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¹² ˑ 𝑧𝑢𝑚, 𝑓𝑎𝑠





𝐭𝐡𝐞 𝐩𝐨𝐰𝐞𝐫𝐩𝐮𝐟𝐟 𝐠𝐢𝐫𝐥𝐬 !
¹² ˑ 𝑧𝑢𝑚, 𝑓𝑎𝑠


—Hinata, ¿verdad? ¿Quieres que os ayude a vosotros también a calentar?

Hinata se queda embobado cuando Umiko se les acerca con una pelota. Ennoshita y Kinoshita la habían mandado hacia donde estaba la parejita de primero para ver a pelinaranja sufriendo un cortocircuito cerebral. Además, querían tener una pequeña conversación con el "gran rey" de la pista sin que Umiko les oyera.

Necesitaban saber cuáles eran sus verdaderas intenciones con su mejor amiga.

—Qué... boni... esto ¡SÍ!

La rubia frunce el ceño al verles algo nerviosos a los dos. ¿Sería por el partido? Sabía de lo de la rivalidad del Nekoma contra al Karasuno, pero tampoco era para tanto ¿no? Azumane se acerca a ellos con intención de saludar a la rubia, esta al girarse y verle, le dedica su mejor sonrisa.

—¡ASAHI! —ella estira la mano y da un brinco para chocarle los cinco. Los del Karasuno empezaban a juntarse para hacer el calentamiento antes de empezar, así que el rubio alto también se acercó, no pudiendo evitar soltar uno de sus comentarios.

—Genial, ahora también tendremos a la amiguita y rubita tonta de tu creído y estúpido novio, Tontoyama.

—¿Cómo me has llamado? —le pregunta Umiko, poniéndose justo delante de él sin importarle que midiese dos cabezas más que ella.

—Ya se lo he dicho a tu hermanita, no me da miedo vuestro metro 50 de mierda.

—¿Ah, no? —le pregunta ella, con su mejor cara angelical. Y con un fuerte pisotón hace que el rubio de metro ochenta acabara quejándose de dolor.

—Wow —suspira Kageyama.

—Escúchame, estirado de mierda. Nadie puede meterse con Oikawa salvo yo y su mejor amigo. Ah, y que sea la última vez que me llames rubita tonta. Estoy hasta la polla de que me llamen así. Si se te ocurre volver a hacerlo te haré sufrir más que un pisotón.

—Miko, si dices eso delante de la mierda esta se creerá que tiene oportunidad contigo y no te va a superar ni en mil vidas —Iwaizumi se acerca a la chica para darle un abrazo, acompañado de Oikawa que había terminado de hablar con los mejores amigos de la chica y también venían con ellos.

—¡IWA! ¡Has venido! —dice la chica con tono cantarín.

—Claro. ¿Como me voy a negar a la oferta tan tentadora de ver a mi crush?

—Por eso me caes mejor que Oikawa.

—Eres su karma, y yo soy tu fan —le responde él, chocándole los cinco también.

—Qué mal he hecho yo para que os aliéis contra mí —se queja Oikawa.

Akira y Sakura habían abierto la boca sorprendidas al ver a su hermanita Umiko no siendo la sensible chica de siempre.

—Cuando te lo propones, das más miedo que Akira —traga duro Azumane.

La rubia le dedica su mejor sonrisa encantadora al castaño de la coleta.

—Es que tú eres un poco flojo, hombre —se burla Umiko. Azumane le saca la lengua a la chica. —Mucha suerte hoy bloqueando, pardillo. Puede que Kuroo sea un paquete con las chicas, pero esos brazos y esa espalda... —se ríe, —está claro que te hará puré, rubito.

—¿Qué tiene Kuroo que tiene a las hermanas babeando por él? —se queja Tanaka, de mal
humor.

—¿Tú le has visto bien? —le pregunta Akira.

—¿Tú y tu hermana os habéis intercambiado? —le pregunta Sawamura, acercándose a Akira y Sakura. Él venía con Sugawara, al igual que Kuroo venía con Yaku.

Akira niega.

—Es la primera vez que la veo siendo... así —termina añadiendo mirando a Sakura con el ceño fruncido.

—Sí —asiente ella, también frunciendo el ceño.

—Ella siempre es así con nosotros... y con el gran rey —se encoge de hombros Ennoshita.

—¿Vais a estar todo el día con cara de tontas? —le pregunta Umiko a las chicas.

—Qué borde estás hoy, Umiko bonita, me encantas.

—No empieces de rarito, Noya —se queja la rubia.

—Ay, es que hace tiempo que no te veo ¿sabes? Es como que tengo que volver a acostumbrarme se nuevo. Y como tú no tienes guardaespaldas...

Umiko frunce el ceño.

—¿Como que no?

—Ennoshita y Kinoshita no cuentan, ellos son unos flojos.

—Y yo te hablo de este, que me sigue a todos lados —señala la rubia a Oikawa. —Este no es un flojo. Te puede mandar a Tokio de un guantazo. Llegarás antes a las nacionales incluso.

—¡Oye! ¿Por qué dejas que nos llame flojos? Yo no soy ningún flojo.

—Kinoshita... en tu caso sí, pero ¿yo? ¿Quién demonios te crees que mantiene a raya a los de primero, Umiko?

—¿He mencionado que hoy es mi día de suerte?

—Este es mi perrito guardián.

Iwaizume empieza a reírse. A Oikawa le empezaba a molestar incluso que su mejor amigo se llevara tan bien con la chica que le gustaba y se riera tanto. Con él no lo hacía.

—Eres la mejor, Miko, te adoro. No cambies por favor.

—¿Eres mi amigo o enemigo?

—Ninguna, yo solo estoy por Umiko —se encoge de hombros el chico.

—¡No me puedo creer que pases tiempo con el enemigo, Umiko!

Umiko frunce el ceño.

—Habló la que casi se besa con el capitán de marciales del Aoba Johsai.

—¡QUEEEEEEEÉ! —pregunta Chihiro. —¿Como es que yo no sabía de ese suceso?

Todos empezaban a hablar entre ellos, sin entender nada.

—¿Y tú como sabes eso? —se cruza de brazos Akira.

—Os vi desde la ventana de mi cuarto, idiota. Te llega a ver papá y le da un infarto.

—Un momento —frunce el ceño Sakura. —Entonces tuvo que ser después de... ¡Que casi os besáis por segunda vez y no me lo contaste!

—No te hagas la digna —vuelve a intervenir Umiko. —¿O a caso le has contado a alguien que te besas a escondidas con Sotawa?

Se hizo el silencio.

—Ah, eso sí lo sabía —comenta como si nada Chihiro. Cuando mira a su lado, puede notar la mirada asesina de Kuroo y algo le dice que está en serios problemas.

—¿Qué? —pregunta Akira. Esta mira a su hermana mayor y se da cuenta de que lo que dice Umiko es verdad. —¡QUÉ!

—Ay, fue sin querer —se defiende Sakura, encogiéndose de hombros.

—¿Como diablos te besas con alguien sin querer, SAKURA ŌHAGI? ¡No es como si te pudieras caer sobre sus labios por arte de magia!

—Es que... me dijo cosas bonitas y yo estaba muy triste y una cosa llevó a la otra... pero solo fue un par... de veces. ¿Y tú como lo sabes?

—Porque os vi, desgraciadamente. En serio, qué asco ver como te metía la lengua aunque solo fueran unos segundos. Quedé traumatizada de por vida.

—Ya... a mí tampoco me gustó la experiencia por mucho que le diera una segunda oportunidad. Fue como dices, muy asqueroso. ¡Perdón, Akira! —le suplica a su hermana, quien la mira con brazos cruzados.

—Vaya burbujita, sí que te gusta ver el mundo arder —sonríe Oikawa al ver a alguno de los chicos muertos de celos y rabiosos, como perros.

Umiko mira a Oikawa con esa sonrisa que le aseguraba que no había terminado.

—Ya, bueeeeno, ahora Sakura tiene experiencia y te podrá aconsejar mejor para que te beses con alguien ¿no, Akira? Estoy segura de que a Iwa le encantará echarte una mano con eso también, Akira... o mejor dicho ¿boca?

—¿Eh? —ladea la cabeza Akira.

—Ohh, no te acuerdas de él. Ya veo. Y eso que de pequeña era tu crush y venías a verlo conmigo a algún partido.

—Espera... ¿él...?

—Ajá —asiente Umiko, mirándose las uñas. —Qué pena, con lo guapo que es. Y casualmente le gustas mogollón. En fin, en otra ocasión, Iwa.

—Joder, mira que es mala, pero así toda mala, wof, le ladro si quiere.

Sakura y Akira miran a la chica que se encuentra justo en medio.

—Sí que es verdad que eres peor que un chico, rarita —comenta Yui, frunciendo el ceño al ver a la chica.

—Así me quieren —se encoge de hombros la chica. —Al menos yo soy más lista y me quedo pillada por chicas preciosas e inteligentes, no como otras que se pillan por chicos tontos que solo viven obsesionados por el voleibol y las friendzonea o las ghostean.

—Bueeeeeeno, creo que ya va a empezar el partido. ¿Nos sentamos arriba en las gradas, Sakura?

—Claro, Akira, ahí estaremos genial. Chau, Chihiro. Te me cuidas. O no, perra traidora —se despiden rápidamente las chicas para correr hasta las escaleras y subir a las gradas. Chihiro se ríe, porque sabe que lo dice de broma.

Umiko se asegura de que sus hermanas no la oigan cuando decide hablarle a los chicos.

—Espero que hayáis aprendido la lección por haberles hecho llorar a mis hermanas, Suga y Kuroo. Por muy bien que me caigáis y por muy enfadada que esté con ellas, siguen siendo mis hermanas.

—Sí, ella si da miedo —asiente Kenma. —No entiendo como a Hinata le puede gustar con lo miedica que es.

—¿Que pulgarcito qué?

Pero Oikawa se calla cuando nota que Umiko está diferente.

Estaba mirando a sus hermanas, como se reían y se agarraban de la mano, como saltaban y parecían divertirse. Juntas. Sin ella. Como si fuera un mal tercio. Y no se debía a que ella estuviera enfadada con ellas, siempre había sido así. Solo que había decidido ignorarlo.

Los que estaban ahí vieron como la rubia se le iba apagando poco a poco el poco brillo que había recuperado en su mirada. Ennoshita iba a acercarse a ella y cogerla de la mano para darle apoyo hasta que vio como Oikawa se acercaba a ella por la espalda y apoyaba su barbilla en el hombro de la chica. Miró el cuerpo de ambos y él había deslizado su mano, entrelazando uno de sus dedos con el de Umiko. Él le estaba susurrando algo al oído.

El pelinegro sonrió, dándole un golpe a Kinoshita para que les mirase a los dos y como el brillo de los ojos de Umiko volvía mágicamente, sonriéndole al castaño por lo que le había dicho. Los dos se miraron entre ellos y sonrieron cómplices.

—Obviamente que no les voy a animar. ¿Acaso me ves cara de animadora?

—Tú serás todo lo que quieras ser, burbujita. Y estaré ahí para verlo.

—Mmmm, lo que digas —y aunque la chica quería fingir que su comentario no le había afectado, se había sonrojado. Era la primera vez que habían visto a un chico hacer sonrojar a Umiko. —Venga, subamos para que puedan calentar y empezar el partido.

Y Umiko no se suelta de Oikawa, sino que tira de él. Ambos seguidos de Iwaizumi.

La chica no le ve, por lo que no se da cuenta como hace un gesto con su puño cerrado hacia abajo, como de triunfo. Las chicas del vóley y animadoras que habían venido también empezaron a subir las escaleras.

—¿Al gran rey le gusta Umiko? —pregunta Hinata.

—Si te has dado cuenta hasta tú, es que sí que tiene que ser evidente —comenta Sawamura, viéndoles a esos dos también subir las escaleras corriendo.

—¿Como Suga con Akira? —pregunta Nishinoya, cruzándose de brazos. Todos le miran. —¿Qué? Llevo todos estos días molestando a Akira a ver si ese espabila, pero parece que no tiene huevos de pedirle salir a una chica como es debido.

—¿Lo estabas haciendo apropósito?

—Claro. Akira es una amiga y por muy guapa que sea, solo es mi amiga. Y está realmente loca por ti, Suga. ¿Es que no te das cuenta como te mira?

Umiko y Oikawa se habían sentado juntos, separados de sus hermanas. Pero estas habían decidido intentar acercarse a la rubia, sentándose al lado de ella para ver el partido las tres juntas... como solían hacer cuando eran más pequeñas o cuando estaban con sus padres.

La rubia parecía haberle cambiado el humor drásticamente a mal aunque las chicas del Karasuno también se habían unido porque ellas estaban un poco a lo suyo, pero cuando vio que empezaba el partido, cualquier signo de molestia desapareció

—Mira como Daichi empieza con su discursito emotivo —suspira Umiko, negando con la cabeza. —Y después dicen de las chicas.

—Oye, no te metas con Daichi si no quieres que te de un buen golpe, Umiko —salta Akira, enseñándole el puño a su hermana. Umiko la mira con una ceja alzada, como advirtiéndose. Pero al final decide ignorarla.

—¿Tú también das discursos emotivos Oikawa? —le pregunta la chica.

—Obviamente, burbuja. Es lo que se espera de un capitán.

—Gay.

Iwaizumi se ríe al ver la cara de Oikawa.

—Veamos a estos del Nekoma, a ver por qué tanto ruido con estos y eso de la batalla del basurero.

—Al menos ellos llegan a los nacionales —murmura Sakura interrumpiendo a Iwaizumi, sacando sus garras para defender al equipo de su... tonterías.

Umiko la mira de reojo, intentando no sonreír.

—Tu y tus hermanas tenéis la mala costumbre de tocar donde más duele, burbujita.

—¿Te duele que te digan las verdades a la cara, Oikawa? —se burla Akira, queriendo picarle.

—Dejadle en paz, que vosotras tampoco habéis ganado un mierda en vuestras cosas —le defiende Umiko, cruzándose de brazos.

—Para no gustarte, bien que le defiendes —se queja Sakura.

—Cállate —se queja Umiko, sonrojándose.

—Oh, no me digas que la pequeña Umiko vuelve a tener un crush con Oikawa —canturrea la pelirroja. —Es como cuando eras pequeña y escribías tu nombre junto con el de él y ponías corazoncitos.

—¡PERO SERÁS...!

