Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capacidad

Los días pasaron con normalidad para sorpresa de todos. Se comenzó a trabajar sin descanso para planificar bien todos los detalles para el ataque que se haría a "Agros".

Liv y Price usaron el tiempo libre que tenían para poder estar en forma. Establecieron un horario de entrenamiento diario que siguieron al pie de la letra con la esperanza de no perder su capacidad. Sin embargo, Derek no quiso ser parte de esto. Pese a la propuesta de sus amigos, Derek decidió que estaría solo todo este tiempo y se pondría a entrenar por su cuenta. Quería mantenerse lejos de todo o que pudiera recordarle la problemática que estaba pasando, pero era imposible. Nada podría hacer que olvidara la razón de su estancia en la nueva base.

Una tarde, después de su entrenamiento, Derek se dirigió a su habitación para poder ducharse y poder relajarse un rato. Seguía buscando en que mantener su cabeza ocupada, pero solamente eso era lo único que hacía, buscar en qué mantener la cabeza ocupada. Se desvistió, entró en la ducha y dejó que el agua le caiga en todo en el cuerpo. Cerró los ojos con la esperanza de relajar su cuerpo, pero su mente le jugó una mala pasada. Recuerdos fugaces de sus peleas con Arlet inundaron su mente y afectaron gravemente a Derek. Sintió un dolor horrible en la cabeza y los recuerdos eran tan fuertes de no podía evitarlos. Se golpeaba la cabeza para evitar el recuerdo y a causa del suelo mojado de la ducha, Derek cayó estrepitosamente y se golpeó de gravedad en la pierna. Trató de levantarse, pero la humedad no se lo permitía. Todo comenzó a mojarse en los intentos inútiles de Derek por ponerse de pie. Al final después de varios intentos, el trébol cerró la ducha, tomó una toalla y, cojeando, salió del baño con la toalla atada a la cintura. Se sentó en su cama y notó un hematoma enorme que cubría casi todo su muslo. Buscó algo con que curarse y encontró una pomada que aplicó con cuidado en toda la herida. Mientras lo hacía, recordó a Ysamar y cómo curó sus nudillos en aquella ocasión. Se colocó un vendaje rápido, se vistió y salió para encontrar nuevamente a la joven.

Derek caminó por unos segundos y con dificultad mientras pensaba en cómo acercarse a la muchacha una vez más. Llegó al mismo lugar de siempre y desde la ventana pudo observar a Ysamar formada con una pose firme y oyendo al soldado que estaba dando ciertas instrucciones. Ysamar miró ligeramente a la ventana y notó la presencia de Derek. La reacción de la joven sorprendió a Derek, ya que, le dio una ligera sonrisa y levantó su mano con sutileza para no llamar la atención y poder saludar a Derek.

Horas después, la lección de Ysamar había terminado y todos se fueron, dejando a la joven nuevamente sola que usaba esos momentos para poder entrenar. Ysamar quiso volver a practicar con el saco de boxeo, pero esta vez, antes de empezar, se colocó los vendajes para proteger sus manos.

—Veo que decidiste seguir mi consejo—dijo Derek acercándose a la joven.

—Al final tenía razón, tengo que cuidarme. Nadie más se preocupará por mí—dijo Ysamar.

—Tiene que haber alguien más en tu vida.

—No señor, estoy sola.

A Derek se le borró aquella expresión amable que tenía y frunció el ceño. Sintió preocupación por Ysamar y su bienestar. Si ella estaba sola, ¿cuántos de aquellos jóvenes también lo estaban?

—¿Tus padres?

—Preferiría no hablar de eso.

—Lo siento.

—Está bien, no hay problema.

—Tengo una duda con respecto a lo que dijiste ese día.

—¿Qué cosa?

—¿Qué significa que no se fijan en ti?

—Oh, sí. Cuando uno llega aquí, es asignado a este programa. Según tu desempeño eres llevado a ocupar un puesto en alguno de los tantos que hay aquí. Los mejores pasan a ser soldados de rangos altos y los que no, lo seguimos intentando o pasamos a otras cosas. Soldados menores, médicos, etc. Y, la mayoría de los reclutas que son buenos, son elegidos por soldados superiores y ellos los entrenan para que sean mucho mejores. ¿Jamás pasaste por eso?

—¿A qué te refieres?

—Eres un soldado, es obvio que debiste pasar por este programa. ¿Cuál es tu escuadra?

—No... No soy un soldado, niña.

—¿Médico?

—No... Soy... Soy parte de la élite de "Vex".

—Vamos, hablo en serio.

—También yo.

Ysamar se quedó sorprendida y sin poder decir una palabra. Jamás había conocido a alguien de un rango mayor al que ya había. No había muchos soldados de ese estilo por todas las bases de "Vex" y conseguir ese puesto se requería de gran habilidad y ciertos requisitos fundamentales.

—Dios... Yo... No sé qué decir—dijo Ysamar.

—Lo siento—respondió Derek.

—No, es que... Los imaginaba diferentes.

—¿Diferentes?

—No sé, es que pareces un soldado y ya.

—¿Gracias?

—¿De dónde eres?

—Vengo de Estados Unidos, New York.

—Increíble, un estadounidense, ¿cómo te llamas?

—Derek, Derek Escarsa.

—¿Y cómo es que fuiste parte de la élite?

Derek miró el rostro emocionado e intrigado de Ysamar por unos segundos mientras pensaba en si decirle la verdad o inventarse una historia. No estaba seguro que tan siquiera le iba a creer la verdad, pero ya había mentido suficiente, no iba hacer lo mismo con la niña.

—Soy parte de "The Poker's".

Ysamar abrió aún más sus enormes ojos que casi salen de sus cuencas al oír lo dicho por Derek. Estaba boquiabierta ante la noticia y era imposible que tuviera frente a ella a uno de los integrantes del equipo más fuerte, poderoso e importante no solo de "Vex", sino de todo el mundo.

—Imposible.

—Si, soy el trébol.

—¡No puede ser! ¡Dios mío! ¡Me va a dar algo!

—Niña, ¿estás bien!

—Si, es solo que... ¡No puede ser! ¡Estoy hablando con el trébol!

—Si, eso dije.

—¡Es un gran honor! ¡Siento si lo trate mal!

—Niña, puedes seguir hablándome normal, no tienes porque tratarme con si fuera un señor de cincuenta años.

—Lo siento, es que... Dios, es increíble, ¿por qué no dijo nada desde el principio?

—No voy por ahí diciéndolo, pero aquí sí puedo. Además no sabía si me creerías.

—¿Ustedes vencieron a Vatra?

—Sí, bueno...

—¿Y a Capricornio?

—Algo así...

—¿Es verdad que dieron de comer los restos de ella a perros?

—¡¿Qué?!

—¿Qué?

—¿Cómo que dar de comer personas a perros?

—Pues algunos dijeron que ustedes, después de matar a Capricornio, dieron sus restos a perros para que puedan comer.

—¡Dios! ¡No!

—Yo dije que podría ser así porque nunca se supo de ella, para mi tenía lógica.

—¿No pensaste que tal vez estaba en una prisión?

—Por lo que supe, Capricornio fue una chica muy poderosa, un reto muy grande para ustedes. Creo que no sería posible tenerla prisionera siendo tan fuerte como dicen, podría escaparse en cualquier momento.

—No, Ysamar, no dimos de comer a perros los restos de Capricornio.

—Habría sido genial que así fuera.

—Cambiando de tema, ¿cómo te fue en la lección de hoy?

—Como siempre, no hay mucho que destacar. Solo que...

—¿Qué?

—Necesito practicar otras cosas, pero no sé cómo. Hay otros factores a tomar en cuenta y yo solo golpeo esto todos los días.

—¿Qué necesitas saber?

—Pues, algunas patadas. Quizás, practicar mi agilidad también, no sé, hay muchas cosas.

Derek la observó de pies a cabeza con detenimiento y después vio con atención toda la habitación. Vio el saco nuevamente y lo golpeó suavemente para observar como se movía ligeramente. Miró nuevamente a Ysamar y le sonrió.

—¿Cómo llevas el tema de la flexibilidad? —preguntó Derek.

—En eso si soy buena, soy bastante flexible—respondió Ysamar.

—Toca la punta de tus pies con la yema de tus dedos.

Ysamar obedeció la petición de Derek el trébol observó sorprendido, pero aún le faltaba corroborar que tan flexible era la joven.

—No sé cuantas veces me han pedido que haga esto—dijo Ysamar.

—Al suelo y abierta de piernas—dijo Derek.

—Oye eso oyó mal.

—Rápido niña.

Ysamar se enderezó y se sentó en el suelo. Rápidamente, abrió sus piernas y levantó las manos como si estuviera posando y mostrando una gran sonrisa.

—¿Algo más? —preguntó Ysamar.

—Toca la punta de tus pies—respondió Derek.

La joven obedeció las órdenes del trébol y lo hizo varias veces para por fin corroborar a Derek la elasticidad de la joven.

—¿Está bien así? —preguntó Ysamar.

—Si, está bien, puedes pararte.

Ysamar se levantó entre risas y movió las piernas para sentirse más ligera. Dio unos pequeños saltos y se puso frente al saco de boxeo nuevamente. Derek la observó con orgullo y golpeó con fuerza el saco para ver su resistencia.

—Usa vendajes, no vas a querer lastimarte los dedos—dijo Ysamar.

—Ya demostraste tu elasticidad, ahora la usarás en combate y a tu favor—dijo Derek.

—Creí que volvería a golpear con los puños está cosa.

—Si sigues así, jamás vas a poder mejorar. Debes ser buena en todo lo que el combate conlleva.

—De acuerdo, ¿qué tengo que hacer?

—Quiero que golpees lo más alto que puedas con tu pie.

—No sé si...

—Solo inténtalo.

Ysamar miró con temor a Derek y se preparó mentalmente. Cerró los ojos, tomó aire y abrió nuevamente los ojos. Tomó una posición donde sus piernas estuvieran relajadas y se dispuso a golpear el saco. La acción le salió mal y la joven cayó al suelo. Derek se acercó para ayudarla a levantarse y comprobar que estuviera bien.

—Maldita sea—se quejó Ysamar.

—Está bien, no pasa nada. No esperaba que lo hicieras a la primera.

—¿Qué pasó?

—Tienes un problema en tu equilibrio. Tu elasticidad es perfecta, pero no eres capaz de mantenerte de pie usando solo una de tus piernas. No todo aquí es fuerza.

—¿De qué hablas?

—Ysamar, si quieres lograr sobresalir, no solo en esto en cualquier cosa, debes tener un balance entre tu cerebro y tu corazón. Esa es la clave para todo.

—No sé si pueda con eso.

Derek la miró y agachó su cabeza mientras pensaba en lo que estaba por hacer. Era una gran responsabilidad, pero si él no lo hacía, era probable que quizás la niña siga en el mismo rumbo y se pierda en ella misma. Derek levantó la cabeza y observó a Ysamar mirando también al suelo, pero lamentándose por sus acciones. Seguía con los mismos pensamientos negativos y estaba aterrada de no lograrlo una vez más. Derek colocó su mano en el hombro de la joven y ella. Ysamar levantó la cabeza y vio la mano de Derek en su hombro. Observó a Derek con asombro y con muchas expectativas. El trébol le sonrió ligeramente, provocando la misma respuesta en Ysamar.

—Mira, no prometo ser una especie de maestro para ti, pero creo que puedo ayudarte en algunas cosas—le dijo Derek.

Ysamar sintió un peso menos de encima y un gran alivio al saber que podría al fin superarse a sí misma. Derek encontró algo en mantener su cabeza ocupada y notó que podría corregir sus errores con Ysamar. Tenía la oportunidad de guiar a aquella joven por un camino mejor del que estaba tomando.

—Oye, no tengo nada con que pagarte así que...—dijo Ysamar.

—Dios, entonces ya no podré ayudarte—dijo Derek alejándose de la joven.

—¡Espera, no!

Derek se rio frente a la joven y se acercó nuevamente. Ysamar puso una cara de decepción para después reírse junto al trébol.

—No importa, está bien—respondió Derek. —Tenemos mucho que hacer, ¿estás lista?

—Si, lista—respondió Ysamar decidida y más segura de sí misma. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro