Al despertar, Lyney seguía entre sus brazos, ¿aquello contaba como que la primera prueba había sido superada? No estaba seguro, sin embargo, parecía que el sirviente se encontraba durmiendo plácidamente, con completa comodidad, así que era posible que fuera el caso. Tal vez no habría ganado del todo su confianza y debían de haber aún alguna que otra sospecha, y entre sus pensamientos, algo más llegó a su mente: pese a todo, él confiaba plenamente en aquellos sirvientes, solo quería conocerlos más para poder formar un lazo, ni siquiera habría desconfiado en lo más mínimo de sus intenciones, y comprendía que como futuro Rey aquello era irresponsable de su parte, mas sin embargo, no podía siquiera pensar que ellos pudiera tener algo más entre manos.

－Ey... － Miró su rostro relajado y sus ojos cerrados, sus largas pestañas, sus rosados labios... Dudó si despertarlo o no y finalmente decidió que debería de dejarlo descansar.

Se levantó con cuidado de la cama, intentando no producir ruido, se vistió y empezó su día. Esa noche estaría con Lynette, le gustaba la idea de conocer más de la bella muchacha de rasgos felinos. Aunque también su curiosidad respecto la hermano menor de los gemelos había aumentado luego de la plática que tuvo con Lyney anoche. Después de pensar por un tiempo, su decisión fue: pasar el día con Lumine, después de todo, sentía que había estado un poco distante con ella, aún siendo su querida hermana gemela.

－Aether － Llamó la chica al verlo salir de la habitación, era completa coincidencia que se toparan, mas, era mejor así, el palacio era gigante, habría sido horrible tener que buscar en todo el lugar. Sin embargo, Lumine también necesitaba hablar con él, y no era algo del todo agradable.

Después de su conversación con los sirvientes. Habría empezado a cuestionar las intenciones de los 3 hermanos, al inicio pensó inocentemente que la "misión" que habían mencionado podría ser algo adorable e inocente como querer casarse con el príncipe, pero, pronto recordó la actitud de Lyney y las palabras de Lynette: "No suena mal... Mas, no es una opción", por lo que había visto, la hermana claramente tenía sentimientos hacía a Aether, entonces ¿por qué? Tal vez era por su posición social, intento apartar sus sospechas, sin embargo, no pudo evitar quedarse la noche despierta, investigando junto a sus más leales siervos, para finalmente encontrarlo, algo que la había guiado a hablar con su hermano.

－No quiero juzgar tus decisiones, solo considero necesario comentar que tienes demasiada confianza en esos sirvientes, sin siquiera haber intentado corroborar su historia － Susurró mientras lo guiaba algo más lejos, pues quería que su conversación no fuera escuchada.

－¿De qué hablas? － Cuestionó el príncipe.

－Estuve investigando, sobre ellos － Dijo mientras se sentaba en un rincón del salón de eventos, este siempre se mantenía cerrado si no había alguna festividad próxima, así que los sirvientes tenían prohibido pasar, les daba mayor privacidad aún dentro del gran palacio －No he encontrado nada que corrobore su historia, ni nadie que haya siquiera escuchado hablar de ellos, ningún plebeyo de nuestro reino.

－Tal vez, sean extranjeros... － Dudó Aether.

－Eso es a lo que quiero llegar, creo que es posible que sean del reino de Snezhnaya, mi primera preocupación fue revisar todo archivo de la biblioteca que pudiera relacionarlos con nuestro enemigo... Las páginas habían sido arrancadas, tu sabes bien quienes son los únicos con acceso a la biblioteca.

－... Son los archivos de Snezhnaya, cualquier otro sirviente pudo haber entrado a eliminarlos sin pedir acceso, podría haber otro infiltrado, no necesariamente ellos... － Decidió defenderlos, los estimaba mucho después de todo － Y... Tal vez tengan sus razones, no necesariamente son malos.

－¿Y si son de los Fatui?

－...

－¿Puedes decirme que te han contado?

－... La Sota, ¿no tenía niños adoptados? － Preguntó con una actitud más oscura, Lumine lo miró con algo de lastima.

－Sí... La Casa de la Hoguera, los niños se refieren a ella como "Padre".

－S- seguro solo es una coincidencia － Intentó mentirse a sí mismo, no quería admitir el haberse equivocado, el amar a unos fatui, aquellos a quienes odiaba y detestaba. ¿Lo habrían engañado? ¿Todo lo dicho y hecho solo eran mentiras? Las lágrimas derramadas, los abrazos, las sonrisas, todo, ¿era falso?

－No, no pienses mucho en eso. Sólo ten un poco más de cuidado. Es una teoría, son precauciones que uno debe de tomar, continuaré investigando, si consigo pruebas te diré, tanto si prueban inocencia o no － Dijo la princesa mientras acariciaba con cuidado el cabellos de su hermano. Aether suspiró, sin embargo decidió por pasar el día investigando junto a Lumine.

Los resultados no fueron tan mal, el príncipe suspiró con mayor tranquilidad cuando pudo confirmar la historia de los chicos, llevando sus orígenes a Fontaine, obtuvo esta información de una carta antigua de la princesa Furina, donde comentaba la existencia de dos gemelos habilidosos en los trucos de magia, huérfanos, pese a no ser reciente, parecía coincidir con lo que le había contado Lynette, además, sus nombres eran ciertamente muy típicos de Fontaine, Snezhnaya tenía un estilo distinto después de todo, y con algo más de seguridad, se encontraría esa noche con la misma maga de la que se hablaba.

Segundo desafío: la hermana del medio, Lynette.

ERROR: Misión completada anteriormente.
¿Desea resetear?

No.

Desbloqueando... "Segunda etapa".

Segunda etapa del desafío "la hermana del medio, Lynette"... Iniciando.

Error.

¿Huh?

Error: Procesando, espere unos momentos...

... Lynette, personaje de la misión, ha abandonado el servidor temporalmente.

¡¿Eh?!

Al ver la ausencia de la muchacha, Aether se dispuso a esperar buscando figuras en el cielo cubierto y adornado de madera. No llegaba ¿no era ya muy tarde? Estaba empezando a preocuparse, así que decidió ir a la habitación de los sirvientes y preguntar directamente. No escuchaba sonidos desde la habitación, la puerta estaba cerrada, así que tuvo que tocar. Lyney atendió somnoliento, detrás de él, la cama de Lynette se encontraba vacía, y Fréminet parecía aún dormir.

－¿Dónde está Lynette?

－... － Lyney volteó hacía la cama de su hermana y al verla, efectivamente, desocupada, dijo: －¿No debería de estar contigo?

－No... No ha llegado.

－...