Akira se ríe, separando a sus hermanas porque estaba en medio. Era como cuando eran pequeñas y Sakura siempre se metía con Umiko y Umiko se enfadaba e iba a tirarle del lazo del pelo.

—¡VAMOS A COMENZAR EL PARTIDO DE ENTRENAMIENTO ENTRE LAS ESCUELAS SUPERIORES DE NEKOMA Y DE KARASUNO.

—¡LISTOS PARA JUGAR!

Umiko deja de intentar tirarle del pelo a su hermana cuando ven que va a empezar el partido. Se están saludando y hablando entre ellos, pero Umiko se percata de una cosa.

—¿Kageyama y Hinata no se llevan bien?

—Bueeeeeno, es complicado —le explica Akira. —No se llevan bien, pero tampoco mal del todo. Al principio sí, eso le dio mucho dolor de cabeza a Daichi.

—Ahhhh —contesta ella, sentándose sin despegar la vista de la pista.

—¿Va a sacar tu hermano?

—Sí, aunque sea un flojo, se le da muy bien el vóley —le responde Chihiro a Sakura.

—Ah, pues espero que sea así porque los intensitos de primero son...

Azumane consigue defender y lanza la bola y aunque va un poco alta, Kageyama controla la situación y la coloca para que Hinata salte y lance.

Todos se quedan en shock.

—¿Qué ha sido eso? —pregunta Chihiro.

—Oh, una cosilla de nada de los intensitos —presume un poco Akira, como si lo que acabase de pasar lo viera todos los días.

—Es rapidísimo —comenta Umiko, con los ojos abiertos como si hubiera visto un gran tesoro. —Y salta que flipas.

—¿No habías visto jugar a pulgarcito? —pregunta Oikawa.

—No —le responde ella, sin apartar los ojos de la pista. —Me habían dicho que era malísimo jugando, pero que era muy rápido y que saltaba mucho. Pero no me esperaba que hiciera eso.

—Sí, yo me quedé igual cuando lo vi —asintió Oikawa.

—Noya ha mejorado mucho y recibe increíble el balón.

—Sí, ese bajito no estaba la última vez —comenta Iwaizumi.

—Estaba expulsado, como yo —le comenta Umiko.

—¿Tú estabas expulsada? —pregunta Iwazumi, sorprendido.

—¿No te lo dijo Oikawa?

—No —se cruza de brazos.

—Ah, bueno, le di un par de guantazos a la acosadora de este en mitad del pasillo.

—Un par de guantazos es quedarse corta, Umiko —murmura Sakura. —Asahi tuvo que separarte de ella o la matabas a golpes.

—No haberme provocado —se encoge de hombros la rubia. Entonces se ríe, viendo a Hinata sacar pésimo. —Hasta yo saco mejor que él.

—Es verdad —asiente Oikawa.

Los del Nekoma piden tiempo muerto.

—¿Ya? —pregunta Sakura. —Qué pronto.

—Será que le tienen miedo a Hinata y sus rápidos.

—No —le contesta Umiko a su hermana Akira. —Es a Kageyama —los ojos de la chica brillan incluso más que antes y Oikawa quiere pegarse un tiro de los celos que siente en ese mismo momento cuando ve a la chica que le gusta mirar a su junior de la forma que quiere que le mire a él. Ella sonríe, asombrada. —Kageyama tiene conciencia espacial.

—¿El qué? —pregunta Akira, frunciendo el ceño.

—Coloca la bola en el punto exacto para que Hinata remate con los ojos cerrados.

—Ah sí, esa cosa rarita que hacen.

—No es rarito, es increíble —se emociona Umiko. —La conciencia espacial es un don para los deportistas, pero una maldición cuando no tienes a alguien tan excepcional con quien potenciarlo. Es capaz de poder analizar cada situación y jugador con detenimiento, como si lo estuviera viendo desde arriba... con varios minutos de antelación, como una premonición. Puede adaptarse con facilidad, tiene metavision y unos reflejos de muerte.

—Ehhh, no creo que Kageyama tenga todo eso —comenta Sakura. —Es muy bueno, pero tanto como para tener conciencia espacial...

—Es porque todavía no la ha desarrollado —la interrumpe Umiko. —No como papá.

—¿Papi tiene conciencia espacial? —pregunta Akira.

—Sí, por eso fue considerado uno de los mejores delanteros de Japón —le explica Sakura. —Pero... tardó un par de años en poder entenderlo y cuando ya le quedaba poco...

—Se lesionó —añade Umiko. A la chica se le escapa un pequeño gimoteo de sorpresa y mira a Oikawa. —¿Tú lo sabías, verdad? Por eso estás tan obsesionado con él. Porque puede llegar a ser mejor que tú si consigue entrenar todo su potencial y eso te enfada. Por eso te cae mal.

—No se te escapa una, burbujita —aceptó, algo derrotado. No se atrevía a mirar a la chica a la cara por mucho que sintiera su mirada, hasta que la chica extiende su brazo para tomarle de la mano y ofrecerle apoyo.

