ꕤ「capitulo 14」
Jungkook abrió la puerta de su casa y rápidamente un perro grande apareció ladrando.
— Bammie, ¿Me extrañaste?, ¿A qué si?. — Taehyung cargó al perro y este empezó a lamerle gustoso por los mimos que recibía de parte del menor.
— Aún recuerdo cuando Bam era pequeño y me mordió la nariz cuando dormimos juntos, esa noche fue dura. — Dijo quitándose el saco y la corbata. — ¿Deseas algo de tomar?, ¿Vino dulce tal vez?. — Se fue a la cocina.
— Sabes que si, ¿Vino dulce y pizza qué te parece?. — Tae se sentó en el sillón con Bam en su regazo.
— Buena combinación, pediré la pizza entonces. — El mayor destapó el vino y lo sirvió en dos copas.
— ¿Quién es el perrito más lindo?. — Cuestionó Taehyung con la voz aniñada.
— Guauuuuu.
— Así es, tú lo eres corazón. — El castaño le empezó a rascar la panza mientras Jungkook caminaba hacia él con una sonrisa boba.
— Toma precioso. — Se sentó al lado del menor.
— Gracias, déjalo en la mesita, aún quiero acariciar un rato más a Bammie.
— ¿Tu lindo hijo?.
— Así es, mi lindo hijo. — Sonrió mirando al mayor.
Y así pasaron la noche, entre risas y mimos, ambos muy felices de poder disfrutar su privacidad y ser libres de las demás miradas prejuiciosas.
Lunes, alfin el gran día había llegado, la pareja iría a Italia antes de lo previsto y por lo tanto Park Jimin ya estaba contactando a quién sería “sus ojos” en Italia.
— Hace tiempo que no me llamas, ¿Y ese milagro a que se debe?. — Cuestionó.
— ¿Qué acaso no puedo llamar a un viejo amigo?. — Bufó indignado. — Que te llame una vez al año no significa que siempre sea para pedirte un favor, ¿Sabes?.
— Mmmmm, te conozco tan bien, que se qué ahora me estás mintiendo y qué me quieres pedir algo, Jimin dejate de rodeos. — Masculló al otro lado de la línea.
— Bueno, bueno, relajate, esta bien, lo admito quiero pedirte un favor.
— Ja, lo sabía, el lobo pierde el pelo no la maña.
— Muy gracioso Joon. — Rodó los ojos.— En fin, quiero qué vigiles a alguien en Italia, te pagaré bien.
— ¿A quien?, ¿A algún ex?. — Bromeó.
— No cabron, cómo se te ocurre, quiero que vigiles al mismísimo presidente de Corea del Sur. — Soltó sin más.
— ......... ¿Es sarcasmo no?, estás de coña, no podré vigilarlo, debe de estar rodeado de guardaespaldas.
— No lo estará, te lo prometo, solo vigilalo, y dime a dónde se dirige todo el tiempo y sobre todo con quién.
— Pues, haré lo mejor que pueda, ¿Y cuándo va a venir el viejito?.
— Hoy viajará, así que estará llegando allá al anochecer, espéralo en el aeropuerto, te mandaré fotos de él, para qué sepas cómo es.
— ¿¡Hoy día!?, ¡Eres un hijo de puta!, ¿¡Porque no avisas con tiempo!?, ¡Ni qué uno estuviera rascándose los huevos hombre!, ¡También tengo cosas qué hacer!, ¡Ah- — Chilló adolorido al sentir qué alguien le jaló la oreja. — ¡Namjoon!, ¿¡Qué te dije de estar diciendo groserías!?. — Dijo otra voz, pero esta era muy diferente.
— Ehhh, bueno, te depositó el dinero mañana, ehh, los dejo, buena noche.
— ¡Esper- — Colgó.
— ¿Lo llamaste en un mal momento?. — Yoongi entro a la sala con dos tazas de café.
— No, no, él estaba bien, acepto la propuesta, mañana iré a depositarle el dinero.
— Pero, aún sigues un poco mal, ¿Y si mejor lo hago yo?. — Propuso acariciando su mejilla.
— No te preocupes cariño, yo lo haré, me siento inútil al no poder hacer nada, solo déjame depositar el dinero por mi mismo, así me sentiré mejor.
— Esta bien, pero si necesitas algo, so-
— Sólo debo pedírtelo. — Sonrió.— Lo sé amor, me lo dices muy seguido.
Yoongi se sonrojo furiosamente y miró su taza de té. — Creo que parezco un disco rayado.
— No es así, solamente es que eres muy lindo y amable, eres demasiado para este mundo.
— Jimin no empiezes.....
— Yoonie se pone tímido, ¿Eh?. — Soltó una risita.
— Si...— Dijo quedito.
El menor sonrió dulcemente, pues el mayor aveces se ponía muy tímido, tanto qué parecía un cachorro al que recién acababan de adoptar y le querian dar mimos.
— Mi lindo cachorrito.
🌿
— ¿Ya estás en el aeropuerto?. — Cuestionó Jungkook.
— Si, justo ya va a despegar mi vuelo, nos vemos allá, ¿Si?.
— Nos vemos allá precioso.
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