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¹⁸ ˑ 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑟𝘩𝑖𝑔𝘩 - 𝘱𝘢𝘳𝘵 𝟤





𝐭𝐡𝐞 𝐩𝐨𝐰𝐞𝐫𝐩𝐮𝐟𝐟 𝐠𝐢𝐫𝐥𝐬 !
¹⁸ ˑ 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑟𝘩𝑖𝑔𝘩 - 𝘱𝘢𝘳𝘵 𝟤



El equipo del Karasuno estaba convencido de que ganarían contra el Date Industrial.

—¿Cómo puede Hinata ser más cagón que Asahi? —pregunta Yui, cruzándose de brazos.

—¡No digas eso de Shoyo, Yui! —se queja la pelirosada.

La nombrada frunce el ceño y mira a la chica de reojo. Parecía estar preocupada por los nervios del pelinaranja.

—Parece que te cae muy bien Hinata.

—Claro —dice sin más. —Somos amigos y es muy simpático. Nos reímos mucho juntos.

Al principio Yui pensaba que Ren sería la típica chica linda y tímida, de las que eran super tiernas, y con lo primero no se equivocaba, pero tímida no era: lo que era es inocente... justo igual que ese pelinaranja.

Esos dos tenían la misma personalidad, aunque Ren parecía más una niña chiquitita que siempre pedía por favor y daba las gracias y Hinata un niño pequeño revoltoso que rompía todo a su paso.

Bueno, ambos eran igual de torpes, a decir verdad.

—¡ROLLIIIIIIIING...THUNDEEEEEEER...AGAIN!

—Este niño no es completo —se queja Yui, negando con la cabeza, aunque a Ren y Umiko les causa gracia.

—Pero ha conseguido que la tensión del momento desaparezca —añade Akira, uniéndose a las chicas.

—¡QUÉ MOLÓN ES!

—Oh... hasta Kageyama se ha ilusionado. Pero qué tierno se ve, como un peluche gigante que necesita muchos mimitos.

—Esta tampoco está completa del todo —susurra Akira a Yui, mirando de reojo a Ren.

—Estoy de acuerdo. El único osito de peluche del equipo es...

—¡Asahi! —dijeron las dos a la vez, a lo que se ríen después.

—¡Ren, muñequita, hoy te dedicaré todas las bolas que salve! —dice Nishinoya muy confiado, acercándose un poco a las gradas al tener que colocarse en el banquillo.

—Mmmmh, no gracias —niega la chica con la cabeza y haciendo una equis con los brazos, lo que lo deja de piedra.

—Solo a ti se te ocurre decirle eso a Ren, Noya —se ríe Sugawara viéndole. Entonces mira hacia arriba y le guiña un ojo a su novia. —Te quiero, bellota.

Akira se pone colorada de inmediato.

—Juraría que oigo llorar a las chicas que se han enamorado de Suga hoy —se burla Yui.

—Sí, oigo como se les rompe el corazón —le sigue el juego Sakura.

—Para la próxima, deberías ponerte una camiseta con su número y nombre —se une también Umiko.

—Bueno ya, que van a empezar a jugar —se queja la pelinegra, ruborizada.

—Ay, y pensar que hace unos meses eras toda una terreneitor y ahora pareces toda una princesita —se burla Umiko, negando con la cabeza.

—¿CÓMO HA HECHO ESO? —se sorprende Ren, señalando al chico más alto y grande del Date Industrial.

—Se llama bloqueo de lectura —empieza a explicar Umiko a la chica, pues estaba a su lado. —Se esperan hasta el último momento para ver a donde lanza la bola y cuando lo ven, salta para bloquear.

—¡Ay va, pero si ha sido rapidísimo!

—Sí, y tiene la altura como ventaja —asiente Umiko.

—Pero... entonces va a ser super difícil engañarles ¿no?

—Ajá.

—Oye, Umiko, ¿y tú como sabes tanto? ¿Has jugado al voleibol?

—Sí —asiente la chica. —Aunque sé de todo un poco. De pequeña me solía apuntar y cambiar de deportes constantemente porque nada me gustaba.

—Umiko suele aburrirse de todo con mucha facilidad —interviene Sakura. —Pero se le da bien casi todo cuando se lo propone en serio. Yo pensaba que era tonta, pero me ha demostrado que me equivocaba.

La rubia se queda sorprendida ante el comentario de su hermana y cómo había admitido que se había equivocado y delante de otras personas.

Eso no es algo que Sakura hiciera a la ligera.

Jamás.

¿En qué cosas estaban cambiando esos chicos a sus hermanas?

Akira miró a su hermana mediana de reojo y se dio cuenta de su cara de incredulidad, como si le costara asimilar lo que su hermana mayor había dicho de ella.

Es más, en ningún momento había mencionado su belleza.

Puntos para Sakura.

—¡HINATA Y KAGEYAMA SON LOS MEJORES! —empieza a emocionarse Ren cuando por fin la parejita hace su ataque rápido.

—¡Y ahora sale Tsuki! —se emociona Sakura, poniéndose al lado de Ren para saltar con ella.

—¿Se está peleando con Kageyama? —pregunta Ren, ladeando la cabeza al no entender lo que pasaba.

—Siempre están igual... estos niños —se queja Yui, dejando de saltar y negando con la cabeza.

Saca Hinata y no logra pasar la red, pero en la siguiente Tsukishima consigue marcar, pues los del Date Industrial están confusos intentando entender lo que ocurre después de haber visto el ataque especial de Hinata y Kageyama.

—Los entrenadores del equipo de tu novio no dejan de mirar como juegan nuestros chicos —comenta Sakura, al darse cuenta de todas las veces que les había pillado mirándolos.

—Porque este año el Karasuno tiene muchas posibilidades de ganar —le comenta Umiko. —Por lo que veo, han mejorado muchísimo como equipo desde que están los de primero. Nunca les había visto jugar así de bien y estar tan a gusto y concentrados en el juego y con la pelota. Y yo no tengo novio.

Aunque todas sabían que era verdad que no tenía novio, se la quedaron mirando sorprendidas, pues Umiko ya había desistido con llevarles la contraria con el tema de Oikawa. Así que Sakura y Akira se miran la una a la otra sin decir nada, pero se dieron cuenta de que algo pasaba con la chica.

—Wow, Kageyama mola mogollón —se emociona Ren. —¿Has visto cómo ha colocado la bola, Saku? ¿Lo has visto?

—Es como una niña pequeña, no sé si le emociona porque es así de infantil o...

—Estas pensando demasiado —interrumpe Umiko a Akira. —¿No ves que Ren es una bebé todavía? No mira ni a Kageyama ni a Hinata con esos ojos. Creo que le sorprende lo fascinantes que son —comenta, asintiendo con la cabeza. —Ren siempre intenta ser perfecta en todo. Kageyama prácticamente lo es y Hinata, aunque no lo sea logra su cometido a la perfección. Así que a Ren le debe resultar fascinante.

—A veces me sorprende lo observadora y lo fácilmente que lees a la gente —comenta Akira.

—No siempre he sido así.

—Lo sé, pero eso no le quita lo mucho que mola. Es como si... como si pudieras verlo absolutamente todo, como Kageyama en el juego.

Umiko se había puesto nerviosa con el comentario de su hermana y sin querer desvía la mirada hacia el equipo del Aoba Johsai. Sakura tenía razón, pero no solo los entrenadores los observaban. Desde donde estaba, podía ver lo molesto que estaba Oikawa. Pero también veía a las animadoras por los alrededores del equipo y eso le daba escalofríos.

—¿Has discutido con Oikawa?

Umiko prefirió ignorar a su hermana pequeña.

Los del Date Industrial se habían puesto nervioso y pidieron tiempo muerto.

—Ahora querrán parar a Hinata y les dará ventaja al resto —comenta Umiko, viendo las intensiones con las miradas de todos los del equipo contrario.

—¡Vaya! ¡Los chicos están jugando el segundo partido!

Ahora la que quería que la tierra la tragase era Yui al oír como el equipo femenino se acercaba a las gradas a ver a los chicos.

—¡Todavía me cuesta creer que Daichi haya roto contigo!

—Tranquila, seguro que lo arreglamos.

—Yo creo que alguna traidora lo quiere solo para él e intenta metérselo en sus bragas.

—Ya empezamos con las teorías conspiradoras —murmura Yui por lo bajo.

Akira y Sakura podían ver cómo las del equipo femenino no saludaban a Yui y empezaban a hablar entre ellas, como si estuvieran ocultando un secreto o... hablando mal de la capitana de las animadoras.

—¡VOSOTROS PODEIS CHICOS! —grita Ren desde las gradas.

—¡ASAHI HA ANOTADO! —gritan las tres chicas emocionadas, junto al resto del público y los jugadores.

—Nunca he visto a Kageyama tan feliz —comenta Sakura, ladeando la cabeza y sintiendo un escalofrío al ver a Kageyama sonreír victorioso.

—Kageyama siempre está feliz cuando juega, habla o piensa en voleibol —comenta Ren, mirando esta vez a la pelirroja.

—Sí, el pobre es un simplón —niega con la cabeza.

—¡El Date Industrial se está haciendo caquita! —se emociona Akira.

—No te precipites —le recuerda a su hermana. —Son muy buenos jugando, ahora hay que ver si son capaces de contraatacar y si nosotros podemos hacerles frente.

—¿No puedes ser positiva ni una sola vez, Umiko?

Y aunque el Karasuno ganó el primer set, Umiko no quitaba su cara de haber comido un limón.

—¿Qué te ocurre?

—Han mejorado muchísimo y creo que pueden ganar al Date Industrial...

—¿...pero?

—No es suficiente para las nacionales. Tal vez si pudiera ayudar un poco más a Kageyama a entender su... —pero entonces se queda callada.

No quería pensar en eso ahora mismo, no cuando notaba la mirada de Oikawa sobre ella de vez en cuando.

—No me creo que esta vez vayamos por delante —comenta Sakura, ilusionada.

—Cada vez que el grandito se emociona cuando bloquea me da ternura, aunque sea el enemigo.

—¡TENÉIS QUE GANAR, CHICOS! ¡ESTO YA ES PERSONAL! —grita Akira.

—¡NOYA LA HA SALVADO DOS VECES YA! —se emociona Umiko. —¡ASAAAAAAHI ANOTA!

Y cuando la pelota finalmente cae en la parte del Date Industrial marcando el último punto que necesita el Karasuno para ganar, Akira empieza a llorar mientras el resto de las animadoras saltan celebrándolo.

Umiko se da cuenta de que su hermana no lo estaba celebrando, pues se había tapado la cara con las manos para ocultar en cierta manera que había empezado a llorar.

—Oye... ¿acaso no era yo la llorona de las tres? —le pregunta a su hermana pequeña, rodeándola con un brazo para darle un abrazo.

Akira se destapa la cara y mira a su hermana con los ojos llenos de lágrimas.

—Hace mucho tiempo que dejaste de ser la hermanita llorona para ser la mejor de las tres, Umiko.

—Akira tiene razón —interviene Sakura. —Eres realmente increíble, Umiko. Siento mucho no haberme dado cuenta antes.

Las tres hermanas se miraron y no pudieron evitar empezar a llorar mientras se daban un abrazo de tres.

—¿Es esto una reconciliación oficial de nuestras chicas favoritas? —pregunta Azumane cuando todos se acercan a las gradas para ver que no solo estaban las animadoras, sino también el equipo femenino, Shimada y Takinoue.

—¡NUESTRAS NENAS SE HAN UNIDO PARA COMBATIR CONTRA CUALQUIER MAL QUE SE NOS ACERQUE! —se emocionan Tanaka y Nishinoya.

—¿Ah si? —pregunta Sugawara. —Pues dicen que la pelinegra tiene un novio que, como no tengas cuidado, te arrea una y no lo cuentas. Yo de vosotros, tendría mucho cuidado, chicos.

Eso hace reír a todas las chicas.

—¡Lo has hecho genial, Daichi! —grita Michimiya.

—Todos lo hemos hecho muy bien —responde Sawamura.

—Las señales de esos dos han sido muy buenas —sonríe Ren, mirando como los chicos empezaban a recoger.

—¿Señales? ¿Qué señales? —pregunta Sakura, frunciendo el ceño.

—¿No te diste cuenta? —pregunta Umiko, mirando a su hermana con el ceño fruncido. Sakura niega con la cabeza y mira a Akira.

—Ah, ah, yo tampoco sé de lo que hablan.

—Pues sí que lo habéis hecho bien —felicita Umiko a Ren refiriéndose a ella y los chicos, pues ella les había ayudado y sugerido ideas cuando Hinata empezó a aprender las señales de Sugawara.

—¡Genial! —se emociona ella, cogiendo sus cosas y corriendo para ir a ver a los chicos y felicitarles por la victoria.

—Bajad vosotras también chicas —les pide Sawamura.

—Sí, allá...

—¡QUÉ GUAPO ES!

Justo tenían que pasar por delante del partido del Aoba Johsai y aunque Umiko estaba en las gradas, lo tenía justo en frente mientras las chicas y animadoras gritaban el nombre de Oikawa.

—Putos todos los del Aoba Johsai —se queja Akira.

—Tengo una idea mejor —comenta Umiko, mirándolos. —¿Por qué no nos quedamos a verles?

—¿Hablas en serio, Umiko? —pregunta Yui, mirando a la chica algo preocupada.

—Sí. ¿Por qué no? Ellos querían que les viera ¿no? Vamos a cumplirles el deseo y a recuperar la tradición de las hermanas Ōhagi.

Akira mira a su hermana y puede darse cuenta de la determinación en su mirada. Pocas veces era así de decidida y quería aprovechar esa situación a favor del Karasuno.

—Yo tomaré notas —comenta Sakura, sacando una libreta de su mochila y un lápiz.

Akira se acerca a las gradas y se inclina un poco hacia delante.

—Subid, chicos, Umiko está motivada a tope y quiere que nos quedemos a ver el partido del Aoba Johsai —se emociona la pelinegra.

Umiko se había sentado y sus hermanas cada una a su lado. No apartaba los ojos de la pelota ni un solo segundo, haciendo ruidos al respirar de vez en cuando y chasquidos con la lengua.

—Se está conteniendo. Sabe que les observamos y con ese equipo de tres al cuarto no le hace falta hacer maravillas.

Siempre se contenía también cuando jugaba con ella, fue muy tonta al creer que lo hacía porque era del equipo rival en vez de pensar que tal vez sabía lo de su talento.

—Qué cruel es Umiko cuando se pone seria —siente un escalofrío Tanaka, sentándose detrás de las chicas. Sugawara se sentó al lado de su novia y Sawamura al lado de él, haciéndole un gesto a Yui para que se sentara a su lado. Yui no rechazó la oferta aunque las del equipo femenino la miraban mal. Los de primero se colocaron por el lado de Sakura.

—Sí, es como si fusionaras a Sakura y Akira en una misma persona —asiente Nishinoya. —Da mucho cague.

—¡CABRÓN! ¡ES TAN BUENO QUE ME DA RABIA! —se queja Umiko, dando un golpe a su pierna.

—Y que sea tan guapo tampoco ayuda —añade Akira.

—Encima encantador, sabe como meterse a la gente en el bolsillo.

—¿Vosotras dos le animáis a él, o al Karasuno? —se queja Umiko, frunciendo el ceño.

—¡Pues yo me muero de ganas de jugar contra el gran rey! —comenta Hinata, realmente emocionado. —¡Él es increíble!

La emoción de Hinata es tan grande que consigue calmar los nervios de Umiko inmediatamente.

—Tú sí que eres increíble, Hinata —le sonríe la chica. Hinata se sonroja automáticamente mientras que Nishinoya se queja porque del no recibe un cumplido también.

—Me alegro de haber pedido favores para que grabaran el partido —comenta el entrenador, rascándose la cabeza. Umiko, que no había despegado la vista del partido, le mira como si el entrenador tuviera un tesoro en sus manos que ella quería con todas sus ganas. Y el entrenador se dio cuenta de ello. —Sí, Umiko, te daré una copia. Así que venga, tenemos que irnos ya.

Los partidos habían terminado por ese día y todos los equipos empezaban a recoger para marchase a sus respectivas casas.

Los chicos del Karasuno cargaban con las cosas porque no querían que sus chicas tuvieran que coger peso. Ellas iban atrás de los chicos, hablando entre ellas, hasta que vieron al equipo del Date Industrial acercarse a los chicos para volver a hablar entre ellos.

—Lo que yo decía, estos chicos son increíbles —comenta Yui con una sonrisa. —Estas cosas no las veo en el futbol, siempre intentan pegarse a golpes y son muy agresivos —niega con la cabeza.

—¿Eso quiere decir que puede que te quedes con nosotras? —le pregunta Akira, con una sonrisa de oreja a oreja. Yui frunce el ceño. Le parecía raro que a Akira le gustara la idea de que ella estuviera con el equipo de voleibol. Formaba parte de él como favor a Sawamura, porque se necesitaba un mínimo de seis personas a no ser que fuera la capitana.

—¡Lo siento! —dice la rubia más bajita, chocándose con el chico más alto del Date Industrial. Este se pone un poco nervioso, pero no dice nada. —¡Alaaaaaaa! ¡Sí que eres altísimo! Desde las gradas no parece tanto. ¿Qué mides, uno noventa? —el chico niega con la cabeza.

—Si de verdad se espera esa chica que Aone le va a responder...

—Mido uno noventa y dos.

—¿QUÉEEEEEEEEE? —se sorprendieron todos los del equipo.

—¡WOW! ¡Y encima te mueves súper rápido! ¡Es increíble lo rápido que te mueves y el poco tiempo que tienes de reacción! ¡Has tenido que entrenar muchísimo!

Se emociona Umiko, dando pequeños saltitos emocionada.

—¡Es verdad! —se le une Ren. —Eres super grandullón —añade, levantando las manos al techo y dando saltos.

Aone asiente con la cabeza.

—¿El bloqueo de lectura es algo que te sale natural o es puro trabajo duro? —le pregunta la rubia.

—¡Tienes muy buenos reflejos! ¡Yo no soy capaz de ver cuando Shoyo remata!

—Tiene buenos reflejos, sí —interviene su compañero de bloqueo, Futakuchi. —Pero también hemos entrenador duro. ¡Y entrenaremos más para ganaros en la siguiente! —se emociona, mirando a la rubia.

—No vais a poder superar a Kageyama y Shoyo —se emociona la pelirosa. —¡Ellos también mejorarán mucho más que ahora y serán imparables!

—Eso sí que se llama animar y lo demás son tonterías —se ríe Umiko, al ver a la chica bastante ilusionada por futuros partidos. Ella sabía lo que era perder un partido, por lo que sabía lo que ellos sentirían. —Habéis jugado increíble. Hicisteis sudar mucho a los chicos —se ríe ella, señalando a los chicos detrás de ella. —Yo tenía mis dudas de si ganarían o no, pero me han sorprendido hasta a mí.

—Si vinieras a entrenar con nosotros no te sorprenderías tanto —se queja Nishinoya.

—Meh, tengo otras cosas más importantes que hacer —se encoge la chica de hombros. —¡Pero que bien has estado hoy, campeón! —Umiko no se aguanta las ganas de abrazar a Nishinoya con ambas manos y super fuerte. —Menudas salvadas nos has hecho.

—Hoy no me baño —dijo sin más el chico.

—¡Yujuuuuuuu! Equipo de animadoras del Karasuno —canturrea una chica de pelo castaño claro acercándose a ellas junto con más chicas, todas vestidas de uniforme. —Hola, Umiko. ¿Es así como te llamas verdad?

Todos los chicos notaron como el ambiente se volvía hostil, pero nadie sabía exactamente por qué. Inconsientemente, Ennoshita y Kinoshita se acercaron a Umiko, siendo protectores con la chica. Eso le pareció divertido a la chica del equipo contrario.

—¿Por qué no te pierdes antes de que salgas llorando de aquí? —Yui se había acercado lo suficiente como para estar delante de Umiko.

—Ohhh, tú debes de ser la capitana ¿verdad? Qué típico, una barbie rubia y hueca.

—Hueca te voy a dejar yo a ti como no te vayas.

—Vaya, y yo que creía que ya estaba todo olvidado —dice ella haciendo un puchero fingido. —Pero bueno, vengo en son de paz —les promete. —¿Sin rencores, bonita? —el pregunta directamente a Umiko. —Bueno, siempre y cuando te alejes de mi chico, Umikita. ¿No querrás que te vuelva a pasar algo malo en los vestuarios como cuando eras pequeña, verdad?

Sawamura interviene, agarrando a Yui de los brazos cuando ve que se le va a echar encima a la chica del Aoba Johsai.

—¿Tu chico? —se ríe Umiko. —¿Cual de todos? Tengo entendido que te gusta estar con varios a la vez. ¿Sabes cómo se le llaman a esas chicas?

La chica borra su sonrisa de inmediato.

—Vaya, ya no eres una niñita llorona —se cruza de brazos. —Qué sorpresa.

—Venga, nos vamos ya —interviene Sawamura.

—Daichi, suéltame que la voy a... ¡DAICHI! —el nombrado había cogido a la chica como si fuera un saco y la cargaba en su hombro para sacarla de ahí, antes de que se metiera en problemas.

—Wow, ¡yo también quiero que me llevan así! —se emociona la chica, yendo corriendo hacia donde estaba Oikawa. —¡Oikawita, tesorito! ¿Podrías cargarme en tu hombro con esos bíceps tan increíbles que tienes?

—¡Aléjate de Oikawa, loca! —interviene Iwaizumi. —No voy a dejar que le jodas otra vez.

—¡Pero, Iwaizumito!

—Fuera, que no hemos pedido que las animadoras vengan hoy, y mucho menos queremos que vengan mañana.

—¡Jooooo! Oikawits tiene razón cuando dice que eres tan malo.

Después de ver cuando llegaron a la escuela que no habían salido en la tele y que encima habían grabado mucho a Oikawa y su mensaje amenazante contra los del Karasuno, habían tenido su reunión.

—¿Puedes aportar algo más, Umiko? Eres la de las ideas raras y descabelladas, pero que funcionan.

—Creo que ya ha dicho todo lo que podemos hacer entrenador —comenta Umiko. —Para mis ideas descabelladas necesitaríamos tiempo, así que deberíamos usarlas en un futuro.

—¿Cómo cual?

—Aunque cada uno tenga un puesto, deberían aprender a hacer más cosas, ser versátiles. Jugaríamos con mucha ventaja si más de uno pudiera defender, bloquear, colocar y rematar de muchas formas diferentes, como hemos visto ya en otros equipos.

—¿Pero eso no sería muy caótico a la hora de jugar? —pregunta Azumane, que estaba sentado al lado de la chica. —Podríamos chocarnos entre nosotros y...

—Tienes razón, es realmente difícil y por eso no se suele hacer. Solo los equipos realmente buenos pueden tener tanta coordinación como para llevar acabo jugadas así. Pero creo... con lo que he visto hoy... por como jugáis y lo mucho que confiáis en el equipo, que podríais hacerlo si os lo proponéis. Aunque tendríais que trabajar mucho, el doble o el triple de lo que entrenáis ahora. Por eso digo que es inútil para el partido de ahora. Intentar hacer cosas nuevas sin haber entrenado antes en un partido oficial es receta para el desastre.

—Lo lograremos —le promete Sawamura a la chica.

—Venga, todo el mundo a casa a descansar —se despide el entrenador.

—Umiko ¿te quedas en mi casa hoy? —le pregunta Yui a la chica. La rubia sabía que Umiko no quería pasar tiempo con sus hermanas por el momento porque habían oído lo que la capitana de las animadoras del Aoba Johsai había dicho y seguramente le preguntarían cosas que la chica no iba a querer responder.

—Sí, claro —comenta la chica, asintiendo con la cabeza.

—Nosotros acompañamos a Akira y Sakura a casa —se adelanta Sugawara cuando ve que su novia quiere protestar.

—¿Te vienes conmig...?

—¿Nos vamos, Ren? —pregunta Hinata, interrumpiendo a Kageyama. Kageyama rueda los ojos, molesto.

—¡Oye, que estaba hablado yo, ceporro!

—Lo siento, chicos —intenta separarlos Ren, metiéndose en medio de los dos con su característica sonrisa. —Hoy me voy a ir con Yui y Umiko, tenemos algo que hacer —les dice la chica.

—¿Ehhhhhh? ¿Y mañana no vienes conmigo? —le hace un puchero Hinata.

—Nos veremos mañana aquí, en la escuela —le asegura la chica con una amplia sonrisa y extendiendo su dedo meñique para hacer una promesa. —Lo prometo.

Hinata sonríe y une su dedo meñique con el de la chica.





◦ ◦ ◦






—Dime que quien te está llamando es el mierda ese a suplicarte disculpas —dice Yui cuando oye el móvil de la chica sonando. Ella lo saca de su bolsa y ve que es Iwaizumi.

Las chicas habían acompañado a las dos más pequeñas a sus casa antes de dirigirse a la casa de Yui, donde iban a pasar la noche.

—No, es el mejor amigo.

—¿De quién estamos hablando?

—Tú te callas, que estás castigada.

—Perdón, mami —se queja la pelinegra. —¿Pero vas a cogerlo, o qué?

La chica suspira.

—Dime, Iwa —le responde ella.

—¿Cuántos balonazos tengo que pegarle? Tú dime una cifra y la multiplicaré por 2 —eso hacer reír a la chica. —Lo digo en serio.

—Iwaizumi, no tienes por qué darle balonazos a nadie. Todo está bien.

—Una mierda.

—¿Iwaizumi? —pregunta Kai. —¿Iwaizumi del equipo del vóley del Aoba Johsai? ¿El mega crush de Yuki?

Se hizo el silencio.

—¿Esa es Kai? —pregunta desde el otro lado de la línea.

—Me ha oído... ¿verdad?

—Sí —arruga la frente la chica.

—Joder, Yuki me va a matar —se queja la chica. Entonces es cuando se da cuenta. —Un momento... entonces ese chico que querías ir a ver al Aoba era... ¿TONTIKAWA TORU?

—Sí —respondió. Era un tontería mentirle cuando ya la había pillado. —¿Cómo es que Iwa y tú os conocéis?

—Porque es la ex de Kyō —habla Iwaizumi desde el otro lado de la línea, recordándole a la rubia que estaba ahí y que lo escuchaba todo.

—¿Eras novia de Kyō? —se soprende Umiko, mirando a Kai. Ella se encoge de hombros.

—Sí, pero me ponía los cuernos con...

—La novia de Oikawa, Yuri.

—¿La conoces?

—Umiko, ponme en altavoz —le pide el chico. La rubia se despega el móvil de la oreja y le pone en altavoz.

—Ya te escuchamos todas, somos Yui, Kai y yo.

—Hola, Kai, cuanto tiempo. ¿Desde que le pinchaste las ruedas y estallaste los cristales del coche de un profesor, no?

—Sí, bueno, cosas que pasan —dice ella, sintiéndose orgullosa. Pero entonces se tensa, porque no había caído en un pequeño detalle. —Ese profe no seguirá por ahí, ¿verdad?

—Kai... —le advierte Iwaizumi. El chico suspira. —Juntarte con esa loca no te vino nada bien.

—¿De quién habla?

—De Yuri, la ex de Oikawa. Era mi mejor amiga, pero la puta esa me jodió la vida. Le tengo tantas ganas a esa puta zorra...me encantaría llenarle de moretones a esa carita de cínica que tiene con esa personalidad fingida y copiada de Oikawa —le explica Kai, las tres se sientan en un banco justo enfrente de la casa de Yui, aunque Kai no sabía cual era la casa. Yui la miraba raro, así que decide cambiar de tema para no hacer enfadar.—Oye, si vives por aquí Yui, significa que tienes pasta.

—Mi madre es abogada, mi padre es fiscal y mi hermano mayor es forense. Su prometida es médico.

—Wooooow, no eres rica nivel Umiko, pero tienes pasta chica. ¡Qué partidazo eres! ¿Por qué estas soltera?

Yui frunce el ceño.

—A ver, tú, chico del Aoba, más le vale a esas estúpidas no aparecerse mañana en el partido porque si no...

—¿Las animadoras? Ojalá. A ninguno del equipo le hace gracia que estén ahí por todo lo que le hizo a burrikawa. Pero no se lo digáis porque se va a sentir importante.

—¿Más todavía? —pregunta Umiko con el ceño fruncido.

—Oye, Umiko, deberías hablar con él y dejar que se explique mejor. Ya sabes como es, se cree super guay pero a la hora de la verdad, la caga.

—¿Tú también lo sabes?

—Sí, bueno... me lo dijo hace mucho tiempo, cuando éramos pequeños. La verdad es que al principio le daba mucha rabia hasta que después se dio cuenta que en realidad, le gustabas muchísimo, Umiko. Oikawa puede ser muchas cosas, pero nunca mentiría a nadie. Mucho menos a ti. Aprovecharse de las situaciones, si, pero mentir no.

—¿De qué están hablando?

—Ni idea —le responde Yui a Kai.

Umiko suspira.

—¿Podéis guardarme un secreto, chicas? Pero lo digo muy en serio. Hasta hoy nadie lo sabía... o al menos, no creía que nadie lo sabía.

—Claro, soy una tumba —responde Kai. Yui asiente. —Pero eso ya lo sabes porque nadie se enteró que te ayudé a entrar en el Aoba Johsai.

—¿Que qué? —pregunta Yui.

—Tengo el mismo talento que Kageyama, lo de la conciencia espacial.

Las chicas se quedan en silencio, al igual que Iwaizumi.

—Pero... ¿eso no es una pasada? Es decir, eres como... prodigiosa ¿no? Una genio y... y eso es exactamente lo que Tontikawa odia de Kageyama —termina comprendiendo. Entonces se ríe. —Es como el comienzo de un chiste muy malo. ¿Es por eso que lo ocultabas, porque te gusta mucho Tontikawa?

—No, no era por eso. Y tiene que seguir siendo un secreto. Ni mis hermanas ni nadie más se puede enterar. Os lo he contado a vosotras y también se lo contaré a mis chicos, pero nadie más.

—Y con tus chicos te refieres a...

—Ennoshita y Kinoshita —responde Yui por la pequeña rubia. —Tranquila, no le contaremos nada a nadie.

—Sí, como ya te he dicho, soy una tumba —asiente Kai con la cabeza varias veces.

—A Oikawa le gustas mucho, Umiko —se sincera Iwaizumi. —Está fingiendo que vuestra discusión no le ha afectado para nada y que no quiere hablar de ello, pero en el fondo...

—Hablaré con él —le asegura la chica.

—Oye Kai —la llama el chico. —¿Entonces tengo posibilidades con Yuki?

—¡No te acerques a mi pequeño rayito de sol, pedazo de cabrón! Seguro que me la corrompes y si eso pasa, te voy a dar una paliza que...

—Adiós, Iwa. Nos vemos mañana —se despide Umiko, colgando la llamada cuando notó que Kai empezaba a ponerse agresiva y sobreprotectora con Yuki.

—Kai, tienes que comportarte —le pide Yui. Kai se cruza de brazos y resopla.

—Sí, mami.

◦ ◦ ◦

Al llegar al pabellón la mañana siguiente, todos seguían serios. No solo era Kageyama.

Al bajarse del bus, todos se dirigieron directamente al pabellón pues tenían que calentar antes de empezar a jugar. Y justo al llegar a la entrada, el Aoba Johsai llegaba también. No era muy difícil no verles o fingir que no estaban, pues un grupo de chicas, fans de Oikawa, no paraban de gritar. La sonrisa de Oikawa desapareció desde el momento en que Umiko le miró por unos segundos antes de quitarle la vista, como si no le conociera.

—¿Hoy también tengo que cargarte en mi hombro para que no te pelees con la capitana de las animadoras del Seijo? —le pregunta Sawamura. Estaba justo detrás de Yui en ese momento y los chicos de Umiko detrás de ella, los tres como perros guardianes.

—¿Qué tú te ibas a pelear con Yuri? —pregunta Kai.

—Tú te callas —le advierte a Kai.

—Oigan... ¿alguien me explica que hace Kyō aquí? —pregunta Sakura, acercándose al grupo. —¿Acaso se ha enterado de que Akira es animadora y querrá verla con el uniforme?

Y como su fuera un imán, Sugawara se quita su sudadera y le pasa la mano por encima a su novia.

—Qué molón es —pega brincos Nishinoya. —Si es necesario, te ayudamos en la pelea.

—¿Pelea? —pregunta Kai. Le habían brillado los ojos al oír a Nishinoya.

—Es que aquí nos cae mal este tal Sohma —comenta Tanaka, de muy mal humor. —Estuvo detrás de Akira el año pasado.

—¿Qué es lo que has dicho?

—¿Por qué mejor no os vais dentro a calentar y nosotras nos vamos a nuestras gradas? —interviene Akira.

Pero dejaron de prestarle atención a Kai durante unos segundo y ese fue un gran fallo, pues la chica se dirigía directamente a donde estaba Kyō Sohma.

Oikawa la vio, le dio un golpecito a Iwaizumi para avisarle y ambos vieron con sonrisas socarronas como la chica se le acerco y le dio un puñetazo en todo la cara y un rodillazo en sus partes masculinas.

—Eres un puto cabrón. ¡No solo me pusiste los cuernos con esa zorra, sino que encima intentabas ligarte a Akira!

—Vaya... dichosos los ojos que te ven, Kai —se acerca la castaña, cruzándose de brazos. —Ohh, ¿volvemos a repetir patrones? ¿Te metes a las animadoras del Karasuno y después empiezas a pelearte y a drogarte para hacerte la mala mientras follas con cualquiera? ¿Ya sabes a qué profe te quieres follar?

Kai le habría dado un puñetazo ahí mismo, de no ser porque le había hecho una promesa a Yui de no perder el control. Sabía que lo de Kyō no se lo tendría en cuenta, mucho menos cuando los del Karasuno le odiaban y querían pegarles también.

—Por mucho que me encantaría ver una pelea de nenas y como te parten la cara —interviene Nishinoya agarrando a Kai del brazo. —Tenemos un partido que jugar.

La chica se ríe.

—Vaya, qué aburrida de has vuelto. Con razón pegas más en el Karazuno. Los perdedores hacen piña, ¿no? Dale besitos a mi niña bonita de Umiko, ¿quieres, linda?

Kai vio a Kyō quejándose de cómo le sangraba la nariz y para ella eso fue suficiente. Mira a Oikawa e Iwaizumi y les sonríe, guiñándole un ojo a los dos antes de irse.

—Qué malota que es, por eso siempre me cayó bien —asiente Oikawa.

Las animadoras estaban en sus gradas mientras que los chicos estaban calentando y cuando terminaron, dieron comienzo al partido, haciendo sus respectivos saludos. Los dos amigos del entrenador también se habían unido a ellas.

—¡Mucha suerte, Oikawa!

—¿Me puedo pegar un tiro? —se queja Umiko, cuando ve que al lado de ellas había un grupo de fans del chico.

—Mira, tu amiguito Iwa ya está peleándose con él —se dice la pelirroja, divertida al ver como tenían que agarrar a Iwaizumi porque si no le pegaba al castaño.

—Por eso él me cae bien.

—Iwa es de lo mejor —asiente Kai varias veces con la cabeza. —Pero tontikawa siempre le sacaba de quicio. Mi pobrecito Iwa —niega con la cabeza la chica.

Sacaban primero los del Karasuno, pero en cuestión de segundos, Oikawa les había engañado y había marcado.

—No sería él si no se burlara de nosotros —se queja Umiko.

Sus hermanas la miran y podían darse cuenta de que más allá de la rabia que sentían, le brillaban los ojos con lo maravillada que se sentía al verle.

Ninguna se quería imaginar lo difícil que era ver al chico que te gustaba jugar en el equipo contrario, haber discutido con él y encima tener que ver a su ex novia durante todo el partido... ademas de ser muy bueno.

Y marca otro punto.

—¡Es el mejor!

—¡Oikawa, te queremos!

Umiko empezaba a notar que la temperatura le subía.

Y entonces el Karasuno prepara una jugada magistral, pero a la hora de la verdad... Kageyama hace una finta.

—¡QUÉ GRANDE ES KAGEYAMA! —grita Umiko, dandole saltos junto a Ren en las gradas.

—¡Eso, Kageyama! ¡Haz que se coman sus palabras ese senior engreído! —se anima demasiado Ren.

Y encantes le toca sacar a Kageyama y acaba tirando demasiado fuerte, por lo que va fuera.

—Mierda, ahora saca él —se queja Akira. —Qué mal me cae.

Y cuando él saca, se la lanza directamente a Nishinoya, pero esta se curva.

—Mmmh, ¿intentas desmotivar al líbero, Oikawa? —pregunta Umiko ladeando la cabeza. —La verdad es que sería un plan genial, pero es imposible desanimar a nuestro Noya.

—Voy a decirle eso cuando termine el partido —comenta Akira. —Verás lo contento que se pone de recibir un cumplido tuyo.

Umiko seguía mirando a los chicos del Aoba Johsai, sabía perfectamente que Oikawa era muy observador, lo sabía por experiencia propia, así que cuando le vio sonreír como si hubiera descubierto la pólvora en plena guerra, dio un golpe a la barandilla.

—Joder, se ha dado cuenta. Es...

—¿De qué hablas? —pregunta Akira.

—¿Te refieres a las señales? —pregunta Ren. —¿Ya? ¿Tan pronto?

—Es tan.... ugggh.

Y el Aoba Johsai pide tiempo.

—Eso va a desanimar un poco a Kageyama —se entristece Ren.

—Se queja de que Kageyama es un puto genio, pero no se da cuenta de lo increíble que puede llegar a ser —se enfada Umiko.

—Oye, ¿le estás criticando o animándolo? Porque parece que no lo tienes muy claro —le pregunta Akira.

—Cállate —se sonroja Umiko.

—Oye... ese es de primero ¿no? —pregunta Sakura. —Es muy bueno apuntando.

—Son unos cabrones, eso es lo que son —se queja Umiko. Quería gritar de los bueno que eran. —Kageyama está entrando en pánico y es fácil ver sus jugadas y encima intentan desanimar uno a uno a los jugadores. Es tan brillante que me desespera.

—Oye, las animadoras de él están en el otro lado, por si te quieres unir a ellas —le sugiere Akira, molestando a su hermana.

—¿No os dais cuenta? —se exaspera la chica.

—¿De qué? —pregunta Sakura.

—¡No vamos a ganar este partido! —estalla ella al final. —Es...

Era demasiado abrumador para ella verlo, podía notarlo en el ambiente, en cada movimiento de ambos equipos.

Y en su mente volvió a pasar el mismo pensamiento que tuvo cuando estaba en la escuela media y decidió dejar de practicar cualquier tipo de deporte: ¿cómo podía alguien soportar la presión del talento que conllevaba la conciencia espacial? ¿Cómo lo hacía su padre antes de que se lesionara jugando al futbol?

Kageyama estaba tan enfocado en buscar la solución para ganar el partido que no era capaz de sentir ni de oler el ambiente.

Por eso... ¿cambiarle por Sugawara había sido la mejor idea?

—Mira, Akira, ahora sí que puedes animar a tu novio —se burla Sakura.

—Y Shoyo como siempre metiendo más leña al fuego —comenta Ren. —Al final esos dos hacen un buen equipo.

—¿Tú qué te fumas, chica? —pregunta Kai, mirando a la pelirosada.

—No sé yo, pero parece que no solo vas a tener que preocuparte por las chicas Akira, el novio de esta no le quita los ojos de encima a tu chico —comenta Yui, molestando a sus chicas.

—Le está observando. Oikawa es muy observador y eso le da la cualidad única de poder darle a los demás lo que... —entonces la chica se queda en silencio unos momentos, dándose cuenta de algo, —lo que necesitan.

—¡SUGA, ERES INCREÍBLE! —se emociona Sakura. —¡QUÉ CUÑADO TAN INCREIBLE TENGO!

Akira se moría de vergüenza a su lado, incapaz de poder animar a su novio.

Umiko quería parecer animada incluso cuando el Karasuno perdió el primer set y ahora se cambiaban de pista, teniendo enfrente a los del Aoba Johsai.

—Kai, tu puñetazo de antes ha sido la leche —le grita Iwaizumi mientras se colocaban y esperaban a que pasaran un mocho rápidamente para evitar resbalarse por el sudor del suelo.

—No pienso hablarle bien de ti a Yuki, bastardo —le reprocha ella.

—Oye, Umiko. ¿Le doy otra vez? —Iwaizumi le había dado un golpe con la cabeza a Oikawa antes de acercarse un poco a las gradas por llamarle tonto. La chica se ríe y niega con la cabeza.

—Venga, que vamos a empezar —le llama Oikawa. Iwaizumi iba a darle otro golpe al ver que no se giraba para mirar a Umiko, pero se paró en cuanto el chico abrió la boca. —Hola, burbuja. Espero que no te importe tenerme más cerquita de ti.

—Charlatán —se burla Kai. —No me extraña que solo se fijen en ti chicas con la cabeza hueca.

—¿Cómo es posible que sigas siendo tan cruel, Kai? ¿No te habías reformado un poquito en el Karasuno? —se queja el castaño.

—Más quisieras, pringao.

Habían empezado el segundo set, y aunque iban muy igualados, el Aoba Johsai ya era capaz de ver entre las jugadas, aunque...

Umiko podía notar una sensación extraña en Kageyama. El pelinegro estaba observando todo, cada detalle, y hablaba más con sus compañeros. Puede que... aunque no ganaran el partido, el talento de Kageyama estuviera despertando.

—¿Por qué sonríes, rubita? —le pregunta Kai al notarla.

—Kageyama está aprendiendo, hasta la está chocando con los demás y los felicita. ¡Y JUEGA MUCHO CON TSUKISHIMA!—le responde sin más.

—¿Pero no te caía mal? —le pregunta Akira.

—Sí, pero cuando quiere es bueno jugando.

Kai, que sabía el secreto de la chica, podía leer entre líneas lo orgullosa que debería de sentirse la chica al ver como Kageyama iba avanzando. Umiko le había explicado que ese talento que ellos tenían no era algo que se podía enseñar: se tenía y una vez que eras consciente de él, tenías que trabajarlo.

Eso era lo que Oikawa no entendía. Si tan solo ambos hubiesen sido sinceros el uno con el otro desde el principio...

No, ella se habría cerrando por completo y Oikawa no habría tenido la oportunidad de acercarse a ella como lo había hecho hasta el momento. Hasta en eso era tan astuto.

El Karasuno había ganado el segundo set. Pero no solo era Kageyama el que estaba mejorando inconscientemente. No sería útil en ese momento, pero sí que significaba algo. Aunque ellos no iban a poder verlo...

No cuando el Karasuno había perdido el partido en el tercer set.

—Vamos a ir a ver a los chicos —Yui fue la primera que se atrevió a hablar después de unos minutos.

Ahí estaba.

Ese sentimiento.

Ella sabía que iban a perder y aún así sentía que su corazón se destrozaba por completo al saber lo mucho que se habían esforzados por llegar hasta ahí.

Pero también...

También se alegraba por Oikawa.

Estaba tan abrumada con todas las emociones de esos dos días que solo quería llorar.

Pero aún así, se recompuso porque sabía que Iwaizumi y Oikawa la miraban disimuladamente.

—Enhorabuena, chicos. Habéis hecho un gran partido.

—Burbuja, ¿podemos ha...?

—Vamos, Umiko, tenemos que recoger esto —la llama Kai, entonces se gira a los chicos del Seijo y les sonríe. —Qué hayáis ganado este partido no significa nada. Seguís siendo unos idiotas, putos.

Eso hizo sonreír un poco a Umiko antes de despedirse.

—Ya nos veremos.








𝑡𝑜 𝑏𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑛𝑢𝑒𝑑 ...

holiwis vvs

sé que ando algo perdida y no subo tam seguido, pero es que ya casi no votan y mucho menos hablamos comentar, así que empezaré a hacer actualizaciones más lentas hasta que vea que interactúan más

queda solo un capítulo para que termine el vol 2!!!!

os gustó el capi??????

qué creen que pasará en el siguiente??

os leo bbs <3

os amo hasta el infinito y más allá <3<3

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〘 𝐭𝐡𝐞 𝐩𝐨𝐰𝐞𝐫𝐩𝐮𝐟𝐟 𝐠𝐢𝐫𝐥𝐬 !
━━ 𝘩𝑎𝑖𝑘𝑦𝑢𝑢! 𝑏𝑜𝑦𝑠 〙
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