—Que él sea excepcional no significa tú vayas a dejar de serlo, Tooru. Además, el gran rey de la pista no podría disfrutar de una victoria si fuera fácil.

Oikawa la mira hipnotizado. ¿No era él el que se había propuesto conseguir que la chica acabara locamente enamorada? ¿Cómo era posible, que estando a los pies de la chica, consiguiera que se enamorara de ella más de lo que ya lo estaba? Como aquella vez cuando la escuchó hablar sobre él por primera vez cuando eran niños.

El castaño entrelaza los dedos con los de ella y aprieta un poco su mano, gesto suficiente que necesitaba Umiko para saber que sus palabras le habían reconfortado.

—Están neutralizando a Hinata —comenta Iwaizumi, intentando cambiar el tema de conversación. Todos los presentes se sentían mal tercio al ver a esos dos coquetear en su propio idioma. —La verdad es que da miedo el chiquitín.

—Sí, le están siguiendo —comenta Umiko. —Tu hermano es buenísimo Chihiro —le comenta la chica. —Ha sabido analizar la situación y se ha dado cuenta de que Hinata intenta siempre esquivar los bloqueos por ser bajito. Es muy fácil verlo desde aquí, pero jugando no es tan evidente. Además, se están acostumbrado a las jugadas. Está claro que el Nekoma es mejor que el Karasuno.

—¡Oye! ¡No digas eso! —se queja Akira. —Que tú también eres del Karasuno ¿recuerdas?

—Sí, pero soy realista —se encoge de hombros la chica. —Qué mono el 7, todo el rato detrás de Hinata como si fuera un niño siguiendo a un repartidor de helados —se ríe ella. —Ahí está, la metavisión de Kageyama —añade dando brincos en su sitio cuando el chico pide el pase y remata, marcando.

—Cómo le odio —le murmura Oikawa a Iwaizumi para que Umiko no le oyera, o peor, le soltara de la mano.

—Siempre metiéndose con el pobre Hinata —niega Akira, negando con la cabezal ver a Kageyama gritarle al pelinaranja.

—Normal, es un perfeccionista y Hinata es todo lo contrario. Le debe de poner de los nervios. Como tú cuando te tocaban tus cosas.

—¡Qué no es lo mismo!

—Agh, qué rabia me da el estirado ese. Encima de alto es listo —se queja Umiko, suspirando.

—Ya, a mí también me cae como el culo —la secunda Akira. —No te lo pierdas, Sakura, está pillado por ti.

—¿Por mí? —se señala la chica. —Si casi ni he hablado con él.

La pelinegra se encoge de hombros.

—Kenma es un monstruo jugando —comenta la rubia. —Su capacidad de deducción es increíble y pasa mucho desapercibido para cualquiera, pero es...

—Sí, Kenma es el mejor. Es introvertido y eso le hace difícil hacer amigos, porque se pone muy nervioso por lo que dicen los demás, pero gracias a que Kuroo le obligó a jugar desde que somos pequeños se lleva muy bien con los del equipo.

Y suena el silbato con el final del primer set.

—Se han acostumbrado al ritmo de Hinata —se lamenta Akira, dejándose caer en su asiento desanimada.

—¿Por qué demonios no le cambia el entrenador? Tsukishima es muy bueno —añade Sakura.

—¿Qué mas da si lo cambia o no? —comenta Umiko, ladeando la cabeza. Sus hermanas la miran sin entender. —No es un partido oficial. Hinata es como un diamante sin pulir... tal vez quiera darle un empujoncito.

—Va a conseguir que se deprima —se queja Akira.

—No —niega Umiko, observando a Hinata, pudiendo notar esa aura tan particular. —No lo hará —todos se asombran cuando abre los ojos para rematar, no como estaba haciendo hasta ahora. —Quiere ser el mejor. Por eso abrió los ojos. Eres muy interesante para ser tan chiquitín, Hinata.

—A ese también lo estoy odiando —vuelve a murmurar Oikawa.

—¡MUY BUENA DAICHI! —grita Akira.

—¿Ese no es el que sale con la capitana del equipo femenino? —pregunta Iwaizumi por lo bajo, para que solo le oigan Oikawa y Umiko.

—Sí, pero yo creo que no van a durar mucho —asienten Umiko, acercándose más a los chicos para que la oigan solo ellos. —Los dos son muy buena gente, pero no congenian mucho mas allá del voleibol.

—Pobre Hinata, siempre recibe en la cara —se ríe Akira.

—Ay, esos dos —niega Sakura con la cabeza refiriéndose a Tanaka y Nishonoya celebrando el punto que marcó el primero, restregándoselo en la cara al as del Nekoma.

—Hmmm, estos dos equipos son el uno para el otro —murmura Umiko, cruzándose de brazos y con una gran sonrisa. —Se influencia el uno al otro y se llevan muy bien.

—Sí, aunque nuestro cuñado todavía no ha hecho nada interesante.

—No le hace falta —comenta Umiko. —Tienen una buena defensa y el Karasuno todavía no es rival para ellos, aunque aprenden rápido.

—¿Tú que eres, amiga o enemiga? —se queja Akira.

—Solo digo lo que veo. No es mi culpa que los del Nekoma sean mejor.

—Sí, los del Nekoma son mejor en todo —suspira Sakura. —Cómo me gustaría estar en el club de Ciencias del Nekoma.

—¡Mira a tu novio en la delantera! —se emociona Akira. —Qué guapo que es.

—Es verdad, es muy guapo —asiente Umiko con la cabeza. —¿Que te hizo ser tan humilde para pasar de eso a Sotawa?

—La rechazó.

—Cierto.

—Malditas perras —se queja Sakura cuando ve a sus hermanas reírse de ellas. —Para qué quiero enemigas si las tengo a ellas como hermanas.

—¡La polla! ¡QUÉ BUENA CUÑADO!

—¡QUE NO LE LLAMES CUÑADO, AKIRA! —se queja Sakura, tirando del pelo a su hermana.

—¿Y DESPUÉS TE QUEJAS CUANDO DIGO QUE EL NEKOMA ES MEJOR? —se enfada también Umiko.

—Cómo se nota que son hermanas —niega con la cabeza Yui, viéndolas. —Aunque me alegra que se están hablando otra vez.

—¿QUERÉIS DEJAR DE TIRARME DEL PELO LAS DOS? PUTO DEL AOBA JOHSAI, CONTROLA A TU CHICA QUE ME VA A DEJAR CALVA.

—¡OSTRAS, KUROO, ERES UN MÁQUINA! ¡BIENVENIDO A LA FAMILIA ŌHAGI!

—¿TÚ TAMBIÉN, UMIKO? ¡OS VOY A ZURRAR A LAS DOS POR MOCOSAS!

—SAKURA NO SEAS BOBA QUE ÉL ES MEJOR PARTIDO QUE SOTAWA. SEGURO QUE ÉL SI BESA BIEN.

—UMIKO, NO SÉ QUE TE DA LA MIERDA DE OIKAWA, PERO LO APRUEBO —asiente varias veces Akira con la cabeza.

—Nuestro entrenador se lo está pasando tan pipa como yo ahora mismo —comenta Chihiro, viendo a las chicas.

—Parece que el nuestro también —comenta Yui, mirando a los bancos donde están los entrenadores. Nadie de abajo era consciente de lo que pasaba ahí arriba porque estaban concentrados en el juego.

Hasta que al final suena el silbato, dándole la victoria al Nekoma.

Aunque Umiko sabía que el Karasuno iba a perder por mucho que hubieran mejorado desde que ella no estaba, que perdieran hizo que se le encogiera el corazón.

—Vaya, hombre. Qué pena.

—Sí —asiente Akira, dándole la razón a Sakura. —Umiko tiene razón, el Nekoma es muy bueno.

Y ahí estaba Umiko, con los ojos llenos de lágrimas rebeldes que querían salir. Aunque fuera solo un amistoso, podría ver el gran esfuerzo que habían hecho por llegar hasta ahí. Oikawa la observa sin saber qué decirle, pero entonces...

—¡VAMOS A JUGAR OTRO PARTIDO!

La voz de Hinata hace que la chica abra la boca, sorprendida.

Estaba siendo una cría tonta.

Puede que las cosas no salieran bien a la primera, pero siempre tenía la posibilidad de volver a intentarlo una vez más, justo como hacía Hinata cada vez que no lo conseguía, y cada vez insistía más hasta lograr lo que se proponía.

Umiko sonríe, secándose las lágrimas y sonriendo.

—¿Vamos a por un helado después de que terminen de jugar? —le pregunta Oikawa. No le gustaba verla triste.

—Sí, claro —asiente la chica.

Después de 3 partidos, Umiko salió corriendo, seguida de sus hermanas.

Lo que no se esperaban los chicos cuando ellas llegaron a la pista es que Umiko se tirara a los brazos de Hinata y le diera un abrazo.

Umiko no tocaba a un chico ni aunque la amenazaran con matarla.

Hinata se había puesto rojo como un tomate.

—Gracias, Hinata —fue lo único que le dijo antes de soltarle y correr hacia donde estaba Kageyama, el cual acosaba al pobre Kenma. Ahora le tocaba a Umiko acosar a Kageyama, saltando en círculos a su alrededor para hacerle preguntas de su capacidad de juego.

—Parece que nuestra mejor amiga se ha olvidado de ti —canturrea Ennoshita al acercarse a Oikawa y Iwaizumi.

—Os odio a todos —se queja él.

—No le hagáis caso. No está acostumbrado a sentir celos.

Los dos chicos se ríen.

—Pues tienes suerte, es evidente que Umiko se está enamorando de ti... otra vez —comenta Kinoshita.

—Pero ella no lo sabe aún —se encoge de hombros Ennoshita.

—¿Eso creéis? —se emociona Oikawa. —Vosotros ya no me caéis tan mal.

—Sí, pero como le hagas daño, te vamos a dar tal paliza que...

—Ya, ya, ya, ya, lo que digáis.

—Si no te dan ellos la paliza, te la doy yo —le advierte Akira. Oikawa se gira para ver a Akira con los brazos cruzados detrás de él. También se dio cuenta de que los mayores del Karasuno y las chicas se acercaban a donde estaba ella. —Pero... tienes mi bendición como cuñado número 2. ¡De momento!

—¿Por qué numero 2? ¿No debería ser el 1?

—No eres mejor que Kuroo.

—¿Según quién? —se cruza de brazos Oikawa.

—¿A que te zurro?

—¡Ahhhhhhhh! ¡Socorro! ¡Tanaka se ha hecho un nuevo amigo rarito como él y ahora están de rarito conmigo! —corre Sakura por la pista, escondiéndose detrás de Tsukishima.

—No, no, no te vas a librar porque te escondas detrás del metro ochenta —se queja Tanaka, que perseguía a Sakura. —¿Con un paquete de marciales?

—Déjala en paz, Tanaka —se cruza de brazos Tsukishima.

—Madre mía, con el ritmo que lleva mi hermana se acaba liando con el niñato de primero —se queja Akira.

—¿Por qué estás tan despeinada? —le pregunta Sugawara, acercándose a ella.

—Eh...

—Ha estado peleándose con sus hermanas todo el tiempo —rueda los ojos Iwaizumi.

—No te lo preguntaba a ti.

Oh.

Saltaban las chispas.

Y no porque Nishinoya miraba intensamente al líbero del Nekoma, que también estaban ahí y salvó el momento.

—¡Número 3! ¡Tus recepciones son buenísimas! ¡Es la primera vez que veo cómo alguien le salva tantos balones a nuestro as! ¡Vuestro equipo está a un nivel altísimo y encima tú eres el líbero! ¡Me has dejado alucinado! ¡Pero estaré a tu altura!

—Y después decís que no sonáis como gays —se queja Umiko, derrotada tras recibir respuestas sin sentido de Kageyama de zum y fas. —Oikawa... —le llama derrotada con voz de niña pequeña, tirando de su camiseta. —¿Nos vamos ya a por el helado?

Oikawa la mira ladeando la cabeza, pensando que es la cosa más linda que jamás había visto nunca.

—Pues claro que sí, burbujita. Todo lo que me pidas —le asegura, dándole ligeras palmadas de la cabeza.

—Chao, perdedores —se despide la rubia, haciendo gesto de paz con los dedos para despedirse de los chicos. —Nos vemos mañana.

Y los dos chicos del Aoba Johsai se fueron con una Umiko que parecía estar mucho más alegre que antes, cosa de la que todos se dieron cuenta.

—Se gustan pero mucho esos dos —se queja Nishinoya. —¡Qué envidia me da el gran rey!

—Ahora que lo dices... Umiko y él se parecen bastante —suspira Hinata. —No hay nada que hacer ante el gran rey.

—Y que lo digas —asiente Nishinoya.

—¿Queréis dejar de acosar a Sakura, pedazo de idiotas? ¿No veis que lo único que vais a conseguir es que acabe también besándose con ese pardillo de primero, o qué? ¡Tiene el listón tan bajo que no me extrañaría!

—Aquí nadie se va a besar con nadie y mucho menos si es con Sakura. ¿Queda claro?

—Ay va, nunca había visto a Kuroo así —comenta Kenma, que se acercaba a Hinata. Cuando Sakura le mira, traga saliva y se gira, soltando a Tsukishima y escondiéndose detrás de Chihiro.

—Mira que sois raritos los del vóley.

—Habló la de los pompones —comenta Chihiro, cruzándose de brazos.

—Cómo no, la otra cientifica loca.

Akira se ríe ante el comentario de Yui, pues era como últimamente llamaban a Sakura también.

—Venga, chicos, hay que limpiar el gimnasio antes de irnos.

—¿Podemos ir a por un helado, Daichi? ¿Por fis? —le suplica Akira a su mejor amigo. Sawamura suspira, negando con la cabeza.

—Vaaaaale.

—¡Sí! —se emocionan la pelinegra y la pelirroja.





◦ ◦ ◦






—¡Yo quiero una de menta con trozos de chocolate!

—Qué asco —se queja Sakura, arrugando la nariz a su hermana.

—No puede ser más asqueroso que besar a Sotawa —se burla Akira de su hermana por reírse de su sabor de helado favorito.

—¿Cuántas veces me vas a seguir torturando con eso?

—Eso, Akira. ¿No crees que ya es bastante castigo compartir saliva con ese? —la defiende Yui. —Seguro que perdió neuronas por ello.

—Sí, está bien, me lo tengo bien merecido —se cruza de brazos la chica, haciendo morritos y arrugando la frente.

Todos iban llegando con sus helados, así que Sakura decidió ir a por el suyo ahora que estaba más despejado.

—Un helado de cereza, por favor —le pide al hombre de los helados.

—¿Cereza?

Y justo lo que más quería evitar en ese momento, o mejor dicho a quien, estaba a su lado.

—Sip —responde ella, apretando los labios y soplando para que sus mejillas se hincharan, como si fuera un pez globo.

—¿Es tu sabor de helado favorito? —la chica asiente, sin ser capaz de mirarle. —Hmmmm, interesante. El mío es la vainilla.

—¿Por qué será que no me sorprende que seas tan... corriente?

Kuroo sonríe.

La chica seguía sin ser capaz de mirarle. Ambos cogen su respectivos helados para dirigirse a donde estaban todos sentados.

—¿Por qué no me lo preguntas otra vez, bombón?

—¿Eh? ¿De qué hablas? —Sakura estaba tan concentrada en su helado que no se dio cuenta de que se refería a eso.

Kuroo vuelve a sonreír.

—Hmm, ¿has perdido neuronas, bombón?

—¡Oye! —se queja ella, dándole un manotazo en su brazo. —...au.

Esta vez, el pelinegro se ríe.

—No deberías de haber cambiado tu apariencia física por mí... ni deberías hacerlo por ningún chico —le dice sin más. —Aunque para serte sincero, no has cambiado nada. Sigues viéndote igual que antes.

—Vaya, gracias. Aunque para tu información solo quería sentirme bonita... por una vez en mi vida. No fue por ti específicamente.

Kuroo chasquea la lengua.

—Pues para tu información, tú ya eras bonita.

—Me da igual lo que tengas que decir.

—¿Incluso si te digo que mi mensaje no era verdad? —Sakura se para de golpe ante la confesión de Kuroo. Él también se para unos pasos más adelante y se gira para mirarla cuando se da cuenta de que la chica se detuvo. Entonces es cuando Sakura se atreve a mirarle con el ceño fruncido. No le comprendía. —Claro que eres mi tipo, Sakura ... pero también llevas escrito en la frente que me vas a romper el corazón en cuento encuentres algo más interesante que yo.

—¿Por qué crees eso?

—Ya te lo dije la primera vez que te conocí —le recuerda. —Eres excepcionalmente extraordinaria.



𝑡𝑜 𝑏𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑛𝑢𝑒𝑑 ...

holiwis vvs

antes de nada, quiero pedir mis más sinceras disculpas por no haber hablado de nuestra pareja estrella OIKAWA Y UMIKO en el capi anterior, like hello????

 sé que ni oikawa ni iwaizumi aparecen en el anime, peeeeeeero quería que empezaran a conocer a los del nekoma para el futuro, porque ellos nunca llegan a jugar contra los gatos, pero en el futuro pasaría.... cositas.

además, la historia de umiko y oikawa es un slowburn en el que ella se enamoró primero pero él se enamoro más fuerte y se dan una segunda oportunidad (trope 1) así que tengo que hacer muuuuuchas escenas y contenido de ellos juntos y con el entorno de umiko también

les está gustando esta pareja? sé que oikawa parece un poco ooc, pero tiene una explicación. analizando su personalidad, sabe como adaptarse ante cada situación. al principio con umiko era más él, pero conforme fue descubriendo lo que le había pasado, se convierte en lo que ella necesita, sin llegar a cambiar del todo, pero teniendo cuidado. cuando umiko sane sus heridas, lo tendremos como al principio <333

umiko defendiendo a su hombre de tsukishima y sus hermanas >>

la amistad de umiko con iwa>>>>> 

y en este perfil, todas amamos a kuroo <3

A QUE NO SE ESPERABAN LA BOMBA DE SAKURA Y SOTAWA? GG

que kyo intentara besar a akira otra vez es normal, es chico lo intenta, pero no llega...

chihiro soy yo en la vida >

noya de casamentero es lo que necesitaba en esta vida, tal vez se merezca un ova

si no se fijaron las referencias a bluelock me duelen

kuroo y sakura os va a encantar y doler al mismo tiempo gg

y después suga y akira que son el bestfriends to lovers trope con un poco de slowburn y triángulo amoroso gg

os gustó el capi??????

qué creen que pasará en el siguiente??

os leo bbs <3

os amo hasta el infinito y más allá <3<3

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〘 𝐭𝐡𝐞 𝐩𝐨𝐰𝐞𝐫𝐩𝐮𝐟𝐟 𝐠𝐢𝐫𝐥𝐬 !
━━ 𝘩𝑎𝑖𝑘𝑦𝑢𝑢! 𝑏𝑜𝑦𝑠 〙
© 𝐬𝐤𝐲𝐞𝐥𝐨𝐬𝐭 2024

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