo tan vulnerable destrozaba mi alma.
SeongHwa sentía lo mismo, pero la venganza no era una solución a los problemas que los otros te hacían, y ambos lo sabíamos perfectamente.
Pero no podía tratarlo de mala manera, el solo era una persona con el corazón roto en este mundo y además iba en contra de mis morales.
—Buenas noches pequeña.
Se recostó en la pared y jugó con la daga dorada que estaba en la pared de su sala de "intercambio". Últimamente él hacía este tipo de cosas cuando no sabía que hacer, lo descubrí días atrás luego de que me mirara con atención y no hablara, algo así como un hábito.
—¿No hablaras? Y yo que venía a hacer las pases contigo —guardó su daga y se agachó para estar a mi altura, mirándome serio—. BoRa realmente estuve pensándolo y esto no esta bien...
—¿A que te refieres con hacer las pases? —lo miré atenta y sorprendida con sus palabras.
—Me lo haces difícil de esa forma —sonrió de una forma rara, no veía nada de intenciones malas en ella y me parece raro porque siempre venía para hacerme algo—. Pero cierto punto es que estoy cansado de todo esto. No quiero hacerte daño, siento que eres alguien importante para mí y si te veo asi destruida yo...
—¿Tú..? —incite atenta a sus palabras.
—¡No lo se! —se agarró bruscamente los cabellos de la frustración— ¿Por qué mi corazón se acelera cuando estoy cont-...
Dos toques en la puerta alertaron a SeongHwa quien se levantó y se dirigió a la puerta, dejándome con millones de dudas en la mente. El hombre de atrás le había dicho que tenía visitas, ¿a una cárcel? Esto debe ser algo raro.
Se disculpó conmigo diciendo que me vería más tarde, parecía que estaba furioso o enojado, cualquiera diría que escupía fuego por la boca si lo viera. Cerró la puerta con llave y me volvió a dejar aquí, sola en esta oscura y fría celda.
No entendía nada de lo que estaba pasando, ¿por qué no me quería hacer daño después de todo lo que hizo para atraer a SiYeon? Si no mal recuerdo dijo que era importante para él, ¡pero nada de esto tenía sentido! Si en primer lugar era importante para él, ¿por qué hizo todo esto? Se supone que a alguien importante lo cuidas y tratas a toda costa de protegerlo, pero él hizo todo lo contrario.
Al poco rato escucho a alguien correr cerca de mi celda, me quedé tratando de escuchar ese ruido pero en un solo segundo escuché un quejido y varias voces. Mi corazón dio un vuelco cuando alguien intentó abrir la puerta, dos, tres cuatro veces y no lo conseguía.
Entoces esas mismas voces lo volvieron a intentar, y lo consiguieron.
—¡BoRa!
Una voz muy conocida retumba por toda mi cabeza. Era YuNa y BeomGyu, ambos entraron corriendo para abrazarme rápidamente. BeomGyu con su hacha rompe todas las cadenas que me tienen prisionera, mientras que YuNa saca ropas de su mochila.
—Debes cambiarte rápido, no tenemos mucho tiempo.
Me ayuda a levantarme y vestirme ya que no me quedaban muchas fuerzas. Las lágrimas de felicidad bajaban por mis mejillas, todos ellos vinieron a rescatarme y a llevarme de vuelta a casa. Entonces todo este tiempo estaban planeando mi rescate, pensaba que se habían olvidado de mí... pero nunca fue así.
YuNa secó mis lágrimas rápidamente y me sonrió antes de tomar mi mano.
—Vamos a sacarte de esta pocilga cariño.
—¡Despejado! —avisó BeomGyu haciendo un gesto extraño con sus dedos.
Ella me arrastraba por los pasillos donde habían guardias derribados en el piso. La sangre estaba por las paredes, el suelo y en varias personas que se quejaban de dolor en el piso, odiaba toda esta cosa sangrienta que me daban ganas de vomitar.
Corriamos por muchos pasillos, por donde pasaba tenía que ver sangre desparramada por todos lados y me ponía demasiado mal al ver como la mayoría tenían sus organos fuera del cuerpo, como si alguien con enormes garras los haya atacado. Pero de pronto un bello aroma invadió mis fosas nasales, y cada paso que hacía se volvía más delicioso, algo así como una mezcla de chocolate y vainilla...
Esperen ese aroma me es familiar...
"¡AAAAAGH!"
Mi corazón se aceleró muchísimo al escucharla gritar, paré en seco para volver a escuchar ese grito y ver donde estaba ella. Quería verla aunque me cueste la vida, la necesitaba demasiado, al menos quería verla y saber que estaba bien.
—¡¿BoRa maldita sea que pasa?! —exclamó YuNa tomando mi mano bruscamente tratando de llevarme hacia adelante.
—¿No escuchaste eso? —frunció su ceño confundida y negó rápidamente— ¿No escuchaste a SiYeon gritar?
—No aquí no gritó nadie BoRa —dijo BeomGyu—. Vámonos rápido.
Tal vez haya sido una alucinación, hace días que no comía y lo más probable es que alucine por la falta de proteínas o qué sé yo. Corrimos hasta llegar a una gran puerta que daba a la salida, o eso suponía porque allí había luz.
Cuando por fín salimos respiré el aire fresco, estaba un poco agitada debido a correr, casi me quedaba sin aire de no ser por que paré antes. YooHyeon y JiMin vinieron corriendo, al verlas a mis dos grandes amigas me ponía más felíz que ver la luz del día otra vez.
Todos nos dimos un gran abrazo, había muchas lágrimas entre todos nosotros porque nos pudimos reencontrar otra vez, como si fuéramos una gran familia.
Pero yo no quería quedarme aquí, yo quería verla especialmente a ella.
Se pusieron a hablar entre ellos, cada vez me iba para atrás hasta estar detrás de su charla y cuando no me prestaron más atención decidí volver a entrar a este gran y viejo edificio a buscar a SiYeon.
—¿BoRa no crees qu... —dijo YooHyeon volteando hacia el lugar donde estaba antes.
—¿Dónde se fue? —JiMin preguntó buscandome por todos lados. Todos miraron hacia la entrada del lugar.
—Oh no...
Corría y corría, el aroma a ella se volvía más fuerte hasta que llegué a una gran puerta donde a su lado se encontraba HoSeok, me alegraba verlo pero no era mi mayor prioridad.
"SeongHwa..."
Tenía que hacer algo para distraerlo y entrar allí donde estaba SiYeon, se me aceleraba el corazón al imaginarme su presencia a mi lado. Busqué por todos lados algo para poder distraer a HoSeok, a lo lejos vi un matafuegos así que sin más lo tomé y me acerqué con precaución hacia él, haciendo el menor ruido posible. Lo siento querido maestro, pero necesito a SiYeon en estos instantes y haré todo lo posible por verla aunque me cueste la libertad.
Él cayó en el suelo junto con el matafuegos que tiré a su lado. Entré a la enorme habitación y con precaución me escondí debajo del escritorio cercano a la entrada. Ellos estaban peleando, ambos estaban cansados pero SiYeon lo estaba peor porque tenía moretones, sangre por todos lados y su brazo roto, debe dolor muchísimo estar en su lugar.
No me gustaba verla así tan lastimada peleando con su propio hermano, pero tampoco sabía de que lado estar. Me rompía el corazón verlos asi a los dos cuando ambos podrían darse la mano y hacer las pases.
—¡No voy a dejar que vuelvas a hacerle daño, SeongHwa! —dijo SiYeon y mi corazón dió un vuelco al volver a escucharla, su voz sigue siendo hermosa.
—Yo jamás lo habría hecho si tu no te hubieras cruzado en mi camino SiYeon. Tú nunca sabrás como me sentí...
—Eras un imbécil, ¡tu solo entrenaste para tener el poder y no por orgullo de la familia! —se acercó a el tratando de darle un puñetazo pero SeongHwa lo esquivó rápidamente— ¡Maldito egoísta!
—¡Te equivocas! —exclamó furioso tomando a SiYeon de la camisa y estrellandola contra la pared de una patada— ¡Papá me había confiado el liderazgo con su vida! Entrené días y noches para volverme un alfa digno de liderar una manada pero luego...
SiYeon se levantó entre los escombros y encestó un puñetazo en el mentón a SeongHwa, parecía no haberle afectado porque tomó la muñeca de SiYeon y le dio una patada en el abdomen, sacándole sangre de la boca. No me gustaba verla así pero no era mi pelea y entrometerme sería de vagos, pero ella estaba sufriendo... no sabía que hacer.
