ꕤ「capitulo 1」
—Jungkook, nos...nos pueden escuchar... — Dijo un jadeante castaño.
— Las paredes son gruesas Taehyung, no te preocupes por eso. — Dijo el pelinegro besándolo bruscamente.
— Ko-koo, Kook, más, más rápido.... — Dijo gimiendo arañando la espalda del pelinegro.
— Ya casi. — Dijo agarrandolo de la cintura fuertemente.
Ambos se corrieron al mismo tiempo y separaron con un beso.
— Siempre me agarras de imprevisto. — Dijo Taehyung recuperando el aliento.
— Pero siempre te dejas. — Dijo Jungkook poniéndose sus pantalones.
— Yo solo vine a tu oficina para hablar sobre las escuelas que no tienen una buena infraestructura, no para que me la metas. — Dijo poniendose delicadamente su corbata.
— Me fue imposible aguantarme, te pusiste ese traje ajustado y que moldea tu buen cuerpo, ¿Lo hiciste a propósito no?. — Sonrió con malicia.
— Tal vez sí, tal vez no. — Dijo caminando hacia la puerta.
— ¿No querías hablar sobre las escuelas?, ¿Porque te vas?.
— Porque me duele todo el cuerpo, hablaremos mañana, voy a descansar. — Dijo mirándolo fijamente.
— ¿Y quién te dio el permiso para que te vayas ministro?
— Yo mismo me lo dí, adiós cariño. — Sonrió y salió de la oficina dejando solo al pelinegro.
— Me vuelves loco Kim. — Dijo Jungkook negando con su cabeza con una tonta sonrisa en los labios.
Sonrisa que se le borró cuando su linda esposa entró con el rostro fruncido.
— ¡Jungkook!, ¡Me rehusó a darte el maldito divorcio!. — Dijo la pelinegra tirándole un sobre en su escritorio.
— Le dije a Mina que no te deje entrar.... — Susurró, pensando que la pelinegra no lo había escuchado.
— ¡Escúchame bien Jungkook!, ¡Yo no firmaré nada!, ¡Nuestros hijos sospechan qué nos vamos a separar!. — Dijo enojada.
— ¿Y eso no es verdad?, ¿Qué más quieres Yeji?, ¡Ya no te amo más!, ¿¡Es qué no lo entiendes!?, ¡Tú solo quieres mi puto dinero!.
— ¡No es verdad!.
— ¡Claro que lo es!, agradece que te estoy dando el 50% de las propiedades que tengo y encima te voy a dar 40 mil dólares mensualmente para nuestros hijos, ¡Que por cierto!, ¡Ellos ya tienen 20 años!, pero como se lo caprichosa que eres, te daré todo eso para que no estés jodiendo.
— ¿Acaso no te importan tus hijos Jungkook?. — Dijo frustrada.
— Los amo, pero a la que ya no amo, es a ti Yeji, seamos sinceros, Minji y Soobin tienen sus vidas y ambos tienen sus propias empresas, estoy seguro que ambos aceptaran bien nuestro divorcio.
— No puedo creer hasta donde eres capaz de llegar para romper esta familia. — Dijo la mujer haciendose la indignada.
— Y yo no puedo creer que me casé con una arpía y dramática mujer que solo le importa mi dinero, ah, ¿¡Y crees qué nose la aventura que tuviste con el ex ministro de economía!?. — Dijo sonriendo para sus adentros.
En su defensa, Yeji lo engañó primero y después él la engañó a ella con Taehyung, su nuevo ministro de educación y era justamente por eso que Jungkook le había pedido el divorcio, porque le gustaba Taehyung y porque dejó de amarla.
Pero como Yeji le fue infiel primero podía usar eso a su favor, si su esposa, bueno ex futura esposa se entera que es homosexual de clóset, seguramente andaría de chismosa y a él lo votarían a patadas del palacio.
Así que el divorcio es una muy buena opción para liberarse de la bruja que solo quiere su dinero y para amarrarse a Taehyung por todo lo qué le resta de vida.
— ¿¡Qué estás diciendo Jungkook!?. — Dijo nerviosa pero horrorizada a la vez.
— ¿¡Qué estás diciendo Jungkook!?. — Imitó el pelinegro con voz chillona para empezar a reírse fuertemente.
— ¡Jungkook!, ¡Estás hablando estupideces!.
— Porfavor vete antes de que haga una reunión con todos los periodistas que conozco y todo el país se entere de que me fuiste infiel con el idiota de Félix, a él ya lo despedí pero, ¿Te imaginas todas las portadas de los periódicos?, “La primera dama le es infiel a su esposo con su ministro de economía”, ¿No te parece todo un espectáculo?. — Dijo sonriendo con malicia.
— ¡Callate!, ¡No firmaré nada Jungkook!, ¡Puedes irte a la mierda!.
— Iré a tu casa esta tarde entonces. — El pelinegro empezó a reír fuertemente como desquiciado mientras que la pelinegra bufaba y salía de su oficina.
— Yeji, Yeji, Yeji, joder, como odio a esa mujer. — Dijo viendo su laptop con una sonrisa y comprando dos entradas para ir al cine.
¿Con quién iría?, Nada más y nada menos que con su lindo Taehyungie.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro