Cap. 5 El príncipe y el deseo del saber
Aún durante el viaje de regreso su mirada de algún modo siempre volvía hacía aquellos ojos ámbar cuales le recordaban a bellos topacios. Su expresión, tan honesta que había podido observar durante la ópera, aún llegaba a su mente produciéndole una extraña sensación, quería saber más, quería saber más de él, sus hermanos parecían ver un lado de aquel príncipe que era incapaz de ver y por eso mismo, quería verlo.
Ese día, decidió preguntarle a sus hermanos, le tocaría a él ir esa noche así que pensaba también descubrir un poco más, si tuviera una conversación con Aether estaba seguro de ser capaz de saber quién es, las mentiras que dice y también sus verdades:-¿Qué impresión les ha dejado el príncipe?
-Ya lo he dicho, es amable, atento y honesto, tal vez poco romántico sin embargo detallista - Respondió Lynette -Sigo viéndolo como un pervertido, pero no hay nadie perfecto en este mundo.
-Mmm... Para mí, siento que es muy cercano a la perfección - Dijo Fréminet casi en un susurro -Tiene estatus, reputación, una familia, también es apuesto y amable... Pensar que se preocupa por alguien como yo... Quiero poder ser más útil para él.
-Eso es una tierna meta, solo no se lo digas que se hace una mala idea - Interrumpió una joven conocida por los tres hermanos, Lumine, la princesa -¿Quieren que les cuente más de él?
Parecía como si pudiera leer sus pensamientos o al menos la situación, el motivo de aquella conversación, por supuesto que Lyney no podía negarse a una oportunidad tan buena para conocer más sobre Aether. Sus hermanos no pensaban muy distinto, pues también deseaban conocer mucho más de aquel príncipe que tanto estimaban. Respondieron afirmativamente sin dudar mucho.
-¿Por dónde empiezo? Mmm... ¡Ya sé! Supongo que ya saben algunas cosas, así que hablaré de temas más personales. Cuando mi hermano empezó a gobernar... ¿Ya saben de eso? - Pese a que Lynette asintió sin dudarlo, pronto llegó un pequeño conflicto entre los hermanos, ella era la única que sabía después de todo -Nuestros padres emprendieron un largo viaje, y para ello se retiraron de su cargo, lo hemos mantenido oculto, pues causaría inseguridad, ¿quién querría de gobernante a 2 gemelos de, en esa época, 17 años?
-¿Lo mantienen en secreto desde hace 3 años? ¿N- nadie ha sospechado nada en todo ese tiempo?
-Aunque lo hagan, no creo que puedan decirlo, Fréminet - Le respondió Lyney al recordar lo visto hace unas horas respecto a la actitud de los plebeyos.
-Bueno, el punto es que el prometió que se casaría con las maids más hermosas que llegaran al castillo, ese idiota - Continuó Lumine, con algo de agresividad, aunque pronto empezó a reír.
-Entonces, seguramente Lynette sería una de sus esposas - Dijo el más pequeño de los hermanos, llegando a soltar una pequeña risilla.
-Más vale que no sea así - Gruñó el mayor.
-No suena mal... Mas, no es una opción - La chica suspiró, recordando que se suponía que estaban allí para una misión, no para comprometerse con el príncipe.
-Cuando le pregunte quienes eran las maids más lindas del lugar, los agregó a ustedes a su anterior lista - Rió Lumine -Aunque hay muy pocos sirvientes de edades cercanas al príncipe, la mayoría tiene de 26 en adelante.
-Agh, no quiero ni pensarlo.
-¡¿Y- yo?! P- pero... No... No soy lindo.
La conversación siguió fluyendo entre los 4, mas se desvaneció pronto el tema del príncipe, tal vez porque deliberadamente la rubia cambió el tema y así evitar decirles mucho más de su hermano mayor, pues era consiente de que este debía querer contarles por sí mismo y conocer más de ellos mientras estuvieran frente a frente. Sin embargo, también se encontraba confusa, sentía que aquellos hermanos ocultaban algo, y decidió preguntarle a cada uno de los trabajadores en el palacio si habían visto alguna conducta extraña, pese a los comentarios de la actitud de los hermanos menores, logró encontrar algo interesante, ya que una sirvienta algo mayor, comentó que los escucho hablar a susurros algo sobre una "misión" cual parecía tener relación con el príncipe heredero.
Entrada la noche Lyney se dirigió hasta la habitación de Aether, su único objetivo era descubrir más sobre él, saber si era una amenaza o no para sus inocentes hermanos menores, preocupado por la confianza que estos le tenían aún pasados solo 3 días, olvidando por completo la misión. Mientras el príncipe esperaba con ansias, ahora tomaría está nueva oportunidad para arreglar lo sucedido.
Primer desafío: El hermano mayor, Lyney. Retomando. Segundo intento.
Al pasar por la puerta se mantuvo tranquilo, distinto al primer día, pensaba en que decir, que preguntar, sobre que temas hablar, pero, Aether lo detuvo antes de hacer nada y dijo: -Lamento lo que sucedió, sé que una disculpa no son más que palabras, mas, es lo mínimo que puedo hacer, te compensare con lo que desees.
-Eso ya no importa, solo quiero hablar un poco, después de todo mis hermanos tienen una muy buena opinión de ti, es la primera vez que veo que hablen de un modo tan positivo sobre alguien quien no sea de la familia, incluso, he podido verlos sonreír y reír de modo tan honesto... Ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez - Admitió con sinceridad, en sus ojos se reflejaba algo de nostalgia y tristeza.
-Gracias, me alegra mucho escuchar eso - Sonrió suavemente -Oh, lo que me alegra es que me perdones y que tus hermanos puedan sonreír.
-No te preocupes, lo había entendido de todos modos - Se sentó sobre la cama y pronto continuó -La verdad, me recordaste un poco a Fréminet, siempre tiene tanto miedo de que malentiendan sus palabras.
-¿Quieres hablarme un poco sobre ustedes? - Preguntó el príncipe.
-Primero me deberías contar algo tú.
-Umm, esta bien... Supongo que sabes que mi hermana tiene 3 novios ¿no? Recuerdo la primera vez que llego con uno, se llama Childe, Tartaglia... Tiene muchos nombres y por supuesto que no me daba confianza, por si fuera poco luego me enteré que era parte de los Fatui - Hizo una pausa para reírse un poco -Estaba completamente en contra de la relación de ambos, tal vez porque tenía miedo de que lastimara a Lumine o simplemente no quería que me apartaran de ella, es mi hermana, mi gemela... Cuando lo pienso era un poco inmaduro en esa época, dejándome llevar por prejuicios, pronto me entere que era alguien muy divertido y lo mucho que la amaba... Pero, ¡luego se vino con dos más! Ay, conozco a mi hermana, se que es hermosa, se supone que somos gemelos, ¿por qué será que aún no tengo a nadie?
-Eh, ¿qué opinas de los Fatui?
-Si te soy honesto, los detesto.
-... Tal vez sería mejor dormir.
- Aún no me cuentas nada de ti - Respondió en protesta Aether.
-No creo que haya mucho más que lo que te pudo haber contado Lynette, crecimos en las calles ambos, te comprendo un poco respecto a tu relación con Lumine, para mí, mi hermana lo era todo, era mi única familia, mi única compañera, así que hacía todo lo que podía por protegerla, pero cuando vuelvo al presente veo que ella es quien siempre me cuida, ni siquiera pude hacer algo ese día, cuando aquel hombre la entregó - Terminó sus palabras con algo de rabia.
-Uh, hay algo que me he estado preguntando - Respondió Aether, quien poco antes intento acercarse a Lyney para darle un abrazo, siendo completamente rechazado -¿Qué hay de Fréminet? Nunca lo mencionan al hablar de su pasado.
-Él no es nuestro hermano biológico - Dijo el sirviente -Poco después nos adoptó nuestro Padre... Fréminet ya estaba allí, somos cercanos, pero, te has dado cuenta ¿no? Pese a que soy mayor que él, se refiere por mi nombre y no como su hermano... Tampoco sé mucho de su historia, de su pasado, creo que es posible que su conducta particular se deba a ello. No puedo contarte más, y no creo que mi hermanito quiera tampoco.
-Ya veo... Ustedes, todos lo pasaron mal... ¿Realmente no quieres el abrazo? - Lyney suspiró ante las palabras del príncipe, mas accedió al tacto, quedando dormido entre sus brazos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro