ꕤ「capitulo 21」
— ¿Estás seguro qué lo tienes todo bajo control?. — Susurró al otro lado de la línea. — Jeon, te está pisando los talones, tiene todo para sacarte del palacio, prácticamente ahorita no te destruye porque no le da la puta gana. — Cerró la puerta de una habitación.
— No te preocupes, tú solo deja qué se divierta un poco más, ya veremos quién ríe al último. — Le dijo el pelinegro revisando unos papeles.
— Bueno, te tengo qué dejar ahora....,hablamos después. — Colgó rápidamente.
Jungkook dejó su celular a un lado y siguió leyendo un par de cosas.
Jimin estaba muy equivocado si es que pensaba que su amado presidente se dejaría vencer tan fácilmente, realmente estaba muy equivocado.
— El agua estaba caliente, fue relajante. — Tae salió del baño envuelto en una bata de color blanco.
El castaño se sentó en la cama y se acercó un poco al mayor para ver qué es lo que estaba leyendo.
— Uh, ¿Qué es eso?. — Le preguntó.
— Los apuntes de Mina sobre la reunión de hoy, todo salió bien menos mal. — Jungkook guardo los papeles en un sobre y lo puso sobre la mesita de noche.
— Entonces si la reunión ya pasó, ¿Cuando tendríamos qué regresar...?. — Hizo un puchero.
— Pues a más tardar nosotros tendríamos que estar pasado mañana en corea precioso. — Le acarició una de sus mejillas.
— ¿Tan pronto?, no quiero regresar aún....— Se quejó cómo un niño pequeño mientras abrazaba al mayor y se ponía en su regazo.
Jungkook río y abrazo al contrario. — Lastimosamente tenemos que irnos cariño, tenemos trabajo qué hacer, ¿Ya te olvidaste acaso qué eres el ministro de educación?, ¿Eh?.
Bostezó y se acomodo sobre el mayor para dormir. — No me eh olvidado...— Murmuró. — Pero, quiero estar más tiempo contigo....
El castaño cerró sus ojos y Jungkook empezó a sobar su espalda mientras miraba un punto fijo en la pared.
— Yo también quiero eso amor, pero primero debo hacerme cargo de Park....—Susurro. — Tengo qué arreglar las cosas yo sólo amor, espero me perdones por no poder ser del todo sincero contigo, espero qué me comprendas, y qué entiendas que todo lo qué estoy haciendo ahora es por nuestro propio bien cariño....
Taehyung se removió un poco y se quejó entre sueños, entonces el pelinegro se dio cuenta de qué él seguía en bata.
Sonrió bobamente de nuevo. — Te tengo que cambiar ahora, ¿Cómo vas a dormir así cariño?. — Soltó una risita suave.
El mayor se encargó de ponerle la pijama a su novio cuidadosamente y después lo acostó en la cama para después él hacer lo mismo.
El castaño sintió unos brazos rodear su cintura y sonrió levemente.
Ambos durmieron abrazados esa noche, dónde todas las estrellas brillaban en su máximo esplendor y en dónde la luna se dejaba ver ante los ojos de todo aquel que la mirase.
🌿
Al día siguiente por la mañana, Mina salía del hotel cómo todos los días para ir a hacer ejercicios, pues la pelinegra era una chica muy saludable y con una figura de infarto.
La de hermosa sonrisa empezó a trotar a las afueras del hotel en el pequeño parque qué había al frente y entonces fue ahí cuando lo vio a él de nuevo merodeando por ahí.
Ella rápidamente frunció él ceño y paró de trotar para mirar con más atención al chico rubio que se dirigía a recepción.
— Ya es la cuarta vez qué lo veo merodear y siempre se detiene en recepción....— Mina se quitó los audífonos y camino de nuevo al hotel, pues le parecía raro la actitud de ese hombre.
— ¿Entonces ambos aún están adentro?. — Le preguntó Namjoon a la pelirroja.
— Si, te dije qué si. — Asintió la menor para después mirar su laptop y hacer una mueca de ternura. — Awww, qué lindos son, están abrazaditos. — Chilló.
— ¿Siguen durmiendo?, pero son las diez de la mañana, ¿Co-
— Disculpa. — Mina los interrumpió, Namjoon y Rose palidecieron.
— ¿Si señorita Mina?, ¿Puedo ayudarla en algo?. — Sonrió nerviosamente y su dedo viajo rápidamente al botón de la laptop apagandola con éxito.
— De hecho no, quería hablar con este señor de aquí.
— ¿Conmigo?, ¿Y para qué?. — Nam actuó desinteresado.
— Es de un asunto importante, ¿Porfavor podríamos hablar afuera?, sólo hablaremos un poco. — La menor no espero respuesta y salió de recepción.
— Pero nisiquiera te respondí. — Bufó. — Ay, maldita sea. — Se despidió de Rosé con una mueca y siguió a la menor.
Una vez estando afuera Mina se puso al frente del rubio y lo miró con una ceja arqueada.
— Listo, ¿P-
— Escucha con mucha atención como te llames, te eh estado observando y has estado viniendo aquí desde hace días, pero no te hospedas, siempre te quedas estancado en recepción, me parece algo muy raro y sospechoso tu actitud, sin contar qué te vi detrás del presidente Jeon una vez, dime, ¿Acaso intentas hacerle daño?, porque si es así, déjame decirte qué llamaré a la policía, porque es demasiado perturbador tu comportamiento. — La pelinegra sacó su teléfono.
— ¿¡Eh!?, ¡No!, ¡No llames a la policía!, en realidad, en realidad me veo con mi amante aquí....— Mintió mordiéndose la lengua, ¿Infiel?, porfavor, tenía a un lindo coreano esperándolo en casa.
— ¿Amante?, Espere, ¿Acaso su amante es la recepcionista?, vaya, resultó ser un maldito hombre infiel y mentiroso.
Namjoon puso una mueca de asco pero la borró inmediatamente. — ¡Si!, ¡Es qué no tiene caso qué vengas a reclamarme algo!, yo vengo aquí por otras razones, unas razones amorosas, juro qué no quiero hacerle daño a nadie.
Mina guardo su teléfono no muy confiada. — Le creeré, pero si le veo por aquí cerca del presidente ahí si llamaré a la policía, ¿Entendió?, y cambie su forma de ser hombre, que asco da. — La pelinegra se fue dejándolo solo. — En fin, hombres.— Bufó rodando los ojos.
El rubio soltó todo el aire qué tenía dentro. — Joder, Jimin me debe de besar los putos pies, me estoy sacrificando tanto por su culpa.
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