¹⁴ ˑ 𝑚𝑎𝑑 𝑠𝑐𝑖𝑒𝑛𝑡𝑖𝑠𝑡
𝐭𝐡𝐞 𝐩𝐨𝐰𝐞𝐫𝐩𝐮𝐟𝐟 𝐠𝐢𝐫𝐥𝐬 !
¹⁴ ˑ " 𝑚𝑎𝑑 𝑠𝑐𝑖𝑒𝑛𝑡𝑖𝑠𝑡"
Parecía que las desgracias perseguían a la familia Ōhagi cuando se vieron obligados a verse con el director de la escuela superior Karasuno por lo sucedido con Sakura en la Feria de Ciencias.
Aunque lo que le pasó a la chica no influyó negativamente y el Karasuno iba a ir a la Expo de Ciencias con una par de proyectos, el director consideró expulsar a Sakura del club porque, según él, existía la posibilidad de que ocurriesen incidentes por los problemas mentales que estaba teniendo la chica y, en un entorno donde habían muchos materiales peligrosos, no era apropiado que ella estuviera cerca.
Le habían prohibido participar en cualquier actividad que pudiera ser un peligro para ella misma o para los demás y tener cualquier cosa que pudiese ser usado como arma.
Además, ya se había corrido el rumor: Sakura Ōhagi, la científica loca.
Cuando Sakura entró a su clase, notó como las miradas caían sobre ella y cómo cuchicheaban. Ademas, no se atrevían acercarse a ella, y si se levantaban, el resto se movía.
Para la hora del receso largo, ya no se cortaban a la hora de hablar de ella y les daba igual si ella podía oírles a o no.
Sakura estaba hundida, le habían quitado lo que más le gustaba hacer en la vida: las ciencias.
—Sabía que estarías aquí —comenta Akira, acercándose a su hermana que no había salido de su clase.
—¿Para qué iba a salir? Si lo único que hacen es huir de mi o burlarse o yo que sé.
—Te entiendo. Tampoco es que se hable muy bien de mí.
El nuevo rumor de la pelinegra es que había fingido gustarle su mejor amigo para que nadie se diera cuenta de que le gustaban las chicas.
La científica loca y la que le gustaban las chicas en secreto.
—Me han echado del club de ciencias —le cuenta. —Kaito ha sabido aprovechar la situación para deshacerse de mí. Le ha dicho al director que podía ser peligroso que siguiera en el club mientras estuviera así y el profesor de ciencias también le ha apoyado.
—¿Que Kaito hizo qué?
—Y no puedo entrar en un club en el que no me quieran o me consideren un peligro por estar loca.
—Tú no estás loca, Saku.
—Eso no es lo que dicen —la chica se queda en silencio. —Esto no va a quedar así. Ya verán. Si se creen que van a joderme mi expediente académico van a tener que hacer algo peor que echarme del club de ciencias de esta mierda de escuela. No se van a ir de rositas.
—¿Y qué piensas hacer?
—Voy a quitarles los proyectos de la Feria —responde ella, fría como el hielo. —Los únicos que han pasado han sido los proyectos de mis ideas. Ideas y proyectos que he patentado bajo la supervisión de papi. Si algo he aprendido a lo largo de la historia de las mujeres científicas es que nunca puedes confiar en nadie.
—¿Pero no se supone que tienen que llevar los mismo proyectos a la Expo?
—Exactamente, pero como no los van a tener porque si no, papi denunciará a la escuela de robo, no podrán presentarse a la Expo y estarán automáticamente eliminados. Es una pena que la primera vez que el Karasuno va a la Expo vayan a ser descalificados, pero es que si yo caigo, todos caen.
—Das miedo —admite Akira. —Me gusta. ¿Cuál es el plan? Porque yo quiero verles como se les queda la cara cuando se enteren de que no irán a la Expo.
A Umiko le parecía raro que sus hermanas no estuvieran en la mesa de los de tercero y segundo, y se había dado cuenta que los de tercero también empezaban a preocuparse un poco porque no la habían visto hoy.
—Oye Umiko —la llama Azumane. —¿Es verdad lo que dicen todos que le pasó a Sakura?
La rubia mira a los tres de tercero. Era evidente que estaban preocupados.
—Sí. Se desmayó al ver sangre y le dio un ataque de pánico —responde ella.
—¿Es por lo que le pasó a Akira? —pregunta Sawamura.
Umiko suspira.
—Sakura es superdotada, por lo que hay cosas que le afectan de forma diferente o puede parecer rara, o fría o que es una insensible, pero en realidad es porque su mente influye más la lógica. Desde pequeña siempre ha tenido problemas para relacionarse con las personas y con el mundo que la rodea, así que se obsesiona tanto que tiene episodios de crisis, ansiedad, o ataques de pánico. Ella fue la que se encontró con Akira en el vestuario y eso ha hecho que se obsesione con la sangre y otras cosas. Estuvo una semana hospitalizada porque subía de estrés post traumático, pero pensaba que ya estaba bien.
—¿Donde coño está la puta loca de tu hermana? —Kaito da un golpe sobre la mesa, justo en donde estaba Umiko sentada. Todos se sorprendieron y miraron al rubio con el ceño fruncido.
—¿Disculpa? —le pregunta Umiko, mirándole como si estuviera a punto de matarle.
—A tu hermana la han echado del club de ciencias y no sé qué mierda hizo que ha venido el profe de ciencias, dice que estamos descalificados porque no podemos entregar ninguno de los proyectos de Sakura.
—¿Cómo que ha expulsado a Sakura del club de ciencias? —pregunta Tsuskishima, frunciendo el ceño. —¿A quién demonios se le ocurre la estúpida idea de expulsar a la mente más inteligente de la escuela?
Pero no hubo respuesta porque Umiko había empezado a reírse en la cara de Kaito, dando golpes en la mesa. Realmente le había dado un ataque de risa hasta el punto de tener que limpiarse las lágrimas de los ojos.
—Es buenísimo —sigue hablando Umiko, mirando al rubio sin dejar de reírse. —Me apuesto lo que sea a que tú y más de uno han tenido algo que ver con eso de expulsar a Sakura, ¿verdad? —suelta un largo suspiro y ladea la cabeza, poyando la barbilla en la mano. —Lo que no sabéis es que Sakura es la más rencorosa de las tres y no se anda con tonterías cuando le tocan lo más sagrado para ella. La habéis cagado expulsando, eh, porque ella es capaz de hacer cualquier cosa por destruir a sus enemigos y rivales. Le has dado donde más le duele, pero ella te ha devuelto el golpe multiplicado por cinco. ¿De verdad pensabas que Sakura se quedaría de brazos cruzados? Idiota.
—Si no podemos usar sus proyectos, no participaremos en la Expo. ¡Es la primera vez que participamos!
—Y eso es gracias al cerebro de mi hermana —le recuerda Umiko. —Por eso siempre patenta sus ideas y proyectos antes de sacarlos a la luz. Qué pena —se ríe irónica. —No vais a poder hacer una mierda. Y lo mejor de todo, es que esto es solo el principio —comenta la rubia. —Es lo que pasa cuando te metes con la niña de papi. Ya verás.
◦ ◦ ◦
Akira había mentido al profesor cuando le dijo que se encontraba mal y que necesitaba salir fuera.
La realidad es que por alguna razón las chicas de la clase no paraban de mirarla descaradamente, incomodándola. Ya se imaginaba por qué era. Al principio, Akira se enfrentaba a los comentarios, pero desde que tuvo el accidente, ya no parecía la misma de antes.
Se sentía débil y patética.
Lo que no se esperaba era que los de tercero no tuvieran clase y que la vieran desde el tercer piso. Azumane se fue con uno de la clase a hablar de los exámenes y sus notas y Sawamura y Sugawara bajaron a pasar el rato con ella.
—Ey, ¿te encuentras bien? —es lo primero que pregunta Sugawara.
Akira abre un poco los ojos para ver como sus mejores amigos se sientan delante de ella. Se estira un poco y bosteza.
—Si, solo quería tomar un poco el aire. La clase estaba siendo muy aburrida y le dije al profe que me encontraba mal y necesitaba salir a la enfermería.
—¿Y has ido a la enfermería? —quiere saber Sawamura, cruzándose de brazos.
—Nope —responde ella, dedicándole su mejor sonrisa. —¿Papi y mami se van a enfadar conmigo? —le pregunta la chica, burlándose de ellos dos.
—Te voy a zurrar, Akira —le advierte Sawamura.
—Ey, con mi chica no, Daichi —le advierte Sugawara, sentándose al lado de ella. La chica vuelve a sonreír, pero borra su sonrisa cuando ve a Sawamura suspirar con pesadez.
—Bueno, nos toca un descanso y tengo que hacer una cosa. Nos vemos en el entrenamiento —se despide Sawamura. Akira le ve marcar preocupada, pues no entendía qué pasaba. ¿Tal vez había estado tan metida con sus cosas que se le había olvidado preocuparse por sus mejores amigos?
—Yo tampoco sé nada. No ha hablado conmigo sobre lo que le pasa —Sugawara y su capacidad para saber en lo que pensaba la chica era increíble.
—¿Crees que deberíamos preguntarle?
—Tal vez deberíamos esperar un poco más —le responde. —Ya sabes como es Daichi, cuando le pasa algo lo ignora por completo y solo lo afronta cuando no tiene otro remedio. En eso os parecéis muchísimo. Supongo que por eso sois los mejores amigos.
—¡Oye, que tú también lo eres! —se queja la chica, frunciendo el ceño y dándole un golpe en el brazo. Sugawara la agarra con delicadeza del brazo, tirando de ella para que se pegue más a él y poder así apartar un mechón de pelo de su cara.
Sugawara no podía contenerse más.
—Me gustas muchísimo, Akira.
La pelinegra contuvo la respiración.
¿Había oído bien?
¿Se había vuelto loca?
—¿Qué?
Estaba temblando de los nervios.
—Que me gustas muchísimo... y me muero de ganas de besarte de una vez. Si me dejas.
Akira abre sus labios para responder algo, cualquier cosa, pero no sale nada de su boca. No puede apartar sus ojos de los de Sugawara, por lo que puede notar como mira sus labios, a la espera de una respuesta. Ella le imita y mira los labios de él, y Sugawara se da cuenta, por lo que la vuelve a mirar a sus ojos, a su rostro en general.
Entonces, cuando Sugawara se inclina hacia ella, ella retrocede un poco, poniendo su mano en el pecho de Sugawara para detenerle y con la intención de alejarle. Quería salir corriendo... como la última vez.
Pero Sugawara no la iba a dejar escapar tan fácil, porque no iba a soltarla. Akira no tuvo otro remedio que reaccionar.
—No, somos amigos, si haces esto, todo cambiará y yo no podría...
—No quiero ser solo tu amigo, Akira —suspira él. —Quiero ser tu novio.
Akira pestañea varias veces intentando calmarse. Entonces agacha la cabeza dejando de removerse para que Sugawara la soltara y poder huir. Ya era demasiado tarde para seguir ocultando sus sentimientos, así que era mejor que los confesara de una vez por todas.
—No bromees con esas cosas, Sugawara. Sé que te preocupas por mí y que eres un buen chico que no le haría daño a nadie, pero no es divertido que...
Pero Sugawara pierde por completo la paciencia y le levanta del rostro, agarrándole la barbilla para que le mire y así poder besarla por fin. Solo fue un pequeño roce en los labios, pero fue suficiente para callar a la chica, aunque las ansias de Sugawara se avivaron más, como cuando jugaba al vóley. Ambos habían cerrado los ojos y Sugawara apoyó su frente contra la de Akira, intentando pensar con claridad. No era momento de profundizar ese beso.
—¿Te parece que estoy bromeando?
—No lo entiendo —se sincera la chica. —Pensaba que no me veías como a una chica, solo como a tu amiga. No tienes que fingir que te gusto para que me sienta bien por esos estúpidos rumores o porque sientas pena porque me gustas, nuestra amistad es...
—Eres mi mejor amiga —le asegura él. —Pero créeme cuando te digo que te veo como a una chica que me gusta muchísimo, a la que quiero prestarle mi ropa, tomarla de la mano y besar a todas horas. No quiero que cambie nada, Akira, simplemente quiero más. Necesito más de ti —le suplica él, abriendo los ojos al alejarse al fin para poder mirarla. Ambos se miran y Sugawara ladea la cabeza. —¿Qué tengo que hacer para convencerte? Déjame demostrártelo todos los días, estoy dispuesto a hacer cualquier cosa por ti.
—¿Cualquier cosa? —le pregunta Akira, con voz de niña pequeña y mirada enternecida.
—Lo que quieras. Pídemelo y lo hago.
—¿Incluso si fuera traerme lechita de plátano todos los días?
Sugawara se ríe apartándose un poco de la chica y llevándose una mano a la cara, negando con la cabeza.
—Claro que sí, eso y todo lo que tú quieras.
—Vale —asiente la chica. —Te dejaré que intentes convencerme. Ya te avisaré cuando lo tenga claro.
—¿Qué? ¡Ah, no! ¡Nosotros ya somos novios a partir de ahora! Hemos sido unos tontos por no decir lo que sentíamos en realidad y hemos perdido el tiempo pudiendo estar ya juntos, o al menos de una forma más especial —se queja el peligris, rodeando con sus brazos a la chica para acercarla a él en un fuerte abrazo. —Aunque yo siempre he sido tuyo.
—Te aguantas —la chica intentaba sonar calmada, pero en realidad estaba temblando como un flan de los nervios. Aunque no se esperaba que Hinata apareciera corriendo, buscándola.
—¡Akira! ¡Tienes que venir enseguida! ¡Umiko y Yui están fuera de control peleándose con otras chicas!
◦ ◦ ◦
Umiko y Yui estaban sentada en uno de los bancos del gimnasio donde entrenaban los chicos al voleibol. Cuando Hinata fue a buscar a Akira, Kageyama había conseguido alegar a Umiko mientras que a Yui tuvieron que agarrarla entre Ennoshita y Kinoshita. Los tres llevaron a las dos chicas al gimnasio para intentar que se calmaran antes del que el director, o peor, el vicedirector, se enterara de la pelea.
Aunque al ser la última hora y justo durante la limpieza, era extraño que algún profesor estuviera muy pendiente.
Tsukishima también traía a Sakura, agarrándola de la mano para evitar que se metiera en tantos líos como esas dos rubias estúpidas.
—¡Suéltame, Kageyama!
—¡Pero cálmate, mujer! —le pide el chico, soltándole las muñecas a la rubia.
—Joder, Yui, sí que pegas fuerte para ser una chica —se queja Kinoshita cuando Yui le da un puñetazo en la cara.
—¡Voy a matar a esa estúpidamente niñata! —grita la mayor de las rubias a punto de salir del gimnasio hasta que aparece Sawamura en la puerta, impidiéndole salir a Yui y a Umiko que parecía estar dispuesta a volver.
—Tú no vas a ningún lado —le advierte Sawamura con ese tono autoritario de capitán que le deba miedo a todo el mundo.
Pero a Yui no.
—Apártate o te aparto yo —le advierte ahora Yui.
—Me encantaría ver cómo lo intentas —se cruza él de brazos. Y Yui lo intenta, pero el la agarra antes de que pueda salir del gimnasio.
—¿Por qué coño te metes? ¡No tiene que ver contigo!
—Los de segundo te han sacado de una pelea a puños con otras chicas junto a Umiko, Yui, así que claro que me voy a meter, eres mi amiga, así que claro que tiene que ver conmigo también. ¿Qué demonios ha pasado?
—Unas chicas empezaron a decir cosas feas de Akira —explica Kageyama con calma. —Y después empezaron a hablar mal de Sakura y esas dos explotaron como dinamita.
—¿De mí? ¿Qué pasó? —pregunta Akira, apartando a Sawamura de la puerta para ver qué pasaba y por qué hablaban de ella. Sugawara estaba detrás y junto a Sawamura, obstaculizaron la salida.
—¿Qué han dicho de Akira y Sakura? —pregunta el peligris, frunciendo el ceño.
—Bueno, es por eso de que a Akira le gusta las chicas o que la metiste en la friendzone y eso de que Sakura esta loca de remate.
—El tacto no es lo tuyo, Tobio —le golpea Umiko en el brazo, mirándole mal.
—¡YUUUUUUI! ¡HAS ESTADO ESPECTACULAR! ¡LE HAS DADO EN TODA LA CARA! ¡SE LO TIENE BIEN MERECIDO POR DECIR ESAS COSAS HORRIBLES DE AKIRA BEBÉ Y SAKURA BONITA!
—¿Akira bebé? ¿Ahora soy un bebé?—se cruza de brazos la pelinegra, mirando mal a Nishinoya.
—Decías que no te gustaba terreneitor —se encoge de hombros el chico.
—Idiota —rueda los ojos la chica. —Yui, ignóralos. Eso de que me gustan las chicas es solo un estúpido rumor que siempre han dicho de mí. Da igual.
—¡NO DA IGUAL! —se queja la rubia, apretando los puños a sus costados con rabia. —¡No está bien que digan esas cosas horribles!
—¿Qué cosas horribles? —quiere saber Sawamura que no apartaba la mirada de Yui. Aunque esta ya no estaba enfadada y no le miraba a él, el no dejaba de observarla.
—Mmmm, creo que dijeron que era asqueroso que a una chica le gustara otra chica —comenta Nishinoya, llevándose el dedo índice a los labios mientras pensaba. —Que era de raritas, una abominación, y que no querían juntarse con alguien así por si se pegaba como una enfermedad.
—¡Cierra la boca, Noya! —le grita Umiko.
—¿Qué he dicho? —se queja él.
Y el momento en el que el profesor Takeda entra en el gimnasio junto al entrenador, Yui sale sin decir nada más para ir a su entrenamiento de animadoras.
Umiko se había ido, mientras que Akira se iba a quedar a ayudar a entrenar. Cuando Sakura fue a salir del gimnasio, Tsukishima la agarra de la muñeca, evitando que se marchara.
—¿No decías que necesitabas entrar en un club para tu expediente académico? —le pregunta el rubio. Todos se quedan observando cómo el rubio era menos borde con la pelirroja, así que entonces sí, al rubio le gustaba la pelirroja.
—Pero... ¿yo? ¿Qué?
—Es verdad —dice Sawamura, acercándose a la pelirroja y olvidándose por el momento de lo que había pasado con Yui y Umiko. —Puedes formar parte de nuestro club —le sugiere sin dudar. —¿Qué puede haber mejor que tener a las tres hermanitas juntas en el mismo club?
—¿De verdad puedo? —le pregunta Sakura. Tenía cara de un perrito perdido al que recogían de la calle.
—Si tú quieres, eres más que bienvenida, Sakura —le asegura él. —Toda ayuda es bien recibida siempre.
Y Sakura asintió, corriendo a cambiarse para ponerse la ropa de deporte que siempre usaba cuando tenían gimnasia y así ayudar en todo lo que pudiera, pues agradecía que sus amigos la trataran como siempre, como si fuera normal y no una loca desquiciada.
—Eres el mejor amigo que nadie puede tener —le dice Akira a su lado, dándole un fuerte abrazo.
—¿Es que has visto como controla a Tsukishima? Está que come de la palma de su mano —se burla él, fingiendo que no lo hacía porque en realidad le importaba mucho su amiga.
—Claro —asiente ella. —Por cierto, tenemos que hablar de un tema muy muy serio.
—¿Qué hice ahora? —se queja él, cruzándose de brazos y mirando a la chica.
—Pues que eres oficialmente mi mejor amigo.
Sawamura ladea la cabeza sin entender al principio hasta que ve como Suga aparece de nuevo y mira a la chica, ademas de ver la enorme sonrisa en el rostro de su mejor amiga. Entonces sonríe.
—¿Ya tuvo los huevos suficiente de decírtelo?
—Sí —sonríe ella.
—¿Y ya sois novios? —la chica asiente esta vez. Él niega con la cabeza y sonríe. —Menos mal, por fin, ya no aguantaba sabiendo lo mucho que os gustáis los dos y lo tontos que sois. Ya estaba a punto de encerrarles en el cuarto de vóley sin dejaros salir hasta que os confesarais.
—¡Oye! —se queja la chica, cruzándose de brazos.
—Me alegro mucho por los dos —le asegura el chico, dándole un abrazo a su mejor amiga. —De verdad.
—¿Estás bien? —le pregunta ella, sin dejar de abrazarle.
—Sí, es solo que... las cosas con Michimiya no están del todo bien.
—¿A qué te refieres?
—Siento que algo no anda bien, no sé como explicarlo.
Akira frunce el ceño.
—¿Desde cuando?
—Desde que... —el chico se queda en silencio y suspira. Entonces le termina de responde pero más bajo. —Desde que nos hemos acostado un par de veces.
Akira abre la boca sorprendida, llevándose la mano para tapársela.
Y justo cuando iba a decir algo, el entrenador manda a correr a los chicos, pues tenían que prepararse para los partidos que serían en breve, y las chicas rellenaban las botellas de agua y preparaban las toallas o pelotas para cuando les tocara sacar.
Sakura pensaba que iba a aburrirse o que no encajaría con los chicos del vóley, pero se había equivocado. Es más, mientras ayudaba a Tsukishima y a Yamagushi a entrenar se daba cuenta de que el chico le caía bastante bien. Y como Umiko no pasaba las tardes entrenando con ellos y solo el sábado por la mañana, también ayudaba a Hinata cuando estaba solo.
Umiko había tomado la decisión de apuntarse a las clases de baile e ir todos los días para ensañar con las niñas pequeñas y en solitario. No fue muy difícil tener el dinero para apuntarse y pagar lo que hiciera falta, lo difícil iba a ser contárselo a sus padres, y aunque lo intentó, a ellos le daba igual: estaban demasiado preocupados por Sakura como para prestarle atención a otra cosa que no fuera la pelirroja.
Así que decidió conseguir la firma de su padre sin que se diera cuenta para falsificarla. Lo sorprende era lo fácil que le resulto lograrla y cómo en clase consiguió copiarla a la perfección, diciendo que eso la hacía sentir como a una espía profesional.
Y así es como llevaba una semana ensañando en el estudio de baile, aprendiendo coreografías y pasos nuevos todos los días.
—¿Te has divertido hoy?
Umiko y Oikawa habían dejado de verse para ir a correr: ambos habían empezado a entrenar suficiente en sus respectivas actividades deportivas, por lo que ahora solo se veían un rato todos los días cuando Oikawa pasaba a recogerla de la academia para acompañarla a su casa, no sin antes asegurarse de que había comido bien y bebido suficiente agua.
—¡Sí! ¡He aprendido un paso increíble de la película de Selena Gomez! La de una Cenicienta Moderna. ¡Es increíble! ¿Te apetece que te lo enseñe este fin de semana antes de ir al parque de atracciones?
Oikawa siempre salía en citas no citas con la chica en los fines de semanas, a veces acompañados por Iwaizumi. Lo único que quería era entrenar voleibol para convertirse en el mejor y pasar más tiempo con la chica de sus sueños.
—Cuenta con ello —le promete él. La chica le sonríe, acercándose a él para darle un fuerte abrazo.
Era la primera vez que ella tomaba la iniciativa en algo y mostraba afecto hacia él.
Oikawa sentía que estaba en el paraíso.
𝑡𝑜 𝑏𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑛𝑢𝑒𝑑 ...
holiwis vvs
oficialmente puedo decir que el primer spin off / ova (como lo quieran decir) de las supernenas está publicado y se titula ghostbuster y los personajes principales serán nuestros cuervitos bbs gg pronto subiré el primer capi y conoceréis a una de las baddies más baddies de la historia que LA AMO <3333
PARA EMPEZAR LO BADDIE QUE FUE SAKURA AL QUITARLES LOS PROYECTOS POR HABERLA ECHADO
DEVORÓ >>>>
Y POR FIN, POR FIN TENEMOS A NUESTRO SUGA Y AKIRA CONFESÁNDOSE SUS SENTIMIENTOS AHHHHHHHHH
quise que fuese algo muy natural, improvisado y "brusco" o como algo rápido en el momento, porque creo que siendo mejores amigos no habría otra forma mejor de que hablaran de sus sentimientos por el otro, aunque se han tardado muchísimos capis en confesarse como se sienten, pero ya les daré muchos momentos más románticos juntos, ya verán gg
SE ESTÁN FILTRANDO TANTOS SPOILERS Y SECRETOS ENTRE LOS CAPÍTULOS QUE NO PUEDO MÁS
¿qué pasará entre Daichi y Michimiya?
os gustó el capi??????
qué creen que pasará en el siguiente??
os leo bbs <3
os amo hasta el infinito y más allá <3<3
◦ ◦ ◦
〘 𝐭𝐡𝐞 𝐩𝐨𝐰𝐞𝐫𝐩𝐮𝐟𝐟 𝐠𝐢𝐫𝐥𝐬 !
━━ 𝘩𝑎𝑖𝑘𝑦𝑢𝑢! 𝑏𝑜𝑦𝑠 〙
© 𝐬𝐤𝐲𝐞𝐥𝐨𝐬𝐭 2024
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