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Primeros Pasos

- Hey, soy yo.

- ¿Q-Quién eres t-tú y que haces en m-mi casa?.

- Soy Son Chaeyoung y tú eras la que estaba en el bosque conmigo.

~

La cabeza ya no me dolía como ayer, pero aún así una molestia en el cuello se apresuró con el par de segundos que andaba despierta. Necesitaba salir cuanto antes de aquí, quería ver a mi familia, a mis amigos y especialmente a Dahyun.

No creo que me haya olvidado de alguien porque yo recuerdo a todos mis amigos, pero hay una cosa en particular que me estaba molestando bastante en mi mente. Quizá este empezando a delirar cosas pero esa cosa rondaba por mi mente como puma al acecho de su presa, necesitaba saber que era.

- Buenos días cariño -Entra Sara con una bandeja llena de galletas y jugo de naranja, seguido de su esposo Mike- Espero que hayas dormido bien.

- Gracias.

- ¿Cómo has amanecido? -Pregunta Mike sentándose en la cama al igual que su esposa-

- Supongo que bien. -Tome una galletas y la mordi, acto seguido mastique con mucha hambre- Aunque a decir verdad me duele un poco el cuello...y todo el cuerpo.

- Sentimos lo que te haya pasado. -Suspiró apenado, Sara asintió triste- Si te hace sentir bien puedes contarnos querida, no vamos a juzgarte ni nada por el estilo. No te sientas obligada a hacerlo si no quieres, solo ofrecemos dos oídos para escuchar lo que te esté pasando.

Siento que estas personas las ví en algún lugar, no tengo ni la menor idea pero sus rasgos también se me hacen muy conocidos... es que vamos, no recuerdo ninguna persona que haya tenido estos mismos rasgos faciales, ni siquiera recuerdo los nombres y juro que también los habré escuchado alguna vez.
Estoy demasiado segura que algo hay aquí, yo no soy mucho de olvidar rostros pero se que algo me estoy olvidando.

- No lo se, solo recuerdo que estaba en la casa de mi hermana y.... nada. -Los miré a ambos algo confundida- ¿Están seguros que me encontraron en un callejón?

- Si cariño te encontramos en un callejón con la garganta cortada. -Volvió a afirmar lo que dijo ayer-

- Parece que hay algo que no concuerda aquí... -Fruncí mi ceño algo pensativa mientras trataba de unir los sucesos, nada tenía sentido. Luego de varios minutos me rindo completamente- Siento que mi cabeza va a estallar.

- Bueno pequeña, es hora de que nos cuentes sobre tí. Como ya dije, no te sientas obligada a hacerlo, solo queremos saber sobre tí si es que te vas a quedar por un tiempo hasta que sanes.

- Me llamo Myoui Mina, siento no habérselos dicho antes.

- Esta bien Mina. -Dijo Sara con una sonrisa-

- Siento que los ví en algún lugar, a todos ustedes. -Me refería también a los otros dos chicos que ví ayer- No lo se, ambos rostros se me hacen muy conocidos... perdonen debo estar diciendo cualquier cosa.

- Puede ser que nos hayas visto en la calle alguna vez, vemos muchas personas a seguido asi que es muy probable que nos hayamos encontrado. -Dijo ella con cierta alegría-

- Por cierto, ¿ustedes saben cuanto tiempo estuve con esta costura? -Señalé la misma, ya me la quería quitar de encima porque no podía mover mucho la cabeza- O al menos cuanto tiempo estuve en cama... ¡siento que hayan pasado años!

- Estuviste casi seis meses en un estado de coma, que suerte que hayas despertado. No hubiéramos creído que en menos de un año despertaras, calculamos que en dos años como mínimo.

- ¿Ustedes son médicos? Todo este equipo sofisticado es de hospitales y me extraña que lo tengan aquí. -Observé el suerto que ya no se conectaba a mi brazo-

- Si, ambos somos médicos pero no ejercemos el trabajo. -Sara tomó la bandeja y se levantó de la cama al igual que su esposo-

- Mina, ¿te sientes lista para salir de la cama? Debes estirar tus piernas lo más antes posible para evitar problemas. -Me dijo Mike acercándose hacia mi-

La verdad que no sabía si me sentía lista para caminar, pero tenía unas ganas inmensas de salir y ver la luz del día. ¿Seis meses en coma? ¡Eso es mucho tiempo! Pero ahora lo que más me preocupa es que mis familiares y amigos piensen que estoy muerta, me imagino sus caras tristes y llantos... no quería verlos tristes por mí.

Asentí decidida a empezar a caminar para poder salir de aquí lo más antes posible.

Sara se posó a mi lado al igual que Mike, comencé a moverme hasta quedar en la punta de la cama. Vestía con una blusa azul oscuro y unos jeans de color blanco, no llevaba nada a mis pies, y no sabía en que momento estaba con estas ropas, a no ser que me hayan cambiado.

Ambos me estiraron sus manos y yo las tomé con confianza. Poco a poco ellos me ayudaban a levantarme pero no podía sentir mis pies cosa que de un movimiento casi me caigo pero ellos estaban para sostenerme. Pase mis brazos por sobre ambos hombros y con pase lento moví las piernas, me temblaban y no sabía el por que, es casi lo mismo que no tenerlas.

- Tus piernas están reaccionando, tardarán ciertos minutos. No te preocupes, pronto andarás como liebre en campo -Dijo Mike con una sonrisa y asentí-

Poco a poco pude mover mis piernas mientras salíamos de la habitación, y en un momento ya no necesitaba de su ayuda para caminar. Era muy moderna, se parecía mucho mi casa en decoración, salvo que las habitaciones están en la planta baja.

Comencé a observar mi alrededor hasta que toda mi atención fue concentrada en un cuadro familiar colgado a mi derecha.
En el estaban Mike, Sara, Kai y otro chico abrazando a una chica pequeñita. A la izquierda hay un chico muy parecido a mi profesor Yugyeom y en la derecha de Kai estaba Suzy.
Se veían muy felices juntos, me alegra de que sean una familia unida. Pero... había algo en esa tal chica a la que abrazaban, se me hacía muy familiar su rostro al igual que los de esta pareja...

- Créeme que esto no es un sueño. Por cierto, ¿alguna vez me dirás tu nombre?

- Myoui Mina.

- Bonito nombre.

- ¿Pasa algo Mina? -Su madre me tocó el hombro y trate de reaccionar pero me era imposible, me había quedando viendo a esa chica que me hacia recordar muchas cosas-

- No. -Sacudí mi cabeza para despejar mis pensamientos- No pasa nada Sara.

- Bien entonces es hora de ir a la sala.

Caminé por mi cuenta hasta la sala y ne senté en el sillón. A mi lado estaba Kai con su celular mientras que no sabía donde estaba Suzy. Kai de un momento a otro dejo su celular y me observó, su mirada era algo penetrante, me removi en mi lugar algo incómoda y el sonrió.

- Hola Mi. -Fruncí mi ceño, no sabía como él sabía mi nombre pero leyó mis pensamientos- Sé tu nombre porque desde la habitación se escucha todo, espero que no te moleste que te llame así.

- No no esta bien -Le sonreí de lado, un poco nerviosa-

- Y bien... ¿cómo estás?

- Kai no empieces a bombardearla con preguntas que la chica recién se está recuperando.-Su padre se sienta en un sillón individual y ríe un poco-

- Supongo que bien...algo confusa por algunas cosas -Le contesto observandolo-

- Es normal sentirse confundida después de lo que te pasó. -Dijo casi en un susurro-

- Bien Mina -Mike me sonrió y frotó sus manos- quiero que te sientas cómoda como si fuera tu casa, si necesitas algo no dudes en pedirlo.

- Gracias Mike, eres muy amable a pesar de que seamos desconocidos. -Le dediqué una sonrisa y asintió-

- Quizá sea porque eres especial para alguien, y eso te convierte en alguien de nuestra familia. -Dijo en un murmullo pero no escuché perfectamente-

- ¿Qué?

- Nada cariño. -Me dedicó una sonrisa alegre y se levantó del sillón. Sara salió de la cocina- Bueno, necesito salir con Sara a hacer unas cuantas compras, espero que no te moleste dejarte con Suzy y Kai.

- Oh no no no -Sacudí la cabeza pero con cuidado- no necesita preocuparse por mí yo estaré bien.

Luego de un rato ambos se fueron y la casa quedó en un silencio rotundo. Empecé a hablar con Kai sobre muchas cosas para no aburrirme, desde su nacimiento hasta ahora, pero él no mencionó nada de su familia o de los otras dos personas que estaban en el cuadro que ví hace un rato.
Tal vez no eran familiares o personas importantes, pero me parecía raro que no quisiese tocar el tema de la familia. Eso si, Kai es un chico hablador hasta por los codos y me costaba callarlo un poco.

Decidimos ver una película, me dió a escoger una de las muchas que hay en Netflix y opté por ver "¿Y donde están las rubias?", amaba demasiado esa película y no me cansaria nunca de verla.
Al rato Suzy baja del piso de arriba y se posa a mi lado, quedando yo en medio de ellos dos.
Quise ser buena persona y hablarle, pero era tímida y no quería molestarla ni que tampoco piense que soy una molestia... pero quizá lo sea, no para ella sino para esta familia.

La observé atentamente a cada movimiento que hacía, era muy parecida a Kai y a los dos chicos que ví en el cuadro, pero en especial a la chica de cabello castaño que se me hacia muy conocida.

A las pocas horas sus padres llegan con bastantes bolsas llenas de comida. Sara preparó un rico caldo de carne que me recordaba a los que hacía mi madre, de esos que los hacen con tanto amor.
Compartimos un buen momento familiar pero ahora ya era hora de ir a la cama, asi que me acosté en la habitación de la planta baja y observé el techo hasta que me dormí.

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