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Escondido

En una pequeña casa a las fueras de la ciudad de Amsterdam, Sabine Guillen se mantenía con un perfil bajo vendiendo algunas piezas de arte a personas ricas y miembros importantes de "Agros". Lo hacía en el centro de la ciudad. Exponía sus obras en galerías refinadas bajo el nombre de Brenda Ashford. Había inventado su nombre diciendo que era parte de una importante familia inglesa que había desaparecido a causa de la guerra entre la ordenes, ya que, su padre apoyaba a los agrocistas y los "vexianos" decidieron torturarlo y matarlo. Intentaba que su personalidad fuera la de un elegante mártir bondadosa y dulce que no apoya a ninguna de las facciones, pero que claramente tiene cierta preferencia por los agrocistas.

Sabine jamás supo algo sobre el arte, en secreto seguía conspirando en contra de "Agros" como lo hacía Lapadat, pero lo hacía como una rebelde más, como informante debido a su cercanía con la alcurnia de "Agros". Quien le hacía los cuadros que presentaba eran hechos por un joven artista que había logrado rescatar. Él muchacho no tenía ninguna cercanía con "Vex" o con los rebeldes, pero siempre los ayudaba debido al apoyo que le dieron alguna vez.

Una tarde regresando a su casa, Sabine se encontraba en su auto lujoso que solo era una fachada para los oficiales del poder. Al llegar a las fueras, el auto era guardado en un garaje donde solo era usado por Sabine cuando debía ir a la ciudad. La mujer tomó otro auto más sencillo con el cual al fin pudo ir a su casa y decir que fue otro día exitoso.

Al llegar, la mujer se dirigió a su cocina con rapidez para dejar algunos víveres que podía darse el lujo de tener debido a su círculo social. La casa era muy pequeña, modesta donde solo ella entraba y tenía todo lo que necesitaba. La luz de la cocina iluminó el espacio, pero no parte de la sala que se mantenía a oscuras. En ese momento, una extraña sombra se movió para acomodarse en el sillón que había en la sala.

—Es extraño verte vestida de gala —dijo la voz desde el sillón.

Sabine levantó la cabeza y lejos de sentir temor, sonrió al reconocer en ese instante la voz de quien le estaba hablando.

—Creo que esto es el mayor sacrificio que he hecho hasta ahora —respondió Sabine.

—Ya debes estar acostumbrada.

—Probablemente a ti te quedaría mejor, ¿verdad, Lazo?

Danette se levantó del sillón, se dirigió a la cocina y la luz iluminó su rostro dejando ver sus grandes mejillas y enormes ojos negros. Ambas se acercaron para darse un fuerte abrazo.

—Cuanto tiempo sin verte —dijo Danette. —Te he echado mucho de menos.

—Igual yo, a todos ustedes —respondió Sabine. —¿Cómo lograste entrar?

—Aprendí a usar ganzúas.

—Ya veo, interesante. Y supongo que la razón de que hayas hecho debe ser muy importante, ¿o es qué acaso quieres una taza de azúcar?

—No me vendría mal, últimamente endulzamos nuestro café con caramelos de limón. No parece que te vaya tan mal.

—Trabajo para una base rebelde como infiltrada. Soy una refinada artista que trabaja vendiendo sus obras para personas adineradas y, obviamente, la mayoría son miembros de "Agros". Eso me da cierta ventaja a información sobre planes, soldados, algunas otras cosas. Además de darme estos lujos que no deberían ser llamados así.

—¿Desde cuando haces cuadros?

—En realidad los hace alguien más, yo solo los exhibo y obtengo la información. Uso los cuadros para pasar desapercibida.

—¿Obtienes información solo de los cuadros?

—Debes saber con quiénes juntarte. Además, un par de noches con ellos, también tienen cosas que decir.

—Ya decía que era muy sencillo.

—Requiere sacrificios. Aunque algunos soldados no están tan mal.

—Son el enemigo.

—Eso no les impide tener un buen amigo al cual sacarle provecho.

—Supongo que el honor me hace mantenerme en abstinencia.

—Creí que Lapadat y tú estaban en buenos términos.

—Lapadat escapó para refugiarse mejor. De hecho, ahora lo estamos buscando.

—Y debo pensar que eso también te trajo a mí, ¿no es así?

—Así es.

—Bueno, antes de que empieces, no cuento con un gran personal, ya ni siquiera tengo a muchos a mis espaldas.

—Puedes llamarlos.

—Claro que sí, pero ahora solo soy una rebelde más.

—¿Ellos ayudarían?

—Darían sus vidas por ver las cabezas de todos los miembros de "Agros" rodando por el suelo.

—Con eso basta. Estamos reuniendo a todos, Ibars descubrió algo junto con Kamal. Hazel y Aramis creen que podemos tener una oportunidad, pero esta será la última, es el todo o nada. Si perdemos, morimos.

—Se oye bien. ¿A quiénes tienen?

—No lo sé. Viene por ti, sé que, Ysamar y una tal Rose fueron por Lapadat. O'Claire irá por Ivanova, después no sé los demás.

—Regresaron, eso es algo que aprovechar.

—Hazel piensa que es una buena idea tener a Vatra, Saiko y Capricornio con nosotros también.

—Odio decirlo, pero tiene razón. No podremos simplemente ir con armas, necesitamos más.

—Liv y Collins están yendo por ellos.

—Como te digo, no tengo mucho ahora, pero lo tendré. Estoy dentro.

—Necesito que juntemos a todos los que tienes.

—Andando entonces.

En la "Torre Inicial", Ryzak vigilaba el entrenamiento de los asistentes. Observaba como iban haciéndose más fuertes, como intentaban pelear en equipo, pero solo veía como Ezra, Theodora y Aarav mostraban un avance. Calixta se mantenía tímida, temerosa y sin intenciones de lastimar a alguien. Sabía que debía hacer algo.

Mientras los observaba, un soldado llegó a sus aposentos con un mensaje para el hombre. El soldado se veía tranquilo, caminó hasta Ryzak y se detuvo metros antes de él.

—Mi señor, tengo un mensaje para usted —dijo el soldado.

—¿Qué ocurre? —preguntó Ryzak.

—Hay noticias de algunos cazadores. Según dicen, han capturado a tres miembros de "Vex" mientras iban en un viaje de carretera.

—¿Quién los capturó?

—Sabemos que se trata del señor Tarik Lefevre.

—Gracias.

El soldado se inclinó en señal de reverencia, estaba saliendo de la camara cuando recordó un último detalle, algo que no podía dejar escapar.

—Señor, hay algo más —dijo el soldado. —Los cazadores afirman que esos tres sujetos que Lefevre capturó son los jóvenes que usted busca.

—¿Qué? —preguntó Ryzak.

—La señorita Parker, el joven Collins y la señorita O'Claire.

—¿Quién dijo eso?

—Las fuentes de los cazadores afirman eso. Lo dijeron después de enterarse lo que ofrece a quienes los capture.

—Comunícame con Kai, Elm y "Wolf". Debo hablar con ellos para conversar con Tarik sobre esto. 

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