Quechua
Se comenzaba a esparcir. Surgieron ciertos rumores de que la líder de "The Poker's" podría estar en el bando enemigo. Nadie supo cómo es que la noticia se hizo viral, pero ya se hablaba en algunas partes del mundo. Los noticieros informaban de esta situación y la prensa generaba terror en las personas. El público no tenía idea de nada y eso hacía que el pavor aumentará con el pasar de los días. Los soldados de "Vex" que quedaban, trataban de levantar la base con lo poco que quedaba, pero era inútil, no había nada que hacer.
Pasaron tres días desde el ataque de "Agros" a la base y aún no había una solución. Derek paraba todo el tiempo solo, sin ganas de convivir con alguien y lamentándose todo lo sucedido.
Una noche, después de un arduo trabajo y viendo que las alternativas eran pocas, Hazel se dirigió por todo lo que quedaba de la base en busca del trébol. Cada paso que daba la joven resultaba más pesado y doloroso. Sentía púas en los pies que se le clavaban con su andar. El sentimiento de culpa era tanto que no sabía cómo manejarlo y cómo llevarlo. Sentía aún en su cuello la mano de Arlet asfixiándola con tanta fuerza y sentía como el aire aún se le escapaba. Estaba aterrada y se sentía más sola que nunca.
Tras caminar por unos minutos, encontró a Derek sentado sobre una roca y pasando la yema de sus dedos por la punta de su lanza, con la mirada perdida y seria. Hazel se acercó y el joven no sintió su presencia a pesar de tenerla a pocos centímetros de él.
—¿Derek? —preguntó temerosa Hazel.
El trébol no le respondió, siguió en la misma posición y realizando la misma acción. Hazel se arrodilló y a pesar de tenerla en frente, Derek seguía sin poder notarla. Hazel le chasqueó los dedos en frente y fue recién que pardeó y volteó a verla.
—¿Qué? —preguntó Derek con una voz apagada y cortante.
—¿Estás bien?
—No lo sé, no sé cómo sentirme.
Derek agachó la cabeza y dejó caer su lanza al suelo. Se acarició la nuca y nuevamente miró a Hazel. La joven lo miró y trató de poner su mano en el hombro del trébol, pero algo se lo impidió. No sabía bien que podría ser, pero simplemente no pudo.
—¿Por qué la dejaste ir? —preguntó Hazel.
Derek se quedó en silencio mientras la veía. Segundos después dejó de hacerlo y tomó una roca del suelo para hacerla levitar un poco usando sus habilidades. Cerró su mano repentinamente y la pequeña roca se hizo escombros. Levantó la mirada y movió la cabeza de lado a lado.
—No lo sé.
—¿Sabes lo peligroso que es dejarla suelta?
—Sí.
—Entonces, ¿por qué lo hiciste?
—No lo sé... Solo sé que no era lo correcto. Vi la mirada de tus soldados, de quienes nos apoyan. Y eran miradas de asco, de repudio, como si hubieran visto a su peor enemigo y ella no lo es. Esta guerra les ha hecho creer que todo lo que hagan estará bien, sin importar nada. No ven más allá de sus ideales, solo saben que deben acabar con todo lo que tenga que ver con "Agros", pero ella no lo es.
—¿Y por qué pelea en nuestra contra?
—Porque lo merecemos.
Hazel giró la cabeza ante la vergüenza. Derek la miró esperando volver a ver sus ojos, pero la joven se mantuvo así por unos segundos. Hazel volvió a mirarlo y trató de ponerse firme, aunque ese espacio ya le pertenecía a Derek.
—Debemos traerla de todas formas, ya sea a la buenas o las malas.
—¿En serio?
—Sabes que debe pagar por sus crímenes.
—¿Y quién pagará por nuestros crímenes?
—Nosotros no hemos hecho nada.
—Claro que sí, tú mejor que nadie lo sabe.
—No voy a poner en riesgo a más soldados y civiles.
—No lo harás, no voy a matarla o algo así.
—¿Qué harás entonces?
—La traeré de vuelta, a donde pertenece.
—Ella está cegada, no vas a poder...
—Sí, lo haré.
Hazel vio el rostro decidido de Derek y no le quedó más que aceptar la situación. Asintió con la cabeza y se levantó de golpe.
—En ese caso, creo que tengo un plan.
—¿Ocultas más cosas?
—Ya no más, sígueme.
Derek se levantó, llamó a su arma y la transformó en una esfera para guardarla en su bolsillo.
Hazel reunió a los miembros más importantes que quedaban en la base y los colocó en círculo y al centro se puso ella junto a su laptop.
—¿De qué se trata todo esto? —preguntó Kamal.
—Los reuní hoy para buscar una solución. Los acontecimientos ocurridos en los últimos días han sido difíciles y nos han dejado en una situación complicada. Hablando con el trébol, llegué a la conclusión de que... No vamos a ir tras el diamante, ella no es nuestra enemiga...—trató de hablar Hazel
—¡¿De qué diablos hablas?! ¡Debemos ir tras ella! —dijo un soldado.
Se armó un alboroto debido a lo dicho por Hazel. La mayoría estaba en desacuerdo y fue entonces que la joven pudo corroborar lo dicho por Derek, todos creían que hacían lo correcto.
—¡Por favor! ¡Piensen bien en la situación, Arlet no es una mala persona! —dijo Price.
—¡Si no lo es, explica todo este desastre! —respondió el mismo soldado.
—¡Todo esto fue por ella! —agregó otro soldado.
—Las acciones realizadas por el diamante tienen un motivo detrás que no merece ser escuchado—dijo Hazel. —El asunto no es ese, es para buscar una solución ante lo ocurrido y creo tenerla.
Hazel abrió su laptop y comenzó a oprimir varios botones que muchos lo veían y creían que eran al azar. Después de unos segundos, Hazel giró el dispositivo y les mostró a todos lo que salía en la pantalla.
—¿Qué se supone que debemos ver? —preguntó Agni.
—Este es un mapa del mundo. Si llegan a notar bien, verán varios puntos rojos que muestran una ubicación. Todos esos puntos, son las bases de "Agros" de las cuales tenemos registro—dijo Hazel.
—Elijamos una al azar y ataquemos esa—dijo un soldado.
—No es tan fácil. Si comienzo a hacer una serie de patrones y ejecutar códigos, verán que varias bases desaparecen y aparecen otras totalmente diferentes.
—¿Eso qué significa? —preguntó Price.
—Usan una especie de camuflaje para evitar ser rastreados—dijo Liv.
—Puedo seguir así todo el día y va a continuar así, no importa que haga, si sigo este mismo patrón voy a conseguir lo mismo. —dijo Hazel.
Yannick comenzó a mover sus manos para poder comunicarse con todos los presentes.
—¿Qué dijo? —preguntó un soldado.
—Dice que podrías tratar de dejar de hacer lo mismo y probar algo diferente—dijo Kamal.
—Eso es justamente lo que hice, Yannick—dijo Hazel. —Si aplicamos otro método, automáticamente desaparecen todas las bases y solo quedan estas tres de aquí y da igual que más haga, siempre seguirán estás tres.
—¿Cuáles son sus ubicaciones? —preguntó Derek.
—París, Tokio y Río de Janeiro.
—No podemos simplemente hacer lo mismo que ellos.
—Claro que no, no podemos simplemente llegar a atacar sin más, sería estúpido. El plan es debilitarlos, atraerlos y pelear con todo.
—¿Cómo haremos eso? —preguntó Price.
—De estas tres bases hay una en particular que me llamó la atención y es la que está en Río de Janeiro. Por lo que estuve investigando, esta es la base más grande y fuerte que tiene "Agros". La conocen como "Hellheim".
—¿"Hellheim"?
—El "Hellheim" es el inframundo de la mitología nórdica. Ahí van a parar quienes han muerto por una enfermedad, vejez o quienes hayan cometido algún delito. Usualmente creen que debe ser un lugar horrible, pero se dicen que al llegar al "Hellheim", son recibidos por Hela, la diosa de la muerte, quien los recibe a todos con los brazos abiertos—dijo Liv.
—Que lugar tan acogedor y hospitalario—dijo Kamal.
—Está base es tan importante que, si llegamos a hacerle algo, sería como quitarle ambas piernas a "Agros" —dijo Hazel. —Aquí sale todo de "Agros", armas, vehículos, soldados, todo lo que "Agros" tiene, sale de aquí.
—¿Dices que no atacaremos una base, pero indirectamente lo haremos? —preguntó Derek.
—"Agros", en especial Kai y Arlet, buscarán la manera de hacerlos salir a los tres, pero con "Hellheim" debilitado, no solo será más sencillo poder acabar con ellos, sino que será más sencillo poder acabar con todo.
—¿Qué sugieres?
—Ellos buscarán hacerlos salir, eso es obvio. La idea es pelear con ellos y en simultaneo, atacar "Hellheim".
—¿Cómo vamos atacar esa base? Ni siquiera tenemos la nuestra—dijo un soldado.
—No en está. Tenemos algo parecido o mejor de lo que tiene "Agros".
—¿De qué hablas?
—Tenemos varias bases alrededor del mundo, pero ninguna como esta base de aquí.
Hazel apuntó con su dedo a la pantalla de su laptop indicando la ubicación de una base.
—Explícate—dijo Kamal.
—Cerca a "Hellheim" tenemos una base también. Se encuentra al oeste de Brasil, escondido en las antiguas ruinas de lo que fue el imperio inca en Machu Picchu, Cusco—dijo Hazel.
—Perú—dijo Derek.
—La base también tiene un nombre. Le dicen "Tutamanta Quyllur".
—El Lucero del Alba—dijo Liv.
—Es una base sin registro, totalmente escondida. Nadie sabe de ella, es el lugar perfecto. Además de que es muy segura y la base más fuerte que "Vex" tiene, estaremos seguros y podremos planear bien la estrategia que usaremos—dijo Hazel.
—¿Cuándo podemos irnos? —preguntó Derek.
—Con lo que tenemos, si nos damos prisa y preparó todo, podríamos salir en dos horas más o menos.
—¡Alisten todo cuanto antes! ¡Nos vamos a la antigua capital inca!
Derek salió caminando para poder alistarse cuanto antes para el viaje que les deparaba.
—Se supone que yo debía dar la orden, pero si está bien.
Hazel salió caminando y todos los soldados se fueron también para alistarse.
—Voy a tener que aprenderme el quechua—dijo Price.
—Suerte—le respondió Liv.
Después del tiempo transcurrido, Hazel ordenó a todos a abordar las pocas naves que quedaban en la base. Algunos soldados tuvieron que resignarse a viajar de pie. Las naves alzaron vuelo y comenzaron su viaje hacía la que sería su nueva base por el momento, con destino a Perú.
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