—Apareciste tú —la tomó del cuello mientras se estaba recomponiendo y la alzó por los aires—. ¡Tú y tu maldita existencia me llevaron a hacer esto! —la lanzó contra la escalera de metal, haciendo que SiYeon suelte un gemido de dolor— Te odio... ¡te odio por ser mucho mejor que yo Lee SiYeon! —la soltó bruscamente y le encestó un rodillazo en el mentón para luego lanzarla hacia la entrada— Pero no dejaré que vuelvas a vencerme en todo, soy más fuerte que tú pequeña.
SiYeon trataba de levantarse pero se le dificultaba con un brazo roto y al menos todo el cuerpo hecho pedazos. SeongHwa cada vez se acercaba a ella para darle el golpe final, y ahí es cuando salí de mi escondite para ponerme entre los dos. No quería que haya guerra entre ellos, quería paz, y si me va a costar la vida intentarlo pues bienvenida sea la muerte para que se la lleve porque haré que estos dos hermanos vuelvan a ser como antes, unidos.
—B-BoRa.... ¿qué haces a-aquí? —dijo SiYeon tosiendo sangre, le costaba hablar por todos los golpes que recibió.
—Vengo a calmar su batalla... —suspiré tragando el nudo que se había formado en mi garganta al observar a SiYeon tan destruida por mi culpa, no me lo iba a perdonar jamás. Giré para encarar a SeongHwa, tenia el labio roto y por su nariz brotaba sangre— SeongHwa...
—BoRa no...
Me acerqué a él y le di un abrazo tímidamente, sintiendo como sus músculos se relajaban con el paso de los segundos. No esperaba que me corresponda el abrazo, pero quería que sepa que alguien más pasó todo lo que él sufrió. Todos nuestros sueños mueren algún día, pero tenemos que seguir adelante y superarlo, hacer nuevos sueños, porque si nos aferramos a algo nos terminará afectando y quizá lleve a nuestra muerte si es grave... por eso aún sigo con vida desde que mi padre murió, porque lo pude superar y seguir con mi camino, con nuevas esperanzas y sueños que cumplir.
—Yo te entiendo SeongHwa... sé lo que se siente que tus sueños se rompan, sentirte sin salida y muchas veces el corazón no late como antes luego de que haya sido destruido. Pero debes superarlo como todas las personas, como yo... —le susurré para tomarlo de los hombros y que darle una sonrisa, podía sentir las lágrimas en mis mejillas pero eso no importaba ahora— ¿Podrías hacerlo por mí? ¿Por favor?
—¡BoRa alejate de él es una orden! —dijo HoSeok desde atrás, el efecto desmayo ya había pasado y por su tono de voz estaba muy enojado.
—Princesa... alejate de él por favor...
Los ignoré completamente y me concentro en SeongHwa, sus lágrimas no tardaron en salir pero se dio cuenta de eso y su sonrisa se borró al instante al observar a SiYeon molesta. Me extrañaba tanto su comportamiento, pensé que iba a entender pero no... él realmente quería cobrar su venganza.
Bruscamente me giró y me amenazó poniendo la misma daga de la sala de tortura, la dorada con inscripciones extrañas. Trate de salir pero me era imposible, observé a SiYeon quien empezó a salirse de control y estar más aterrada que yo en este momento.
—SeongHwa déjala libre, esta es nuestra batalla no la involucres a BoRa en esto —alzó las manos para intentar calmarlo, con cada paso que daba hacia adelante SeongHwa apretaba la daga en mi garganta, podía sentir un pequeño dolor en esa parte y me di cuenta que estaba a su punto máximo.
—Si das un paso más voy a desgarrarle la garganta —mencionó algo ¿asustado?...
—SeongHwa te pido por favor que sueltes a BoRa y lo resolvemos entre nosotros dos, no hay necesidad de incluirla en esto.
—¿No hay necesidad de incluirla? Si la mato a ella te mato a ti, fin de la discusión.
—SeongHwa no lo hagas te lo suplico, haré todo lo que quieras pero déjala libre —estaba comenzando a asustarnos a ambas, no quería morir pero si eso estaba en el destino no soy nadie para impedirlo.
—¿Qué harás SiYeon? ¿Arreglar lo que ya esta roto? —rio sin gracia— Las cicatrices no sanan cariño.
—Pero las heridas sí.
—¡Las heridas cicatrizan! Pero la tuya no lo hará pronto —me señaló con el mentón—. Hasta entonces cobraré mi venganza y cuando la mate tu también morirás, un dos por uno fácil.
—Seongie... hazlo por tu hermana Singnie... —habló con ternura, SeongHwa aflojó su agarre por unos segundos, tenía la guardia baja.
—Por Singnie... no, ¡no! —volvió a apretar el agarre— ¡Terminemos con esto de una vez por todas!
—SeongHwa te lo suplico... sueltala y si quieres matarme hazlo ¡pero déjala a ella a salvo! —comenzó a sollozar.
—No sería divertido si te mato ahora, pero si ella muere tu sufriras lentamente como yo todos estos años, una tregua de dolor, eso si sería muy divertido.
—SeongHwa... no lo hagas...
El nombrado se acercó a mi oreja y me susurró.
—No...
—Piensa en cosas bonitas para ir al cielo ¿si?
—¡No!...
Lo último que pude ver era como SeongHwa pasaba la daga por mi cuello, los gritos de SiYeon se hacían cada vez menos audibles hasta que un pitido acabó con todo.
. . . . . .
Un trueno pudo escucharse cuando SeongHwa pasó la daga por el cuello de BoRa, el destino fue roto. No podía creerlo, acabó con la vida de una persona... pero ella no era cualquier persona, ella fue la única que pudo entenderlo, que pudo sentir el dolor que le provocaba un sueño destrozado, gracias a BoRa él sintió muchas cosas, entre ellas el amor...
Algo se había roto en ambos, el corazón de SiYeon se partió en miles de pedazos al ver que su alma gemela fue bruscamente asesinada por la daga dorada que su padre le había entregado de pequeña y SeongHwa porque asesinó a la persona que todo este tiempo lo entendió, porque eso era BoRa, alguien especial que cambia la vida de las personas con una sola mirada y una cálida sonrisa.
El cuerpo muerto de BoRa yacía en el suelo, con la sangre frusca brotando de su carganta. SiYeon estaba en el piso agonizando de dolor, su alma gemela ahora estaba muerta y no había nada que hacer para traerla a la vida, estaba prácticamente destrozada, rota, dolida...
Varios guardias entraron a la sala y tomaron del brazo a SiYeon y a HoSeok.
—¡MONSTRUO! ¡LA MATASTE! —lloraba descontrolada la rubia.
—Cómo pudiste SeongHwa... —dijo HoSeok con lágrimas en los ojos, dolido por la perdida de su amiga y alma gemela de su prima.
SeongHwa lo volvió a pensar y en ese entonces reaccionó. Él también estaba dolido, pero su orgullo no le permitía ver más allá que satisfacción por su muerte. Tiró de un movimiento la daga y se quiso matar en ese mismo instante cuando el dolor fue más fuerte, al darse cuenta de lo que hizo las lágrimas calientes brotaban por sus mejillas y se juró el mismo que no volvería a cometer otra atrocidad.
—Dejen libre al chico —habló tratando de no sonar dolido y roto—, y a la chica encierrenla en la celda.
—Jefe, ¿qué haremos con el cuerpo de la muerta? —habló uno de sus guardias agarrando a BoRa como si fuera una bolsa de basura.
—Tirenlo en el basurero más cercano que encuentren.
Cuando los guardias llevaron a SiYeon a la celda, se aseguraron de que no salga con varias cadenas que dañan a los lobos alfas si intentan salir y a medida que forcejeen el dolor incrementará.
HoSeok fue sacado de allí, les contó a sus amigos la muerte de BoRa y no hubo ni una sola persona que no haya llorado esta noche, todo el plan había salido mal y eso conllevó a la muerte de una persona especial. Pero ahora ¿cómo se lo dirían a MinJi? ¿y a sus hermanos? ¿Cómo iban a reaccionar ellos ante su muerte?
El cuerpo de BoRa a las pocas horas fue a tirado en el callejón más cercano, junto con la basura. Varias ratas correteaban hacia ella con el pasar de las horas. Dos personas se acercaron, miraron el cuerpo de la chica muerta y asintieron, nadie sabía el por qué pero tomaron el cuerpo y se lo llevaron.
Mientras tanto SiYeon parecía un zombie, algo que solo se movía si le ordenaban cosas, más bien sin vida. Su novia y alma gemela había sido asesinada por su hermano, no podía creer que le haya sido arrebatada su vida así como así. Todas las personas importantes para ella estaban muertas, pero BoRa... ella era un rango muy superior en su vida.
"Princesa..."
Esta historia no tiene final feliz como en los cuentos de hadas, esto es la realidad y siempre va a ser cruel, como debe ser.
Fin
En realidad la historia todavía no llega a su fin, todavía queda una segunda parte/temporada. :)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro