Elm estaba contra las cuerdas en su nuevo enfrentamiento contra un reformado "Phoenix". Los movimientos eran poco predecibles y confundían a la habilidad de Elm y fue en ese instante donde se arrepintió de miles de acciones que hizo y no hizo. Supo que la razón de su situación actual se debía a la falta de entrenamiento y descubrimiento de su habilidad. Por fin sintió el miedo de hacerse notar como un simple mortal ante los demás. Después de haber alardeado por mucho tiempo su complejo de Dios, él mismo se vio vulnerable ante las personas que había ridiculizado y abandonado, los únicos que habían confiado en él.

El estilo de pelea que tenía Ysamar se complementaba a la perfección con Agni y Kamal. Es como si hubieran peleado por mucho tiempo o incluso que se conocían desde siempre. Elm era incapaz de poder predecir los movimientos de Ysamar. A comparación de Agni y Kamal, a quienes seguía esquivando, con Ysamar debía bloquear sus golpes, ya que, el estilo tan acrobático de pelea que Ysamar poseía, confundía demasiado a Elm. Un golpe parecía tener un destino, pero rápidamente cambiaba y cuando parecía que lo tenía controlado, nuevamente cambiaba el ataque. Era increíble verla pelear y la disciplina que mostraba en combate. Agni solo podía sentir admiración por la joven y lo único que pasaba por su mente era el magnifico trabajo que Derek había realizado en la joven. Devolverle la vida de tal manera, es algo que ni siquiera Agni había podido lograr en Elm.

Liv y Price, seguían dando todo de ellos en la pelea contra Arlet. De la misma forma, Arlet estaba dejando el alma entera en su pelea contra sus amigos. El diamante era imparable y su rabia le estaba dando un impulso sobrehumano en la batalla. En un ataque por parte de la espada, este se dirigió con extrema velocidad contra Arlet mientras esta estaba distraída peleando contra Liv. Price se elevó al cielo y en su ida a Arlet, el diamante esquivó un ataque de Liv con gran velocidad y fue capaz de bloquear el ataque de Price, quedando los dos con el antebrazo enfrente de ellos mismos, cruzado y aplicando fuerza para hacer caer al otro. Price comenzaba a desesperarse y Arlet ya no tenía ninguna expresión en su rostro más que mostrar su ceño fruncido. Su teoría era cierta, Arlet aumentaba su fuerza con el pasar de la pelea, aunque el "Florentibus Tetra" seguía siendo muy superior a las habilidades de Arlet y le faltaba demasiado para superarlo, pero ya podía hacerle frente a la versión de poder medio de Price.

—¡Diablos! —gritó Price a causa de su desesperación.

—¿Esperas que siempre sería inferior a ti? —preguntó Arlet.

Liv azotó uno de sus látigos cerca a Arlet, ocasionando que el diamante pierda la concentración en el choque de fuerza lo que Price aprovechó y golpeó a Arlet en el abdomen con su rodilla izquierda. Arlet perdió la ventaja en aquel golpe de la espada y dicha ventaja sería tomada por el dúo que no dudaron un segundo en atacar con más fuerza y con todo lo que tenían a Arlet. La joven se vio acorralada y sin opciones de contraataque. A la total merced de sus antiguos compañeros de equipo, Liv decidió dar múltiples golpes en puntos vitales y agregado a ello, azotarla con sus látigos encendidos en fuego provocando un daño significativo al diamante y dejándole en bandeja de plata el golpe de gracia a Price.

La espada se elevó al cielo y acumuló toda la energía que pudo para crear una gran bola de energía. Liv brindó su apoyo y tomó las manos de Arlet con sus dos látigos, dejándola con los brazos abiertos para tener la seguridad de que recibiría el ataque de lleno. Arlet vio aquella bola con miedo a lo que podría pasarle si no la lograba esquivar, podía acabar con ella en un segundo. Price, acompañado con un grito, lanzó la bola de energía hacía Arlet. Liv seguía sosteniendo a Arlet, ya que, tenía la seguridad de aquel ataque no mataría a la joven, pero acabaría con ella de inmediato. Sin embargo, Arlet reaccionó y buscó la mejor salida a su adversidad. Tomó los látigos de Liv y generó una descarga eléctrica que afectó a Liv. El diamante tiró de los látigos jalando a Liv en el acto y golpeando con su pie en el rostro a Liv, mandándola lejos de ella. Arlet levantó la cabeza al cielo para mirar aquella bola de energía que se le acercaba. Lejos de acobardarse, Arlet tomó una posición firme, dio un potente grito que pudo oírse por todas partes y lanzó enormes y potentes rayos de un color rojo intenso contra el ataque de Price. Se generó un choque de energías que hizo a todos detener sus peleas y observar el choque con mucha atención. Price notaba que la energía usada en el ataque era menor al que Arlet estaba usando, lo que hacía que la bola de energía junto con los rayos se dirigiera a él. Liv pudo levantar la mirada y observó aquel magnífico choque y no pudo evitar sentir un terror sobrehumano.

—Dios mío—dijo Liv.

—¡Liv! —gritó Price por el auricular. —¡Esto es demasiado!

—¡¿Qué pasa?! —preguntó Liv por el auricular.

—¡La energía está regresando a mí, use muy poca energía para no matarla! ¡La aumentaré eso hará que regrese a ella!

—¡No!

—¡¿Por qué?!

—¡Si aumentas la energía para empujarla, en cuanto impacte contra Arlet, la matarás debido a la cantidad de energía que impactará contra ella!

—¡¿Qué se supone que haga?! ¡Si ella sigue aumentando su energía para empujarla, entonces pasará lo mismo conmigo!

—¡Aguanta un poco, mantenla al mismo ritmo y la sobrecarga de energía generará una explosión que afectará a los dos por igual, pero no los matará!

—¡De acuerdo!

Arlet seguía aumentando su fuerza para empujarla la bola y Price solo trataba de mantenerla al margen, por lo que tuvo que usar más energía para ello. Después de unos segundos, tal y como dijo Liv, el choque comenzó a desestabilizarse y en cuestión de segundos se generó una explosión muy grande, potente y cargada de una gran fuente de "Tetra". Todos tuvieron que refugiarse para evitar ser afectados por la explosión, sin contar el estruendoso ruido que se generó junto con una luz tan blanca que podía cegar a cualquiera.

En cuanto la luz se disipó, una nube de polvo se generó en todo el ambiente y solo se podía ver el fuego que salía de las naves estrelladas. Poco a poco el polvo fue bajando y Price pudo descender con tranquilidad para buscar a Liv. La joven salía de un escondite que pudo hallar cerca y vio a Price gritando su nombre para dar con el corazón. Ambos se juntaron y vieron a su alrededor con la intención de dar con Arlet.

—¿Funcionó? —preguntó Price.

—Quiero pensar que sí, pero no la veo por ninguna parte—respondió Liv.

—Quizás el impacto hizo que se desmayara, debemos buscarla.

Ambos se disponían a caminar cuando de pronto, Price escuchó los pasos de alguien. Liv se detuvo y volteó a ver a Price, el corazón sabía que algo no andaba bien. Ambos dieron vueltas con lentitud y se mostraron atentos a cualquier minúsculo ruido. En ese momento, un sonido eléctrico se escuchó con mucha fuerza y un rayo rojizo se dirigía a Liv con gran velocidad.

—¡Liv, cuidado! —gritó Price.

La espada abrazo a Liv y recibió el impacto del rayo en toda la espalda, hiriéndolo de gravedad y dejándolo por el suelo.

—¡Price! —gritó Liv.

Arlet aprovechó la preocupación de Liv y rápidamente comenzó a atacarla. Sus golpes iban con una fuerza increíble y eran igual de violentos que los de Kai e iban con tanta rabia y odio que Liv podía sentir esa sensación con cada ataque. Arlet la dejó por los suelos y sacó sus sables para levantarlos al cielo. Liv y Price la miraron y notaron una frustración, desesperación, tristeza y odio en sus ojos llenos de lágrimas. Ambas manos, temblaban de una manera descontrolada y su posición no era firme, ya que, tambaleaba de un lugar a otro.

—Arlet...—trató de hablar Price.

—Arlet, por favor, no tiene que terminar así, tú no eres así—dijo Liv. —Arlet, no es contra nosotros, lo sabes.

El diamante sostuvo con fuerza sus sables, los levantó un poco más y cuando ya se disponía a dar el golpe de gracia, pegó un grito en el cielo, soltó los sables y cayó al suelo a llorar desconsoladamente. Nada podía parar su llanto, estaba muy inestable.

—Lo siento, por favor, enserio lo siento—dijo Arlet. —No debió llegar a tanto y... Tengo miedo.

Liv se arrodilló y se acercó hasta Arlet para verla mejor. El corazón la miró por unos segundos, le dio un abrazo y la acompañó en su llanto desconsolado.

—Fuimos nosotros, nosotros te fallamos—dijo Liv. —Pero podemos darte una segunda oportunidad, la que necesitas para redimirte de tus acciones.

—No puedo, nada de lo que haga podrá cambiar lo que hice—dijo Arlet.

—Claro que no, pero podrás ser libre, lejos de las garras de "Agros", lejos de Kai.

Arlet se quedó mirándola por unos segundos con el rostro lleno de esperanzas, ansias de solo pensar que podría escapar del abuso de "Agros". El diamante giró la cabeza y pudo ver la pelea de Derek contra Kai.

Tal combate estaba muy parejo, pero solo era cuestión de tiempo para que alguno baje la guardia y sea derrotado. Quien sucumbió primero fue Derek. El trébol ya estaba muy agotado de tantos golpes y en el tiro de gracia, Kai logró distraerlo y golpearlo con brutalidad en puntos vitales. Derek quedó arrodillado al suelo, con su vida en manos de Kai y su lanza lejos de él como para poder defenderse. Kai se acercó a él, lo miró y sonrió al cielo al ver que la victoria ya la tenía servida.

—Así es como termina todo, doblegó a mi voluntad a la líder y me llevó la vida del más poderoso. ¿Qué más podría pedir? —dijo Kai.

—Yo no soy el más poderoso—dijo Derek. —Y esto, no es una derrota.

—¿Tú crees?

—Estoy seguro.

Los pasos de alguien comenzaron a oírse muy cerca, pasos lentos y firmes que anunciaban la llegada de alguien grande. Kai volteó la cabeza y Derek siguió la mirada del hombre. A la espalda de Kai, apareció Arlet con sus dos sables en la mano, sujetándolos muy fuerte y con la misma mirada de odio.

—Vaya, inesperado en un momento así—dijo Kai.

—Arlet—dijo asustado Derek.

—Este es tu camino, llegaste hasta aquí por esto. Apunta tu sable contra el que lo merece.

Arlet sujetó con fuerza sus sables, los levantó ocasionando que Derek cierre los ojos en señal de aceptación, pero el sable derecho de Arlet se guardó y un potente rayo salió de sus dedos con destino a Kai. El hombre salió volando lejos y Derek abrió los ojos para ver la mano de Arlet estirada hacia él ofreciendo su ayuda para  ponerse de pie y volver a la pelea. Derek sonrió, la tomó, se levantó y llamó a su lanza para ponerse al lado de Arlet. Liv y Price cayeron del cielo y se colocaron al lado de sus amigos, nuevamente estaban juntos para hacer frente a "Agros".

—Deja vu, sabía que eras muy débil para poder hacerlo—dijo Kai.

—Mi sable ya no será dirigido por ti—respondió Arlet.

—¿Lo ves, idiota? Te dije que éramos cuatro aquí—dijo Price.

"The Poker's" y Kai se miraron por segundos muy prolongados con la intención de analizar a su enemigo. La tensión era inmensa y todo apuntaba que no habría piedad por ninguna de los dos lados.

—¿Cuál es la orden, Arlet? —preguntó Derek con orgullo después de mucho tiempo. 

Arlet le dio vuelta a sus sables, apuntando las hojas hacía atrás y optó su pose de pelea. Los demás hicieron lo mismo y solo faltaba que el diamante vuelva a dar la orden para pelear contra quien siempre fue el enemigo.