ꕤ「capitulo 25」
Taehyung entró a la oficina de Jungkook con un sobre blanco entre sus manos, el mayor se sorprendió al verlo nervioso y tembloroso.
— Taehyungie, ¿Qué- — El menor puso el sobre sobre su escritorio mordiendose el labio inferior y evitando soltar un sollozo.
El contrario frunció el ceño y tomó el sobre para abrirlo y ver su contenido, y cuando lo hizo, rápidamente se levantó de su asiento.
— Taehyung, ¿Qué es esto?, ¿Carta de renuncia?, Tae, ¿Qué pasa?. — Le preguntó acercándose a él.
Y un sollozo se escapó, el castaño empezó a llorar dolorosamente mientras el mayor lo miraba sorprendido pero a la vez dolido, no le gustaba ver a su pareja llorar.
— Cariño, ¿Qué sucede?, no entiendo nada amor, ¿P-Podrias explicarme?. — Jungkook agarró sus mejillas y limpio sus lágrimas suavemente.
— Kook, ¿N-No crees qué ya lo nuestro está causando muchos problemas?. — Tae lo miró con pesar.— Deberíamos terminar de una vez con esto....
— No. — Negó. — Lo nuestro no es un problema amor, no lo es. — Negó frenéticamente. — No digas eso, no digas algo así, te amo cariño, no quiero terminar con esto, no quiero. — Suplicó aterrado casi entrando en pánico.
Taehyung puede vivir sin Jungkook, pero Jungkook no puede vivir sin Taehyung.
— Es que Jimin.....— Se calló inmediatamente.
El pelinegro se tensó. — ¿Jimin?, ¿Qué tiene que ver él con esto?, ¿Te hizo algo?, ¿Te amenazó?, ¿Es eso?. — Lo agarró de los hombros. — Dime amor, dímelo y yo lo arreglaré todo, yo lo haré, solo dime, ¿Qué pasó?.
— Park vino hoy a mi oficina....— Jungkook apretó la mandíbula. — Y me mostró unas fotos de nosotros dos juntos....besándonos, me dijo qué si no renunciaba hoy, mañana subiria esas fotos, y yo no pude decirle que no, porque tenía miedo, no quiero qué la gente hablé mal de nosotros, no quiero que me vean con asco, no quiero que nos vean cómo si fuéramos unos bichos.....— Sollozó de nuevo. — Así que acepte renunciar....
— Ese bastardo. — Masculló. — Maldito infeliz, no te preocupes Taehyungie, yo arreglaré esto. — Junto sus frentes.— Yo me encargaré de todo amor, ya verás, solamente necesito qué te quedes a mi lado bebé, no puedes dejarme precioso, no puedo vivir sin ti y lo sabes. — Lo beso repetidas veces en los labios. — Te amo, te amo más que a nada.
Tae le sonrió levemente. — Yo también te amo Koo. — Lo abrazó. — Porfavor soluciona todo, ya no quiero estar así.
— Lo haré amor, lo haré por nosotros, lo tengo todo planeado cariño, déjamelo todo a mi, estaremos bien, ya verás amor, ya verás cómo todo esto se acabará y podremos estar juntos sin problema alguno.
🌿
Jungkook tuvo que aceptar la renuncia de Taehyung con mucho pesar, pues su lindo castaño había luchado tanto tiempo para conseguir ese puesto de trabajo y ahora lo dejó ir por un maldito metiche.
El menor recogió sus cosas y se las llevo a casa, poco a poco todo el país se estaba enterando de qué el ministro de educación Kim Taehyung habría renunciado al puesto por “temas personales”, Park Jimin estaba en el departamento de Yoongi saltando de alegría, pues solo le faltaba tumbar a Jungkook.
— Jimin, ¿Qué te pone tan contento?. — Yoongi se dirigió a él con un plato de galletas.
— Mira las noticias Yoonie, mira los hermosos titulares.
Su novio miró la televisión y palideció. — ¿Tú hiciste eso posible?.
— Así es cariño, ¿No estás feliz?, herí a Jungkook, qué mejor manera de herirlo que hacer qué su amante renuncie y hacerlo sufrir.
— S-Si, estoy feliz pero también estoy muy sorprendido la verdad.....— Dejo las galletas y tomo su celular para enviar un rápido mensaje.
— Como Taehyung renunció, el muy tonto pensó que no subiría las fotos pero en realidad si lo haré, quiero hacerlo cuando el presidente este de lo más calmado, y ¡Zas!, publico todas las fotos de un tirón en las redes sociales.
— Uhmmm...— El mayor miraba atentamente la televisión viendo cómo hablaban sobre todo lo bueno qué había hecho el ministro de educación y cómo les había tomado por sorpresa que renunciará al cargo.
— Sabes Yoongi...— Lo miró.— Gracias, porque tú fuiste de mucha ayuda para poder hacer esto cariño.
El contrario sonrió. — No hay de qué Minnie, siempre estaré para ti y lo sabes. — Le acarició una de sus mejillas.
El menor se acercó a él y lo abrazó fuertemente, mientras qué Yoongi le correspondió el abrazo y veía atentamente la pantalla de televisión sintiéndose nervioso.
No sabía que hacer para que Jimin no se enojara con él, tampoco sabía cómo hacerlo cambiar de opinión.
Estaba tan segado por el odio y la venganza, qué Jimin no se daba cuenta del daño que estaba haciendo.
Pero Yoongi se encargaría de hacerlo reflexionar, así tenga qué sabotear a su pareja en los planes qué quiere hacer, porque Yoongi lo amaba demasiado y no podía dejar de hacerlo.
Ya no podía, era demasiado tarde, había caído en su propio juego.
Se suponía qué todo eso lo había hecho sólo para proteger a su mejor amigo de años, pero se le salió de las manos.
Realmente se había enamorado de Park Jimin.
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